Archivo de la etiqueta: Paul Azaceta

Crítica de The Seasons vol. 1 de Rick Remender y Paul Azaceta (Image Comics)

Rick Remender es uno de mis escritores de comics favoritos. Y si a su siguiente proyecto se le une Paul Azaceta (Outcast, Punisher) y un feeling a Miyazaki, tenemos una combinación ganadora. Es lo que nos encontramos en el primer volumen de The Seasons, publicado por Image Comics.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

ESTRENO DE LA SERIE

Summer, Winter, Spring and Autumn son las hermanas Sisters, las hijas de los mundialmente conocidos Detectives Estaciones. Hace diez años, sus famosos padres desaparecieron. Abandonadas a su suerte, las hermanas crearon un vínculo inquebrantable. Ahora ese vínculo se pone a prueba cuando las hermanas son presa de fuerzas siniestras. La hermana menor, Spring, es la última esperanza de salvarlas de un destino peor que la muerte. ¿Podrá Spring recomponer a su destrozada familia antes de que sea demasiado tarde?

Siguiendo la tradición de Miyazaki, Las aventuras de Tintín y David Lynch, RICK REMENDER (DEADLY CLASS, GROMMETS) y PAUL AZACETA (OUTCAST) presentan el primer emocionante y desconcertante capítulo de la aclamada serie THE SEASONS, que explora temas como la fama, la obsesión y la hermandad a través de la lente de un oscuro cuento de hadas.

Recopila THE SEASONS #1-4 USA.

Rick Remender es el guionista y cocreador de cómics como FEAR AGENT, LOW, DEADLY CLASS, TOKYO GHOST y BLACK SCIENCE. Para Marvel ha escrito títulos como Uncanny Avengers, Captain America, Uncanny X-Force y Venom. Ha escrito videojuegos como Bulletstorm y Dead Space, y ha trabajado en películas como El gigante de hierro, Anastasia y Titan A.E. Él y su mujer residen en Los Ángeles y crían a dos preciosos monos humanos. Remender creó el sello Iron Generator para publicar desde ahí todas sus historias y poder explotar sus propiedades de cara al mundo audiovisual.

Paul Azaceta es un artista afincado en Nueva Jersey con un estilo sencillo pero atrevido. Ha trabajado en Daredevil, Spider-Man, Punisher Noir y B.P.R.D. 1946. También es co-creador de Graveyard of Empires para Image Comics con Mark Sable y OUTCAST BY KIRKMAN & AZACETA con Robert Kirkman. Su último trabajo antes de The Season fue en la etapa de Punisher de Jason Aaron, dibujando la historia situada en el pasado de Frank Castle.

El primer volumen de The Season me muestra a un Rick Remender buscando contar historias diferentes. No se si la expresión «que le saque de su zona de confort» es del todo aplicable, dado que este envoltorio de cuento de hadas oscuro le va a permitir a Remender tocar temas como la fama, la obsesión y los problemas de familia, que de alguna manera ya hemos visto en obras anteriores del escritor. Pero agradezco que intente ofrecer al lector historias y sensibilidades diferentes poco tratadas en el mundo del comic mainstream americano.

Las hermanas Season llevan como pueden la muerte de sus padres en una expedición. Autumn se ha convertido en exploradora también, e investiga por todo el mundo lo que realmente le sucedió a sus padres. Winter es una artista que se ha encerrado en su casa y apenas sale, recluida en su arte como forma de huir de un mundo que no entiende ni quiere. Summer es la hija predilecta de New Gaulia, una actriz y modelo super famosa bastante repelente, siendo la representación de todo lo malo que mundo de la fama. Y por último, la hermana pequeña Spring es una adolescente que realiza todo tipo de trabajos, por ejemplo cartera, para salir adelante.

Spring es nuestro punto de vista y nos regala una primera aventura por las calles de New Gaulia que consigue transmitir la magia de Studio Ghibli. Montada en su moto y acompañada por su pez intenta cumplir con sus encargos mientras persigue una carta de su hermana que parece ha adquirido vida propia e intenta escapar por toda la ciudad. La carta de su hermana Autumn es una advertencia para que abandone la ciudad ante la llegada de una amenaza mágica que va a destruirlo todo. Por desgracia, para cuando por fin abre la carta y lee su contenido, el Carnaval Mágico ya ha llegado a la ciudad.

Estos villanos del Carnaval Mágico me recuerdan al Flautista de Hamelin y cómo atrapó a los niños cuando el pueblo no quiso pagarle por librarles de las ratas. Pero en este caso, sus motivos para extender esta plaga son más oscuros, aunque el espejo mágico que portan (otra referencia a cuentos populares) parece que va a sacar lo peor de cada persona para aprisionarles en una cárcel mental de su propia creación.

La amenaza mágica unida a unas hermanas muy diferentes entre si, como las estaciones de las que cogen el nombre, creo que le va a permitir a Remender plantear unas historias super dinámicas, como no puede ser de otra forma, que servirán para destacar a cada una de las hermanas. De hecho, que Winter trate mal a Spring y que Summer y Autumn vivan sus vidas al margen de las demás sería una interesante alegoría. Interesante como todo en realidad en este comic.

La principal novedad de The Seasons, aparte por supuesto de la historia de Remender, es el arte de Paul Azaceta, acompañado del color de Matheus Lopes. Azaceta se caracteriza por un estilo de dibujo realista con una sensibilidad bastante oscura. Comics como Outcast jamás hubieran podido tener la sensibilidad terrorífica que tuvieron de no ser por el dibujo oscuro e hiperdetallista de Azaceta.

Sin embargo, en The Season Azaceta cambia completamente de registro, presentando un mundo luminoso con unas aventuras iniciales de la hermana pequeña de la familia Seasons que son ligeras y super divertidas. Esta aventura inicial es 100% Miyazaki gracias al dibujo de Azaceta, que es quien convierte en realidad la historia de Remender. En The Seasons también adquiere una importancia capital el color de Matheus Lopes, que plantea una paleta brillante para estas aventuras iniciales que cambia cuando el elemento malvado sobrenatural llega al pueblo de la niña. La capacidad de transmitir que estamos ante algo malsano es otro de los éxitos alucinantes de este comic.

Otro tema que me ha llamado mucho la atención es que Azaceta planteaba el Outcast viñetas muy pequeñas dentro de planos generales para transmitir la atmósfera malsana que necesitaba la historia de Kirkman. En The Seasons no tenemos nada de esto, aunque su dibujo sigue siendo extremadamente detallado. Su narrativa con grandes viñetas es perfecta y plantea una historia de forma super atractiva visualmente, lo que provocó que me leyera este primer volumen de una sentada.

Por supuesto, el diseño de los personajes me parece maravilloso. Empezando por las hermanas Seasons, sobre todo una adolescente Spring que es nuestra narradora y protagonistas. Spring tiene todos los elementos para que se convierte un un personaje favorito para mucha gente, empezando por mi. Me gusta la forma en que cada hermana es super diferentes entre si, pero consiguen transmitir el vínculo que mantienen. Por supuesto, el malvado Carnaval Mágico tiene ese toque macabro que les convierta en aterrador aunque en la superficie te está sonriendo, conectando con el miedo primigenio que todos tenemos a los payasos. Como digo, el apartado gráfico es de 10, y su combinación con la historia de Remender hacen que tengamos una combinación ganadora.

El primer volumen de The Seasons me ha parecido fantástico. Visto lo visto, imagino que Remender ha planteado una historia de 12 grapas, con la posibilidad de continuarse en caso que las ventas acompañen. Espero que lo hagan, porque este comic me parece una maravilla. En un mondo mainstream americano en que todo parece cortado por el mismo patrón, me alegra que aún queden escritores y artistas que apuesten por ir contracorriente ofreciendo lecturas que se sienten totalmente diferentes.

