Crítica de Herejes de Dune de Frank Herbert (Dune 5)

El año pasado empecé la relectura de las 6 novelas de Dune de Frank Herbert, y reconozco que terminé un poco saturado, por lo que paré tras Dios Emperador Dune, la cuarta novela. Retomo la lectura con Herejes de Dune, la quinta novela de la serie publicada en 1984.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Herejes de Dune es la quinta novela de la serie «Dune» de Frank Herbert, considerada la cumbre de la ciencia ficción contemporánea.

Esta quinta entrega de la serie prosigue con las aventuras de la estirpe de los Atreides en el fascinante planeta de arena. Nos hallamos en el futuro respecto a la acción de Dios emperador de Dune.

La expansión galáctica que siguió a la muerte de Leto ha terminado. Todos regresan al planeta madre, convertido de nuevo en el mundo inhóspito y seco de sus orígenes. El delicado equilibro entre las antiguas fuerzas está a punto de romperse. En este marco aparece un nuevo personaje: Sheeana, una chica que tiene el poder de invocar, controlar y conducir a Shaihulud, el gigantesco gusano de arena…

Frank Patrick Herbert nació en Tacoma, Washington (1920). Antes de comenzar a escribir ciencia ficción, tuvo varias profesiones, desde fotógrafo y cámara de televisión a pescador de ostras. En 1965 presenta la serie de libros «Las crónicas de Dune», con gran éxito de la crítica y del público, donde describe un mundo imaginario con su propia política, ecología y estructura social. La primera obra de la saga, Dune, tuvo un grandísimo éxito por parte del público y de la crítica y obtuvo los premios Nébula y Hugo, además del Premio Internacional de Fantasía, que compartió con El señor de las moscas de William Golding. Falleció en el 11 de febrero de 1986.

Aunque inicialmente Herbert había dado por finalizada la serie tras Hijos de Dune en 1976, la “presión” a manos de los editores, y el innegable interés por seguir cobrando unos cheques importantes, le hizo cambiar de idea. Y hay que reconocer que la publicación de las siguientes novelas significaron un nuevo éxito de crítica y de ventas para Herbert, estas se quedaron muy alejadas de la brillantez de su primera novela. Dios Emperador de Dune (1981), Herejes de Dune (1984) y Casa Capitular Dune (1985) completaron la serie, antes del fallecimiento de Herbert en 1986.

Herejes de Dune tiene lugar miles de años después de los sucesos narrados en Dios Emperador de Dune, novela en la que asistimos a la desaparición de  Leto Atreides II, el Tirano que controló el Universo durante milenios. Su muerte provocó la Dispersión que aseguraba la supervivencia de la raza humana mientras se expandía por la galaxia y, lo que es igual de importante, la posibilidad de crear una variedad que rompiera con el estancamiento genético que amenazaba a la humanidad.

Situar la novela tan alejada de los sucesos de la anterior novela es una ventaja, ya que tienes tabula rasa para plantear la historia que quiera el autor, pero también tiene el problema de tener que explicar de alguna manera la nueva realidad de la galaxia. Y la forma que tiene Herbert para hacerlo es utilizar a la Bene Gesserit para que sea nuestros ojos y oídos, contando con la familiaridad que tenemos los lectores de esta hermandad dedicada durante milenios a controlar las líneas genéticas para buscar al humano perfecto. Sin embargo, Herbert NO se para a explicar la sociedad, sino que nos pide un esfuerzo al lector al meternos de lleno en la nueva situación, teniendo que estar atento a los diálogos de los personajes que dan cierto contexto, desde luego no completo ni satisfactorio, a la geo-política de la galaxia, que es contada a cuentagotas.

