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Crítica de The Mandalorian 3×02 (Disney+)

The Mandalorian no deja un segundo de respiro, como hemos podido disfrutar en el segundo episodio de la tercera temporada estrenado esta semana. Comparto lo más destacado de un episodio que me ha volado la cabeza por muchos motivos.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Episodio 18. Las minas de Mandalore

Mandi y Grogu exploran las ruinas de un planeta destruido.

Jon Favreau escribe el segundo episodio de esta tercera temporada, que ha sido dirigido por Rachel Morrison (1978) una directora de fotografía estadounidense. Por su trabajo en Mudbound (2017), Morrison fue nominada al Óscar a la mejor fotografía, convirtiéndose en la primera mujer nominada en esa categoría. Ha trabajado en dos ocasiones con el director Ryan Coogler, en las películas Fruitvale Station (2013) y Black Panther (2018).

Junto a Pedro Pascal como Mando / Din Djarin y Grogu, en este episodio podemos ver a Ami Sedaris como Peli Motto, la mecánica de Tattoine amiga de Mando, y a Katee Sackhoff como Bo-Katan Kryze.

Siempre intento escribir mis reseñas libres de spoilers, pero en este caso resulta completamente imposible. Sigue leyendo bajo tu responsabilidad.

The Mandalorian me deja sin palabras. Jon Favreau están redefiniendo no sólo Star Wars, sino el standard de calidad en el entretenimiento mainstream. El trailer de esta temporada sugería que el tema principal sería seguir a Mando mientras preparaba su misión para ir a Mandalore para bañarse en las Aguas Vivientes situadas en las Minas, para redimirse de su pecado de quitarse el casco. La reconstrucción de IG-11 iniciada en el episodio anterior para ayudarle en la exploración de Mandalore parecía sugerirlo. Sin embargo, llegamos al segundo episodio y ¡voila! Mando y Grogu ya han viajado a Mandalore y encontradoel manantial debajo de los restos de la ciudad de Sundari. Lo que en otras series es el objetivo de la temporada, Favreau y su equipo lo han despachado en ¡el segundo episodio! Esta mentalidad de no guardarse nada me vuela la cabeza. Y todo ello con una aventura espectacular repleta de acción, sorpresas y momentos emocionantes. No se puede hacer mejor.

El episodio es una pasada. Empezando por ver en imagen real las ruinas de Mandalore y conocer a los habitantes que sobreviven bajo tierra. Grogu es una ricura maravillosa que me deja con la sonrisa en la cara cada vez que aparece en pantalla, pero además se añade una nueva capa de independencia y capacidad cuando está solo. Mando con la voz de Pedro Pascal está estupendo como siempre, pero en especial sus escenas con Bo-Katan son espectaculares, destacando el carisma que tienen ambos actores. Además, Favreau es un narrador muy listo, porque una de las cosas que se echaron de menos en el primer episodio fue el Dark Sable. Así que en los 40 minutos de este segundo episodio no es una sino dos las veces que podemos verlo en acción, unas escenas que están geniales.

La gran sorpresa del episodio, otra más, es la aparición de Bo-Katan. Y no viene para tomar café, sino que protagoniza algunos momentos de acción espectaculares que sirven para reforzar que es la puta ama, algo que siempre es genial ver en imagen real. Además de la acción, tiene momentos super emocionantes cuando visita las ruinas de su hogar y recuerda a su padre, siendo este otro de los momentazos del episodio. Por no hablar que frente a lo visto en el primer episodio, cuando descubre que algo le ha pasado a Mando hay verdadera preocupación por él y no duda un segundo en ir a su rescate. Frente a la dificultad que Mando sigue teniendo al usar el Dark Sable, Bo-Katan se muestra como una maestra en su uso porque ella sí cree ser la legítima líder de los Mandalorianos. Qué pasada.

Por cierto, me ha gustado la dirección de Rachel Morrison. Visualmente el episodio está lleno de momentazos, pero hubieron varias escenas que me sorprendieron y que transmiten verdadera sensación de peligro. Además de emoción, porque el momento cuando Bo-Katan encuentra a Grogu solo en la nave tiene una emoción bestial. Y junto a esto, hay un par de momentos rozando el terror también bestiales, como es la primera aparición del robot araña o de la criatura cyborg, así como el primer ataque de las criaturas que viven en las ruinas.

La sorpresa y el climax espectacular del episodio es cuando Mando y Bo-Katan descubren que el Mitosaurio, el ser mitológico de las leyendas Mandalorianas, está vivo bajo las aguas. La Armera ya dijo a Din Djarin en El Libro de Boba Fett que «Las canciones de eones pasados predijeron que el mitosaurio se alzaría para anunciar una nueva era de Mandalore». Se creía que los mitosaurios se habían extinguido hacía siglos y era un elemento de leyenda, pero el descubrimiento de que al menos uno sigue con vida, ¿puede sugerir que la temporada realmente va a centrarse en la lucha de Bo-Katan y Mando por devolver a la vida a su planeta y unir a todos los Mandalorianos? La sensación es que los tiros pueden ir por ahí. Pero en todo caso este final nos ha dejado un episodio que no ha dejado de ir a más.

Además, recordando el bautismo del joven mandaloriano de la semana pasada, la entrada de Mando en las Aguas Vivientes de las minas sirve claramente de bautismo para Din Djarin, que en este mismo episodio le cuenta a Grogu que el nació en una luna de Mandalore y realmente nunca había llegado a pisar el planeta, de forma que Mando puede salir renovado de la experiencia. Aparte del elemento religioso, quiero pensar que esto marque también el renacimiento de Mandalore y sus Mandalorianos. Y por cierto, ¿a alguien más le pareció que el descenso hacia las minas tenía unas reminiscencias bestiales a El Señor de los Anillos y la parte de Moria en La Comunidad del Anillo? Porque yo lo vi clarísimo.

Otro elemento que me ha sorprendido de este capítulo es que exceptuando los dos últimos episodios de la primera temporada, todos los episodios hasta ahora han contado una aventura autoconclusiva, dentro eso si de la narrativa general de la serie. Sin embargo, el episodio de esta semana nos ha dejado con un cliffhanger monumental, rompiendo la casi norma de historia por episodio. El hecho de estar en el segundo puede sugerir que este cambio en la estructura argumental de la serie se repita a lo largo de la temporada. Aparte de lo guay que es todo, sirve para reafirmar que todo puede pasar en The Mandalorian.

Por último, quiero comentar un elemento sobre el trailer de esta temporada. En este caso no es que Lucasfilm haya hecho «un Marvel» mostrando imágenes falsas para no mostrar elementos claves de la trama antes de tiempo. Pero diría que en estos dos primeros episodios han salido ya la mayoría de imágenes del trailer. Como imagen potente sólo falta por salir la mega escena en la que un equipo de Mandalorianos caen de una nave para iniciar un ataque. Pero exceptuando esa, realmente todo lo que vamos a ver a partir de ahora va a ser sorpresa absoluta, algo que me alegra un montón.

