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Crítica de Pulp de Ed Brubaker y Sean Phillips

Ed Brubaker y Sean Phillips son únicos en lo suyo y su nueva obra, la novela gráfica Pulp, vuelve a ofrecernos una dosis excelente de noir con gotas de western, en un mundo pasado mostrado de una forma nada nostágica.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Una hermosa novela gráfica original de los creadores de los bestsellers KILL OR BE KILLED, MY HEROES SIEMPRE HAN SIDO JUNKIES y CRIMINAL.

Max Winters, un escritor pulp en la Nueva York de la década de 1930, se encuentra inmerso en una historia similar a los cuentos que produce a cinco centavos por palabra: cuentos de un forajido del Salvaje Oeste que dispensa justicia con un arma de seis cañones. ¿Pero será capaz Max de hacer lo mismo cuando sea perseguido por ladrones de bancos, espías nazis y enemigos de su pasado? Una parte suspense, una parte de meditación sobre una vida de violencia, PULP es diferente a todo lo que BRUBAKER & PHILLIPS han hecho antes. Esta celebración de las historias pulp ambientada en un mundo al borde del caos es otra obra imprescindible de uno de los equipos más aclamados del mundo del cómic.

“Al igual que Scorsese y De Niro, BRUBAKER y PHILLIPS son los maestros inigualables de cierto tipo de narración. Un nuevo título de los francotiradores detrás de Fatale y Criminal es razón suficiente para seguir viviendo «. —Joe Hill (Locke y Key)

No voy a decir que PULP sea la mejor obra de Ed Brubaker y Sean Phillips. Llevan tantos años a un nivel tan alto y cada obra suya me hace disfrutar tanto que no merece la pena perder el tiempo con etiquetas vacías.

Pulp es muchas cosas a la vez, todas ellas buenas. Es antes de todo la historia crepuscular de un personaje que ve como ya no tiene sitio en el mundo moderno (de 1930). Y es además una extraordinaria muestra de género negro en la que la sensación de inevitabilidad y fatalidad está presente de principio a fin. Pero  lo mejor de esta novela gráfica es la sensación que te deja sobre que el «American dream» es una ilusión que realmente nunca existió, como mucho tan sólo  en las historias de aventuras. Hay una melancolía hacia este mundo ficticio en contraste con la fría realidad que me ha parecido vislumbrar a un Brubaker con punto de vista bastante crítico hacia la situación de los Estados Unidos en la actualidad. En este sentido, que los villanos sean nazis, no alemanes sino americanos, creo que lo deja bastante claro.

Dado que tenía muy fresca la lectura de Hey Kids! Comics de Howard Chaykin, he encontrado además una interesante relación de la obra de Chaykin con la forma en la que el editor de la revista pulp en la que escribe Max le explota, siendo este un ejemplo más de la forma en que se idealiza un pasado que no necesariamente fue mejor.

En Pulp hay que destacar además el enorme talento de Jacob Phillips en los colores. Cierto es que la historia de Brubaker, ambientada no solo en dos momentos temporales sino en el mundo real y en el de una fantasía idealizada, le da mucho juego para que luzca, pero justo es reconocer que aprovecha la oportunidad. Frente a los tonos grises y fríos de la Nueva York de 1930, las páginas de western son una explosión de colores primarios que sirven de alguna manera de homenaje hacia las antiguas revistas pulp de la época, impresas en papel de ínfima calidad que provocaba la existencia de grandes borrones de color, o que estos se salieran de la silueta en la que tendrían que estar confinados.

Junto a Jacob, su padre Sean mantiene una solidez artística extraordinaria. No sólo por su perfecta narrativa, sino por la perfecta recreación del Nueva York de 1930, de sus habitantes, sus edificios, vestuario… No es tampoco noticia si digo que esta novela gráfica me ha flipado tanto por su historia como por su arte.

