Crítica de Potencias de X 4 de Jonathan Hickman, R.B. Silva y Marte Gracia

Tras la sorpresa del final del número anterior que dió un vuelco a todo lo que habiamos leído hasta ahora, Jonathan Hickman continúa sorprendiendo a los lectores con esta narración del continúo temporal de los X-Men.

PUNTUACIÓN: 7/10

Mientras Cerebro hace lo que estaba destinado a hacer, Siniestro hace algo todavía mejor y el futuro llega a su fin. Jonathan Hickman continúa con la remodelación de los mitos mutantes junto a R. B. Silva.

Este cuarto comic de Potencias de X es claramente un número de transición planteado para rellenar los huecos en el pasado mutante planteado por Hickman en el año 1 y en el año 10 del presente. Quizá por la comparación con los dramáticos sucesos que acabamos de leer en Dinastía de X 4 o en el anterior Potencias 3, este número se ha quedado bastante por debajo de las expectativas, aunque dada la estructura narrativa de puzzle, era imprescindible para dirigirnos al final de la serie que nos llegará el mes que viene.

Artísticamente, R.B. Silva está también por debajo de Pepe Larraz y en este número el dibujo está bien pero no es extraordinario. Diría además que se confirma algo que ya noté en números anteriores en los que Silva da más margen al colorista Marte Gracia para lucirse que Larraz, consiguiendo un resultado final no mejor que el cómic que Larraz, pero quizá sí más equilibrado.

La aparición de Mr. Siniestro y la historia secreta de Krakoa abren unas derivadas que pueden resultar muy interesantes de cara al final de la historia, y no puedo tener más ganas de saber lo que Hickman nos tiene preparado.

PUNTUACIÓN 7/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Dinastía de X 4 de Jonathan Hickman, Pepe Larraz y Marte Gracia

Dinastía de X continúa este mes ofreciendo el gran número de acción que esperábamos desde el comienzo de la serie, mostrando por qué Pepe Larraz es uno de los mejores artistas actuales de Marvel.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

El sueño de Xavier se vuelve mortífero para algunos de sus estudiantes mientras luchan contra el plan de los humanos para eliminarlos. Jonathan Hickman continúa con la remodelación de los mitos mutantes junto a Pepe Larraz.

Como lector, es una enorme satisfacción poder leer un comic que se nota está tan bien pensado, no solo narrativamente con su propia premisa ground-breaking y sus giros y sorpresas, sino por el propio ritmo que Hickman plantea para los diferentes números. Dinastía de X es la definición de «serie que ningún fan Marvel se puede perder», y en cada número consigue ofrecer una lectura satisfactoria.

En el apartado artístico, Pepe Larraz con Marte Gracia vuelven a ofrecer un trabajo excelente, con unas páginas rellenas de acción pero también sentimiento. Era muy difícil condensar de forma tan buena todo lo que pasa en el cómic, pero Pepe vuelve a dar una master-class narrativa.

Hay muchos cómics que optan por el decompressing storytelling y en los que parece que casi no pasa nada. Dinastía de X NO es uno de esos cómics, de hecho Hickman va al grano desde la primera página soltando sin compasión los numerosos momentos dramáticos que tiene este cuarto número.

A pesar de que objetivamente Dinastía de X 4 es un buen cómic extraordinariamente dibujado y una nueva parte del puzzle, este es el primer cómic del reinicio mutante de Hickman en que su lectura me dejó con sensación de «trampa» que no compro. Es imposible comentar más en profundidad sin entrar en terreno de spoilers, pero hasta ahora todo entraba en las sorpresas del nuevo continúo temporal planteado por Hickman, pero en este cómic en el presente se le fue la pinza de una manera que no puede ser algo duradero. Y es una pena, porque en parte he perdido algo del sense-of-wonder que tenía hasta la ahora con este cómic.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Community temporada 4 (Prime Video)

Cuando estás en lo más alto, solo se puede ir hacia abajo, como atestigua el visionado de la cuarta temporada de Community, disponible en Prime Video.