Este episodio me ha encantado. Me ha sorprendido, emocionado y me ha dejado en lo más alto. Y lo que es aún mejor aparte de todo en general en The Mandalorian, es la sensación que el próximo episodio puede ser aún mejor.

Comparto el teaser trailer de este episodio:

The Mandalorian es mandanga de la buena. ¡Qué manera de disfrutar!!

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de The Mandalorian 3×01 (Disney+) SIN spoilers

¡Ya está aquí la tercera temporada de The Mandalorian! La serie de Jon Favreau y Dave Filloni ha inaugurado esta nueva tanda de episodios por todo lo alto.

PUNTUACIÓN: 8/10

Episodio 17 El Apóstata

El Mandaloriano emprende un viaje decisivo en busca de la redención.

The Mandalorian ha vuelto y lo ha hecho con el carisma alucinante que convirtió a esta serie en la mejor historia de Star Wars desde la primera trilogía. Esta tercera temporada va a contar con 8 episodios como las anteriores. El primer episodio cuenta con guion de Jon Favreau, el creador y productor ejecutivo de la serie, que ha decidido escribir él personalmente todos los episodios de la temporada, con Dave Filloni acompañándole en dos capítulos y Noah Kloor en otro. Frente a la búsqueda de los Jedi de la segunda temporada, Favreau ha afirmado que este tercera va a estar centrada en los Mandalorianos, aunque no descarto que como siempre en la serie, algunos episodios sirvan para realizar misiones concretas.

Tras dirigir 3 episodios en las temporadas 1 y 2, Rick Famuyima ha sido elegido como director de este primer episodio de la temporada, y además dirigirá los dos últimos. Esto me indica que Lucasfilm tiene claro que lo que no está roto no hay que tocarlo, y me gusta que el núcleo duro con Favreau y Fillone se mantenga intacto. Por cierto, una sorpresa que si me he llevado es la confirmación que Joseph Shirley compondrá la partitura de esta temporada, sustituyendo a Ludwig Göransson. Dicho esto, Shirley se encargó de la música adicional de las dos primeras temporadas y utilizó los temas de Göransson para componer la partitura de El libro de Boba Fett, así que creo que seguimos con la misma filosofía de mantener el equipo, siempre que sea posible. Además, Disney ha confirmado que la serie contará con una cuarta temporada.

En este primer episodio volvemos a ver a Pedro Pascal como Din Djarin / El Mandaloriano junto a Grogu. Y en esta primera aventura Mando se reunirá con Emily Swallow como La Armero del clan Mandaloriano al que pertenecía Mando hasta que fue expulsado por quitarse su casco. Carl Weathers como Greef Karga, lider del planeta Nevarro, y Katee Sackhoff como Bo-Katan Kryze, vuelven a la serie y por lo visto en este arranque no parece que se vayan a limitar a una aparición puntual.

El Apóstata tiene una duración de 38 minutos, 33 sin los títulos de créditos. Y aunque puede parecer un episodio muy corto, la verdad es que pasa volando porque hay un montón de situaciones que sirven para establecer las principales tramas a las que Mando y Grogu tendrán que enfrentarse en la temporada. Empezando por un viaje a Mandalore para intentar encontrar las fuentes subterráneas en las minas de Mandalore, en cuyas aguas Mando puede lavar su pecado de quitarse el casco. A pesar que tras el exterminio provocado por el Imperio, se piensa que el planeta es inhabitable al haber quedado envenenado.

Fiel al ADN de la serie, me ha flipado que este episodio de presentación de la temporada tenga 2 grandes sets de acción que son super espectaculares, y un tiroteo también rodado con tensión y acierto por parte de Famuyima. The Mandalorian tiene claro el tipo de historias que cuenta, y en ese sentido el arranque no ha podido ser más espectacular y satisfactorio. Pero junto a la acción y a un episodio realmente brillante en lo visual, me ha encantado sentir la relación entre Mando y Grogu sigue en el centro de todo. De Pedro Pascal hay que destacar a parte de su potencia vocal, la inteligencia de su interpretación no verbal con una dinámica corporal super minimalista en la que el más mínimo movimiento transmite un montón. Esto también puede decirse de La Armera interpretada por Emily Swallow. La escena con Mando y cómo expresa sorpresa y duda sin decir una palabra ni se la vea la cara me parece una pasada. Por cierto, me gusta la quimica que Pedro Pascal comparte con Carl Weathers, un actor con un vozarrón que tiene una presencia imponente en pantalla.

No he dicho nada de Grogu, pero es una maravilla. Cada vez que aparece en pantalla me tiene con la sonrisa en la cara y tiene además un par de momentos superdivertidos, uno en concreto a costa de Babu Frik, que me parece buenísimo. El diminuto especialista en tecnología al que conocimos en Star Wars: El ascenso de Skywalker es uno de los muchos cameos de razas alienígenas, resaltando que esto es STAR WARS. Pero volviendo a Grogu, me vuela la cabeza la forma en que una marioneta es capaz de transmitir tanta emoción de tantas formas posibles.

Otro elemento que me ha gustado mucho es que la trama principal de Mandalore está clara, pero hay varios detalles que aparecen en el trailer que no han aparecido en este episodio, por lo que estoy seguro que vamos a tener numerosas sorpresas a lo largo de las próximas siete semanas de emisión. Por ejemplo, Moff Gideon es mencionado pero no llega a aparecer, y diría que es un personaje demasiado bueno para que no tenga su importancia en esta temporada. Junto a esto, la situación en la que se encuentra Bo-Katan al comienzo de la serie resulta lógica visto lo que pasó en la segunda temporada, pero no por ello es menos impactante.

Y al revés, en este episodio hay dos elementos totalmente inesperados que no se vieron en los trailers y que también creo que van a dar mucho juego. Aparte de lo guay que es que te sorprendan con algo cuando el mantra de los haters universalmente aceptado por las unanimidades de las redes sociales es que ya no hay nada original en el mainstream de Star Wars. A todo esto, el combate espacial al que asistimos, uno de los pocos que hemos visto en The Mandalorian y que nos trajo reminiscencias al Imperio Contraataca, me parece una pasada.

No quiero terminar sin resaltar la potencia visual de The Mandalorian. Llega un momento en que se nos olvida lo guay que resulta verte inmerso en el mundo de Star Wars de forma tan perfecta e inmersiva. En este episodio no tengo claro qué parte es set real de rodaje y qué parte ha sido creado con el  Stagecraft creado con tecnología LED por ILM. Hay una parte como vimos en Andor en que mola la sensación de sets reales donde plantean la acción. Pero llega el momento en que Star Wars NO es la Tierra y los espacios no tendrían que sugerir ambientes mundanos, sino sorprendernos con cada nuevo planeta que visiten. El Stagecraft sigue siendo la herramienta perfecta para rodar ciencia-ficción, sobre todo por creativos expertos en su uso que saben sacarle todo el partido posible.