Como en otras obras de Herbert, tenemos un protagonismo coral mientras seguimos en cada capítulo los viajes de varios personajes. En Gammu, antiguo Giedi Prime hogar de los Harkonnen, el Mentat Miles Teg intentará mantener con vida a un nuevo Ghola de Duncan Idaho, al que varias facciones quieren eliminar. La Imprimadora Lucilla de las Bene Gesserit busca no sólo despertar sus recuerdos de vidas pasadas, sino utilizar sus habilidades sexuales para controlarle y convertirse en un peón bajo el control de su hermandad.

En Rakis, antigua Arrakis, la aparición de la joven Sheeana que parece poder controlar a los gusanos de arena pone en marcha una lucha por el control del planeta. La Madre Superior Taraza de la Bene Gesserit manda a la Reverenda Madre Darwi Odrare a Rakis para que instruya a la joven en las enseñanzas de la hermandad, antes del inevitable enfretamiento contras las nuevas Reverendas Matres llegadas de la Dispersión con planes para controlar la galaxia o destruirla en el intento, y la Bene Teilax con sus eternos planes en la sombra.

Herbert consigue que la novela sea más interesante que Dios Emperador Dune, que reconozco que en algunos momentos se me hizo bola con sus interminables diálogos expositivos, y seguir los pasos de tantos personajes en localizaciones diversas ayuda a que la lectura sea más amena. Pero al mismo tiempo, durante gran parte de la lectura de sus 560 páginas hubo varios momentos en que notaba que había demasiado presentación de la nueva situación y bastante poco desarrollo y casi nulo desenlace. Y esto es así ya que luego recordé que Herbert escribió esta novela y su continuación Casa Capitular Dune casi al mismo tiempo, y unidas forman una historia completa. En las últimas 40 páginas de Herejes de Dune es cuando Herbert me sorprendió cuando nos muestra de qué va realmente la novela y qué situación busca plantear de cara a la siguiente novela.

La novela cuenta casi en primera persona lo que viven los diferentes personajes en cada momento. Esto hace que excepto por la aparición puntual del Maestro Walf de la Bene Teilax, a la historia le falta una verdadera sensación de amenaza, al no acabar de mostrar de forma convincente el peligro que suponen las nuevas Reverendas Matres, algo que, de nuevo, no veremos hasta prácticamente las últimas 40 páginas de novela. Pero, incluso en estos momentos, me pareció interesante que para Herbert el verdadero problema, el verdadero enemigo, no es una facción u otra, sino el estancamiento, la burocratización de la sociedad que la impide ir más allá y conseguir los logros a los que está destinado a llegar. Romper este círculo vicioso será tan importante o más que luchar contra las Matres.

También me sorprendió que frente a los teóricos protagonistas, los jóvenes Sheeana y Duncan Idaho, la novela está construida sobre los hombros del Mentat Miles Teg , la Bene Gesserit Odrare y la Madre Superiora Taraza. Y me han parecido unos personajes interesantes y complejos pero quizá demasiado «resabidos», casi pareciendo que están siempre tres metros por delante del resto por su extrema inteligencia y análisis certeros sobre los cambios que se están produciendo a su alrededor.

Herejes de Dune es café para muy cafeteros. Algo obvio teniendo en cuenta que estamos hablando de la quinta novela de una serie de ciencia ficción mítica. Si has llegado hasta aquí y sobreviviste a Dios Emperador de Dune, no hay duda que esta novela la vas a disfrutar y, como yo, tras leerla obligatoriamente querrás leer el final de la historia en Casa Capitular Dune. En unos días os daré también mis impresiones de esa novela, la última de Herbert antes de su fallecimiento.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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¡Un saludo a todos!

Spectre de Sam Mendes (2015), Cuarta película de Daniel Craig como James Bond

Tras el éxito de Skyfall, la película más taquillera de la historia de la franquicia de James Bond, Sam Mendes repitió en la dirección de Spectre, cuarta película de Daniel Craig como el agente 007. Por desgracia, los resultados fueron mucho menos acertados.

