Crítica de Noches Oscuras: Metal de Scott Snyder, Greg Capullo y varios autores (Integral)

No soy demasiado fan de la labor que Scott Snyder ha llevado a cabo dentro del Universo DC. Pero no he dudado ni un segundo a leer el Integral de Noches Oscuras: Metal editado recientemente en España por ECC Ediciones, aprovechando un préstamo de un amigo, y me he encontrado un entretenimiento al nivel del cine de Michael Bay. Vosotros decidís si eso es bueno o malo.

PUNTUACIÓN: 5.5 / 10

¡Vinieron del Multiverso Oscuro! La Liga de la Justicia acaba de regresar a la Tierra tras haber derrotado a Mongul… pero ni Batman ni sus compañeros sospechan que Hawkgirl y los Blackhawks van a darles una noticia pésima: nos están invadiendo unas fuerzas malignas llegadas del reverso oscuro del Multiverso, incluido el malvado Batman Que Ríe. Noches oscuras: Metal reúne de nuevo al guionista Scott Snyder (La Cosa del Pantano) y al dibujante Greg Capullo (Spawn), responsables de la historia principal de esta exhaustiva recopilación que ofrece una experiencia completa en la que también participan Bryan Hitch (Liga de la Justicia), Jorge Jiménez (Superhijos) o Jim Lee (Batman: Silencio), entre otros muchos autores.

El Integral de Noches Oscuras: Metal de Scott Snyder, Greg Capullo y un porrón de autores más, es un tochal de 700 páginas editado por ECC Ediciones que recopila en un único volumen los 26 comics que compusieron este evento, que DC Comics publicó entre julio de 2017 y abril de 2018. Y su lectura me ha dejado sentimientos encontrados.

En el lado positivo, Noches Oscuras: Metal es una autentica locura en la que pasan un montón de cosas con la sensación de no saber qué va a pasar a continuación. En este mundo friki en el que parece que ya lo hemos visto todo, mola leer un comic de superhéroes en el que todo es sorpresa.

El evento está estupendamente dibujado. Sobre todo en la parte de la miniserie principal dibujada por Greg Capullo con tintas de Jonathan Glapion y color de Francisco Plascencia, el comic luce siempre de maravilla. Algunos números de las historias secundarias como es el one-shot The Wild Hunt hay que reconocer que tienen un dibujo es más flojillo, pero teniendo en cuenta la amplitud del evento construido con 26 comics, creo sinceramente que globalmente todo el mundo cumple y hay que estar satisfecho.

En el lado del guión, Scott Snyder está desatado y mete en Metal montones de elementos de la rica mitología de DC, empezando por el arco de Grant Morrison en Batman “El Regreso de Bruce Wayne” tras Final Crisis o su propio concepto de Multiverso, para darles un giro radical. Pero no es solo esto, ya que Snyder une en esta historia el 9ª Metal de Hawkman, la Roca de la Eternidad de Shazam!, la creación de Atlantis por Arion, incluso la primera aparición en el Universo DC de Daniel, la actual personificación de Sandman tras el histórico final del comic escrito por Neil Gaiman. Todo, TODO, está conectado en esta historia, creando ideas loquísimas a lo largo de este evento comiquero.

Bajo cierto punto de vista, esto es bueno. Justo el otro día comentaba en Twitter a partir de mi admiración por Daniel Warren Johnson a raiz del final de su maravillosa Wonder Woman: Dead Earth, sobre si a veces la continuidad hace que perdamos posibilidades de comics estupendos al estar los autores de Marvel o DC encorsetados por los años de historia previa. Dark Nights: Metal NO es uno de esos comics, y no parece que “continuidad” entre en el vocabulario de Snyder. Ni de sus editores, todo hay que decirlo, porque si estoy salió fue porque le dieron el visto bueno.

Otro elemento que considero positivo es que aunque estamos antes un evento 100% Batmanizado, con Bruce Wayne y sus versiones en el centro de todo, Snyder consigue que Superman y Wonder Woman tengan su importancia a lo largo de la historia reforzando la idea de la Trinidad como centro del Universo DC.

Como digo, en general Noches Oscuras: Metal es entretenido y gracias a que pude leerlo por el préstamo no me quedo con sensación de haber perdido el tiempo con este Integral que me llevó 3 noches terminarlo. Y diría que se gana de sobra el calificativo de EVENTO que cambia para siempre el Universo DC.