Pulp es además una novela gráfica original, no una colección de comics que posteriormente son recopilados en un único volumen. Esto hace que la historia tenga un ritmo muy diferente, al no estar limitado por los cliffhangers o la necesidad de plantear sorpresas en cada número. Y la verdad es que veo a Brubaker y Phillips muy cómodos con este formato que les permite además ofrecer su mejor versión sin la tensión de las fechas de entrega mensuales. No me extraña por tanto que el siguiente proyecto de esta pareja sea RECKLESS, una serie de novelas gráficas con historias autoconclusivas que cuentan la historia de un mismo personaje protagonista, recordando las series de novelas noir de personajes como Parker, escritas por Donald E. Westlake.

Comparto las primeras páginas de esta novela gráfica para que lo disfrutéis:

Pulp es una extraordinaria lectura de una de las parejas artísticas más sólidas del panorama comiquero, que están disfrutando de una maravillosa madurez creativa. No importa qué sea lo próximo que publiquen, yo lo compraré encantado.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

 

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¡Saludos a todos!

Crítica de Dragged across concrete de S. Craig Zahler

La tercera película de S. Craig Zahler tras las notables Bone Tomahawk y Brawl in cell block 99 es un espectacular ejercicio de género negro crepuscular con un modélico Mel Gibson como un policía al borde de su jubilación.

PUNTUACIÓN: 8/10

Dos policías, un veterano del cuerpo (Gibson) y su joven compañero (Vaughn), son suspendidos cuando un vídeo de sus duras tácticas de detención de delincuentes se convierte en la noticia del día en los medios de comunicación. Ambos con problemas personales que podrían solucionarse con dinero, deciden aprovechar su condición de civiles para hacer algo al margen de la ley.

Dragged across concrete (arrastrado por el hormigón) es un interesante e ilustrativo título que sirve para resaltar el tema y el tono de lo que vamos a ver. Su director y guionista S. Craig Zahler, que también realiza la música junto a Jeff Herriott, muestra una gran lucidez y creatividad en esta su tercera película. Si Bone Tomahawk me pareció un interesante ejercicio de estilo para llamar a las puertas  de los festivales y Brawl in cell block 99 una estupenda serie B que sabía en qué liga jugaba y se enorgullecía de ello sacando el máximo partido en lo relativo a su violencia over-the-top, Dragged across concrete me ha traído a un autor mucho más comedido y maduro que pone la historia por encima del efectismo.

La película cuenta con fotografía de Benji Bakshi y montaje de Greg D´Auria, y tiene una duración de 153 minutos, que aunque a mi me ha gustado y no se me ha hecho larga, reconozco que quizá con 10 o 15 minutos la experiencia hubiera mejorado.

Mel Gigson y Vince Vaughn son los grandes protagonistas de la película, y una vez más muestra su imponente presencia en pantalla. Iba a poner que también son el principal «reclamo comercial», aunque dado el acoso y los intentos de cancelación que Gibson lleva sufriendo en los últimos años, aunque creo que Gibson está enorme en la película probablemente tenerle de protagonista pudo jugar en su contra comercialmente. De hecho, a pesar de un interesante presupuesto de 15 millones, la película solo se estrenó en cines de forma limitada en marzo de 2018 en Estados Unidos, llegando a VOD tan solo un mes después.

Gibson interpreta al detective Brett Ridgeman, un veterano policía que no ha sabido ascender en el cuerpo porque prefiere el trabajo de calle y detener a los malos. Aunque se encuentra al borde de la jubilación, se encuentra que con su ridículo salario no puede costear el traslado de su familia a un barrio mejor, tras sufrir su hija adolescente Sara (Jordyn Ashley Olson) varios acosos en el barrio y con una mujer Melanie (Laurie Holden) ex-policía que tuvo que abandonar el cuerpo probablemente tras ser herida de bala.

El personaje de Ridgeman, un veterano que consigue resultados aunque sus métodos no son del agrado de los nuevos jefes, quedando de alguna manera obsoleto, es una metáfora de todos los tipos duros del cine de los 80 y 90 que ya no tienen sitio en el nuevo cine comercial, y en concreto del propio Gibson, que a pesar de seguir siendo un actor increíble, no le perdonan que insultara a los judíos que controlan los grandes estudios.