Comparto las primeras páginas del comic:

The Seasons ha empezado de la mejor forma posible. Triunfo total para un comic que estoy seguro va a ser una pasada.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

Reflexiones de Domingo 24/2023: Sobre el adiós de Frank Castle (Castigador)

La etapa de Jason Aaron, Jesús Saiz, Paul Azaceta y Matt Hollingsworth en Castigador termina con el esperado adiós a Frank Castle. Hoy quiero reflexionar sobre esta etapa del personaje, pero también sobre la incomprensible decisión de Marvel Comics de renunciar a uno de sus personajes más populares.

Es el final de la historia más destacada que haya protagonizado jamás Frank Castle. La Mano, la resurrección de Maria, la lucha por la libertad, la lucha contra los enemigos de uno y otro bando… todo ha llevado a este momento. El Castigador nunca más.

Esta última etapa de Frank Castle como Castigador ha sido una serie de 12 números cuyo último ejemplar ha publicado Panini este mes de septiembre. La historia de Jason Aaron ha sido excepcionalmente dibujada por Jesús Saiz en la parte del presente y Paul Azaceta en la del pasado, con color del estupendo Matt Hollingworth.

Empezando por los aspectos positivos del comic, se nota que Aaron planteó toda su historia sabiendo el final desde el comienzo. Esta colección tiene una cualidad clara de comic autocontenido con un principio y un final inevitable y satisfactorio si piensas en el objetivo del comic, algo sobre lo que luego comentaré. Aaron conoce perfectamente a Frank Castle, sin ir más lejos escribió una estupenda etapa de 22 números en el sello MAX para adultos junto al artista Steve Dillon publicada tras la histórica etapa de Garth Ennis en el personaje entre 2010 y 2012. Y sabía la historia que tenía que contar para cumplir con el encargo de los editores.

La gran diferencia entre ambas etapas de Aaron guionizando a Punisher está en María, la mujer de Frank Castle asesinada junto a sus hijos hace décadas y ahora resucitada por La Mano. María es la gran sorpresa de este comic, teniendo un peso importantísimo en la historia en las dos líneas argumentales. En el presente mientras recuerda su pasado pero sobre todo cuando conocemos la relación que tuvo con Frank Castle mientras estuvieron casados antes de ser asesinados. Es curioso que el pecado que Castle cometió en la versión MAX de Aaron es que justo antes del atentado Frank iba a pedirle el divorcio a María porque quería volver a alistarse, dado que la vida civil y su familia no le interesaban. Sin embargo, en esta etapa en continuidad fue María la que quería pedirle el divorcio justo antes de ser asesinada. La diferencia es sustancial, dado que María no quiere que Frank tenga la excusa de su familia muerta como justificación de su sed asesina, al tener él su sed de sangre antes de sufrir el ataque de la Mafia, y no saber cómo relacionarse con su familia. El final empoderante de María, un personaje tridimensional con una interesante complejidad que la aleja de la típica «victima-florero» a las que tan acostumbrados estamos en el entretenimiento mainstream, en el que toma las riendas de su propio destino me parece uno de los elementos más satisfactorios del comic.

Pensando en el arco de Castigador, me gusta que Aaron plantee que Frank no se ha dejado corromper por La Mano y sólo les utilizaba como arma para conseguir sus objetivos, matar a cuantos más criminales mejor. Leyendo los comics mensualmente surgía la posibilidad que Marvel estuviera planteando convertirle en un supervillano al final de esta historia, y al menos en eso me alegro que la historia de Castle no fuera por ahí. En ese sentido, el último número en el que Frank es «juzgado» por otros superhéroes también me gusta bastante, al no sentirse mal por sus actos ni considerar que tenga que disculparse por ellos. «Siempre fui yo, no me han lavado el cerebro ni poseído, mis actos siempre han sido míos» le lanza a Stephen Extraño. También expone la hipocresía de Logan (Lobezno), ya que él es igual de asesino que Castle. «Mátame si quieres, pero después mátate a ti mismo», le suelta, exponiendo a las claras que para Marvel algunas muertes sangrientas son aceptables, sobre todo en lo referido a los mutantes, mientras que lo de Punisher es visto como inaceptable.

En la parte de aventura dentro del Universo Marvel, en mi opinión es comic funciona de maravilla. La lucha de Castle y La Mano contra Ares (el Dios de la Guerra) y su secta nos ha dejado momentazos super violentos que me han parecido una pasada. Y en los últimos números, su enfrentamiento contra otros superhéroes como Capitán América, Doctor Extraño, Viuda Negra, Lobezno y Caballero Luna son momentos típicamente Marvel que me hicieron disfrutar un montón. En este momento quiero destacar el dibujo de Jesús Saiz, que se muestra como un fuera de serie. Saiz con el color de Matt Hollingsworth nos regala unas páginas perfectas en narrativa y en las coreografías de acción, pero también en la parte de la caracterización de los diferentes héroes y villanos gracias a su estilo de lápiz fino que siempre muestra lo que pasa en la viñeta de la forma más clara posible. Me flipa la forma en que representa la violencia y cómo no se arruga con los momentos más gores, que superan lo que estamos acostumbrados a leer en un comic Marvel. La historia de Aaron está muy bien, pero el dibujo es casi mejor.

Y si Saiz se encarga de la vertiente superheroica ambientada en el presente de Frank Castle, aún es mejor el dibujo de Paul Azaceta para los flashbacks del pasado de Frank Castle y su mujer María. El estilo de dibujo de Azaceta con grandes manchas y un trazo más grueso que el de Saiz refuerza la sensación de tragedia ante lo que iremos conociendo. Azaceta es perfecto para crear una atmósfera noir en esta parte del pasado de los personajes, con momentos super dramáticos como en la primera muerte de Frank siendo niño o cómo fue cayendo en una espiral de violencia que parece inevitable. He criticado mucho los cambios aleatorios de dibujantes en los comics Marvel, pero esta decisión de alternar dos artistas para que cada uno cuente una parte de la historia en momentos temporales diferentes me parece un acierto. Es más, tener a artistas tan diferentes entre si como Saiz y Azaceta y que cada uno consiga enfatizar un aspecto concreto de la historia consiguiendo que el conjunto sea más redondo me parece un ejemplo de las ventajas que tiene el comic a la hora de contar una historia transmitiendo sensaciones y emociones diferentes.

En lo referido a la aventura que nos han contado, tengo que reconocer que me ha gustado este Castigador, y nos ha traigo a unos profesionales como la copa de un pino que han realizado el trabajo perfecto que se esperaba de ellos. En cierto sentido, el problema que le pongo a este comic no es tanto al comic en si sino lo que MARVEL quería que pasara en este comic, que es quitarse de en medio a Frank Castle, de forma que esta sea (de momento) su última aparición en el Universo Marvel en continuidad. Y aquí si que le veo muchos más problemas y elementos cuestionables.

En febrero publiqué la columna de opinión ¿Marvel Comics vs Punisher? tras la finalización del primer arco de la colección. En esa columna, que os invito a leer, ya comentaba que se notaba demasiado que la intención de Marvel era quitarse de en medio a Frank Castle porque consideran problemático al personaje de Punisher. La duda estaba en si le convertirían en supervillano o le matarían, pero de una manera u otra estaba claro que NO habría una nueva colección de Frank Castle una vez terminara este comic. Reconozco que no acerté en la parte que Frank al final no muere sino que se auto impone un castigo de destierro del planeta Tierra, viajando a Weird World para pagar por sus pecados allí. Pero en lo fundamental, si acerté que Frank Castle ya no sería nunca más el Punisher en la Tierra 616. (Nunca más es mucho tiempo en el universo Marvel, más bien hasta el próximo cambio de editori o editor en jefe).