Ahora bien, ya entrando en lo que NO me ha gustado tras acabar de leer el Omnibus, Noches Oscuras: Metal es una locura en el mal sentido en el que TOOODO vale, llegando a niveles ridículos y sonrojantes. Da hasta cierta vergüenza que todo sea un deus-ex-machina, como la aparición de Sandman porque sí, sin más utilidad que crear una sorpresa al final de un número y llevar a Batman y Superman de un lugar a otro, sacándoles de una situación imposible, para luego desaparecer. Y todo es así.

Entiendo que el concepto principal de este evento fue presentar el Multiverso Oscuro, que sirve de tapiz que permitirá presentar todo tipo de versiones oscuras y malvadas de los principales héroes de DC. Sin embargo, resulta hasta tonto ver que TODO este Multiverso está monopolizado por BATMAN, siendo sus contrapartidas malvadas con los poderes del resto de miembros de la Justice League los que protagonicen este evento junto al Batman Que Ríe, una versión “Jokerizada” del Hombre Murciélago.

En este sentido, veo lógico por parte de DC que publiquen 7 especiales (6 para estos Batmans Oscuros + el especial del Batman Que Ríe) para explicar la historia de estos personajes, de forma que consigan cierta profundidad que nos haga verles como enemigos peligrosos que cada uno de ellos por separado podría derrotar a la Justice League. Sin embargo, aceptando que estos números dan más “empaque” al evento, al final estos números no aportan casi nada a la historia principal, con el pero añadido que luego estos personajes super poderosos acaban siendo utilizados como carne de cañón, desaprovechando el potencial que tenían.

Sin embargo, volviendo al Multiverso Oscuro, considero lamentable que Grant Morrison creara el Multiverso de 52 realidades alternativas en 2014, planteando el espacio narrativo en el que el Universo DC iba a poder expandirse y contar todo tipo de historias, para comprobar que DC no tardó ni tres años en “cargarse” esta idea de Morrison bajo la premisa que mola más ver versiones oscuras de los héroes de DC.

Si, entiendo que puede decirse que Snyder no se ha cargado nada, sino que ha ampliado lo existente creando este Universo Oscuro que existe además del Multiverso, ofreciendo 52 realidades alternativas oscuras. Pero viendo que el actual evento de DC en 2020 es Dark Nights: Death Metal, no hay duda que DC parece haber abandonado, al menos de momento, la creación de Morrison colocando por encima suyo a Snyder.

Aunque a mi no me ha afectado dado que leí este Integral gratuitamente, hay un elemento que entiendo que debió molestar bastante a los lectores que leyeran este evento mes a mes, y es el elemento sacacuartos. Por poner un ejemplo, al final del Metal 3, la Liga de la Justicia se divide en 3 equipos para buscar 3 objetos que poseen el 9th Metal clave para derrotar la amenaza del Universo Oscuro. A continuación, tenemos que leer ¡9 comics! hasta llegar al número 4. Un tercio del total del evento. Y aunque van pasando cosas y se cuentan varios orígenes de Batmans oscuros, al principio de este cuarto número se han vuelto a formar otra vez 3 equipos para volver a buscar esos mismo objetos. Excepto por la liberación de Cyborg, los números de Flash, Justice League 32 y 33 y Green Lantern de ese mes fueron totalmente prescindibles, al igual que el Batman Lost.

Quizá otro elemento que chirría de este Metal, más allá de estar leyendo una locura tras un WTF! tras un “esto acaba de pasar porque si”, es que el comic acaba siendo una enorme “Era de Apocalipsis” en el que al final no hay consecuencias y todo se devuelve al momento anterior sin (casi) consecuencias. Y no dudo que esta herramienta no es nueva y ya se ha utilizado en numerosas ocasiones dentro y fuera del Universo DC, pero la ejecución en este caso creo que deja mucho que desear.

Y ya ni entro en la continuidad y en el montón de elementos que no estoy seguro al 100% pero diría que Snyder se ha sacado de la manga rompiendo todo atisbo de coherencia dentro de DC. Entiendo que esto para el staff editorial es un hecho menor dado que el comic se ha vendido como churros. A decir verdad, si hibiera leído este Metal como un Elseworlds no diría nada, pero esto es el comic central del Universo DC de ese año, y se está cargando gran parte de la coherencia del universo DC. Aunque también hay que reconocer que DC desde 2011 editorialmente ha sido un paso para alante y dos para atrás, por lo que esto no debería sorprenderme.