S. Craig Zahler realiza también un interesante análisis de algunos de los clichés del négro negro y los muestra con una luz que me ha parecido muy interesante. Tras suspender el jefe de policía Calvert (Don Johnson) al detective Brett Ridgeman (Gibson) y a su joven compañero Anthony Lurasetti (Vince Vaughn) por ser grabados mientras hacían un arresto, a pesar de pillar a un narco con las manos en la masa de un alijo de drogas, estos se encuentran en la tesitura de tener que hacer durante sus 2 semanas de suspensión un último golpe para conseguir algo de dinero para la jubilación y traslado de Gibson, y para que Vaughn le pueda pedir en matrimonio a su novia. NO se trata de robar ellos a nadie honrado, sino quitarle el dinero a un criminal, lo que les sitúa, dentro de su amoralidad, en un gris colocado más en la zona de luz que la de oscuridad.

Gibson y Vaughn ya habían trabajado juntos en la notable Hacksaw Ridge, aunque Gibson sólo dirigió, mientras que Vaughn protagonizó Brawl in cell block 99 de S. Craig Zahler, y se nota la química y complicidad que todos comparten, formando un equipo perfectamente engrasado. En la película, vemos la total ausencia de glamour mientras que ambos realizan un seguimiento de un criminal interpretado por Thomas Kretschmann, con la intención de robarle el botín. Las horas pasan lentas sin nada interesante que hacer o decir,con una monotonía cansina pero necesaria para llevar a cabo su plan, y esa parte me gusta al romper algunos mitos del género.

Junto a la pareja protagonista, tenemos en la película a Tory Kittles como Henry Johns, un ex-convicto que a pesar de intentar alejarse del mundo del crimen se verá envuelto al tener que cuidar de un hermano parapléjico y una madre alcohólica. Michael Jai White es Biscuit, amigo de Henry que ha cuidado de su familia pero ahora necesita algo de él, y completa el reparto Jennifer Carpenter como  Kelly Summer, una madre primeriza que debe separarse por primera vez de su hija recién nacida para volver a su trabajo en un banco de la ciudad.

El buen género negro de perdedores es el que te presenta unos personajes en rumbo de colisión con la vida a los que no puedes dejar de mirar a pesar que sabes que su historia no puede acabar bien. Eso es justo lo que tenemos en la película, que está construida a fuego lento y que incluso durante el climax hay una intencionada falta de espectacularidad, manteniendo todos los elementos muy pegados a la realidad del asfalto. De nuevo, le metáfora del título.

Gibson como «héroe» crepuscular me parece que está fantástico en el papel, mostrando una obsesión con los porcentajes que indican que habla para parecer más listo de lo que es en realidad, que no sabe en qué se está metiendo y que las cosas son más grandes que lo que él puede ya manejar. El personaje de Vaughn aparte de su presencia constante me parece que aporta menos a la trama porque diría que S. Craig Zahler busca poner el foco en el personaje de Gibson, alguien que no entiende que su momento ha pasado y que debería echarse a un lado si no quiere verse atropellado en la carretera.

Creo que la película hace además una crítica hacia los «buenistas» de salón que dan lecciones morales desde su mansión alejada de la vida real a gente que sufre día a día los crímenes que acosan la sociedad americana. Esto lo vemos en un diálogo de la mujer de Gibson, cuando dice «jamás pensé que este barrio me iba a convertir en racista», ante el quinto ataque sufrido por su hija al bajar del autobús escolar, en contraste con el Jefe de Policía que le dice a Gibson que le falta «empatía» hacia los criminales. Sé que han acusado a la película de racista, pero me parece que reflejar la realidad no puede ser jamás racista, además que siempre en mucho peor no querer enfrentarse a los problemas y envolverse en papel burbuja para que nada te incomode.

Dentro del ritmo lento de Zahler, me llama la atención como guarda tiempo para detenerse en cada personaje secundario para darles cierta profundidad y humanidad, de forma que el espectador nos preocupemos un poco por ellos, a pesar de que algunos claramente son carne de cañón. Entiendo que puede haber espectadores que entiendan que estos momentos no aportan nada a la trama principal, pero a mi me han gustado y me han trasmitido un intento de Zahler de dotar a la película de una personalidad propia.

Conecto en este momento con el que para mi es el principal problema, que es su duración. A pesar de verla en VO en sesión de medianoche, a mi no se me hizo larga y me mantuvo super entretenido. Dicho esto, reconozco que probablemente si en lugar de 153 minutos hubiera durado 140, la película no hubiera cambiado y su ritmo hubiera sido mejor.