El por qué de la incomodidad de Marvel hacia Punisher no es debido a que sea un personaje que mate, dado que numerosos personajes Marvel también lo hacen, empezando por el antes mencionado Logan. Masacre, el Motorista Fantasma, Blade, incluso Viuda Negra lo han hecho en alguna ocasión sin mayor problema por parte de otros héroes o del staff editorial de Marvel. El problema no son las muertes, aunque seguro que ver a un hombre blanco matar a criminales racializados como hispanos o afroamericanos generaba sarpullidos en las mentes bienpensantes y progresistas de alguno de los editores de Marvel desde hace tiempo.

No, el problema fundamental ha venido del mundo real, al utilizar su icónico logo del cráneo blanco personas inscritas ideológicamente como republicanas, desde policías a miembros de las fuerzas armadas americanas. Recuerdo la película El Francotirador de Clint Eastwood de 2014, y en este biopic de Chris Kyle, el tirador más letal de la historia del ejército de los EE.UU. que sirvió en Irak vimos como tanto él como sus compañeros lucían el emblema de Punisher del cráneo blanco sobre fondo negro en su indumentaria. En la sociedad super polarizada de los Estados Unidos post-Black Lives Matter, editores super progresistas han decidido que «al enemigo ni agua», y optaron la fórmula del cobarde al cambiar primero el logo al personaje para intentar desvincular a Punisher de los actos de estas personas, para acabar «jubilando» al personaje bajo la excusa de su «problemática naturaleza».

Aunque ya lo comenté en el post de ¿Marvel Comics vs Punisher?, hay que negar la mayor y el error de Marvel en ambas decisiones. En primer lugar porque por mucho que el último comic Marvel publicado muestre al personaje con una nueva indumentaria y un nuevo cráneo, la imagen del Punisher está ya en el subconsciente colectivo, y su cráneo blanco siempre será el símbolo de Punisher lo quiera Marvel o no. A lo que hay que añadir los 50 años de historias publicadas del personaje o las numerosas películas y series en las que se han estrenado, por ejemplo la exitosa serie de Netflix protagonizada por Jon Bernthal. Por mucho que a Marvel no le guste, ese es su símbolo. Y en lugar de intentar ocultarlo en un cajón, o peor, hacer que Ares lo lleve para intentar asociar este símbolo a un super villano, Marvel tendría que haber planteado una historia para reforzar que el personaje no es lo que algunos amantes de las armas miembros de la Asociación Nacional del Rifle quieren que sea, como forma de combatir lo que consideren que no es correcto.

Pero también la cagan al quitar de la circulación a Punisher en la persona de Frank Castle. Parto que el hecho que los superhéroes NO matan es una anomalía en el entretenimiento. Aparte que hay algunos que sí lo hacen. Superman y Batman nacieron en 1938 y 1939 inspirados y llevando un paso más allá la popularidad de los personajes pulp que si mataban sin que hubiera ninguna polémica al respecto. Es cierto que en los años 40, 50 y 60 los comics se dirigían a niños, a lo que hay que sumar el McCarthismo y la cancelación de la EC por culpa del Frederic Wertham y su «Seduction of the innocent» de 1954 que culminó en la creación del Comics Code Authority. Sin embargo, Stan Lee en los años 60 ya descubrió que sus comics eran leídos por adolescentes y universitarios, no sólo por niños pequeños. La explosión del comic adulto de los 80 y la creación del mercado de las librerías especializadas demostró que hay lectores de todas las edades que buscan contenidos variados también en el mundo del comic. Y en el ámbito del entretenimiento, las aventuras de acción siempre han tenido un papel destacado.

John McClane, John Wick, Rambo o Conan son personajes míticos super conocidos que han matado cuando su vida se vio amenazada. Los blockbusters de Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, Van Damme, Seagal y tantos otros han sido las películas más populares para varias generaciones de espectadores. Y muchos de ellos son clientes potenciales del mundo del comic, como demostró que el primer ejemplar de BRZRKR de Keanu Reeves, Matt Kindt y Ron Garney de Boom Studios consiguió vender más de 600.000 ejemplares. Que en un momento en que las ventas de Marvel se encuentren en un momento dramático en que la editorial se ve obligada a publicar miniseries sucesivas porque casi ningún personaje aguanta una serie regular de 15-20 ejemplares, los editores renuncien a propósito de este segmento de comics de acción para adultos me parece una locura. Yo pensaba que Marvel estaba en el negocio de VENDER CUANTOS MÁS COMICS POSIBLES, pero no hay duda que estaba equivocado.

Hay otro elemento que merece la pena destacarse. LOS COMICS NO SON EL MUNDO REAL NI SON REALISTAS. Nunca lo han sido, a pesar de frases publicitarias míticas como que el Universo Marvel era «el mundo al otro mundo de tu ventana». En el mundo real Superman, Batman, Spiderman o Daredevil no podrían tener identidad secreta. Batman y DD hace años que habrían sido detenidos y cumplirían condena de cárcel. Por no hablar que la gran mayoría de héroes estarían muertos por un disparo de bala aleatorio disparado por don nadies. El universo Marvel es una fantasía escapista que presenta una realidad estilizada inspirada en aspectos del mundo real, no ha sido y nunca será realista. Y por esa lógica, que en el mundo real nuestro un policía torture a un detenido con un cráneo blanco en su manga no debería convertir a un personaje de comic con más de 50 años de vida en algo problemático, porque son cosas que no tienen nada que ver entre si. Y sin embargo, los editores de Marvel se han creído esta mentira. No sólo se la han creído, la han hecho suya y la han repetido una y otra vez hasta que han calado en cotorras que la repiten en todos los ámbitos, como Julián M. Clemente en todos los Spot-On del comic siempre que ha tenido ocasión.

Cuando en Julio Marvel anunció en la SDCC al nuevo Punisher, (Joe Garrison, un ex-agente de SHIELD retirado) ya estaba claro que Marvel pretendía retirar a Frank Castle, como así ha acabado sucediendo. En ese momento la etapa en USA ya había terminado, pero faltaban dos meses para poder leer el último número en España. La duda estaba en cómo se iba a realizar el retiro forzosa de Frank Castle. Y creo que es compatible que la decisión de jubilar a Frank Castle por parte de Marvel Comics me parezca lamentable, con que la ejecución me parezca buena gracias a los grandísimos profesionales que lo han llevado a cabo. En ese sentido, además del espectacular dibujo de Saiz y Azaceta, agradezco que Aaron haya confirmado una y otra vez lo bien que conoce al personaje, creando una historia notable en la que no me molesta que haya jugado o cambiado con algún elemento de la continuidad clásica. Puestos a retirar a Punisher, al menos lo ha escrito Aaron y no una Tini Howard de la vida.

Quiero pensar que este nuevo Punisher Joe Garrison será olvidado en un par de años y Frank Castle volverá a los comics en cuanto un editor con dos dedos de frente se atreva a publicar la nueva historia que Garth Ennis ha comentado en numerosas entrevistas que ya tiene escrita de Punisher Max. Un comic que en la actualidad no puede ser publicado dado el actual clima editorial en Marvel, más pendiente de no recibir críticas de odiadores que se quejan de comics que nunca hubieran comprado para empezar, que de los gustos de sus clientes actuales o pasados que por supuesto volverían a comprar un comic de Punisher protagonizado por Frank Castle. Por no hablar que si Disney+ estrena el año que viene (o el siguiente) una nueva serie de Punisher no me creo ni harto de vino que Marvel no publique una nueva miniserie con Frank Castle de protagonista para intentar rentabilizar el interés de la serie de televisión.