Scott Snyder confirma que para mi es un vende humo. Es cierto que tiene buenas ideas y crea conceptos que son rompedores y pintan muy bien, pero su ejecución y sobre todo la conclusión nunca están a la altura de las expectativas que él mismo crea. Creo que esto es aplicable a todo lo que he leído de él en DC, excepto el Tribunal de los Buhos y los números previos de Detective Comics antes del reinicio de los Nuevos 52. Y flipo con que estas historias “buenas” escritas en 2011 y 2012 le hayan permitido “engañar” a todo el mundo durante tanto tiempo.

Una cosa es sorprender al lector. Pero no vale todo. Quedó claro que Snyder y DC no piensan así. Por cosas como esta me alegro de no seguir la actualidad mensual de DC y centrarme en los especiales y miniseries autoconclusivas que me interesan, como los comics Black Label de Wonder Woman, Batman: White Knight o Hellblazer, el DCSOS (que no oculta en ningún momento que es una Tierra alternativa) o The Batman´s Grave de Warren Ellis y Brian Hitch.

Como decía antes, dado que me lo han dejado, no me ha sabido demasiado mal leer este Noches Oscuras: Metal. Pero si hubiera pagado los 56 €urazos que cuesta este tomo, creo que hubiera terminado bastante molesto.

Al final, este Noches Oscuras: Metal ha sido como ver una película de Michael Bay. Sabes que va a ser mala, pero si te aproximas con el estado mental adecuado, los fuegos artificiales pueden llegar a entretenerte.

PUNTUACIÓN: 5.5 / 10

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Crítica de Mr. Milagro de Tom King y Mitch Gerads (DC Comics)

Llevaba unos meses alejado de la actualidad de DC Comics, publicada en España por ECC Ediciones. Gracias a un amigo pude leer recientemente el excelente El Reloj del Juicio Final de Geoff Johns y Gary Frank, y hoy comento mis impresiones de uno de los comics de DC más premiados de los últimos años: Mr. Milagro de Tom King y Mitch Gerads.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

No hay prisión que pueda detenerle ni trampa de la que no pueda escapar. Él es Scott Free, la celebridad mundial conocida como Mr. Milagro, y es el mejor escapista del mundo. Pero ¿podrá llevar a cabo el truco definitivo y escapar de la muerte? Algo ha salido terriblemente mal con la perfecta vida que Scott y su esposa Big Barda habían construido para ellos en la Tierra. Mientras la guerra devasta sus mundos natales de Apokolips y Nueva Génesis, Darkseid, el cruel padre adoptivo de Scott, parece haber encontrado por fin la Ecuación de la Antivida, el arma que le dará la victoria total. Mientras las montañas de cadáveres en ambos bandos no dejan de crecer, solo Mr. Milagro puede detener la matanza y restaurar la paz. Pero el terrible poder de la Ecuación de la Antivida podría estar ya interfiriendo en su mente, distorsionando su realidad y rompiendo la frágil felicidad que ha encontrado en la mujer que ama. ¿Es la muerte la trampa que le ha estado esperando todo este tiempo? ¿O es la vida misma? ¿Y qué precio tendrá que pagar Scott Free para conocer la respuesta?

Los ganadores del premio Eisner Tom King (Batman, Vision) y Mitch Gerads (El sheriff de Babilonia) presentan una nueva y atrevida visión de una de las mejores creaciones de Jack Kirby en Mr. Milagro: ¡impactante, profundo y sumamente original, este clásico moderno de los cómics hará que te cuestiones todo lo que creías saber sobre los superhéroes!

Mr. Milagro fue creado en 1971 por Jack Kirby y forma parte de los Nuevos Dioses y su Cuarto Mundo. Sin embargo, dentro de ser unas historias muy apreciadas por los fans del “Rey” Kirby, nunca ha contado con una regularidad en la publicación de sus comics. Esta miniserie de Mr. Milagro de 12 números fue publicada en Estados Unidos entre 2017 y 2018 y cuenta como el Volumen 4 del personaje, siendo el volumen 3 una serie de corta duración (7 números) publicada en 1996. Ya veis, hemos tenido muy poco del personaje en estos 20 años, con la única excepción de la miniserie de Grant Morrison de 2005-06 de cuatro números protagonizada por Shilo Norman, que formaba parte del experimento narrativo que fueron los 7 Soldiers.