PUNTUACIÓN: 7/10

La cuarta temporada de Community estrenada en 2013 gira en torno al último año de universidad de nuestros protagonistas, que les obligará a plantearse preguntas sobre la amistad y sus futuros personales y profesionales.

Tras tres temporadas maravillosas, con la cuarta temporada llegó el escándalo a Community. Su creador Dan Harmon fue despedido por la productora Sony Pictures Televisión por su carácter irritable y despótico, lo que provocó una autentica revolución. Sony contrató a David Guarascio y Moses Port como nuevos showrunners de la serie, que vieron como otros nombres importantes de la serie abandonaban esta cuarta temporada. Los hermanos Russo abandonaron la serie para trabajar en Capitán América: Winter Soldier, y también se marcharon los productores Neil Goldman y Garrett Donovan, así como los guionistas Chris McKenna y Dino Stamatopoulos. A pesar de estas importantes bajas, la mayoría de escritores de la writers-room continuo en la serie.

En lo referido a la dirección, Tristram Shapeero, director habitual de la serie se encargó de dirigir más de la mitad de episodios de esta temporada, siendo además ascendido a productor ejecutivo. Temporada que fue reducida a casi la mitad, ya que pasó de los 23 o 24 episodios a tan solo 13. Y para terminar de complicar las cosas, una bronca en el set de rodaje provocó el abandono ¿despido? de Chevi Chase, que desaparecíó práctimente sin explicación en varios episodios.

Además de Chase como el abuelo Pierce Hawthorne, en esta temporada volvemos a ver a toda la banda formada por el egoista y ligón Jeff Winger (Joel McHale), la activista y estudiante de psicología Britta Perry (Gillian Jacobs), la madre del grupo Shirley Bennet (Yvette Nicole Brown), la inocente Annie Edison (Alison Brie), y el dúo dinámico formado por Abed Nadir (Danny Pudi9 y Troy Barnes (Donald Glover). Además de por supuesto el Decano Craig Pelton (Jim Rash) y Ben Chang / Kevis (Ken Jeong).

Y después de todas estas movidas, seguro que os estáis peguntando qué tal salió la temporada. Porque al final eso es lo importante. No lo que sucede tras las bambalinas, sino si el resultado final fue el que debería ser. Hay múltiples ejemplos de producciones en los que el director o los actores no se podían ni ver y el resultado son obras maestras.

Lamentablemente, no es el caso. Esta cuarta temporada de Community sigue siendo divertida y el carisma y la química de los personajes sigue estando ahí, pero se ha perdido algo, esa maravillosa locura que la convirtió en la “biblia” para el frikismo, homenajeando a Dungeons&Dragons en un episodio o a Doctor Who en otro, consiguiendo que todo encaje de forma maravillosa, algo que probablemente sólo Harmon podía transmitir a la serie.

No me malinterpretéis, vista como comedia sin más esta tercera temporada ofrece buenos momentos e incluso en los últimos tres episodios parece que consiguen recrear la magia de la anterior temporada. Pero siendo los mismos en pantalla, notas que no es lo mismo. Junto a estos últimos tres episodios, diría el 4×06 “Advanced Documentary Filmmaking” es el otro gran episodio de esta temporada, en el que Abed realiza un documental a partir de la búsqueda del grupo para averiguar si la “Changnesia” del señor Chang / Kevin es real o una nueva trampa del antiguo profesor.

Comparto el trailer de esta cuarta temporada:

 

Tras tres temporadas miticas, Community bajó a la tierra en esta cuarta temporada. Aunque sigue siendo una comedia muy divertida, la magia se perdió, quien sabe si para siempre. Tendré que empezar a ver la quinta temporada a comprobar si la serie consiguió remontar.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Leyendo StormWatch volumen 1 de Warren Ellis y Tom Raney

El año pasado publiqué dos artículos con mi lectura del primer Ómnibus de Conan El Bárbaro con la etapa original en Marvel Comics en los años 70. Me lo pasé genial leyendo esos cómics y comentándolos, así que decidí repetir la jugada este año, en este caso con el cómic que dio pie a la creación de Authority: StormWatch.