Frank Castle puede estar en otro planeta (o en otra realidad, más exactamente). Pero para sus fans sus comics siguen más vivos que nunca en nuestras estanterías y en nuestra memoria. Como digo, me parece terrible que se elimine a un personaje de comic no por aspectos puramente creativos sino porque los editores de Marvel piensen que es un personaje cuyos fans son republicanos, y al enemigo ni agua. Que es lo que lamentablemente acaba de suceder.

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

¿Marvel Comics vs Punisher?

Estoy leyendo la actual etapa de Castigador de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta, con color de Dave Stewart, y aunque el comic en si es super entretenido con una buena historia de Aaron y con un dibujo top, no dejo de pensar que Marvel está boicoteando conscientemente a uno de sus principales personajes. Reflexiono sobre ellos aprovechando que Panini acaba de publicar la primera mitad de esta etapa.

Punisher fue creado por el escritor Gerry Conway y los artistas John Romita Sr. y Ross Andru, con Stan Lee dando luz verde al nombre del personaje. El personaje hizo su primera aparición en The Amazing Spider-Man # 129 (febrero de 1974). Se dice que su creación vino inspirada del personaje de las novelas de Don Pendleton El Ejecutor, un personaje creado en 1969 y que disfrutó de una serie de novelas durante esos años de cierto éxito. A esto habría que sumar la moda de películas de justicieros que se toman la justicia por su mano que tan de moda se pusieron en los años 70. Sin ir más lejos, la primera película de Harry El Sucio dirigida por Don Siegel se estrenó en 1971, tres años antes de la primera aparición del personaje en los comics.

Marvel Comics añadía una vertiente trágica a Frank Castle que no tuvo el Ejecutor, al plantear que Castle es un veterano de la guerra de Vietnam que al volver de un permiso vio como su mujer y sus hijos fueron asesinados por un fuego cruzado de unos mafiosos que estaban realizando un ajuste de cuentas en Central Park mientras la familia Castle celebraba un picnic. Tras recuperarse de sus heridas, Castle pierde la cabeza y decide lanzar una guerra sin cuartel contra el crimen.

Marvel mantuvo durante los años 70 a Punisher como secundario o villano de varias series, dado que alguien que mata a gente, aunque sea criminales, era visto como un villano por parte de la comunidad superheróica, y el standard moral planteado por Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko para los comics Marvel.

No fue hasta los años 80 cuando Marvel se animó a darle colección propia. Primero fue su mítica primera miniserie obra de Steven Grant y Mike Zeck en 1986, a la que siguió en 1987 su serie regular a cargo de Mike Baron y Klaus Janson (entre otros artistas). El comic rompió las cifras de ventas y convirtió al personaje en uno de los más populares de la editorial junto a Lobezno, provocando que sus apariciones se multiplicaran en el universo Marvel. El éxito de la primera serie, que contó con 107 números más anuales entre 1987 y 1995, dio lugar a otras dos colecciones adiciones The Punisher War Journal (80 números, de noviembre de 1988 a julio de 1995) creada por Carl Potts y un primerizo Jim Lee entre otros, y The Punisher War Zone (41 números, de marzo de 1992 a julio de 1995) a cargo de Chuck Dixon Y John Romita Jr. Aprovechando el filón, Marvel publicó además una revista en blanco y negro The Punisher Magazine (16 números, de noviembre de 1989 a septiembre de 1990) o The Punisher Armory (10 números a partir de 1990), con fichas de armamento y vehículos que utilizaba el personaje en su guerra contra el crimen. La sobre-explotación del personaje provocó que todas sus series acabaran cerrando en 1995, en medio de la implosión de la editorial.

Aunque Punisher tuvo otras series regulares y limitadas con resultados más bien cuestionables, fue a partir de 2004 cuando el personaje disfrutó de una segunda edad de oro gracias a la versión para adultos que Garth Ennis hizo del personaje en su serie PUNISHER MAX, con artistas como Lewis Larrosa, Leandro Fernández, Goran Parlov o Lan Medina. En los 60 números de esta etapa publicada entre 2004 y 2008, Ennis planteaba la que para muchos es la versión definitiva del personaje, mostrando un mundo realista sin superhéroes en los que Punisher era un asesino de masas que no se transformó por un trauma causado por la muerte de su familia, sino que él ya tenía una oscuridad interior que encontró en Vietnam el espacio perfecto para crecer en su interior y que utilizó la tragedia para dar rienda suelta a sus instintos más oscuros.

Tras una etapa perfecta, Jason Aaron planteó algo diferente para el segundo volumen de Punisher Max en 2009, planteando el último combate de un anciano Frank Castle en un universo marvelizado adulto con Kingpin, Bullseye, Elektra o Nick Fury. Tras dos años y 24 números, la serie concluyó en 2011 con un impactante final, siendo un comic estupendo cuyo único problema fue que vino después de la histórica etapa de Ennis.

En los últimos años, la sensación que los editores de Marvel Comics no acababan de saber qué hacer con el personaje, uniéndole por ejemplo a los Thunderbolts de Norman Osborn con Hulk Rojo o Elektra entre otros anti-héroes. Sin embargo, la popularidad de Punisher se ha mantenido intacta independientemente del hecho que el personaje tuviera o no colección de comics en publicación. Aparte de sus películas protagonizadas por Dolph Lungren, Thomas Jane y Ray Stevenson, el personaje disfrutó de una nueva vida gracias a las series urbanas de Netflix, con una versión super popular interpretada por Jon Bernthal, que fue presentado en Daredevil pero luego disfrutó de dos temporadas en solitario.

En paralelo a esto, la iconografía del Punisher y su potente logo con el cráneo blanco sobre fondo negro se ha convertido en un objeto super icónico sobre todo en ámbitos militares y paramilitares de Estados Unidos. Recuerdo la película El Francotirador de Clint Eastwood de 2014, y en este biopic de Chris Kyle, el tirador más letal de la historia del ejército de los EE.UU. que sirvió en Irak, vimos como tanto él como sus compañeros lucían el emblema de Punisher del cráneo blanco sobre fondo negro en su indumentaria.

En los últimos años, Marvel Comics se ha mostrado bastante molesta al conocerse que muchos policías usan el logo de Punisher a modo decorativo, al igual que grupos de la derecha republicana afines a la Asociación Nacional del Rifle (NRA). Que republicanos usen a uno de los personajes de Marvel, o al menos su símbolo, como icono de unas actividades en algunos casos cuestionables (pero no siempre), ha debido parecerles algo inconcebible, aparentemente. Creo recordar que en medio del Black Lives Matter, uno de los policías detenidos tenía el cráneo de Punisher en su equipación o ¿en su coche? No lo recuerdo exactamente. También pudo verse el cráneo de Punisher durante la toma del Congreso de los Estados Unidos por parte de simpatizantes de Donald Trump. La respuesta de Marvel, a pesar de la innegable demanda que existe del personaje y su iconografía, ha sido quitar el logo de la circulación. Y quien sabe si también el personaje.

Llegamos a 2022, y con el nuevo volumen de Punisher Marvel Comics ha realizado un cambio sin duda polémico. En lugar de reforzar con hechos lo que ellos creen que es el Punisher alejándole de posibles extremismos, por ejemplo planteando una historia en la que Castle se enfrente a un caso de corrupción / brutalidad policial, Marvel plantea la solución del cobarde al forzar un cambio de logo en el personaje como intento de alejarse de hechos y personas que Marvel entiende que no le interesa que sean asociados a su marca. Digo que es una solución cobarde porque Punisher siempre va a estar asociado a su cráneo, después de 50 años de vida del personaje y cientos de comics, tres películas y dos temporadas de la serie de televisión, por mucho que tu digas que el personaje tiene otro logo, eso no va a impedir que sea asociado con la que es su imagen más reconocible. Es más, es que los comics siguen están ahí, empezando por las míticas portadas de Mike Zeck.