No quiero comentar nada más dado que eso significaría entrar en territorio de spoilers. Como primer episodio de una nueva temporada me ha parecido modélico, aunque tengo que reconocer que ya venía convencido de casa. Me esperan las mejores semanas del año mientras disfruto de The Mandalorian semana a semana.

Lo que sí me produce cierta extrañeza es la polémica que se ha formado a partir de las declaraciones de Jon Favreau sobre que entre el final de la segunda temporada de The Mandalorian y el principio de esta tercera han pasado entre uno y dos años, afirmando además que Grogu pasó alrededor de un año con Luke Skywalker. Obviamente este año puede parecer mucho tiempo, pero el uso de elipsis temporales no es algo nuevo en la ciencia ficción. Y obviamente entre misiones de Mando pasa algún tiempo, la primera temporada no sucede ni mucho menos en una semana. Que Mando quisiera ver a Grogu se explica porque han pasado meses, es una locura plantear que iría a buscarle tras haber pasado un par de semanas.

En este sentido, diría que la clave de la elipsis temporal no está tanto entre el final de la temporada dos de The Mandalorian y el comienzo de El libro de Boba Fett, sino entre el final de Luke, Mando y Grogu en el histórico episodio 16 (El rescate) y la escena post-créditos de este mismo capítulo, cuando Boba Fett se hace con el control del palacio de Jabba. Ahí es donde perfectamente creo que han podido pasar meses, aparte que la historia de Fett entre los moradores de las arenas sucedió también a lo largo de años de la vida de Fett por el mismo uso de elipsis temporales. A partir de asumir esto, no veo que este conocimiento altere de alguna manera el disfrute de esta temporada.

Comparto el trailer de esta temporada:

The Mandalorian ha empezado por todo lo alto. Nos esperan 7 semanas maravillosas que estoy seguro que voy a disfrutar un montón.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Willow temporada 1 (Disney+)

Menuda decepción más grande me he llevado con la serie de televisión de Willow estrenada en Disney+. Ahora que ya se ha emitido en su totalidad, puedo analizarla.

PUNTUACIÓN: 4/10

Willow regresa en una nueva serie ambientada años después de la película original.

Willow de Ron Howard (1988) es una de las películas de mi adolescencia. Para crear esta continuación televisiva ambientada 17 años después de la película, Lucasfilm contrató a un hombre de la casa como creador de la serie: Jonathan Kasdan, guionista de Solo: a Star Wars story e hijo del director Lawrence Kasdan, guionista de El imperio contraataca y el retorno del Jedi entre otras, además de director de películas como Silverado, Grand Canyon o Wyatt Earp. Jonathan Kasdan escribe el guion del episodio piloto (y de los dos últimos con colaboración), teniendo a Bob Dolman, guionista de la película original, como guionista del segundo episodio y uniéndose al grupo de escritores contratado por Disney, entre los que encontramos a Wendy Mericle, John Bickerstaff, Julia Cooperman, Hannah Friedman, Stu Selonick y Rayna McClendon.

Los ocho episodios de esta primera temporada han sido dirigidos, a razón de dos episodios cada uno, por Stephen Woolfenden, Debs Paterson, Philippa Lowthorpe y Jamie Childs. Además de utilizar el tema clásico de la película obra de James Horner, la serie cuenta con nueva música escrita por James Newton Howard y Xander Rodzinski. La serie de ocho episodios ha sido rodada en localizaciones naturales en Gales.

Warwick Davis vuelve a ser Willow Ufgood, un hechicero enano de Nelwyn. Junto a Willow volvemos a ver a Joanne Whalley como Sorsha, la guerrera hija de la malvada Bavmorda que 20 años después es la reina de Tir Aslin. Los nuevos personajes de esta historia ambientada 20 años después son Ruby Cruz como la princesa Kit, hija de Sorsha que lidera un grupo para rescatar a su hermano gemelo el príncipe Airk (Dempsey Bryk), secuestrado por unos misteriosos villanos. En esta misión viajan justo a Kit Erin Kellyman como Jade, una caballero en entrenamiento y la mejor amiga (novia) de Kit, Ellie Bamber como Dove, una criada de cocina y novia de Airk, Tony Revolori como el príncipe Graydon, prometido de Kit y más interesado en los libros que en los combates. Por último, Amar Chadha-Patel interpreta a Boorman, un ladrón al que se le ofrece la libertad de prisión si ayuda al grupo.

Empezando por lo positivo, hay que reconocer que la Willow original no es una historia sesuda, era una historia ligera con humor y aventura, y en este sentido Lucasfilm ha intentado recrear las mismas sensaciones y tono distendido en una historia que conecte con las nuevas generaciones. Cuando hace unas semanas compartí mis impresiones de los dos primeros episodios, ya comenté que sólo por la alegría de ver a Warwick Davis retomar a su personaje fetiche ya era suficiente para haberme ganado de inicio, por lo que tenía claro que vería esta primera temporada en tu totalidad. Lo cual era claramente otro elemento positivo. Dicho esto, ya en ese momento comenté que el inicio no me había entusiasmado, y no tenía claro si un espectador no fan de la fantasía se engancharía a una serie de estas características con esta puesta en escena.

Otro de los aspectos positivos (en serio) es que los creativos de Willow no buscan inventar ninguna rueda, al plantear una historia que recrea el espíritu de las partidas de Dungeons & Dragons en las que para las campañas siempre te encontrabas a un mago, un bruto, un espadachín, un arquero y un erudito, entre otros. Willow opta por una estructura super clásica de ensamblar una compañía formada por personas diversas que formen un grupo heterogéneo que provoque numerosas dinámicas interesantes a lo largo del viaje que tendrán que aprender a trabajar juntas si quieren sobrevivir. Otro aspecto que recuerda a muchísimas obras previas de fantasía es cuando en el climax final los protagonistas son tentados por aquello que pensaban que era el mayor deseo de su corazón, para descubrir que el viaje les ha cambiado y eso que antes era tan importante ahora ya no les sirve. Aparte que aceptar ese «regalo» implica perder tu alma, claro. La sensación de evolución durante el viaje y que los personajes salen más fuertes y unidos que cuando comenzaron es otro tópico que aquí se cumple al pie de la regla, confirmando una agradable sensación de familiaridad.

Willow es como digo un entretenimiento ligero, y supongo que valorándolo como tal y acercándose sin ninguna pretensión, creo que la serie puede ser moderadamente entretenida. La aparición de Willow en el climax final probablemente sea lo mejor de toda la temporada, y confirma mi alegría a poder ver una nueva aventura suya. Puestos a buscar algo más positivo que comentar, me flipa mucho la música, sobre todo cuando vuelven al tema original de James Horner. También los temas que añaden al final de cada episodio, como por ejemplo el Money for nothing de Dire Straits, que es un temazo atemporal alucinante.