En este primer artículo voy a comentar el primer volumen de esta serie, desde el número 37 al 50, realizados por Warren Ellis y en su mayoría por el dibujante Tom Raney entre 1996 y 1997, que ha significado mi primera lectura del año.

StormWatch fue un comic del sello Wildstorm de Jim Lee dentro de Image Cómics, cuyo primer número se publicó en marzo de 1993, en plena explosión de Image. El cómic creado por Lee, Brandon Choi y Scott Clark cuenta las aventuras de una fuerza superhumana creada por la  ONU que se enfrenta a villanos superpoderosos por todo el mundo. Desde el satélite SkyWatch, Henry Bendix, el Wheatheman, controla el planeta preparado para enviar sus fuerzas en caso de una crisis en cualquier lugar del mundo. El grupo los formaban héroes de todo el mundo, y en su primera alineación entramos a un americano (Battalion), un ruso (Winter), un japonés (Fuji), un inglés (Hellstrike) y una italiana (Diva), y sus primeras aventuras tuvieron un corte muy paramilitar, algo muy de moda en la primera Image.

Tras 3 años de poses molonas y aventuras sin nada especial, los editores de Wildstom decidieron dar un cambio de rumbo aprovechando el final del evento «Fire from Heaven» Warren Ellis fue el escogido para revolucionar la serie y darle un interés que en el fondo nunca tuvo.

Ellis ahora es uno de los nombres más conocidos del panomara comiquero con un montón de clásicos como Planetary, Authority o transmetropolitan. Pero en los 90 era solo un escritor inglés casi desconocido que buscaba hacerse un nombre en el medio. Tras trabajar en Marvel en series geniales y rompedoras como Hellstorm o Doctor Doom 2099 (entre otras), fue fichado por Wildstorm para guionizar DV8, una versión oscura de Gen 13, la serie de héroes juveniles que era el gran éxito de la editorial de la época. Ellis tenía un humor negro y cínico típicamente inglés y un gusto por subvertir los clichés del género, lo que le convirtió en el hombre perfecto para esta nueva etapa.

Junto a él Tom Raney dibujó toda esta etapa excepto dos números. Raney, alumno de la escuela de Joe Kubert, su primer comic como profesional fue Forgotten Realms en DC Comics, para dibujar posteriormente algunos comics en Marvel como Warlock and The Infinity Watch. Tras su paso a Wildstorm, dibujó allí numerosas series como Deathblow, Wetworks o DV8, donde coincidió con Ellis. Con gran experiencia y profesionalidad, es uno de esos artistas correctos que puede dibujar cualquier cosa con fluidez narrativa que todas las editoriales quieren tener dentro de sus staffs, no sólo por cumplir fechas sino por poder ayudar en caso de retrasos de otros compañeros.

Ya desde su primer número en la serie, el 37, marcó muchas claves de toda su etapa posterior en Wildstorm. En este número Ellis presenta a Jenny Sparks, ser eléctrico que es la personificación del Siglo XX, y Jack Hawksmoor, humano modificaco genéticamente por aliens que solo puede viver en ciudades, que son personajes ya icónicos gracias a Authority. Junto a ellos, conocimos a Rose Tattoo, una asesina sanguinaria sin ninguna moralidad.

Además de quitarse de en medio la morralla de la etapa previa, Ellis crea 3 equipos con tres funciones diferenciadas controladas por Henry Bendix, el Weatherman al cargo de StormWatch:

StormWatch Prime, que tratará con problemas superhumanos en situaciones de guerra abierta, formado por Winter (absorción y redirección de energía), Hellstrike (ser de energía gaseosa que puede proyectar plasma) y Fuji (ser gaseoso superfuerte dentro de una armadura gigante).