Además, hay una escena super sangrienta en la que buscan una llave al final de la película que no pega nada con lo visto hasta ese momento y que me pareció que molestaba más que otra cosa. Una escena que me recordó el momentazo de Bone Tomahawk, un shock pensado para llamar la atención del público de festivales, que sin embargo aquí no me aporta nada.

En todo caso, me ha gustado este Dragged across concrete y voy a seguir muy pendiente de la carrera de S. Craig Zahler, aunque sus películas no lleguen al circuito comercial en España.

Comparto el trailer de la película:

https://www.youtube.com/watch?v=NyjIXWXPCFo

Dragged across concrete es una estupenda película de género negro con un toque de metatextualidad con la que he conectado desde el minuto uno y que recomiendo a todos los fans del noir.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

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¡Saludos a todos!

Crítica de Orígenes Secretos de David Galán Galindo

David Galán Galindo publicó su novela Orígenes secretos en 2014, y me alegra que el estreno de su adaptación cinematográfica en Netflix haya servido para darle una segunda vida comercial, gracias a la cual descubrí su existencia y me animé a leerla.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Esta nueva edición de «Orígenes secretos» incluye también una Introducción del autor y un relato inédito que se desarrolla en el mismo universo de la novela: «Astro Bus».

En Madrid se están produciendo una serie de asesinatos crueles y extraños. Cosme y David son los policías encargados de la investigación, pero necesitarán la ayuda del entrañable friki Jorge Elías para comprender a qué se están enfrentando. Con sus ingentes conocimientos sobre el mundo de los cómics, es capaz de ver los hilos que relacionan a todos los crímenes e interpretar las pistas que el asesino va dejando. Planeta K, su tienda de cómics, se convertirá en el cuartel general donde un improbable equipo, formado por David, Jorge Elías y Patri, una policía amante del cosplay, planifica sus movimientos en busca del asesino por un Madrid más vivo y oscuro que nunca.

Pero no os preocupéis, esto es una novela negra como todas las demás. Nada de especial. O sí.

David Galán Galindo (Ávila, 1982) es director de cine y guionista de televisión. «Orígenes Secretos» es su primera novela. Una novela negra en la que no renuncia a su universo personal y su pasión por los cómics de superhéroes, y que también es su ópera prima cinematográfica con un elenco impresionante. En los últimos años ha compaginado el cine (algunos de sus cortos, como «Curvas», «Push Up», «Hostiable»… se encuentran entre los más conocidos y premiados recientemente) con su trabajo como guionista de televisión. Asimismo, ha escrito para webs y fanzines, y ha participado en dos compilaciones de temática zombi.

Reconozco que conocí la existencia de esta novela viendo el tráiler de su adaptación cinematográfica de Netflix que se estrena el 28 de agosto, y la sensación no pudo ser peor, dándome la sensación de que podía ser la enésima historia que se reía DE los frikis, no CON los frikis. La diferencia entre Big Bang Theory y Community, para entendernos. Y nada podía darme más pereza que eso.

Sin embargo, escuchar a David Galán en el podcast de Sala de Peligro dedicado a Kingdom Come me mostró a una persona que parecía super majo, con un gran conocimiento comiquero y con unos comentarios sobre el comic de Mark Waid y Alex Ross con los que me sentía muy identificado, por lo que dejé de lado mis reticencias iniciales y le dí una oportunidad a esta novela. El clásico «poner mi cartera donde pongo mis opiniones» de nuevo en acción.

Además, me ha gustado dar el salto de fe y empezar a leer la novela sin saber casi nada ni haber leído siquiera la sinopsis, de forma que todo era una sorpresa total. Cuando empecé a leer, me alegró comprobar que el rollo no iba por una comedia a costa de los superhéroes y sus fans, sino que estamos ante una historia de género negro de manual, subgénero Se7en de investigación policial de unos asesinatos rituales super complejos.