PUNTUACIÓN: 5/10

James Bond recibe un críptico mensaje del pasado que le confía una misión secreta que lo lleva a México D.F. y a Roma, donde conoce a Lucía Sciarra, la hermosa viuda de un infame criminal. Bond se infiltra en una reunión secreta y descubre la existencia de una siniestra organización conocida como SPECTRE. Mientras tanto, en Londres, el nuevo director del Centro para la Seguridad Nacional cuestiona las acciones de Bond y pone en duda la importancia del MI6, encabezado por M. De modo encubierto Bond recluta a dos colaboradores para que le ayuden a encontrar a Madeleine Swann, la hija de su gran enemigo, el Sr. White, pues quizá tenga la clave para desentrañar el misterio de SPECTRE. A medida que Bond avanza en su investigación, descubre una estremecedora conexión entre él y el enemigo que busca. (FILMAFFINITY)

Mientras contaban los millones de dólares que ganaron con Skyfall, Michael G. Wilson y Barbara Broccoli, los productores de la franquicia de Bond, debieron pensar que lo que no estaba roto no era necesario cambiarse y optaron con buen criterio por volver a contratar a Sam Mendes en la dirección.

Tampoco hubo cambios en los guionistas, repitiendo también John Logan, Neal Purvis y Robert Wade, a los que se les unió durante la producción Jez Butterworth , además de que según se cuenta, Mendes y Craig también modificaron el guión durante el rodaje, una escritura no acreditada. Si hubo cambios en la dirección de fotografía, ya que para Spectre Mendes optó por colaborar con el también veterano Hoyte van Hoytema (Dunkerque, TENET, Déjame entrar, Interstellar. Junto a ellos, encontramos en Spectre el montaje de Lee Smith y la música del habitual Thomas Newman, con un tema para la película cantado por Sam Smith.

Spectre es la vigesimocuarta película dentro de la franquicia de James Bond. La película de 148 minutos contó con un presupuesto de 250 millones de dólares. Con una recaudación de 880 millones en todo el mundo, mantuvo la senda de los beneficios para los productores, pero se quedó muy lejos del éxito que supuso Skyfall y sus 1100 millones. Además, frente a la aclamación de la crítica de Skyfall, Spectre recibió numerosos palos, siendo unánimente considerada como un paso atrás.

Para Spectre tenemos por supuesto a Daniel Craig como James Bond, Ben Whishaw como Q, Naomie Harris como Eve Moneypenny, Ralph Fiennes como Gareth Mallory, jefe del MI6 y superior de Bond y Rory Kinnear como Bill Tanner, Jefe de Estado Mayor del MI6 y subordinado de M, Jesper Christensen como Mr. White, el miembro de Quantum al que conocimos en Casino Royale. Además, la sorpresa la tuvimos al encontrarnos como un cameo a modo de despedida de Judy Dench como M, en el que pone en marcha los acontecimientos que sucederán en la película.

Las nuevas incorporaciones de Spectre al mundo de Bond son Christoph Waltz como Ernst Stavro Blofeld, el lider supremo de la organización criminal Spectre. Blofeld es la recuperación de un villano clásico de la franquicia de Bond, y sirve de alguna manera de actualización y homenaje de dichas películas. Léa Seydoux interpreta a la Dra. Madeleine Swann, la hija de Mr. White que se convertirá en el interés romántico de Bond. Dave Bautista es Mr. Hinx, un asesino y miembro de alto rango de SPECTRE, Andrew Scott es Max Denbigh, un miembro del gobierno británico y Jefe del Centro de Seguridad Nacional, Alessandro Cremona es Marco Sciarra, un miembro de alto rango de Spectre y Monica Bellucci interpreta a su esposa Lucia Sciarra.