Sin embargo, la decepción es total porque lo que a priori parecen buenas ideas a nivel general (o al menos correctas) sobre el papel, se han ido todas al traste por una ejecución lamentable en todos los aspectos. Y esto es clave, porque lo importante es el producto final, no la intención que se tenía al comienzo. Y no dudo que seguro se intentó hacer bien, tengo claro que nadie hace algo mal a propósito. Pero, ¡vaya ejecución!

La dirección de Willow ha sido nefasta. Da hasta rabia ver que Lucasfilm ha contratado a tanta gente sin talento para hacer esta serie, empezando por unos directores que han robado a la serie de toda magia o épica. No es mi propósito hacer una enumeración pormenorizada de todo lo que no me ha gustado de las mediocres y televisivas puestas en escena, dicho esto con la peor connotación posible, pero por poner un ejemplo, durante el combate final del último episodio todo está rodado con planos medios y primeros planos para que no se vea bien lo que está pasando y dónde está sucediendo, lo cual me parece lamentable. Aparte de una niebla que ¿de donde ha salido? Da igual, el objetivo que no se vea nada y no haya que invertir en decorados creíbles se ha conseguido. Por no hablar de que aparte de la lucha de Elora Danan contra la Arpía (¿no era Bavmorda?), hay otros combates del resto de héroes contra los lamentables y genéricos esbirros de la bruja que vemos como empiezan con choques de espadas mil veces vistos pero no llegamos a saber cómo finalizan. Supongo que ellos mismos sabían que era morralla que no interesaba, pero la forma de dejarlo claro es flipante. A todo esto hay que sumar un montaje lamentable con miles de cortes que resulta insultante para un espectador que quiere ver lo que les está pasando a unos personajes que están en un espacio concreto y que realizan combates en los que se encadenan acciones de ataque y defensa. Nada de eso lo hemos tenido en los 8 episodios de esta serie.

El diseño de producción de Disney Channel también me parece nefasto, tomando todas las decisiones erróneas posibles casi en cada decisión. Los decorados de cartón piedra, las armas sin peso, los vestidos mojados que se secan en un segundo, las localizaciones imposibles (porque no parecen reales ni siquiera en el contexto de fantasía de la serie…), nada ayuda a que el espectador pueda meterse en la historia, resulta imposible. Recuerdo haber leído que se trata de una de las principales series de la parrilla de Disney+ que ha contado con un presupuesto importante. Que de alguna manera los directivos acepten este nivel de calidad (o de falta de ella) que se ha ofrecido a los espectadores, me resulta flipante.

Por cierto, que de alguna manera la única vez que hemos visto un plano general potente con múltiples personajes haya sido en la escena en mitad de los créditos finales que nos anuncia la segunda temporada (de tres que va a tener la serie), cuando en toda esta serie no hayamos tenido nada ni remotamente similar me ha parecido casi un insulto a mi inteligencia como espectador. Como si me estuvieran diciendo, «si, sabemos que la serie ha sido mediocre, pero vuelve que el año que viene la cosa será mejor». Alucinante.

Comentaba que el guion a grandes rasgos mostraba ideas correctas, dentro de no ser nada originales. Sin embargo, debo decir que también en este sentido la ejecución contiene momentos verdaderamente vergonzosos. Como por ejemplo la ¿genial? idea de mostrar a los trolls de las minas de Skelling como tíos cultos con acento de universitarios de Harvard. De nuevo, puedo entender que alguien tenga una idea de bombero torero, pero que eso pase todos los filtros y llegue a verse en pantalla sin que nadie caiga que es una ridiculez y que quizá sería mejor plantear otra cosa, me deja perplejo. Como es la idea de convertir a los peligrosos Bone Reavers que viven en el Wildwood (bosque salvaje) en unos pacíficos outsiders naturistas que no son comprendidos por la sociedad y que solo buscan vivir su vida haciendo raves y orgías en el bosque. Reforzando una tendencia que no deja de verse en el mainstream, intentar entender y dar matices a grupos que en otros contextos serían unos villanos sin más. Quedando el conjunto ridículo. Visto lo visto, tengo claro que la contratación de Jonathan Kasdan como creador de esta serie es el pecado original que ha provocado todo el desastre posterior. Porque no es que no acierten con la caracterización de los héroes, es que tampoco los villanos ausentes e intercambiables resultan nada interesantes, indicándome casi que sólo pensaron en unos diseños que lucieran cool en el trailer, pero sin nada más que un cascarón vacío.

Llegamos a otro tema sensible, el reparto. En la reseña de los primeros episodios comentaba que todos los actores me habían parecido correctos sin más, con la excepción de la actriz Ruby Cruz que interpreta a Kit, debido a que el guion convertía a la princesa en alguien desagradable que caía mal. Vista la serie en su conjunto hay que reconocer que al menos en lo referido a Elora y Kit, además de Willow, sus personajes tienen una correcta evolución dentro de parámetros esperables dentro del género de la fantasía. Sin embargo, con la perspectiva de tener la temporada al completo para valorarla, entiendo que otro de los problemas insalvables para esta serie de televisión es una brutal falta de talento, carisma y calidad interpretativa de todo el reparto.

A Willow le salvo de esta valoración general, porque me gusta el personaje y casi más el actor. Y aquí reconozco que posiblemente la nostalgia de volver a ver a Warwick Davis nuble mi juicio, a lo mejor el menudo actor es igual de mediocre que el resto. No lo creo, pero bueno. Pero todos los demás me resultan totalmente olvidables, los personajes pero sobre todo los actores. La guerrera Jade, El príncipe Graydon, el príncipe Airk o el forajido Boorman son un EPIC FAIL como personajes monotemáticos sin chispa que resultan aún peores por unos actores que no saben transmitir empatía o personalidad. Cuando se habla para mal de «interpretaciones televisivas», hablamos de esto. Pero tampoco es que Ruby Cruz como la princesa Kit o Ellie Bamber como Elora sean mucho mejores actrices que el resto, y en este caso el guion les da una mayor importancia y aparición en pantalla que no viene acompañada por una mayor calidad.

Y me da pena, no me alegro en absoluto de esta decepción. Me sabe muy mal, de hecho, teniendo en cuenta las ganas que tenía de que esta serie me gustara. Sin embargo, por muy fan de la fantasía y el D&D que me considero, los consumidores no podemos aceptar como borregos cualquier cosa que nos ofrezcan en la creencia que «es de lo mío». Hace 30 años esta actitud podía ser lógica al no haber casi productos audiovisuales de este género. Pero en 2022 hay competencia como nunca antes se había visto en el género de la fantasía heroica / espada y brujería. Ya no es suficiente con crear una serie de fantasía «correcta» (y Willow es mediocre hasta decir basta) tiene que ser buena o muy buena o va a lucir cutre comparada con Los Anillos de PoderLa Casa del Dragón o The WitcherY la comparación es obligatoria, porque al final todo es entretenimiento que exige que inviertas el mismo tiempo de tu ocio para consumirlo. Hay fantasía buena y fantasía mala, y deberíamos premiar a la primera y castigar la segunda como única forma de obligar, en este caso a Disney, a que hagan las cosas mejores.