Mr. Milagro de Tom King y Mitch Gerads ha disfrutado de un éxito de crítica y público bestial. Ya en 2018 con la serie a mitad Tom King y Mitch Gerads ganaron los Eisner a Mejor Escritor (junto a Marjorie Liu) y Mejor Artista Dibujante / Entintador. En 2019 se confirmó la aclamación universal a este comic, que acabó ganando los Eisner a Mejor Serie Limitada, Mejor Escritor (ahora ya sí King en solitario) y Mejor Artista Dibujante / Entintador.

King y Gerads empezaron una más que fructífera colaboración en 2015 con su primera serie Sheriff of Babylon, publicada en el sello Vertigo. Tras algunos números sueltos en el Batman de King, Mr. Milagro ha significado su consagración en el medio. Actualmente, King y Gerads están publicando su nueva serie Strange Adventures, en la que han cogido a otro personaje poco conocido o utilizado como es Adam Strange, un aventurero de la Tierra que se ve transportado al mítico mundo de Rann por un rayo Zeta de teletransportación, como centro de su mirada personal.

Tras esta primera parte en el que confirmo el éxito creativo sin paliativos que este Mr. Milagro ha supuesto para Tom King y Mitch Gerads, una vez he leído los 12 números de un tirón lamentablemente debo decir que este comic NO es para mi.

Al final, todo Mr. Milagro gira en torno a la metáfora de un adulto que debe madurar, abandonar las aventuras de juventud y asumir lo que significa la paternidad (y el matrimonio). El mensaje, aunque ambiguamente presentado, está para mi muy claro a lo largo de la serie, y tras la lectura he encontrado un enorme desequilibrio entre el envoltorio y el contenido.

En este sentido, debo indicar que no he conectado nada en absoluto con la historia de King, pero tampoco con el dibujo feísta de Gerads, que ejerce de artista completo aplicando también el color. Además de la metáfora sobre las obligaciones de la paternidad, hay otra metáfora para mi muy clara en el uso repetitivo de una estructura de página de 9 viñetas, unido al uso de múltiples viñetas idénticas: Tras las aventuras de la juventud, los adultos debemos asumir que la vida, sobre todo a partir de tener hijos, se vuelve monótona y repetitiva.

Gerads emplea sus conocimientos en diseño gráfico para plantear dos mundos en constante contraste, el mundo “real” en la Tierra en el que los tonos azulados y grisáceos dominan, y el mundo de Apokolips en el que el rojo es protagonista. Esto hace que cuando en varios momentos la historia mezcla la gama cromática plantea la duda de si Scott Free está viviendo esto en realidad, o si se encuentra preso de una prisión del pensamiento imposible de superar. Unido a esto, aunque en general Gerads hace un trabajo estupendo en lo referido a las expresiones faciales, sus páginas tienen cero narrativa y con unas figuras decepcionantes que no transmiten el movimiento que deberían.

¿Está Scott en el cielo, en el infierno o el mundo real es una mezcla de todo? ¿Acaso importa si Scott es feliz? El final ambiguo de la historia de King hace que todas las interpretaciones sean posibles, lo cual también en parte me parece tramposo por su parte, como si supiera que no dar respuestas fuera una solución “AUTORAL” que le iba a asegurar los premios y el reconocimiento. Como lector me gusta cuando una obra desafía mi percepción y mis ideas preconcebidas, pero no que me alarguen una idea que no daba para tanto gracias a un continente bastante vacío en mi opinión.

E igual que digo esto, hay momentos de gloria que brillan a gran altura, como en el número 9 en el que Scott alterna su vida de guerrero contra Darkseid con los momentos en los que disfruta en su casa de la paternidad con su hija recién nacida, que me llegaron porque me hicieron recordar lo que sentía siendo padre primerizo al volver a trabajar tras finalizar la baja de paternidad, en el que sólo pensaba en llegar a casa para estar con mi hijo. La situación en que se encuentra Scott Free es una que todos los padres / madres nos hemos encontrado, y consiguió que me identificara completamente.

Por cierto, lo que si me han encantado son las portadas de Nick Derington para esta serie, al igual que las portadas alternativas del propio Gerads, que congelan momentos de gran iconicidad y que las hacían destacar respecto a otros comics de DC que se publicaban en ese momento.