Empezando por los elementos positivos, la película cuenta con un arranque impresionante gracias a un enorme plano secuencia rodado en Ciudad de México que es una virguería y nos dejó a todos con la boca abierta. También la persecución en coche por el centro de Roma está super bien rodada y confirma que como siempre, las películas de Bond lucen increíbles en pantalla grande. Spectre cuenta además con localizaciones en Austria y Marruecos, además de en varias localizaciones de Londres y en los estudios Pinewood.

Frente a Skyfall que fue una historia totalmente autónoma y autoconclusiva, Mendes y los productores plantearon Spectre para que conectara de forma impactante toda la franquicia, aprovechando los planes de hacer que Blofeld, el gran villano de 007, fuera el antogonista de esta película. De hecho, la producción jugó con acierto al despiste al nombrar alindicar que Christoph Waltz interpraba a Franz Oberhauser, un personaje del pasado de James que volvía a su mundo, cosa cierta por otro lado. La realización que Oberhauser, al que se creía muerto se cambió el nombre y pasó a utilizar el apellido Blofeld de su madre, es una de las muchas sorpresas de la película.

La película intenta dar más importancia a los personajes secundarios al plantear dos líneas argumentales en paralelo, por un lado Bond intentando encontrar a Spectre y por otro a M y Moneypenny enfrentados en Londres al cierre del MI6 decretado por el nuevo Jefe del Centro de Seguridad Nacional Max Denbigh, lo que rompe ligeramente la narrativa a la que estamos acostumbrados en las películas de Bond. Globalmente, Spectre es un correcto entretenimiento que se puede ver y sigue luciendo estupenda ahora que volví a verla 6 años más tarde.

Sin embargo, a pesar que como digo la primera hora es super entretenida, Spectre cae en barrena a partir de ahí y sufre de una última hora realmente insufrible, algo que ya les pasó a Quantum of Solace y Skyfall. Que pase una vez puede ser casualidad, dos mala suerte, pero en tres películas seguidas, es una tendencia indudable, que muestran a unos productores y director que no saben cerrar bien sus historias.

Tenemos por un lado el tema de las dos líneas argumentales. Por el lado de M, está tan claro desde el primer fotograma que Denbigh es miembro de Spectre que casi podrían haberse ahorrado todo el arco para que la duración no se alargara tanto, ya que las dos horas y media se hacen super largas. El hecho que el final de Denbigh sea tan penoso y anticlimático tampoco ayuda a que la sensación sea mejor.

Y por el lado de Bond… Tras los momentos de debilidad de 007 mostrados en Skyfall que fueron lo más interesante del personaje desde Casino Royale, aquí volvemos a una versión de Daniel Craig que vuelve a ser el puto amo, con una interpretación en plan témpano de hielo impasible. Junto a esto, un problema gravísimo de Spectre que no entiendo el director o directora de casting no viera ANTES de empezar el rodaje, es que Craig tiene una nula química con Léa Seydoux, que se supone es su interés romántico. O Seydoux no tiene química con Craig, como queramos decirlo. Puede que sea por la diferencia de edad, Craig en 2015 tenía 47 años mientras que Seydoux sólo 30, y posiblemente sea demasiada y no ayuda a que nos creamos que esta bella profesional no soporte a Bond y al momento siguiente se lance a sus brazos. Es una sensación subjetiva, pero aunque Craig tampoco es que sea mucho más expresivo, su escena con Monica Beluchi me parece que está mejor y es más creíble que todo lo que tenga que ver con Craig y Seydoux. Lamentablemente, la sensación que dan cuando están juntos es que no se soportan y sus escenas apasionadas en el tren no funcionan en absoluto. Y si la relación romántica no funciona, la historia queda coja.