Valorando el primer volumen de Castigador, como ya expliqué en mi reseña de hace unos días, el comic de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta me gusta. Me gusta mucho. Aaron coge una idea que no es nueva que Ennis ya la planteaba en su versión MAX, y es que Frank Castle ya tenía la oscuridad en su interior mucho antes que su familia fuera asesinada. De hecho, en la propia versión de Aaron del Punisher Max también se incidía en esta idea, hasta el punto que Bullseye descubre que el pecado de Castle es que justo antes que los mafiosos mataran a su mujer y a sus hijos él planteó a su mujer el divorcio porque quería volver al frente. Esto que no es nuevo en las versiones MAX del personaje creo que nunca se había contado de esta manera tan impactante dentro de continuidad del Universo Marvel, lo que puede chocarle a algunos lectores. Sin embargo, a mi la verdad es que me ha gustado mucho y creo que es 100% congruente con el personaje. Ningún problema ahí.

El comic está super bien dibujado, planteando a Jesús Saiz como dibujante de la acción en el presente, mientras que Paul Azaceta se encarga de las escenas ambientadas en el pasado de Frank, empezando en su niñez cuando realizó su primer asesinato. Todo ello con el estupendo color de Dave Stewart. Aaron en esta historia lleva el tema un paso más allá al plantear que La Mano cree que Castle es la reencarnación del Puño de la Bestia, su Maestro de Asesinos reencarnado. Y aunque Castle está intentando deshacerse del control de La Mano, a lo que tiene que añadir su brutal enfrentamiento contra Ares, Dios de la Guerra, la sensación que estamos viendo de alguna manera un camino del héroe inverso. O más bien la confirmación que Castle nunca fue un héroe sino un asesino sanguinario. Analizando el comic por su apartado artístico y la historia que plantea, la valoración no puede ser más positiva.

Se nota que Aaron plantea esta historia como un arco cerrado contado en trece partes bajo la premisa de cambiar para siempre al personaje. Y dentro que como digo el comic en si está muy bien, hay una idea que no deja de asomar cada vez que pienso un poco hacia donde nos dirige el arco que nos están contando. Entrando en el terreno de la especulación, sólo veo dos opciones posibles y ninguna de las dos plantea nada bueno para Frank.

En la primera opción Castle acaba sucumbiendo a su oscuridad interior de asesino sanguinario y abraza su función de Señor de La Mano, planteando una guerra abierta contra Daredevil, que en paralelo está planteando en su colección la destrucción de La Mano. De esta forma, Punisher dejaría de ser un antihéroe para pasar a ser un villano de pleno derecho, quitándole al público republicano a uno de sus iconos favoritos. Este es el camino del héroe inverso a lo que antes me refería.

La segunda opción es aún peor para Castle, ya que veo bastante claro que Marvel ha planteado esta miniserie para matar a Punisher y dejar de publicar comics con Frank Castle de protagonista. Como no les gusta que lectores (y gente que no compra comics, las cosas como son) con valores republicanos y de creencias que conectan con el derecho al uso y tenencia de armas le usen de icono, la solución de Marvel es eliminarle de la ecuación. Quien sabe si más adelante incluso plantearían la creación de un nuevo Punisher que fuera un personaje totalmente diferente, con otra indumentaria y un nuevo origen. Lo único que hace que dude de esto es que Aaron ya narró la muerte de Frank Castle en su versión MAX, por lo que me extraña que haya aceptado contar dos veces la misma historia. Dentro que son historias super diferentes entre si, este Punisher no tiene nada que ver con la versión Max que escribió hace 14 años. Pero es otro motivo para pensar si no le habrán llamado para hacer lo mismo que hizo en Max en la versión del Universo Marvel tradicional. Darle un final potente y satisfactorio al personaje.

Ambas opciones me parecen penosas, y esto es compatible con que creo que Aaron, Saiz y Azaceta puedan ejecutar satisfactoriamente esta idea y crear unos buenos comics. Partimos de una falacia que no entiendo cómo Marvel puede creerla. La idea que si ellos matan al personaje en los comics eso va a tener algún impacto en el mundo real. Los comics de Frank Castle siempre estarán en nuestras estanterías, los fans del personaje seguirán siéndolo aunque no se publiquen nuevos comics. Pero es que la mayoría de espectadores de cine y televisión no lectores de comics tiene la serie de televisión de Jon Bernthal para revisionarla siempre que quieran en Disney+. O las películas, siguen existiendo quiera Marvel o no. La muerte de Castle y la desaparición de Punisher del catálogo de comics de Marvel no va a impedir que los fanáticos del NRA sigan usando su iconografía. De la misma manera que cambiar su imagen en estos últimos comics no impedirá que el cráneo blanco vaya a estar asociado ahora y en el futuro a Punisher. Por cierto, en ese sentido, que Ares lleve ahora el cráneo clásico de Castigador como indumentaria deja claro de forma muy poco sutil que esa es ahora la iconografía de un villano.

Este elemento me parece clave, aparte que la muerte de una personaje de Marvel hace tiempo que dejó ser algo definitivo. Aparte del final de la etapa Max que comentaba antes, Castle dentro del Universo Marvel tradicional ha muerto al menos en dos ocasiones (que recuerde). La primera a finales de los 90 para justificar su relanzamiento dentro de la línea Marvel Knights con una etapa totalmente fallida obra de Christopher Golden, Ton Sniegoski y Berni Wrightson en la que convirtieron a Castle en un Ángel de la Venganza que luchaba contra demonios del Infierno. Ya en el siglo XXI, Castle también murió en su colección de 2006 para ser relanzado durante una corta etapa por Rick Remender como FRANKENCASTLE, un comic super loco y divertido que sin embargo obviamente no pegaba con el espíritu del personaje. Que un personaje muera en los comics Marvel actuales dejó de ser un final definitivo hace ya tiempo, tan sólo significa que espera la llegada de un autor y un editor que quieran al personaje y se decidan a revivirlo. Algo que sin ir más lejos podría suceder si Garth Ennis expresara su interés en contar alguna nueva historia protagonizada por él.

Siempre comento que me parece que a grandes rasgos creo que los lectores de comics vivimos una edad de oro de variedad y calidad a nuestra disposición. Sin embargo, esto en lo que creo a nivel general del medio comiquero no es algo que sea trasladable al catálogo que están publicando en la actualidad la principales editoriales Marvel y DC. Sobre los problemas de DC Comics ya escribí hace unos días cuando reflexionaba con los problemas que los comic Black Label creaban para el Universo DC tradicional. En el caso concreto de MARVEL, una cosa que hace años que me llama a atención es la forma en que buscando captar a un nuevo tipo de lector «diverso» están alienando a sus clientes compradores veteranos actuales y pasados que son los que hemos aguantado el chiringuito abierto todos estos años con nuestro dinero. De hecho, la sensación que tengo es que ese lector diverso que tanto busca todo en mundo realmente NO EXISTE, al menos no en el canal de las librerías especializadas que sigue siendo la base de las ventas mainstream en Estados Unidos. Y desde luego no para la obligación de tener que comprar comics con periodicidad mensual. Otra cosa son la venta de tomos en FNACs y similares, algo que sigue yendo viento en popa, o las ventas digitales, que aunque significan un % minúsculo del total del negocio, siguen creciendo año tras año.