Se que mi opinión sobre Mr. Milagro se encuentra completamente en minoría, pero incluso sin acabar de gustarme como me cuentan King y Gerads esta historia, me parece perfecto que se hagan comics diferentes que se salgan de la zona de confort superheróica. Este es el detalle clave por el que creo que no pasa nada si no he conseguido conectar con este Mr. Milagro, creo que cuanta más variedad se publique, más lectores de todo tipo se acercarán al mundo del comic, lo cual siempre será bueno para la industria en su conjunto.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de Vengadores 21, Iron Man 2020 4 y Conan: La guerra de la Serpiente 3 (Marvel Comics)

Termino mi repaso de los comics Marvel publicados por Panini este mes de Octubre de mi lista de la compra, con este artículo con las críticas de las tres últimas colecciones, Vengadores, Iron Man 2020 y Conan: La guerra de la Serpiente.

VENGADORES 21 de Jason Aaron, Javier Garrón, Jim Zub, Carlos Magno

Cruce con Imperio. Mientras se desarrolla “La Era de Khonshu”, la crisis galáctica obliga al Capitán América a desplegar sus fuerzas por todo el mundo. En la Tierra Salvaje, los Agentes de Wakanda podrían cambiar el curso del conflicto.

Este número incluye los números Avengers 34 y Empyre: The Avengers 1 USA.

Este número de Vengadores ejemplifica los problemas que un universo compartido puede ocasionar en un comic mensual. Por un lado, es de agradecer que Marvel haya permitido a Jason Aaron continuar a su aire y seguir contando su «Era de Khonshu», dejando en una miniserie aparte su conexión con Imperio. Sin embargo, esto provoca que en la edición española de Panini leamos de forma simultánea dos sucesos cataclísmicos que afectan a todo el planeta uno detrás del otro sin explicación de la cronología ni como una cosa afecta a la otra, si es que llega a hacerlo que parece que no.

Y hay que reconocer que mantener una cronología coherente es complicado, como también puede verse en la figura de Tony Stark, que en su serie se ha visto reemplazado por Arno Stark como Iron Man 2020 y al frente de empresas Stark, mientras que en este comic seguimos viéndole sin más problema junto al resto de miembros de los Vengadores.

Una vez comentados estos pequeños glitchs en el sistema y entendiendo que ambas historias están publicadas juntas en la misma grapa de Panini pero van completamente a su aire, la verdad es que ambas historias son super entretenidas y cumplen de sobra su objetivo de entretenimiento. Javier Garrón se sale en el arco del Caballero Luna y ofrece páginas super dinámicas con puntos de cámara originales, confirmando que estamos ante el siguiente artista español super estrella de Marvel.

En el tie-in de Imperio, Jim Zub escribe como siempre un guión competente centrado en mostrar como diferentes grupos de Vengadores se enfrentan por todo el mundo a la amenaza de los Cotati, con un dibujo de Carlos Magno que me ha sorprendido para bien.

En resumen, estos Vengadores siguen apostando fuerte por las amenazas más grandes que la vida, y el entretenimiento es consistente y genial.

PUNTUACIÓN: 7/10

IRON MAN 2020 4 Christos Gage, Dan Slott y Pete Woods

Sí, esa cosa horrible sucedió en el número anterior. Lo sabemos. No mola. Pero te lo vamos a compensar ahora. ¿Ese personaje que te gustaba hace tanto tiempo? ¿Ese al que creías muerto? ¡Sorpresa! Está de vuelta. ¿Cómo es posible? Si quieres la respuesta, lee este tebeo, saco de carne.

Ya hemos cruzado el ecuador de esta miniserie, y tras el shock del final del número pasado, en esta cuarta parte empieza a aclararse todo de cara al climax de la serie que veremos en apenas un par de meses. Dado que estamos ante una historia planificada con comienzo y final, todos los lectores que hayamos llegado hasta aquí sin duda vamos a llegar hasta el final, por lo que este número de transición se entiende como imprescindible narrativamente.

Pete Woods al dibujo asegura una consistencia artística total para esta serie y es genial poder leer (hasta ahora) todos los números dibujados por el mismo artista. Dicho esto, no se si estoy un poco pejiguero o qué, pero vi este comic un poco menos acertado que en meses anteriores, quizá un poco más apresurado.