StormWatch Red para operaciones encubiertas y guerrilla humana, formado por Fahrenheit (piroquinética), Clint (fuerza y resistencia al daño) y Rose Tattoo (asesina).

Por último, StormWatch Black con los miembros de mayor capacidad destructiva para acciones de disuasión y represalia, con Jenny Sparks (ser eléctrico), Jack Hawksmoor (defensor de las ciudades) y Swift (super humano alado), en lo que fue un adelanto de Authority.

Ellis apartó a los miembros fundadores Jackson King (Battalion, anterior jefe de campo) y Christine Trelane (Sinergy, activadora de habilidades superhumanos) a labores de entrenamiento y reclutamiento.

En los 4 primeros números Ellis establece las dinámicas de los diferentes grupos mientras se enfrentan a un superhumanos psicótico en Alemania, a Black-ops del gobierno americano, superhumanos racistas en los USA y al renacido Kaizen Gamorra.

La principal característica de esta etapa es que Ellis plantea cómics con historias autoconclusivas, plantando semillas de elementos que veremos más adelante. A partir de aquí tenemos 6 números centrados en los diferentes miembros del grupo: el 41 Christine Trelane (Sinergy).

Siguiendo los pasos de un posible meta-humano, Christine descubrirá que existe otra activadora de genes con su propia agenda, lo cual supone una posible amenaza para el futuro. Este número fue dibujado por Michael Ryan, el único junto al 47 que no fue dibujado por Raney.

Fuji cobra protagonismo en el número 42 ya con Raney de vuelta al dibujo, en el que el grupo se enfrenta a una secta suicida en Japón que quiere llevarse el país con ellos.

Jack Hawksmoor investiga un asesinato en Nueva York en el número 43, unos crímenes que el gobierno quiere mantener en secreto.

El número 44 es uno de los cómics más importantes de esta etapa en el que Ellis y Raney nos cuentan una primera parte de la historia secreta de Jenny Sparks durante el siglo XX.

Utilizando una herramienta que más adelante veremos en Planetary (y en muchas otras obras, claro), Raney cambia su estilo para imitar a autores como Joe Shuster, Will Eisner, Jack Kirby o Dave Gibbons, al situar Ellis la acción en momentos temporales en que sus creaciones eran tendencia. Aunque debido a su naturaleza autoconclusiva, este número en si no es gran cosa, Ellis está plantando semillas de varios argumentos que veremos desarrollados en esta serie y en Authority.

StormWatch 45 es una aventura en solitario de Jackson King (Battalion), que tendrá que detener un ataque terrorista en su localidad Natal, Constitution (Alabama).

Como siempre en estos números autoconclusivos, Ellis va al grano desde la primera página y nos mete de lleno en la acción. Y mola la conclusión geopolítica, ya que a pesar de evitar el atentado y condenarse a los terroristas locales que han reconocido sus acciones, el gobierno americano quiere prohibir que los miembros de la ONU actúen en suelo americano.

Rose Tattoo cobra protagonismo en el número 46. Mientras los miembros de StormWatch se van de copas por todo el mundo, Henry Bendix (Weatherman) planea algo muy chungo y empieza a parecer que no es trigo limpio. Y tras años inactivo, The High ha despertado.

Jim Lee es uno de los creadores de StormWatch pero no había dibujado este cómic hasta el número 47. Esto indica que Wildstorm se daba cuenta que tenían algo bueno entre manos que merecía la pena promocionarlo con el principal valor de la editorial.

Lo malo es que Lee no estaba muy trabajador y Ellis tuvo que plantear un comic compuesto completamente de splash-pages, con páginas chulas marca de la casa, pero otras un poco lamentables. Por lo demás este cómic es una misión que poco o nada tiene que ver con la trama principal.