A esto hay que sumarle el tremendo fail que es el personaje de Ernst Stavro Blofeld interpretado por Christoph Waltz, que es otra losa que sufre la película. De alguna manera, el matiz que aporta Waltz como si Blofeld fuera un amigo de toda la vida puede enlazar con el hecho que él y Bond se conocieron de niños, algo que resulta por otro lado una ridiculez, pero convierte a este villano en un chiste en lugar de la peligrosa mente maestra de Spectre. De hecho, la obsesión equivocada de hacer que todo esté conectado rompe completamente la suspensión de credulidad. Ya es casualidad que Bond y Blofeld vivieran juntos, y se aceptamos que Le Chiffre de Casino Royale, Greene de Quantum of Solace y Mr. White de ambas estén relacionados con Spectre. Le Chifre menos porque era un banquero de terroristas y acaba asesinado por Mr. White, pero aceptamos pulpo. Pero hacer que Silva de Skyfall esté a su servicio es imposible y no cuela, ya que el personaje de Bardem sólo buscaba su venganza personal contra M, no se trataba de dominar el mundo. Pero claro, Blofeld quiere adueñarse de la autoría de la muerte de M, y eso es algo que no funciona.

Como tampoco funciona toda la escena en la que Bond y Madeleine Swann llegan invitados a la base secreta de Spectre y Blofeld como buen villano de los años 60 les invita a disfrutar de las instalaciones mientras les cuenta su plan maléfico. Si esto quedaba anticuado y casi hasta cutre cuando lo veía en las películas de los años 80, ni os cuento el bajonazo que produce verlo en una película de 2015 que se vendía como una actualizacíón realista de la franquicia de James Bond. Lamentable.

Dave Bautista ofrece toda su potencia física en su interpretación de Mr. Hinx, y su pelea en el tren es brutal y está super bien. Lo malo es comprobar lo desaprovechado que está en el resto de la película, a pesar de aparecer siempre un paso por detrás de Bond en Roma o en Austria. Mr. Hinx prometía ser un poderoso antagonista que en cierta manera recordaba a Tiburón, pero su aparición es cortada en seco, lo cual genera el problema que ni Blofeld ni Denbigh ofrecen la sensación de peligro que el climax de la película requería convirtiéndolo de hecho en parte del fail de la película.

Cuando vi Sin tiempo para morir no recordaba todos los detalles de Spectre. Y ahora que la ví de nuevo, me quedo muerto viendo que el final de esta película hace que el principio de la siguiente no tenga sentido. Porque si Bond acaba de salvar a Madeleine de morir en la demolición del MI6 porque Blofeld quiere verla muerta, es imposible y Bond lo sabe que ella trabaje para Spectre al principio de la película. Para el espectador han pasado 6 años, pero son solo ¿semanas? de diferencia para Bond y Madeleine en la cronología de las películas. ES IMPOSIBLE. Y entiendo que si Bond y Madeleine no se separan al comienzo no hay película, pero los guionistas deberían haber pensado una solución mejor. Con que hubiera tenido sentido me hubiera conformado, no tenía ni que ser una solución “buena”.

Spectre es una película entretenida de ver, pero sólo si la vez en modo encefalograma plano admirando el notable diseño de producción y variadas localizaciones y no tanto la historia que nos están contando. El standard de calidad de Casino Royale ni está ni se le espera y en mi opinión Sam Mendes acaba decepcionando con una historia que no está a la altura de las expectativas. De hecho, la pomposidad que Mendes transmite con su dirección no se corresponde con las locuras increíbles (en el mal sentido) que les suceden a los protagonistas.

De hecho, una vez volví a ver las 5 películas de Daniel Craig como James Bond 007, mi ranking quedaría de la siguiente manera:

Casino Royale: Sobresaliente, la única película realmente satisfactoria de esta serie.

Skyfall: Bien, pero con una última hora fallida que echa por tierra una primera mitad que apuntaba alto.

Quantum of Solace: Bien, una aventura ligera con un involuntario feeling a las películas clásicas que sin embargo ofrece un más que correcto entretenimiento bien ensamblado, algo que lamentablemente no ha pasado en:

4º y 5º: Spectre y Sin Tiempo para morir, tristes finales para una serie que apuntaba alto y acabó decepcionando.