Orígenes secretos es una estupenda novela que puede gustar a todo tipo de lectores que estén conectados a la cultura popular, no sólo a los fans hardcore de los comics. De hecho, simplemente con haber visto películas de superhéroes, o en general el cine comercial americano de los últimos años puedes entender la mayoría de referencias de la novela, aunque obviamente si eres lector veterano, los comentarios sobre Grant Morrison o el Mefistazo de Spiderman, por poner sólo dos ejemplos, seguro te sacarán una sonrisa.

Hay dos cosas que me han gustado especialmente de esta novela. La primera es el ubicar en Madrid esta historia de género negro que transmite el amor por los comics de superhéroes de su autor. Suscribo completamente la idea que David Galán comenta en su introducción sobre que se echan en falta obras hechas en España que se tomen en serio el mundo de los comics y no lo utilicen únicamente como alivio cómico. Es cierto que los españoles somos cínicos por naturaleza, pero David demuestra que, como con los personajes de comic, el problema no es que los personajes sean malos, sino que autores mediocres no saben sacarles el partido que se merecen.

La otra cosa que me ha gustado es que la novela transmite el encanto de los buenos comics Marvel, en lo que incluso en medio de una historia de género negro con muertes macabras y situaciones violentas y perturbadoras, hay momentos para la sonrisa gracias a la forma en que nos muestra el ecosistema friki de Madrid. Al vivir en una ciudad pequeña, nunca tuve una librería de referencia en la que perderme o encontrar amigos que compartieran afición lectora, y en parte siento envidia a lo bien que transmite la sensación de comunidad dentro de Planeta K, la librería de Jorge, al ser algo que yo me perdí.

He conectado inmediatamente con los protagonistas David, Jorge Elías y su padre el inspector Cosme, que forman un triángulo muy obvio que sin embargo funciona perfectamente. David y Jorge son unos protagonistas de «buddy-movie» de manual, personajes antagónicos que deben aprender a trabajar juntos y que acabarán descubriendo que tienen más cosas en común de lo que pensaban en un principio. Junto a ellos, tenemos a Cosme, un policía veterano a punto de retirarse que tiene un último caso que resolver mientras intenta arreglar sus problemas familiares con su hijo Jorge y enseñar al novato detective David. Como véis, otro personaje típico que sin embargo consigue transmitirme mucha humanidad. Se me queda bastante mas floja el personaje de Patri, la policía fan del cosplay, que se me queda casi como una decoración para acentuar la sensación friki de la novela.

La novela va como un tiro y se lee en un suspiro. De hecho, casi lamento que sea tan corta, porque me hubiera gustado seguir metido en este mundo durante más tiempo. Por suerte, la edición kindle incluye como bono una historia corta «Astro Bus», ambientada varios años en el futuro, que sirve de espectacular homenaje al género y un gran final de la historia. O un hasta luego, si Galán quiere. Además, como si fuera una buena película de Marvel Studios, la novela está repleta de easter-eggs, no sólo con el uso de algunos de los comics míticos del género, sino además con las anécdotas en la tienda de comics o los nombres de varios personajes, que homenajean a algunas de las editoriales que publicaron comics en España, como Fórum, Nóvaro, Bruguera, Vid o Vértice.

Quizá el principal problema de Orígenes secretos es que una vez has entrado en el caso y te encuentras paseando por Madrid con David y Jorge Elías, aparte de las divertidas anécdotas y algún momento impactante que recuerda a comics icónicos, hay una falta total y absoluta de sorpresas. No soy los que juego a anticiparme a la historia cuando leo una novela, pero casi sin pretenderlo en seguida me di cuenta que además de Se7en, Orígenes Secretos tiene otra clarísima fuente de inspiración una película americana de 2000,  que es tan obvia que no puedo nombrarla porque sería un SPOILER del copón, y no quiero chafarle la experiencia lectora a nadie.