No entiendo que Marvel siga ofertando comics de personajes de todo tipo creados por autores desconocidos que no saben narrar una historia con imágenes, no conocen a los personajes que se supone escriben y están condenadas a ser canceladas a los pocos meses, y por ejemplo no le den una colección regular a Larry Hama con el personaje que sea EN CONTINUIDAD que apele al lector veterano que no encuentra ahora mismo personajes reconocibles que le apetezca comprar. Pongo de ejemplo a Hama por sus muy recordadas etapas en G.I. Joe o Lobezno en los 80 y 90, pero realmente habrían un montón de autores que siguen siendo super válidos y que podrían entrar en esta lista. Si la idea es producir comics variados que apelen a todo tipo de lectores, ¿Cómo es que justo se olvidan de los gustos de los lectores compradores presentes y pasados? Es algo que me resulta incomprensible. O quizá lo malo es que en parte sí que lo entiendo, al enemigo ni agua. Y recuerdo que de vez en cuando Marvel si publica one-shots o especiales realizados por autores clásicos, pero en muchos casos son historias ambientadas en el pasado, no el presente, que transmiten cierta sensación de intrascendencia, de comic de relleno que no pasa nada si no lees. Lo contrario que deberían transmitir. Publicar comics dirigidos a lectores veteranos es perfectamente compatible con no querer publicar obras que fomenten el machismo, el racismo o cualquier tipo de odio o discriminación contra nadie. Hay que negar también la mayor en ese respecto.

Uno pensaría que Marvel estaba en el negocio de VENDER COMICS a un público lo más amplio posible, pero parece que no es el caso. Hace unos meses, el primer número de BRZRKR de Keanu Reeves, Matt Kindt y Ron Garney vendió 600.000 ejemplares en el canal de las librerías especializadas americanas. Obviamente, el reclamo de Keanu Reeves fue fundamental para este éxito arrollador, pero este comic de Boom! Studios demuestra que existe una gran audiencia que quiere leer comics de acción con calificación para adultos como lo son las películas de John Wick. Y para los que Castigador funcionaría seguro. Lo asombroso es que Marvel vea este enorme nicho de mercado y elija no publicar nada dirigido a este público que si compraría estos comics. No como los montones de comics «diversos» que no interesan a nadie y que son cancelados a los pocos meses debido a sus ventas ridículas. Que son seguidos por nuevos comics diversos que interesan aún a menos compradores actuales.

Las ventas han bajado tantos en los últimos años que Tom Brevoort admitió en su Newsletter hace unas semanas que Marvel actualmente prefiere publicar miniseries de 5 números de personajes y grupos de 2º nivel, que renuevan en caso que las ventas sean aceptables, que lanzar una serie regular ilimitada. De forma que es mejor plantear dos miniseries de cinco números con dos números unos, que una serie abierta de 10 ejemplares, dado que los números uno siempre venden más que un hipotético número 6, aparte que los cinco ejemplares parece ser el formato ideal para Marvel para recopilar en tomo. Esto no es más que la confirmación que Marvel puede seguir siendo la principal editorial mainstream americana a mucha distancia de DC y el resto de editoriales, pero está muy lejos del éxito que disfrutaba hace 10 años durante su primera iniciativa Marvel Now!, o el que se vivió en los años 80 en los que se cimentó la popularidad de Castigador.

Yo mismo he comentado mis problemas con los mutantes de Krakoa y como en muchos casos no reconozco en esos personajes a los iconos de los que me enamoré hace 40 años y me hicieron aficionarme al mundo del comic. Aunque siempre es posible encontrar buenos comics dentro del enorme catálogo editorial de Marvel, por ejemplo la sorpresa que ha supuesto el nuevo volumen de Caballero Luna, lo cierto es que estoy en el momento que menos comics de Marvel compro de toda mi vida. Veo el catálogo mes tras mes y a pesar de intentarlo, nada me llama la atención y las series que pruebo no siempre acaban de cuajar. De hecho, es muy sintomático que me emocione más el lanzamiento de la nueva Biblibioteca Marvel por parte de Panini que cualquier anuncio de un comic actual.

Volviendo a Punisher, todo lo anterior es especulación y me encantaría equivocarme y que Castle al final de la serie de Aaron vuelva a ser uno de los principales personajes de la Casa de las Ideas como lo fue a finales de los años 80. Quien sabe si con una nueva serie regular que no sea una maxiserie como la actual. Pero en este mundo polarizado veo clarísimo que bajo el prisma woke dominante, han debido pensar que al enemigo ni agua. Antes que darle a los tejanos un comic que puedan querer comprar, han optado por quitarlo de en medio como forma definitiva de evitar que la empresa sea asociada a los actos que realizan estas personas llevando el logo de Punisher en su manga o en su gorra. Y debería ser al contrario, si no te gusta que asocien a tu personaje a una determinada ideología, la solución no es esconder el juguete, sino sacarlo y mostrar a todo el mundo lo que tú (MARVEL) crees que es o defiende. Si por algún casual Marvel no matara a Punisher y dentro de seis meses otro policía se viera envuelto en otro disturbio llevando el nuevo logo de Punisher en su brazo, ¿Qué va a hacer Marvel? ¿Desechar este logo y crearle un tercero? La situación es ridícula, como poco.

En este sentido, los superhéroes Marvel no matan. Al menos, ese era el mantra de los años 60-70 que en muchos casos ha llegado hasta nuestros días y que defienden personajes como Spiderman. Es normal que en su momento Punisher fuera visto como un villano o, en el mejor de los casos, un antihéroe. Gracias ello tuvimos comics maravillosos por ejemplo enfrentado a Daredevil, en los que además de los puños se enfrentaban formas de ver el mundo. Pero con la llegada de los años 80 y 90, cada vez más personajes han roto esta norma y no parece que hubiera problema con estos personajes que sí matan. Empezando por mutantes super populares como LOBEZNO o Masacre, pero pasando por Blade, Elektra y un montón más.

Hay que recordar que esta norma de NO matar es una anomalía en el entretenimiento mainstream. Los personajes más populares del cine lo hacen sin problemas, normalmente en defensa propia o para salvar a alguien del peligro. Desde John McClane de Jungla de Cristal hasta el más reciente John Wick, lo normal en el entretenimiento son los héroes (o antihéroes, pensando en Wick) que matan. Por eso Punisher o Lobezno fueron y son tan populares, porque conectan con los fans del cine de Stallone, Van Damme o el propio Clint Eastwood al que nombraba al comienzo del artículo. Que sea problemático que Frank Castle se tome la justicia por su mano y ajusticie a mafiosos y miembros de carteles de la droga pero haya barra libre para que Logan masacre a sus enemigos de la forma más salvaje y gore posible me parece de una muestra de hipocresía absoluta. Es paradigmático que Lobezno y Masacre en solitario o X-Force como grupo sean una unidad paramilitar que matan enemigos antes de que sean un problema mayor para los mutantes. Eso cuenta con todas las bendiciones de Marvel, por lo que son unos de los personajes más promocionados de la editorial. Esto indica que no es un tema de matar o no matar, sino de quien lo hace y, aparentemente, quienes son los fans declarados del personaje en cuestión.

Dentro de la especulación, me parece que Marvel en los últimos años se está pegando un tiro tras otro en el pie alienando lectores compradores, y es por esto que la cosa me pinte tan mal para Punisher. Si a la menor crítica de alguien sobre que encuentra ofensiva una portada Marvel siempre se ha achantado agachando la cabeza y retirando el objeto de la crítica, veo clarísimo que estos tiempos de corrección política no está bien visto un hombre blanco masacre a sus enemigos. Sobre todo si muchos de ellos (mafiosos, traficantes, miembros de bandas) pertenecen a alguna minoría racial. Es triste decirlo de forma tan directa, pero las cosas son como son.