Me sabe mal parecer un abuelo cebolleta al que todo le parece mal. Pero es que creo que si las franquicias de Jason Bourne (las tres primeras películas) o de Misión Imposible triunfan con unas propuestas estupendas que no caen en las ridiculeces o en contradecirse de película en película, no entiendo que podamos aspirar a lo mismo con James Bond. Supongo que la diferencia de calidad sobre todo de los guionistas implicados, Christopher McQuarrie en M:I y Tony Gilroy en la serie de Bourne, respecto a las películas de Bond son lo que de verdad marca la diferencia.

Comparto el trailer de Spectre:

¡Qué decepción más grande me llevo con Spectre, cuántas cosas no encajan en esta película! Como he comentado, para una película de una serie que prometía mucho, ha acabado convertida en un entretenimiento loco y absurdo al mismo nivel que tantas otras películas locas y absurdas.

PUNTUACIÓN: 5/10

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¡Saludos a todos!

Crítica de SWORD 6 y Lobezno 13 (Marvel Comics – Panini)

Termino mi repaso a los comics mutantes que cierran el evento Gala Fuego Infernal con los números de octubre de SWORD de Al Ewing y Valerio Schiti y Lobezno de Benjamin Percy y Scot Eaton.

SWORD 6 DE Al Ewing, Valerio Schiti y Marte Gracia

Un título perteneciente a «Gala Fuego Infernal». En la Tierra, los mutantes asisten a la Gala Fuego Infernal, pero en la estación espacial de SWORD se ha reunido un puñado de invitados muy diferentes. Mientras, Abigail Brand desvela sus planes de futuro para humanos y mutantes.

Este número contiene SWORD 6 USA.

Termina el primer arco de Sword y el comic de Al Ewing y Valerio Schiti se ha confirmado como uno de los comics más interesantes de toda la franquicia mutante. Como indica la sinopsis, Abigail Brand y Magneto son los encargados de enfrentarse al nuevo satu-quo creado en Patrulla-X: Escala planetaria y explicar la nueva realidad en el Sistema Solar a las grandes casas del Universo, cuyos embajadores ya conocimos en números anteriores de Guardianes de la Galaxia también escritos por Ewing. Pero no es sólo la geo política galáctica, Ewing se muestra como un maestro en la parte de la caracterización, luciéndose con un diálogo maravilloso entre Steve Rogers y Victor Von Doom, que se ha convertido en un miembro de la serie hermana de Sword. Si juntamos este prólogo con una entretenida historia central y un emocionante epílogo protagonizado por Magneto, diría que este comic tiene todo lo que le pido a un buen comic Marvel.

Otro de los grandes éxitos de este Sword es haber tenido a Valerio Schiti como dibujante estos 6 números. Desde que sorprendió en Imperio, su calidad como dibujante se sale de la escala, y apoyado por el siempre perfecto Marte Gracia en el color, ha convertido este comic en uno de los mejor dibujados de Marvel. Parece mentira que tener al mismo artista 6 meses en un comic sea una rareza en la Marvel actual, y mejor que disfrutemos de él en este arco recién finalizado, porque en el próximo número de SWORD nos vamos a encontrar al nuevo artista, el siempre cumplidor Stefano Caselli.

Sword nos ha ofrecido de forma consistente un divertido entretenimiento 100% Marvel, con lecturas que resultan satisfactorias en su lectura mensual, algo que por ejemplo no ha pasado en muchos ejemplares de Patrulla X de Hickman. En los próximos meses parece que su conexión con los Guardianes de la Galaxia se va a acentuar aún más. Mientras mantenga este nivel, yo lo seguiré comprando encantado.

PUNTUACIÓN: 8/10

LOBEZNO 13 de Benjamin Percy, Scot Eaton Oren Junior y Matthew Wilson

Un título perteneciente a «Gala Fuego Infernal». El Club Fuego Infernal ha sido comprometido. Mientras tiene lugar la fiesta, Lobezno y X-Force tienen la obligación de mantener la paz. Si no lo consiguen, la gala estará condenada.