La buena noticia es que este Iron Man 2020 me está gustando, aunque sin enamorarme. Y tengo ganas de ver cómo termina la historia. La mala (Para Panini) es que va a empezar la publicación el mes que viene de los fill-ins de esta serie en dos volúmenes, y ya adelanto que no ma llaman nada y no voy a comprarlos. Teniendo en cuenta que la “obligación” de todo comic es que quieras comprar el siguiente y, si se puede, los otros relacionados, entiendo que al menos en este segundo aspecto el comic de Dan Slott y Christos Gage no me ha conseguido enganchar lo suficiente.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

CONAN: LA GUERRA DE LA SERPIENTE 3 (de 3) de Jim Zub, Vanesa Del Rey e Ig Guara

¡Último número! Agnes, Kane y el Caballero Luna se unen a Conan en la Era Hyboria para el enfrentamiento final contra Set y… ¿Khonshu? James Allison les ha reunido, ¿el Dios de la Luna los separará? La conclusión de una saga que tendrá ramificaciones futuras.

Cuatro números USA, cuatro dibujantes diferentes. Ig Guara se encarga de cerrar la historia de Jim Zub, en la que ha sido un comic super decepcionante que muestra la peor cara de las editoriales mainstream que piensan (no sin razón) que los lectores nos vamos a tragar lo que nos echen siempre que el protagonista de la portada sea popular.

Jim Zub ha cumplido con oficio escribiendo esta historia que se ha movido en todo momento por los tópicos esperables del género del “crossover”: Presentación de los héroes, enfrentamiento inicial al confundirse con enemigos, misiones por separado, unión de todos justo a tiempo para el climax final. Con un último añadido, dejar la historia lo suficientemente abierta para poder publicar una continuación.

Lo mejor que puedo decir de Zub, además del indudable cariño que muestra hacia los personajes creados por Robert E. Howard, es que tiene oficio. Pero sin más. Esta Guerra de la Serpiente me ha parecido correcta y funcional, pero no cumple el mínimo exigible de hacer que quiera comprar la siguiente miniserie. Y lo que es peor, hace que me quede mosqueado y vaya a mirar muy mucho antes de volver a comprar otra serie de Conan en el futuro.

PUNTUACIÓN: 5/10

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Crítica de Plunge de Joe Hill, Stuart Immonen y Dave Stewart

Hace unos meses comenté el primer número de Plunge, el comic estrella del sello de terror Hill House Comics de DC Comics realizada por el equipo super estrella de Joe Hill, Stuart Immonen y Dave Stewart. Y la lectura completa de esta serie ha confirmado mis sensaciones iniciales, que quiero compartir en la crítica de hoy.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

A raíz de un devastador tsunami, un barco de exploración conocido como Derleth comienza a enviar una señal de socorro automatizada desde un atolón remoto en el estrecho de Bering. El único problema es que Derleth ha estado desaparecido durante 40 años. La bióloga marina Moriah Lamb se une al equipo de Carpenter Salvage para recuperar a los muertos de Derleth … solo para descubrir que en esta parte remota del Círculo Polar Ártico los muertos tienen mucho que decir a los vivos … Empieza el terror de Joe Hill y Stuart Immonen. ¡aquí!

Plunge (Inmersión en castellano) entra de lleno la serie B para presentar una historia de aventuras con toques de terror ambientada en la profundidades del océano y en un espacio cerrado del que es imposible de escapar. La historia de Joe Hill cubre todo lo esperable de una historia de este tipo y este comic casi parece un storyboard para su adaptación a la gran pantalla. Y es que aparte de algún giro impactante y alguna sorpresa, todo es tan correcto y familiar que en muchos momentos tenía la sensación que este comic ya lo había leído. Quizá por eso el conjunto decepciona un poco, no sólo porque esperaba más sino porque no vi elementos verdaderamente novedosos aparte del propio hecho de publicar un comic de una historia que en condiciones normales hubiera acabado siendo un guión del próximo blockbuster palomitero.

Plunge tiene la enorme ventaja de tener a dos maestros del comic en el apartado artístico, el dibujante Stuart Immonen (Empress, Nextwave, Amazing Spiderman, New X-Men, Fear Itself, Superman, Final Night) y el colorista Dave Stewart (Hellboy, The Umbrella Academy, DC: The New Frontier, Catwoman: When in Rome, Silver Surfer: Black, Gideon Falls). Ambos artistas han demostrado ser unos autenticos todoterrenos capaces de brillar en todo tipo de historias, y en Plunge su principal objetivo es contar la historia de la forma más clara posible. Cosa que hacen de forma notable en todo momento.