Panini ha publicado este pasado mes de enero el sexto número de trece. Eso quiere decir que como tarde a final de año sabremos si acerté en algo o si me he lanzado a la piscina sin agua. Podéis estar seguros que cuando llegue el momento escribiré mi reseña sobre ello y volveremos a hablar. Pero me temo que la forma en que parece que Marvel se olvida de sus clientes no invita al optimismo en este caso. Ojalá me equivoque.

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

Crítica de El Castigador 1-6 de Jason Aaron, Jesús Saez y Paul Azaceta (Marvel Comics – Panini)

Termina el primer arco de la nueva etapa de El Castigador de Jason Aaron, Jesús Saiz y Paul Azaceta, con color de Dave Stewart, por lo que es un buen momento para analizar esta colección que está publicando Panini.

PUNTUACIÓN: 8/10

¿El final de la guerra de El Castigador? Nacido de la tragedia. Dedicado a la guerra. Imparable en su rabia. Como El Castigador, Frank Castle se ha convertido en el asesino más consumado que el mundo haya visto jamás. Ahora es el momento de que se enfrente a su verdadero destino. ¿Qué impactante secreto del pasado de Frank lo convencerá de tomar las riendas del clan de asesinos más notorio del Universo Marvel? Y una vez que Frank se convierta en el señor de La Mano, ¿significará también el fin de El Castigador? Una exploración épica del pasado, oscuro y violento, y el futuro inevitable de uno de los personajes más icónicos de Marvel.

Jason Aaron ya tuvo la oportunidad de realizar una estupenda etapa de 24 números de Punisher junto a Steve Dillon dentro del sello Max para adultos. El único problema de ese comic planteado para mostrar versiones MAX de personajes del Universo Marvel como Kingpin, Bullseye o Elektra fue que vino justo después de la histórica etapa de Garth Ennis, que es de largo la mejor versión del personaje que se ha hecho jamás. Que Marvel haya confiado de nuevo en Aaron y que hayan anunciado que este volumen va a tener una duración de trece números indica que el escritor de Alabama tenía una última historia interesante que contar con Frank Castle, que todo indica que va a dar un vuelco al personaje de cara al futuro. Una historia violenta e impactante con un principio que hemos descubierto en este primera mitad y un final claro que espero sea satisfactorio.

Una vez leído este primer arco, la verdad es que estoy super dentro en la historia. Aaron coge una idea que no es nueva para revolucionar el origen de Frank Castle, ya que Ennis ya planteó en su versión MAX que Frank tenía la oscuridad en su interior mucho antes que su familia fuera asesinada, antes incluso de ir a Vietnam. De hecho, en la propia versión de Aaron del Punisher Max él también incidía en esta idea, hasta el punto que Bullseye descubre que el pecado de Castle es que justo antes que los mafiosos mataran a su mujer y a sus hijos él planteó a su mujer el divorcio porque quería volver al frente, el único lugar donde era feliz (o al menos, estaba en paz con su naturaleza violenta). Esto que no es nuevo en las versiones MAX del personaje creo que nunca se había contado de esta manera dentro de continuidad del Universo Marvel, lo que puede chocarle a algunos lectores. Sin embargo, a mi la verdad es que me ha encantado y se siente 100% Punisher.

La idea central de la historia en el presente sobre que Frank Castle se convierta en el Puño de la Bestia de La Mano, su asesino definitivo, suena a priori bastante rara. Pero esto permite a Aaron colocar al Castigador en una situación novedosa que resulta super interesante. Castle utiliza los recursos de La Mano para masacrar criminales y La Mano obtiene a su asesino definitivo que esperar poder manipular con el control que mantienen gracias a su esposa María resucitada. De momento, todo me encaja bastante bien, y añadir a Ares, Dios de la Guerra, como enemigo de La Mano, es la guinda del pastel. El combate de ambos del sexto número y la confirmación que Ares consideraba a Castle una de sus más brillantes creaciones, algo negado por él al conocer la verdad que Castle ya era Castigador mucho antes de ir a Vietnam, suponen un interesante conflicto ideológico además del propiamente físico.

Otro elemento super positivo que destacar de estos comics de Castigador es el estupendo ritmo que Aaron imprime a este comic, ofreciendo una estupenda lectura mes a mes repleta de sorpresas impactantes, ya sea en el presente o en el pasado de Frank, acción a raudales y una historia con personalidad que engancha y que me recuerda por qué me aficioné a los comics Marvel hace miles de años y por qué creo que el pijameo cuando es bueno siempre es mejor leerlo mensualmente grapa a grapa.

Como elemento cuestionable, a falta de ver realmente cómo termina Aaron la historia, estaría el hecho que Marvel, por detalles que luego comentaré que enlazan con el cambio de imagen realizado para esta serie, parece empeñada en alejar a Castle de cualquier posibilidad de visión heroica que pudiera tener sobre él un lector veterano. Tampoco la denominación de Castle como un «anti-héroe» parece correcta al confirmarse que estamos ante uno de los mayores asesinos de masas de la historia del Universo Marvel. Parece que su camino hacia el lado oscuro o algo peor está telegrafiada.

En el apartado artístico, el comic es un triunfo. La historia está dividido en dos momentos temporales que irán alternándose en cada grapa. El pasado de Castle, narrado por Paul Azaceta, y la parte principal en el presente obra del español Jesús Saiz, con colores del siempre perfecto Dave Stewart. Aunque comparativamente se trata de la historia secundaria, es una alegría volver a disfrutar de nuevo con Paul Azaceta, al que recordaré toda la vida por su Outcast junto a Robert Kirkman, Su estilo sucio, detallista, oscuro y meticuloso me encanta, acentuado además por los colores de un Stewart que me flipa siempre.

En la parte del presente, es una gozada tener a Jesús Saiz (Doctor Extraño, Capitán América). Su dibujo tiene una narrativa perfecta y un feeling a los clásicos de Marvel de los años 80 con la que conecto desde el minuto uno. Además, sus escenas de acción tienen una fluidez perfecta en lo referido a las coreografías, lo mínimo que se debería pedir a un comic de super héroes que sin embargo no todos consiguen transmitir con la perfección de Saiz. Con el añadido de tener algunas super gores que hacen que el comic impacte más que la mayoría del catálogo de la Marvel actual.

Si la historia de Aaron está genial, el apartado artístico el comic cumple también con nota y sirve para amplificar la potencia del guion, algo de lo que no puesto estar más contento. Además, comprobar que Marvel aparentemente está dando el tiempo suficiente a Saez y Azaceta para dibujar toda la historia, planteando incluso varios especiales de Castigador en meses alternos para dar más margen a los artistas, resulta una anomalía dentro de la Marvel actual. Una anomalía super positiva, claro, que creo que va a hacer que esta historia se revalorice en el futuro, al no estar lastrada por los cambios de dibujantes tan habituales en la industria comiquera mainstream.

El comic tiene una parte polémica, y es que Punisher abandona su icónico logo de la calavera, siendo sustituido por otro nuevo creado por Saiz. Los motivos no han sido aclarados en el comic más allá de hacerle usar la imagen de Puño de la Bestia que se han inventado para La Mano. Sin embargo, a pesar que Aaron y Saiz intentan darle una forma narrativamente lógica para que este cambio funcione, no oculta cual ha sido el verdadero motivo por el que Marvel ha decidido este cambio. De hecho, los propios editores de Marvel no se han ocultado a la hora de explicarlo.