Este número contiene Wolverine 13 USA.

Benjamin Percy ha conseguido hacerse con el control de una parte importante de la franquicia mutante al escribir X-Force y Lobezno, escribiendo estos comics con numerosas conexiones y saltos argumentales de una serie a otra. Como ya pasó en X de Espadas, Percy ha preparado su participación en la Gala Fuego Infernal con una historia que se inició en X-Force y finaliza en este comic. Frente a la luminosa y positiva nueva sociedad de Krakoa, Logan y sus X-Force viven en las sombras y son los encargados de destruir desde las sombras las amenazas que van surgiendo, y en este caso tenemos un problema derivado de algunos de los amorales y cuestionables actos de Bestia que amenazan el éxito de la Gala, algo que los mutantes no pueden permitirse. El contraste moral de Sabia y Bestia, y el toque de humor que ofrece Masacre consiguen que la lectura sea entretenida y te deje con ganas de más.

Si comentábamos como uno de los elementos más positivos de Sword el apartado artístico, lamento tener que decir que en Lobezno el dibujo de Scot Eaton resta más que suma. Eaton parece que se ha convertido en el artista regular de la serie en los últimos meses, y me parece un artista normalito por no decir flojo, con un estilo demasiado estático que cuenta la historia pero sin ningún dinamismo ni aportar nada especial que invite al lector a girar las páginas, como sí sucede con Andy Kubert o Viktor Bogdanovic. Y esto es una pena, porque sinceramente que el nivel artístico del comic haya caído le sienta fatal a la serie.

Si en X de Espadas realmente los comics de X-Force eran realmente un historia ampliada de Logan, en esta Gala Fuego Infernal hemos tenido el reverso, una historia de X-Force en dos partes y no un comic de Logan (aunque por supuesto aparece en varios momentos). Entiendo que los lectores de mutantes estamos acostumbrados a estos saltos, pero dependerá de tus gustos particulares decidir si esto es algo bueno o menos bueno.

PUNTUACIÓN: 6,5/10

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Crítica de Patrulla X: Escala Planetaria de Gerry Duggan y Pepe Larraz (Marvel Comics – Panini)

La historia de la Gala Fuego Infernal nos trae el especial Patrulla X: Escala Planetaria escrito por Gerry Duggan y dibujado por Pepe Larraz, con colores del siempre perfecto Marte Gracia, que justifica completamente el título de portada.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

¡El prólogo de la nueva serie de La Patrulla-X, que llegará este noviembre! Mientras continúa la Gala Fuego Infernal, a un mundo de distancia están ocurriendo acontecimientos a una mayor escala. No te equivoques: este cómic está dibujado por Pepe Larraz. Es el cómic más importante que se publica este mes.

Este número contiene Planet-Size X-Men USA.

Patrulla X: Escala Planetaria inicia el cambio en la franquicia mutante, al echarse a un lado Jonathan Hickman de su puesto como guionista del principal comic mutante, dejando el puesto a Gerry Duggan, escritor de la casa de gran experiencia en todos los ámbitos editoriales. Sobre la salida de Hickman de los mutantes, aunque sigue ligado a la Casa de las Ideas, te recomiendo que leas el análisis que publiqué hace unas semanas, que puedes leer aquí.

Entrando a valorar este comic, como indica el título, Escala Planetaria muestra grandes ideas a una escala poco habitual para un comic Marvel (o de cualquier editorial mainstream americana) y establece un nuevo escenario que va a marcar la franquicia mutante en el futuro cercano. Me gusta mucho que a pesar de ser un comic coral, Magneto tenga una gran importancia en la historia y de alguna manera sea el hilo conductor de todo. Chris Claremont transformó a Erik Lehnsherr de un villano de opereta sin matices en uno de los personajes más complejos e interesantes de Marvel Comics, y me gusta que en el relanzamiento de Hickman le hayan asignado una importancia capital, que este comic se encarga de recordar.