Plunge es el ejemplo perfecto de comic correcto cuyo apartado artístico lo eleva a un peldaño superior. En manos menos expertas que Immonem y Stewart la historia de Hill de hubiera quedado en funcional sin más, gracias al dibujo le pongo un notable. En todo caso, sí debo decir que globalmente este comic de lee de maravilla y ofrece el entretenimiento que prometía. Lo cual, tampoco es poca cosa hoy en día.

Plunge prometía más teniendo en cuenta los profesiones implicados, y aunque me ha resultado super entretenido, el comic de Joe Hill no acaba de ofrecer elementos realmente originales.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Dado que este comic aún no ha sido editado en España, ¿tenéis ganas de leerlo? ¿O quizá habéis comprado como yo la edición americana? Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

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Crítica de El juicio de los 7 de Chicago de Aaron Sorkin (Netflix)

El Aaron Sorkin más reivindicativo vuelve a las pantallas gracias a Netflix, que acaba de estrenar su drama inspirado en hechos reales El juicio de los 7 de Chicago, que se va directa a las nominaciones de los Oscars. Ya adelanto que la crítica va a ser muy positiva.

PUNTUACIÓN: 8/10

En 1969 se celebró uno de los juicios más mediáticos de la Historia de Estados Unidos, en el que siete individuos fueron juzgados tras ser acusados de conspirar en contra de la seguridad nacional. Este hecho traería una serie de conflictos sociales (manifestaciones, movimientos ciudadanos) que pasarían a la posteridad en una época de grandes cambios en todos los niveles del pueblo norteamericano. (FILMAFFINITY)

Aaron Sorkin (La red Social, Molly´s Game, El ala oeste de la Casa Blanca) comenta que empezó a trabajar en una historia basada en los disturbios de Chicago de 1968 en 2006, a petición de Steven Spielberg. A lo largo de los años, una huelga de guionistas, problemas de agenda y presupuestarios que obligaron a abandonar a Spielberg la dirección fueron retrasando este proyecto, hasta que Paramount dio luz verde a la producción en 2018 ya con Sorkin dirigiendo su propio guión, que fue rodado durante 2019 en localizaciones de Chicago y Nueva Jersey.

Aunque esta película sobre El juicio de los 7 de Chicago tenía todas las papeletas para encabezar las nominaciones para los Oscars es esta año debido a la naturaleza social y política de la historia, la pandemia del COVID paralizó su estreno en salas comerciales, por lo que finalmente Paramount decidió vender a Netflix los derechos de distribución de la película, para que pudiera ser estrenada a nivel mundial. Para Paramount, esta venta significó un control de daños, dado que vendió por 55 millones una película que le había costado 35 de producir, consiguiendo un importante beneficio dadas las circunstancias.

Sorkin a la hora de plantear cómo contar los disturbios que tuvieron lugar en Chicago de 1968 durante la celebración en la ciudad de la convención Demócrata, planteó desde el principio el enfoque del drama judicial que mostrara gota a gota lo que había sucedido, con el añadido de dar la máxima relevancia al desastroso juicio que puso en riesgo las libertades civiles en los Estados Unidos.

La película de 130 minutos es un prodigio de síntesis tratándose de un tema complejo como este, que muestra gran parte de los problemas estructurales de la sociedad americana de esa época: El racismo de la sociedad puesta en marcha desde las estructuras del estado, el rechazo a la Guerra de Vietnam, el auge de los movimientos sociales y la lucha que las estructuras políticas levantaron contra estos movimientos.

La película cuenta con fotografía de Phedon Papamichael, montaje de Alan Baumgarten y música de Daniel Pemberton que nos traslada perfectamente a estos convulsos años 60.

El otro gran valor de la película es su increíble reparto coral, en el que destacan Mark Rylance como el abogado defensor William Kunstler, Joseph Gordon-Levitt como el fiscal Richard Schultz, Eddie Redmayne y Sacha Baron Cohen como los activistas Tom Hayden y Abbie Hoffman, y Yahya Abdul-Mateen II como el líder de los Panteras Negras Bobby Seale, involucrado en el juicio por motivos raciales cuando no tuvo nada que ver en los hechos.