Otro elemento que tampoco me acaba de gustar es la figura de Jorge Elías, que representa al ¿típico? friki comiquero gordo sucio desaliñado y sin habilidades sociales. Entiendo por un lado que esto es una herramienta narrativa obvia para acrecentar sus diferencias con el «normal» David, de forma que el conflicto de personalidades sea inevitable. Por otro lado, también tengo claro que seguro que muchos frikis que pueblan las librerías de comics se ajustan a este perfil, con el que yo no me siento para nada identificado, todo sea dicho, pero creo que globalmente esta representación sirve para eternizar los estereotipos que tenemos que sufrir los aficionados a los comics. Dicho esto, también es justo reconocer que hay un gag muy bueno cuando también vemos en la novela que algunos lectores de comics tienen trabajos de éxito como registrador de la propiedad o farmacéutico, que sueldos altos que les permiten pagarse su caro vicio comiquero. igual que digo una cosa, hay que reconocer que este detalle está genial.

En todo caso, hay que reconocer también que da igual si David Galán usa elementos típicos tópicos para escribir su novela siempre que lo haga bien y funcionen dentro del mundo que ha creado, y creo que el resultado final de la novela es super positivo. Es complicado combinar bien elementos tan a priori diferentes, y David ha sabido manejarlos con soltura y habilidad, ofreciendo una lectura que me ha mantenido divertido e interesado de principio a fin.

Y como guinda, la historia extra Astro Bus es un epílogo perfecto a esta historia que me ha dejado en lo más alto gracias a la emoción que sabe transmitir.

Orígenes secretos me ha parecido super entretenida y me ha gustado probablemente más de lo que pensaba que me iba a gustar. A ver cuando se anima a escribir la segunda parte o lo que se tercie, porque ya se sabe que a un buen comic siempre le sigue su continuación.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

 

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¡Saludos a todos!

Crítica de Peaky Blinders temporada 4 (Netflix)

Vendetta. Las decisiones del pasado tienen consecuencias, como van a aprender la familia Shelby, con el carismático Tommy (Cillian Murphy) a la cabeza en la cuarta temporada de Peaky Blinders, el drama histórico de temática criminal de la BBC disponible en Netflix.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

1925. La familia Shelby se encuentra rota tras los sucesos de la pasada temporada. Y en el momento de mayor debilidad, van a tener que enfrentarse a la mayor amenaza hasta la fecha, al llegar a Birmingham Luca Changretta (Adrien Brody), miembro de la familia Changretta que ha declarado Vendetta contra la familia y no descansará hasta que todos, hombres, mujeres y niños paguen por la muerte de su padre y su hermano.

Stephen Knight, creador de la serie, vuelve a escribir los seis episodios de esta cuarta temporada, que han sido todos dirigidos por David Caffrey. La serie fue emitida originalmente en el canal BBC2 entre noviembre y diciembre de 2017. Al final de esta temporada, Knight confirmó que su intención es que Peaky Blinders tenga en total 7 temporadas, de las cuales la quinta ya se estrenó en 2019, lo que significa que, crucemos los dedos, si el COVID no lo impide, la sexta temporada se estrenará el año que viene, en 2021.

En esta cuarta temporada, volvemos a encontrarnos con los miembros de la familia Shelby, encabezados por un espectacular Cillian Murphy como Tommy. Junto a él, tenemos a Helen McCrory como la tía de Tommy, Elizabeth “Polly” Gray, Paul Anderson como Arthur Shelby, Jr., el hermano mayor de Tommy, Sophie Rundle como Ada Thorne (antes Shelby), la única hermana de la familia, Joe Cole como John Shelby, el hermano pequeño de Tommy, y Finn Cole como Michael Gray, el hijo perdido de Polly encontrado en la temporada anterior forman el núcleo duro de la familia. Junto a ellos encontramos al gran Tom Hardy como Alfred “Alfie” Solomons, el lider de una banda mafiosa judía de Camdem Town, que vuelve a mostrar todo su carisma en esta temporada

Junto a los miembros de la familia Shelby, esta cuarta temporada nos presenta al enorme Adrien Brody como Luca Changretta, miembro de la mafia siciliana que ha viajado desde Nueva york buscando venganza. Aidan Gillen (Juego de Tronos, Bohemian Rhapsofy) es Aberama Gold, jefe de un clan gitano extremadamente violento al que Tommy pedirá ayuda para enfrentarse a los Changretta. Y junto a ambos la serie presenta a Charlie Murphy como Jessie Eden, una líder sindicalista miembro del partido comunista que cree que el momento de la revolución es ahora y que ha declarado una huelga en las empresas Shelby en el peor momento.