En el número 47 comienza Change or die, el último arco de este volumen. Ellis siempre ha innovado con sus diseños de portadas y aquí introduce la original idea de que la portada sea la primera viñeta del cómic, cuya historia sigue en la contraportada. En total, este número cuenta con 24 páginas de historia, un par más de lo que es habitual.

Jenny Sparks sobrevive a un ataque de Blind, un miembro de los Changers de John Cumberland (The High), una versión de Superman que realmente quiere cambiar el mundo a mejor y no mantener el status-quo, uno de los temas recurrentes de toda la etapa de Ellis. Frente a los héroes que se enfrentan a ladrones de bancos y similares, lo que serían los síntomas de la enfermedad y no a las razones de la pobreza sistémica, The High quiere transformar en un mundo mejor sin desigualdad y oportunidades para todos.

Junto a él, su grupo de Changers superpoderosos está formado Blind, Wish, Smoke, Eidolon, Rite y una primera versión de The Doctor y The Engineer, que Ellis volverá a utilizar en The Authority.

La duda que queda es: Si las intenciones de The high son tan puras, ¿como es posible the Blind intentara asesinar preventivamente a un miembro de StormWatch?

Al igual que el número 48, el 49 son 24 páginas de historia en el que mientras el plan de los Changers se desarrollan por todo el mundo, The High se enfrenta y derrota a Winter, Fuji y Hellstrike en las Naciones Unidas de Nueva York.

Además, The High descubre al volver a su base que algunos de sus compañeros son bastante chungos, algo que rompe con su creación de u mundo ideal.

Y al localizar Henry Bendix en Paraguay su base de operaciones, pone en marcha una misión de exterminio.

Todo listo para el explosivo final de serie en el próximo número.

StormWatch 50 es un número doble que cierra el primer volumen de esta serie, plantando las semillas para su reinicio. Los Changers buscan cambiar la sociedad y derruir estructuras que parecen inamovibles. Henry Bendix no lo va a permitir.

El giro del cómic es que aunque Blind y Wish ocultaban oscuras intenciones, el resto de los Changers si son héroes que buscan mejorar la vida de la gente. El villano acaba siendo Henry Bendix, que solo quiere el cambio que él pueda controlar.

Así, frente a la esperada batalla final, lo que sería lo normal en el 99% de los comics de superhéroes, los miembros de StormWatch y los Changers intentan resolver sus problemas hablando, excepto la «wild-card» de Rose Tattoo que sí busca matar a todo el que pueda, sea del grupo que sea…

Además, descubrimos que Jenny Spark era amiga de John Cumberbatch desde los años 30 hasta su retirada de la sociedad. Aunque Jenny consigue acabar con Bendix, no puede evitar que mate a todos los Changers mediante el lanzamiento de un misil biológico que destruye todo el trabajo que habían realizado.

La muerte de The High «como un bicho que choca contra un parabrisas» resulta triste e ilustrativo del tema general de este arco de Ellis: No es posible cambiar el Status Quo, y los que lo intentan acaban pagando el precio.

La conclusión de este primer volumen de StormWatch de Warren Ellis y Tom Raney son 14 números que forman un todo compacto, con buenas ideas que quizá fueron desarrolladas de manera un poco apresurada, en especial el giro de Bendix, aunque claramente lo tenía pensado de inicio.

En el lado artístico, Tom Raney es un artista cumplidor sin más, y la serie hubiera brillado con alguien mejor, cosa que ya disfrutaremos en el volumen dos con Óscar Jiménez primero, y Brian Hitch después.

Hasta aquí mi lectura de este primer volumen de StormWatcj. En un próximo artículo comentaré el segundo volumen de este comic que sirvió de puente hacia StormWatch.