Junto a estos actores, quiero destacar al siempre competente Frank Langella como el Juez Julius Hoffman que juzgó el caso y, aunque tiene un pequeñísimo papel, es una pasada ver a Michael Keaton como el antiguo Fiscal General del Estado Ramsey Clark.

Entrando ya en materia, si Aaron Sorkin quería transmitir con el El juicio de los 7 de Chicago la idea que cuando el Gobierno deja de trabajar por los ciudadanos, los hombres libres están en su derecho y casi hasta en la obligación moral de enfrentarse a la injusticia, la película es un éxito brutal. Algo claramente trasladable al mundo real y a la presidencia de Donald Trump.

La película, como toda buena obra política que se precie, arranca poniéndonos en situación mostrando los principales hechos que afectaron a los Estados Unidos durante los años 60 tras el asesinato de John F. Kennedy en 1963. La decisión del presidente Lyndon B. Johnson de ampliar el reclutamiento de jóvenes para ir a luchar en Vietnam, llegando a enviar a zonas de combate a más de 30.000 soldados al mes. También la lucha de Martin Luther King y su posterior asesinato en 1968, así como el asesinato de Bobby Kennedy cuando se postulaba a candidato demócrata a Presidente de los Estados Unidos también en 1968. Todo ello muestra unos Estados Unidos que eran un polvorín social a punto de estallar. Y estalló ese verano de 1968 en Chicago por culpa de una actuación criminal por parte de la policia y la guardia nacional contra los manifestantes que protestaban pacíficamente.

Más allá de los hechos y la brutalidad policial, la película impacta por la forma en que los poderes públicos aplastan los derechos civiles de los ciudadanos encausados para servir de chivos expiatorios ante unos hechos gravísimos que fueron provocados por la policía y un alcalde que tomó todas las decisiones equivocadas que podía tomar. El papel del juez Hoffman nos muestra además lo fácil que era (¿es?) para el gobierno y los jueces amigos aplastar a la gente corriente, lo que hace que me hiele la sangre. Unido a esto, el racismo en el gobierno americano reflejado en todo lo que le pasa al líder de los Panteras Negras Bobby Seale en la película es buena muestra de ello.

Este es quizá el único punto débil de esta historia. Sorkin nos cuenta al final de la película que aún hoy la labor del juez Hoffman en este juicio se estudia en las facultades de derecho como ejemplo de persona no preparada para el cargo y de actuaciones arbitrarias rayando lo ilegal. No se hasta qué punto lo que nos cuentan pasó realmente, pero si todo lo que muestran es así, ¡madre mía de mi vida! Frank Langella creo que hace un gran papel, pero la historia le obliga a interpretar a un anciano tan desequilibrado que en parte no llego a creerme que algo así llegara a pasar en la vida real.

Que Sacha Baron Cohen se sale en la película no es noticia, hace años que me gusta más su faceta dramática frente a la locura de sus Borat y similares. Junto a él, la calidad de Mark Rylance es otro elemento clave de la película, y hace que cada escena suya brille de forma espectacular. En general todo el reparto está super bien, y encuentro super interesante el contraste entre el “happy flower” interpretado por Baron Cohen con el serio estudiante universitario interpretado por Eddie Redmayne. Su personaje tiene un aire prepotente que no se si es fruto de una buena actuación de Redmayne o que él es así es la vida real, pero trasmite de maravilla la “superioridad moral” de los universitarios.

Sorkin entrega un guión super sólido, lo cual no es noticia. Me parece super curioso comprobar cómo los mejores diálogos de Sorkin no están durante la celebración del juicio, sino en las disputas dialécticas de los acusados entre si. Y en este sentido, dentro que los 130 minutos pasan en un suspiro, me ha gustado más la labor del Sorkin escritor frente al director que tiene que trasladar a imágenes la palabra escrita.

El juicio de los 7 de Chicago me parece una película notable que saca la vena más política y reivindicativa de Sorkin, apoyado por el (nada) sorprendente resultado del juicio en la vida real, que significó un escándalo más sumado a unos hechos terribles de por si.

Comparto el trailer de la película:

El juicio de los 7 de Chicago es un éxito total para Aaron Sorkin que gracias a su estreno en Netflix va a conseguir una difusión extraordinaria en estas semanas previas a la celebración de las elecciones en los Estados Unidos.

PUNTUACIÓN: 8/10

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