Si tengo que decir cual es para mi el ideal de serie de televisión, Peaky Blinders se encuentra muy cerca de la perfección, al estar planteada en temporadas cortas de seis temporadas que obligan a ir directos al grano aunque sin olvidarse del desarrollo de personajes. Viendo esta serie no tengo nunca la sensación de estar viendo “minutos de la basura” tan habituales en otras serie, sin ir más lejos de Netflix, y la historia de Steven Knight siempre avanza un montón cambiando el statu-quo de los personajes respecto a cómo se encontraban al principio.

Aparte de la extraordinaria recreación histórica del Brimingham de la década de 1920, la serie cuenta con un reparto espectacular, destacando sobre todos el impresionante Cillian Murphy, que cada temporada le veo mejor y con más carisma. Tom Hardy vuelve a ofrecer varios momentos gloriosos esta temporada, en la que también sobresale un enorme Adrien Brody, que transmite un carisma y una sensación de peligro espectaculares cada vez que aparece en pantalla. Unido a esto, veo Peaky Blinders en Netflix porque me permite verla en versión original, algo que inexplicablemente no permite Prime Video, y me ha alucinado también el acento italiano que Brody imprime a su personaje.

La amenaza de la mafia italiana aporta un elemento novedoso que le sienta de maravilla a esta cuarte temporada. Ya en la pasada temporada los Shelby recordaron que no eran intocables y ahora sentirán el miedo y el dolor en sus propias carnes. Además de este tema principal, las luchas sociales que se viven en la ciudad y la amenaza del comunismo aportan un chulísimo extra que conecta con la realidad histórica que se vivía en esos momentos en Reino Unido y que hace que la vida de Tommy Shelby sea aún más interesante.

Además, visualmente la serie vuelve a contar con momentazos todos los episodios y unos giros y sorpresas que me dejaban muy loco al final de cada episodio. Como digo, he conectado espectacularmente con esta serie y no veo el momento de empezar la quinta temporada.

Comparto el trailer de esta cuarta temporada:

Peaky Blinders no deja de crecer y mantiene tras cuatro temporadas un nivel modélico que ya quisieran para si la mayoría de series de la parrilla televisiva.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

 

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Crítica de Hot Lunch Special, de Eliot Rahal y Jorge Fornés

Uno de los comics que mejores reseñas ha recibido en los últimos meses de confinamiento fue Hot Lunch Special, original mezcla de género negro con drama familiar creada por Eliot Rahal y el dibujante español Jorge Fornés, publicada en Estados Unidos en 2018 por Aftershock y que acabe de ser editada en España por Planeta Comic.

PUNTUACIÓN: 7/10

¿Les va bien la sangre a los sándwiches? La de los Khoury es la típica historia de éxito entre inmigrantes: una familia de libaneses que consigue su porción del sueño americano cuando se convierte en el mayor distribuidor de sándwiches para máquinas expendedoras de la zona norte del Medio Oeste.

Por desgracia, los Khoury han llegado adonde están con malas artes y una rama del crimen organizado irlandés de Chicago ha vuelto para recordárselo. Fidelidad, tiros… y los secretos que durante tanto tiempo había ocultado la familia salen a la luz. Ahora, Dorothy, nieta del primer Khoury que se estableció en los Estados Unidos, reunirá a su dividida estirpe para enfrentarse a los irlandeses.

Escrito por Eliot Rahal —Cult Classic, The Paybacks y Quantum & Woody—y dibujado por Jorge Fornés —Batman—.

En este volumen se incluye toda la saga de los Khoury, del número 1 al 5.

Hot Lunch Special es un drama familiar de una familia de libaneses-americanos,  los Khoury, dedicados al mundo de la restauración y cuyo éxito e intención de expandir sus negocios les pondrán en rumbo de colisión con la mafia de Chicago. En su introducción, el guionista Eliot Rahal comenta que bajo el transfondo del género negro, este comic es una historia sobre su propia familia, y cómo incluso a pesar de las diferencias y la distancia, la familia lo es todo para él.

Dentro del actual panorama comiquero dominado por los superhéroes, es siempre interesante poder leer una historia de género negro a la que no le encuentro referentes claros en el mundo del comic, algo muy importante hoy en día.