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

 

Crítica de The Report de Scott Z. Burns (Prime Video)

The Report, estrenada en Prime Video de Amazon, es una estupenda película denuncia dirigida por Scott Z. Burns con un Adam Driver on-fire inspirada en hechos reales, cumple de sobra su objetivo de indignar al público sobre un asunto escandaloso del pasado reciente de los Estados Unidos como fue las torturas a detenidos en bases americanas.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Cuenta la historia de Daniel Jones (Adam Driver), el principal investigador del estudio que el Senado de los Estados Unidos realizó en el programa de «Interrogación y Detención» de la CIA, y del que posteriormente se daría a conocer su inmoral e inefectiva brutalidad. Una vez descubierta la verdad, Jones haría todo lo posible por dar a conocer ante todo el mundo lo que muchos trataron de mantener en secreto a toda costa. (FILMAFFINITY)

Scott Z. Burns es un productor, guionista y director americano que consiguió notoriedad al producir en 2006 An Inconvenient Truth, el documental de Al Gore sobre el cambio climático que consiguió el Óscar a Mejor Documental, a pesar que posteriormente se conociera que los datos de este documental eran falsos. En 2007 escribió el guión de The Bourne Ultimátum de Matt Damon, pasando a continuación a realizar la mayor parte de su carrera colaborando con Steven Soderbergh, escribiendo los guiones de sus películas The Informante (2009), Contagio (2011), dude Effect (2013), The Mercy (2017) y la reciente y decepcionante The Laundromat (2019), estrenada en Netflix. The Report es su segunda película como director tras PU-239 (2006), en la que también escribe el guión, y cuenta con Soderbergh de productor.

The Report cuenta con Adam Driver y Annette Bening como protagonistas, así como algunos secundarios de lujo como Jon Hamm, Michael C. Hall o Tim Blake Nelson.

En cualquier otra época The Report hubiera generado un escándalo, ahora está pasando totalmente desapercibida. La película conecta con el cine denuncia de los 70, a partir de la investigación del Senado USA de las torturas de la CIA realizada tras el 11-S, un momento convulso de la historia americana en el que las agencias de seguridad se vieron desbordadas por un nuevo tipo de enemigo y, por qué no decirlo, por sus propios errores.

The Report está muy bien rodada y cuenta de forma dinámica un tema espinoso y que podría resultar aburrido, como fue esta investigación de las comunicaciones de la CIA en un sótano oscuro, así como la lucha política para evitar que el informe llegará a ver la luz.

Adam Driver está muy bien como siempre, y lo mismo podría decir de Annette Bening, pero más que las interpretaciones impacta e indigna conocer la realidad de lo que pasó. Las torturas a detenidos nunca funcionaron ni dieron información vital, la CIA lo sabía y siguieron utilizándola, engañando a sabiendas al público americano y a miembros del gobierno para ocultarlo.

Y es esta sensación (realidad) de impunidad, de que la CIA y en general los poderosos en la sombra pueden hacer lo que quieran y salirse con la suya sin pagar ningún precio, es lo mejor y lo peor de la película. Y precisamente por eso me parece que The Report es un gran éxito, al conseguir transmitir perfectamente y con frialdad quirúrgica esta triste realidad.

Esto es lo mejor y lo peor, ya que me parece que en esta sociedad tan polarizada el público republicano puede ver esta película como un ataque contra ellos y automáticamente no la va a ver independientemente de lo que cuenta. Y es una pena porque el mensaje no diría que sea ese ni mucho menos, pero en parte creo que es uno de los potivos por los que está película está pasando completamente desapercibida.

Además, al ser una producción de Amazon nos ha llegado directamente a casa, donde tiene que competir con la marea de estrenos semanales en todas las plataformas, lo que también contribuye a esta sensación de que el gran público ni siquiera conoce que esta película existe. Lo cual considero que es una lástima.

Comparto el trailer de la película:

Es una pena que una estupenda película denuncia con The Report vaya a pasar tan desapercibida. La recomiendo sin duda.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!