En este sentido, aparte de la decepción del visionado hay otra cosa que me molesta sobre manera, y es la gente en redes sociales que niega la posibilidad de toda crítica bajo el punto de vista de «qué esperábais, la película es igual de cutre y ligera que la serie». Y hay que negar la mayor. Para el standard de 1988 Willow lució increíble con los medios existentes en la época. De hecho, el revisionado reciente de la película con mi hijo me gustó mucho más de lo que esperaba, aceptando eso si que tenía alguna cosilla en que sí se notaba el paso del tiempo. Pero que el diseño de producción de la película de hace 35 años luzca mejor que una serie rodada en 2022 con los medios de 2022 tiene delito. Aparte que la calidad narrativa y como director de Ron Howard le da mil vueltas a lo que estos directores televisivos nos han ofrecido. Ambas historias son aventuras ligeras, pero la personalidad de los actores de una y otra también marcan mucha diferencia, aparte de un humor que en la serie no funciona nunca, mientras que mi hijo sí se reía muchas veces viendo la película. Hay mucha diferencia. De hecho, no hay color.

Esto me recuerda otro elemento, que he comentado en las últimas semanas en mi cuenta de Twitter. Y es que empezamos a ver Willow toda la familia, y ya tras la emisión de los dos primeros episodios mi mujer me dijo que no le había gustado la serie. Semanas más tarde, durante las vacaciones navideñas intenté convencer a mi hijo para ver los episodios 5 y 6 que teniamos pendientes, en ese momento ya no veiamos Willow el día del estreno, hasta que llegó un momento en que me reconoció que tras haber visto 4 episodios no le había gustado la serie y no quería seguir viéndola. El caso es que no tengo el ego de pensar que un gigante como Disney crea sus contenidos pensando en mi como target. Pero si una serie mainstream importante como es Willow no conecta con el público femenino o con un adolescente que se supone que son más público objetivo que un adulto de más de 45 años como yo, me lleva a pensar ¿en quién está pensando Disney como público objetivo de Willow? Y ojo, entiendo que mi ejemplo familiar tampoco es indicativo de nada, pero a la vez conozco a mucha gente que ha dejado colgada la serie a mitad porque hasta donde llegaron no les había gustado nada. Al final, igual muchos ejemplos individuales realmente muestran una tendencia…

Willow nos muestra en medio de los títulos de crédito que Lucasfilm ha planteado 3 temporadas. Visto lo visto, me bajo de este tren, conmigo que no cuenten.

Comparto el trailer de la serie:

Suspenso sin paliativos para Willow, que no me busquen para ver una segunda temporada.

PUNTUACIÓN: 4/10

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Crítica de Willow episodios 1 y 2 (Disney+)

Esta semana Disney+ ha estrenado los dos primeros episodios de Willow, la serie secuela del clásico de 1988 dirigido por Ron Howard que vuelve a estar interpretado por Warwick Davis. Comparto mis impresiones del arranque de esta serie.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Willow regresa en una nueva serie ambientada años después de la película original.

Aunque la posibilidad de una continuación de Willow es algo que llevaba años comentándose, no fue hasta la creación de Disney+ y la necesidad de dotarla de contenidos que la serie consiguió tener luz verde. Lucasfilm contrató a un hombre de la casa como creador de la serie: Jonathan Kasdan, guionista de Solo: a Star Wars story e hijo del director Lawrence Kasdan, guionista de El imperio contraataca y el retorno del Jedi entre otras, además de director de películas como Silverado, Grand Canyon o Wyatt Earp. Jonathan Kasdan escribe el guion del episodio piloto, teniendo a Bob Dolman, guionista de la película original, como guionista del segundo episodio y uniéndose al grupo de escritores contratado por Disney.

Estos dos episodios (de ocho que va a tener la serie) han sido dirigidos por Stephen Woolfenden, director inglés conocido por ser el director de la segunda unidad de algunas películas de Harry Potter y por dirigir algún episodio de Doctor Who. Además de utilizar el tema clásico de la película obra de James Horner, la serie cuenta con nueva música escrita por James Newton Howard.

Warwick Davis vuelve a ser Willow Ufgood, un hechicero enano de Nelwyn. Junto a Willow volvemos a ver a Joanne Whalley como Sorsha, la guerrera hija de la malvada Bavmorda que 20 años después es la reina de Tir Aslin. Los nuevos personajes de esta historia ambientada 20 años después son Ruby Cruz como la princesa Kit, hija de Sorsha que lidera un grupo para rescatar a su hermano gemelo el príncipe Airk (Dempsey Bryk), secuestrado por unos misteriosos villanos. En esta misión viajan justo a Kit Erin Kellyman como Jade, una caballero en entrenamiento y la mejor amiga (novia) de Kit, Ellie Bamber como Dove, una criada de cocina y novia de Airk, Tony Revolori como el príncipe Graydon, prometido de Kit y más interesado en los libros que en los combates. Por último, Amar Chadha-Patel interpreta a Boorman, un ladrón al que se le ofrece la libertad de prisión si ayuda al grupo.

Empezando por los elemento positivos, mi corazoncito de fan de la fantasía se alegró un montón al volver a ver a Willow Ufgood en carne y hueso. Que Warwick Davis se encuentra en condiciones de volver a trabajar en una serie de este calibre me parece una pasada. Creo que sólo por él ya sabía de antemano que iba a ver esta serie en su totalidad. Al menos en eso, Disney me tenía ganado de inicio.

La serie tiene el mismo tono de aventura ligera para toda la familia pensando en un público adolescente que tenía la película original. En eso no se le puede poner un pero porque es exactamente igual, aunque los que la viéramos en su día en el cine tengamos ahora 34 años más y no seamos niños. En ese sentido, entiendo lo difícil que es crear una serie que intenta recuperar la magia de un clásico contando algo nuevo y original. Willow fue muy importante para mi yo chaval, y esa sensación es casi imposible de recrear para mi yo adulto de 2022, pero me gustaría que sí lo consiguiera para posibles nuevos espectadores.

El nuevo reparto de actores jóvenes me parece que están todos correctos, y de alguna manera me hace gracia que recreen el espíritu de las partidas de Dungeons & Dragons en las que para las campañas siempre te encontrabas a un mago, un bruto, un espadachín, un arquero y un erudito, entre otros. La historia no intenta inventar ninguna rueda y opta por una estructura super clásica de ensamblar una compañía formada por personas diversas que formen un grupo heterogéneo que provoque numerosas dinámicas interesantes a lo largo del viaje. En esto, los lectores y fans de la fantasía heroica y todos los jugadores de rol se sentirán como en casa viendo la serie. Al menos, así me sentía yo.