Lo primero que merece la pena resaltar es que la portada con el sandwitch con dos dedos cortados dentro sugería que podíamos estar ante una historia con un toque muy macabro y sangriento, cosa que no llega nunca, de forma que en parte creo que no es representativa del comic que vamos a leer, lo que en sí mismo veo que es un problema.

Debo indicar que globalmente creo que he sufrido un caso claro de hype excesivo que probablemente ha jugado en mi contra a la hora de disfrutar este comic. Como digo, leí varias reseñas super positivas pero intenté no enterarme nada de la trama para dejar que me sorprendiera. Y lo malo de esto es cuando la historia no cumple.

En este sentido, reconozco el intento de Eliot Rahal de crear una historia que se sienta personal construida alrededor de la gran familia Khoury, empleando tiempo en presentarnos a Michael, el patriarca de la familia, Jordan,  su hijo y responsable del negocio en el presente, y su hija Dorothy, entre otros miembros de la familia.

La historia, además de combinar el thriller con el drama familiar, cuenta con un poso de tristeza y casi de inevitabilidad ante lo difícil que es escapar del mundo criminal por mucho empeño que le pongas, lo cual es en todo caso algo super positivo.

Leí en Zona Negativa que Sergio Fernández, uno de sus articulistas, definía este comic como «Fargo sin humor negro”. Y creo que esta comparación no le hizo ningún bien al comic. Porque si, este comic entraría en la categoría de «rural-noir» en la que los Coen han triunfado una y otra vez. Y si, Hot Lunch Special no tiene nada de humor. Sin embargo, los Coen ponen especial empeño en construir unos personales carismáticos con los que empatizas instantáneamente, incluso con los paletos inútiles, de forma que te preocupas y te entretiene todo lo que les pasa. Y ese es precisamente el principal problema de este comic.

Rahal presenta a una gran familia, si, pero en ningún momento consigue que los personajes sean interesantes ante los dramas a los que se enfrentan. De hecho, hay un intento creo que muy evidente de crear una historia coral con múltiples personajes y puntos de vista, cambiando el foco de los diferentes miembros de la familia Khoury a la detective Olson de la policía que investiga la aparición de ese dedo en un sandwitch en la primera página, además del mafioso irlandés Jim Moran. Le agradezco que no adorne la historia con giros imposibles y todo se mueva dentro de lo previsible, dicho en el buen sentido, pero lo que cuente debe ser interesante, y en mi opinión, excepto por unos destellos puntuales, a la historia le falta fuerza por todos lados y los personajes me traen todos sin cuidado.

Comentaba antes en positivo que veo un punto de vista original a Eliot Rahal, pero debería aprender de los clásicos como Ed Brubaker, que consiguen que en 20 páginas conectes incluso con el peor de los criminales, algo en lo que vi a Rahal muy verde y que diría que es el principal problema de este comic. Porque sin conexión emocional o personajes carismáticos, la historia pierde la fueza que debería tener.

Eso si, el dibujo del español Jorge Fornés me parece una pasada y entiendo que DC Comics le haya contratado para dibujar Batman, porque en las historias urbanas brilla a un gran nivel. Fornés realiza un sobresaliente trabajo recreando en estas páginas las calles de Sioux Falls (Dakota del Sur), además de realizar un excelente diseño de todos los personajes, haciéndoles super reconocibles en todo momento.

Fornés realiza todo el trabajo artístico, lápiz, tinta y color, además del diseño de las icónicas portadas de esta serie, y ofrece un enorme trabajo narrativo con una páginas super detalladas con abundantes detalles y fondos que hacen que sólo por su dibujo haya merecido la pena comprar este comic. La comparación que leí en Sala de Peligro comparando a Fornés con Mazzucchelli la veo super adecuada y en mi opinión, creo que podemos estar ante uno de los grandes artistas de DC Comics de los próximos años.

Quizá la lectura de Hot Lunch Special no haya sido todo lo buena que me hubiera gustado, pero le reconozco a Rahal su intento de crear algo diferente que se sienta personal, con un dibujo de Fornés que quita el hipo y que explica completamente su actual status de super estrella en DC Comics.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

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