Y es que el logo de Punisher lleva años siendo utilizado por fuerzas del orden y grupos militares (y paramilitares) asociados a la derecha republicana. Por ejemplo, me acuerdo de Chris Kyle, el francotirador cuya vida fue llevada al cine por Clint Eastwood. En los últimos tiempos, parece ser que personas que protagonizaron el asalto al Congreso de los Estados Unidos para intentar impedir el nombramiento de Joe Biden como presidente llevaban el cráneo de Punisher en su indumentaria. Como Marvel no quiere ser asociado con las acciones de estas personas, ha decidido cambiar la imagen icónica del personaje, creando la que estamos viendo en estos comics. Y aunque en parte podría entender decisión, lo cierto es que me parece que Marvel ha vuelto a bajarse los pantalones, metafóricamente hablando. Si hay gente que usa tu logo de formas que no te gustan, la solución no es abandonar el elemento más reconocible del personaje, sino usarlo más que nunca para recalcar qué es lo que hace, en tu opinión, que las acciones de Punisher sean mejores (o no) que las de esos grupos de los que aparentemente buscar alejarte. Si el año que viene un grupo republicano de Texas empieza a usar el nuevo símbolo de Punisher para detener inmigrantes en la frontera, ¿qué va a hacer Marvel? ¿Volverá a agachar la cabeza y les regalará este logo y buscarán un tercero? Me parece una situación absurda, y como suele pasar cuando se genera una polémica en el mundo real alrededor de un comic suyo, Marvel opta como siempre por rehuir la pelea y marcharse con el rabo entre las piernas, parece que avergonzado de SU personaje y su iconografía. En lugar de defender una de las señas de identidad de Punisher y la propia naturaleza de historia de ficción de estos comics.

Aparte que hay que negar la mayor, porque por mucho que tus comics actuales hagan portar a Castle otro uniforme, la imagen del cráneo blanco sobre fondo negro estará siempre unida a Punisher. Empezando porque sus cientos de comics previos siguen existiendo, al igual que sus apariciones en películas o en la carismática versión televisiva del personaje estrenada en Netflix con Jon Berthal como Castle. Da igual lo que quiera Marvel, Punisher ES ese logo, y lo seguirá siendo mientras los aficionados mantengamos nuestra memoria, y nuestros comics.

Realmente este cambio me parece penoso. Y diría que esconde otra intención que puede ser aún más lamentable en lo referido al futuro del Castigador dentro del catálogo de Marvel. Algo sobre lo que probamente escriba en un próximo artículo para que éste no se alargue más de la cuente. Sólo comentar que no es casualidad que en sexto número en que tenemos el enfrentamiento de Castle contra Ares, el Dios de la Guerra lleve el cráneo de Punisher, reflejando de alguna manera que ese logo en la actualidad está siendo utilizado por un villano. Lo que es otra forma nada sutil de alejarse del público que actualmente pudiera tener a Castle como un héroe.

Una vez di mi opinión sobre el elefante en la cacharrería de este comic, lo cierto es que me ha gustado mucho la primera mitad de la historia que nos han preparado Aaron, Saiz y Azaceta. Además, el cliffhanger final del comic deja la historia en un momento que puede ser apasionante. Lástima que tengamos que esperar dos meses para saber cómo continúa la historia, al colar el mes que viene Marvel otro especial realizado por otros autores.

Comparto las primeras páginas del comic:

Aparte de las polémicas externas al comic en si, lo cierto es que la nueva etapa de El Castigador de Aaron, Saez, Azaceta y Stewart me parece un comicazo super recomendable.

PUNTUACIÓN: 8/10

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

Crítica de Outcast Vol. 8 de Robert Kirkman y Paul azaceta (Image Comics)

Si el otro día reseñaba el nuevo comic del sello Skybound, Stillwater de Chip Zedarsky y Ramón K. Perez, hoy toca hablar del final de Outcast, el comic de terror de Robert Kirkman y Paul Azaceta, con maravillosos colores de Elisabeth Breitweiser, que acaba de ser publicado en Estado Unidos.

PUNTUACIÓN: 8/10

Volumen 8: Los fusionados

El principio del fin está sobre nosotros. Allison ha sido poseída … pero no se parece a ninguna posesión que hayamos visto antes. ¿Cómo afectará esto a la misión de Kyle de salvar al mundo ahora que ha comenzado la Gran Fusión?

Este volumen recopila los números 43 a 48 de la serie regular USA.

Robert Kirkman recuerda en sus palabras al final de este volumen cómo el nacimiento de Outcast vino provocado por el éxito de la adaptación televisiva de The Walking Dead. Y es que en un comida celebrando las 10 mejores series de 2009, en la que TWD entró en la lista, una ejecutiva de Fox, asociada con AMC en la distribución internacional de la serie, le preguntó a Kirkman qué estaba preparando en ese momento. Kirkman vendió Outcast en ese momento, una idea sobre la que llevaba tiempo pensando y que de hecho aún no estaba publicada en formato comic. Este detalle resulta importante a la hora de valorar este comic, ya que Kirkman escribió primero el piloto de la serie de televisión y luego intentó trasladar el feeling malsano de esta historia de posesiones a las páginas del comic.

Para conseguirlo, el dibujo de Paul Azaceta y los colores de Elisabeth Breitweiser han sido un éxito brutal. Azaceta ha conseguido crear momentos realmente perturbadores que recordaré toda la vida en este comic, con un estilo de dibujo realista que me ha parecido una pasada: Outcast es el gran comic de Azaceta, con el plus que supone tener los 48 números al mismo equipo creativo, regalando al lector una consistencia gráfica alucinante. Además de su perfecta caracterización de los personajes, la decisión de crear pequeñas viñetas en la página para potenciar la sensación malsana de las situaciones y los sentimientos de los numerosos personajes me parece un éxito creativo monumental. El color de Elisabeth Breitweiser también es un éxito y nos traslada las mejores historias de terror, un género que hasta hace poco pensaba que era difícil de trasladar bien a la página de un comic y que sin embargo, cada vez más tenemos ejemplos estupendos.

En mi reseña del final de LOW de Rick Remender y Greg Tocchini, destacaba como negativo el cambio de dibujo de Tocchini, en ese caso entendible dado que hablamos de más de tres años de diferencia. Los 20 meses de diferencia entre un volumen de Outcast y otro no han supuesto ningún salto en el estilo de Azaceta y todo se ve como si se hubiera creado una cosa justo a continuación de la otra, con una consistencia artística maravillosa que es otro de los grandes hallazgos del comic.

No es noticia si digo que Robert Kirkman ha creado un final perfecto para Outcast. Un final super emocionante que es además el único posible viendo el desarrollo de los acontecimientos. No voy a analizar la historia ya que dado que acaba de publicarse en USA cualquier cosa que diga entra dentro de territorio spoiler, pero sí señalar que la espera desde septiembre de 2019 en que se publicó el séptimo tomo ha valido la pena y la sensación con la que me quedo es super satisfactoria.

Además de que creativamente el final de Outcast me parece perfecto, hay otro elemento en el que Kirkman triunfa, y es que este final justo llega en el número 48 de la serie, por lo que Skybound ya a poder recopilar este comic en un formato Omnibus igual que los de TWD (que también tienen 48 números), o 4 Hardcovers con 12 números, o los 8 softcovers que yo he ido comprando.

Outcast ya es historia del comic. Robert Kirkman y Paul azaceta han creado una obra estupenda que seguro voy a volver a releer múltiples veces en el futuro y que merece mucho la pena. Si te gusta el género de terror, no te puedes perder este comic.

PUNTUACIÓN: 8/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!