Otro detalle que me hace cierta gracia es ver a actores que han trabajado en el MCU como Erin Kellyman (Karly Morgenthau en Falcon & Winter Soldier) y Tony Revolori (Flash Thompson en la última trilogía de Spiderman). Además, aunque el primer episodio diría que es bastante flojo, creo que la cosa mejora en el segundo, obviamente con la aparición de Willow, por lo que confío y deseo que la serie no deje de ir a más en los 6 episodios restantes de esta primera temporada. Ah! Se me olvidaba comentar que la serie ha sido rodada en localizaciones naturales en Gales, y algunas escenas en bosques y a caballo están chulas.

Dentro que todo me parece correcto y como comentaba antes voy a ver la serie en su totalidad, la verdad es que este arranque de Willow no me ha apasionado en absoluto. Un primer problema es la terrible puesta en escena del televisivo Stephen Woolfenden, dicho esto en el peor de los sentidos posibles. Woolfenden rueda todas las escenas de la forma menos interesante posible, lo cual tendría mérito si no fuera algo malo. Por ejemplo, en el asalto del grupo de villanos los Vendavales a Tir Aslin hay varios combates y todos están rodados con planos medios y primeros planos con millones de cortes entre ellos, no sea que tuvieran que preparar algún tipo de coreografía, algo que entiendo lleva tiempo y trabajo y claro, para qué. Modo irony on. El maravilloso pueblo de los Nelwyn que fue construido realmente para la película ahora ha sido sustituido por unos decorados de cartón piedra terribles en una cueva. Y así todo.

Willow fue un hito dentro de la fantasía heroica en los años 80 en un momento en el este género no existía en el mainstream. Que para recrear este mundo de magia y aventura hayan optado por algo mediocre en lo visual es algo terrible que si algo hace es precisamente quitar la magia que sentimos al ver Willow por primera vez. Espero que esto se mejore a medida que avance la serie, pero a priori no me ha transmitido buenas sensaciones.

Por cierto, junto a Warwick Davis me alegra también volver a ver a Joanne Whalley retomando su personaje de la ahora Reina Sorsha. Pero una vez dicho esto hay que reconocer que su personaje es el causante de una de las grandes idioteces que tiene la serie en lo relativo al personaje clave de Elora Danan. Y es un enorme elefante en una cacharrería absurdo sin el cual hay que reconocer que NO habría serie tal y como se ha planteado, pero reconozco que me ha fastidiado bastante que hayan sido tan ineptos en no pensar en algo mejor que no sea tan ridículo para poner en marcha la historia.

Esto es un gran problema inicial del guion que tienes que dejar marchar porque no tiene solución. Luego habría un segundo elemento que no es que sea un fallo pero que genera cierta duda y que espero sea aclarado a medida que avance la serie, y es el porqué ha sido justo el príncipe Airk el secuestrado, teniendo la opción de haber cogido a quien hubieran querido durante el ataque. Espero que se justifique convenientemente, ya veremos.

Antes decía que en general el casting de actores jóvenes me ha gustado. Por ponerle un pero, dentro que no me parece que actoralmente lo haga mal, a la actriz Ruby Cruz que interpreta a la princesa Kit le ha tocado bailar con la más fea (narrativa y figuradamente hablando). Al principio de la serie parece que va a ser la protagonista al tratarse de una mujer lesbiana empoderada que quiere labrarse su propio futuro sin que nadie, y en especial su madre, la mande. El ideal del feminismo woke imperante, vamos. Sin embargo, el guion la convierte en una malcriada y orgullosa, con lo cual ahora mismo es el único personaje que cae mal de todo el reparto. Espero que esto se arregle a medida que avance la serie y la podamos ver en una versión más positiva, pero la sensación tras estos dos primeros episodios de estar ante una nueva Galadriel de Los Anillos de Poder ha estamos más presente de lo que me hubiera gustado.

Comentaba al principio que me encanta el Willow original. Sin embargo, merece la pena recordar que en 1988 NO había fantasía heroica D&D en los cines. Podría decirse que Star Wars fue lo más parecido que llegamos a ver en imagen real de un género que no se estilaba y parecía para críos, ciertamente algo menor. Por eso entre otros motivos Willow fue revolucionaria en su día. E incluso con esto en mente, hay que recordar que la película que ahora es un clásico en su momento fue una decepción en taquilla. Sin embargo en 2022 hay competencia como nunca antes se había visto en el género de la fantasía heroica / espada y brujería. Ya no es suficiente con crear una serie de fantasía «correcta», tiene que ser buena (o a ser posible muy buena) o va a lucir cutre comparada con Los Anillos de Poder, La Casa del Dragón o The Witcher. Dado que La rueda del tiempo fue super cutre, estoy seguro que al menos Willow si conseguirá superar a la serie inspirada en los libros de Robert Jordan.

Que se hayan estrenado todas estas series es en sí mismo un milagro y un sueño hecho realidad para los fans de la fantasía heroica. Aparte de la existencia de series de animación estupendas como El Príncipe Dragón o Legend of Vox Machina. Y en 2023 se estrena en cine la nueva película de D&D. Es una pasada, de verdad que si. Y claro que la comparación de Willow frente a los principales contenidos de Netflix, HBO Max y Prime puede ser injusta. Pero al final todos lo hacemos, y al espectador «normal» no fan de la fantasía le tienes que dar algo que haga que le merezca la pena invertir su tiempo en Willow en lugar de en la última serie hot de Netflix. Por ejemplo Miércoles producida por Tim Burton.

Ojalá me equivoque y la cosa mejore rápidamente, pero lamentablemente se me hace difícil imaginar que mucho público no friki pueda engancharse a esta serie visto lo visto. Incluso a pesar del estupendo final del segundo episodio con la revelación que hace Willow y el cliffhanger con el que nos dejan. Cuanto más lo pienso, más me parece que siendo todo correcto, estos dos episodios de Willow no han sido lo potentes que deberían haber sido para enganchar al público no convencido previamente como es mi caso.

Comparto el trailer de esta serie:

Willow ha empezado correcta sin más. Espero que vaya de menos a más, pero lo visto hasta ahora no se si es suficiente para enganchar al público no friki de la fantasía.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Andor y el problema de la narrativa periódica

La primera temporada de Andor, la última serie de imagen real del Universo Star Wars creada por Tony Gilroy, ya está disponible en Disney+. Y aunque fui publicando reseñas de los diferentes arcos argumentales, siento que se me quedaron elementos claves por analizar ahora que ya podemos valorar la serie en su conjunto, que es lo que me mueve a escribir esta entrada.

En primer lugar, valorar que Andor globalmente me ha gustado y pienso ver la segunda temporada, cosa que no puedo decir de otras series frikis que se han estrenado este año como Obi-Wan Kenobi o Ms. Marvel. Esto en si mismo ya marca que la serie puede ser considerada un éxito de Disney+ y Lucasfilm. Hay que reconocer además que la serie va de menos a más, siendo los mejores episodios de esta temporada el 6º con el robo en Aldhani, el 10º con la fuga de la prisión en Narquina 5 y el 12º con el climax en Ferrix. A todo esto, podéis leer en los links mis opiniones sobre los cuatro arcos que se desarrollaron en los episodios 1-3, 4-6, 7-10 y 11-12.

Sin embargo, dentro que como digo la serie tiene numerosos elementos interesantes y estupendas interpretaciones, me veo en la necesidad de criticar algunas de las decisiones creativas que se han tomado en lo relativo a la estructura narrativa de Andor. Y es que no es normal que Lucasfilm haya estrenado una serie con periodicidad semanal que es imposible de ver semana a semana porque hay numerosos episodios que literalmente no cuentan nada. El planteamiento de hacer arcos dentro de la serie provocó que los episodios 1 y 2 fueran flojísimos mientras preparaban el climax del tercer episodio con el encuentro de Andor y Luthen Rael en Ferrix. Estaba tan claro que los episodios individuales no se aguantaban por si mismos que Disney tomó la inédita decisión de estrenar estos 3 episodios de golpe ante el temor cierto que si sólo estrenaban uno o dos episodios, la audiencia desertaría en masa. Y aunque esta decisión del estreno fue acertada, el estreno semanal de los episodios 4, 5 y 6 confirmaron que Andor ha sido una serie que NO puede verse con cadencia semanal, al tener de nuevo 2 episodios como son el 4 y 5 que son un suplicio para el espectador mientras esperamos el climax del robo en el planeta Aldhani.

Siguiendo con la estructura, tras mostrar a la audiencia que Andor es una serie planteada en arcos de 3 episodios, tras los dos primeros los productores y creativos rompieron su propia norma al hacer un séptimo episodio de transición que nos lleva a un tercer arco desarrollado en 4 episodios en el planeta prisión Narkina 5. Si buscaban marear a los espectadores, la verdad es que creo que lo consiguieron. En mi caso, tras ver el 7º episodio, me salté el visionado del 8º cuando se estrenó para verlo junto al 9º, para encontrarme que el arco no finalizaba esa semana y tenía que esperar una semana más para verlo. Finalmente, tras un satisfactorio episodio 10, opté con buen criterio por no ver el episodio 11 y esperarme a verlo junto al 12, lo que hizo que la sensación de relleno y presentación de elementos que explotarían en el climax final del 11º no fue tan mala como lo hubiera sido si lo hubiera visto por separado.

Con Andor me quedo con la sensación que escritores de cine han intentado escribir para televisión como si fuera lo mismo, y no es el caso en absoluto. Los arcos narrativos protagonizados por Andor tienen la estructura clásica de película mainstream con presentación-nudo-desenlace pero planteando estos elementos en cada episodio del arco. Y aunque se añadan otras líneas argumentales de varios personajes secundarios que sí se han extendido a lo largo de toda la temporada, globalmente los episodios 1, 2, 4, 5, 7 y 8 (justo la mitad de la serie) no han ofrecido elementos a los espectadores que hagan que tengan necesidad o ganas de seguir viendo la serie semanalmente.

Entiendo que Disney+ tiene que llenar su parrilla todas las semanas y para ellos ocupar 10 semanas es mejor que sólo 4, en caso que hubieran optado por ejemplo por estrenar semanalmente los arcos completos como hicieron en el estreno. Toda serie de televisión estrenada semanalmente tiene como primera obligación mostrar elementos que te hagan querer volver la semana siguiente, y ese no fue el caso en absoluto con Andor. Incluso reconociendo que la serie en su conjunto me ha gustado al haber acertado el final y debido a la complejidad de algunos personajes, no tengo claro que una serie que me hizo dejar de ver los episodios semanalmente pueda ser consideraba «buena televisión». Al menos en lo referido a su narrativa serializada, que me parece deficiente. Si Disney hubiera estrenado Andor con el modelo Netflix, tengo claro que la valoración de la serie sería diferente. Pero esto no ha pasado. De hecho, comparaba antes a Andor con Obi-Wan Kenobi que no me gustó nada. Pero al menos en lo referido al aprovechamiento del formato televisivo y del uso del episodio como unidad de medida argumental y creativo, resulta mucho más satisfactoria (incluso con sus carencias) que esta serie.

Es por esto que tras el final de la serie no dejo de leer cuentas oficiales de Disney / Star Wars (y a numerosos medios de comunicación y críticos del ambito friki) invitando a ver la serie en su totalidad incidiendo en que el esfuerzo de llegar hasta el final merecerá la pena. Porque aunque Disney no publica las cifras de audiencia, no tengo duda que Andor ha sufrido una caída abismal de audiencia en las semana malas tras la emisión de los episodios 4 y 5, o luego tras el 7-8. Y veo super normal que mucha gente se bajara del carro. Porque no es normal un episodio como el 5 en el que la gente básicamente habla entre si todo el rato sin un avance en la acción principal del robo.

Cambiando de tema, he escuchado también algún podcast comentando que manda narices que la mejor y más adulta serie de Star Wars hasta la fecha vaya a ser la menos vista de toda la franquicia. En este sentido, reconozco que el concepto «a pie de calle», la complejidad de algunos personajes y el ritmo pausado que Tony Gilroy plantea para la serie hace que pueda ser considerado «el producto de Star Wars más adulto hasta la fecha». Sin embargo, tengo que negar la mayor, porque no entiendo como el calificativo de «adulto» parece una barra libre para crear una serie aburrida o una que no cuenta nada interesante. Yo me considero adulto, y me parece que la primera temporada de The Mandalorian es de largo un mejor entretenimiento «adulto» que Andor. Volviendo a la idea clave que una serie que no te deja con ganas de ver el siguiente episodio no puede ser mejor que otra que si lo hace. Una cosa es plantear temas complejos que se desarrollen a lo largo de una temporada, cosa correctísima si se hace bien, y otra tener a personajes hablando todo un episodio sin que la trama avance de manera sustancial. Los adultos también queremos ser entretenidos con una serie de televisión (y ya si es de Star Wars ni te cuento), no se por qué motivo a una parte de la progresía cultural le parece que no es así.

Como ya fui comentando en mis reseñas de los diferentes arcos, me ha encantado la complejidad de Luthen Rael (de largo lo mejor de la serie) y la maravillosa interpretación de Stellan Skarsgård, mostrando que no todos los rebeldes eran seres de luz y algunos no tenían problema en ensuciarse las manos y hacer lo que hay que hacer para luchar contra el Imperio. También me parece sobresaliente Kino Loy, el personaje protagonizado por Andy Serkis que ve como su ordenada existencia se ve barrida por los aires ante la evidencia que sólo luchando podrá salir con vida de la prisión. Maarva, la madre de Andor, destaca en la serie gracias a la interpretación de Fiona Shaw, que eleva al personaje. Junto a ellos, ver a Forest Whitaker como Saw Gerrera siempre está bien.

Y sobre todo, me gustan las dos ideas claves de Andor. En primer lugar, que la chispa de la Rebelión más que un intento organizado de lucha fueron en su concepción muchas luchas individuales a lo largo y ancho de la galaxia, a menudo condenadas al fracaso. En ese sentido, la fuga de la prisión en Narkina 5 del episodio 10 y el levantamiento del pueblo de Ferrix durante el entierro de Maarva (mientras Andor está a otras cosas) en el último episodio me parecen los mejores momentos de toda la serie, unas escenas tremendas de tensión y emoción. Entiendo que en este sentido en la segunda temporada ya nos mostrará misiones de una Rebelión más formada y con una mayor (y mejor) estructura que plantee una amenaza al Imperio. De momento, por lo visto en esta temporada, narrativamente han dejado a la serie en un momento muy interesante.

La segunda idea clave de Andor gira en torno al Imperio, y me parece genial la forma en que nos lo presentan como una fuerza avasalladora que aplasta a la gente normal. La forma en que una burocracia excesiva se va convirtiendo en fascismo me parece muy interesante, y en esto la filosofía «a pie de calle» me parece que funciona de maravilla. Por otro lado, para mi Star Wars siempre ha mostrado que TODO el imperio es malvado, no era un tema limitado al Emperador, Darth Vader y los Moffs imperiales, todos los miembros del imperio lo son. La broma de Kevin Smith en Clerks sobre los curritos de la Estrella de la Muerte hizo un daño tremendo en esta percepción, porque para mi no hay duda. Es por esto que dentro que me ha gustado la fría precisión del ISB para detener a los rebeldes, tampoco es que mostrarles como «malvados» me parezca la genialidad que tanta gente ve.

Como ya comentaba, si pongo la balanza las cosas buenas y las que no me han gustado, al final me sale a cuenta haber visto la serie, aunque no fuera con la periodicidad semanal. Sin embargo, como digo el problema no es que el público no acepta series «adultas» de Star Wars, sino que no acepta conceptos aburridos mal contados semanalmente.

Una de las cosas que me parecen más problemáticas de Andor es la falta de carisma de Diego Luna, algo que no es problema de la serie en si, ni tampoco del propio Luna, al venir arrastrado desde el casting de Rogue One. Debido a esto, aunque las cosas que le pasan a Andor a nivel general deberían ser interesantes, la interpretación de Luna hace que queden como momentos grises que no son lo más destacados de la serie en su conjunto. Unido a esto, el concepto coral de la serie y el planteamiento de ver el nacimiento de la Rebelión desde varios puntos de vista hace que los mejores momentos de la serie sean de otros personajes mejor interpretados que Andor, lo que a la larga es un problema.

Hablando de «El nacimiento de la Rebelión», hago constar que el concepto a priori no podía ser más interesante y desde luego consiguió captar toda mi atención. Sin embargo, la ejecución en lo referido a alguna de las tramas secundarias de la serie no puede ser más montonera y mediocre. Empezando por la lamentable Mon Mothma (friamente interpretada por Genevieve O’Reilly), que convierte una teórica función de espionaje en el Senado Imperial en una serie de ridículas discursiones con su hija y en un drama alrededor de una auditoría contable. Esta parte es muy muy floja, verdaderos minutos de la basura de la serie, al igual que el intrascendente arco de Vel Sartha (Faye Marsay) la comando rebelde y líder del golpe en Aldhani que resulta ser prima de Mon Mothma. Si quitáramos todo el metraje de Vel después del robo (episodios 7-12), realmente no nos hubiéramos perdido nada, porque lo que hace no tiene trascendencia ni interés. Otro bluff. No, que su supuesta novia la abandone porque está centrada en la lucha no entra en «interesante».

Por el lado Imperial, comentaba como me gusta la forma como muestran a la fría burocracia Imperial aplastando a la gente normal. Esto está correctamente personalizado en Dedra Meero, la inteligente oficial del ISB imperial cuya tenacidad consigue descubrir la existencia de los rebeldes. Meero está correctamente interpretada por Denise Gough, pero su papel se plantea desde una frialdad extrema casi deshumanizadora, por lo que diría que está bien sin más.

El otro arco que me produce vergüenza ajena es el del subinspector de la Autoridad de Preox-Morlana Syril Karn (interpretado por Kyle Soller). Su papel como antagonista que busca detener a Andor en el primer arco es correcto, pero su fall-from-grace en los episodios 4 a 12 es realmente penoso. Su viaje a Coruscant y sus discursiones con una madre que le ridiculiza constantemente probablemente sea un arco aún peor que el de Mon Mothma. Entiendo que el creador de Andor Tony Gilroy plantea una historia coral con diferentes puntos de vista, pero como comentaba antes, lo que muestres debe ser interesante, cosa que Kyle Soller o Mon Mothma no son, o si no la sensación con la que te quedas es que han creado estos arcos para rellenar minutos, el gran problema del streaming actual.

Tener una serie sin presencia de alienígenas tampoco ayuda a que Andor tenga el feeling correcto de Star Wars. Y no es un tema de «tono adulto», sino que diría que se trata de una decisión de diseño de producción motivada por motivos presupuestarios, lo que me parece impropio de una franquicia multimillonaria como es Star Wars. Otro aspecto que provoca el feeling «a pie de calle» es la ausencia de otro aspecto consustancial a Star Wars, los viajes y combates espaciales. Creo que es algo tan evidente que en el undécimo episodio de transición antes del climax final se añaden dos escenas que maquillen esto, al ver a dos habitantes de Narkina 5 cuando Andor y Melchi escapan de la prisión, y luego con la huida de Luthen de la nave imperial que intenta atraparle. Que sean justo en el episodio 11 (de 12) diría que es porque alguien notó que estas ausencias eran atronadoras y plantearon una solución de urgencia para disimularlo.

La ambigüedad de Luthen Rael me parece de largo lo mejor de Andor a pesar de sus pocos minutos en pantalla. Que este personaje entre de alguna forma en conflicto con el espíritu de Star Wars de la lucha del bien contra el mal no me supone ningún problema mientras resulte interesante. Pero aceptando la premisa de Andor, no comulgo nada con esta idea cínica que un argumento de «el bien contra el mal» no pueda ser utilizado en una historia dirigida a un público adulto. No la compro porque me parece una falacia grosera, la verdad.

De cara a la segunda temporada ya confirmada de Andor, Tony Gilroy ha comentado en entrevistas que vuelve a plantear los 12 episodios como cuatro arcos de 3 episodios. Cada arco contará un año en la vida de Andor, se entiende que realizando diferentes misiones para Luthen, que acabarán desembocando en el comienzo de Rogue One. Visto lo visto, creo que la mejor opción será ver los arcos por separado como si fueran películas de una serie (¿he oído Bourne?), evitando el visionado semanal. Sinceramente me gustaría que Gilroy me callara la boca en la segunda temporada a base de buenos episodios. Y ojalá consiguiera engancharme y hacerme volver a ver Andor semanalmente, sería el mejor indicativo que la temporada me estará gustando mucho más que esta primera. A ver si es verdad.

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