Duggan además de la historia principal añade detalles chulísimos en este comic, como la reunión de Steve Rogers y Scott Summers en la antigua mansión de Westchester ahora abandonada, equilibrando perfectamente las situaciones a nivel planetario con momentos de personajes que nos recuerdas por qué los mutantes nos engancharon y seguimos interesados en ellos tras todos estos años. El carisma que transmiten en estas páginas ofrecen momentos geniales que convierten la lectura en un placer.

Para dibujar escala e ideas más grandes que la vida, nadie mejor que “nuestro” Pepe Larraz y del increíble colorista Marte Gracia. Veo a un Larraz alucinante con el que todos los adjetivos se me quedan cortos. Y en este comic aprecio un intento de evolución en su estilo de lápiz digital, incorporando un mayor rango de sombras de grises que añaden una mayor profundidad a las imágenes. Junto a Larraz, Marte Gracia aporta una espectacularidad increíble con una paleta de color perfecta que aporta el toque perfecto que transmite la espectacularidad y la escala de lo que somos testigos.

Hace poco, Erik Larsen publicó un twit super interesante de esos pensados para generar polémica y provocar la reflexión en el mundo comiquero. En él, comentaba que siendo ante todo el comic un medio visual, los críticos “profesionales” analizaban mucho los guiones y las historias que en ellos se encuentran y muy poco en hablar del dibujo, que es al final lo que cuenta la historia. En ese sentido, Larsen afirmaba con cierta razón que un comic con un dibujo mediocre (o directamente malo) no debería en ningún caso ser calificado como “un buen comic”, cosa que sucede con demasiada frecuencia. Y que ante la disyuntiva de qué es peor, un mal guión o un mal dibujo, para Larsen obviamente es lo segundo, porque un mal guión puede ser mejorado o arreglado por un dibujante top, pero un mal dibujo arruina hasta las mejores ideas. Siguiendo esta lógica de Larsen, este Patrulla X: Escala Planetaria y en general cualquier comic con Larraz y Gracia no debería bajar del notable alto.

Sin embargo, dentro que considero que este es un buen comic con una buena idea estupendamente dibujada, muestra también algunos de los problemas de la franquicia mutante, empezando por colocarlo dentro del evento de la Gala Fuego Infernal cuando no tiene nada que ver y es algo autónomo que podría haberse publicado en cualquier momento sin cambiar una coma. A todo esto, en mi valoración de los primeros comics del evento, ya comenté que este evento me ha parecido un bluf construido a partir de lo accesorio, crear una alfombra roja de trajes de fiesta copiando la gala del Met de Nueva York, resultando todo bastante vacío. Al final de Merodeadores y Patrulla X Emma Frost invitaba a los asistentes a mirar al cielo para unos sorprendentes fuegos artificiales, que marcaban el final de la fiesta. Qué miraban es justo el objeto de este comic, y que el especial sea tan autónomo a lo pasa en la Tierra no me ha hecho cambiar de opinión.

Voy a entrar a comentar más extensamente sobre aspectos de la trama, así que entramos en territorio de SPOILERS, seguid leyendo bajo vuestra responsabilidad.

La creación de la sociedad Krakoana ha generado un nuevo marco narrativo para los mutantes y tiene muchas buenas ideas. Sin embargo, ha creado también problemas empezando por las resurrecciones, que ha matado cualquier sensación de intensidad dramática ante nada de lo que hagan los mutantes, al ser revividos como si nada al día siguiente de su muerte. Un acierto de X de Espadas fue precisamente provocar una situación en la que las muertes si serían definitivas, pero todo el tema de las resurrecciones para mi es un error garrafal que abunda en el desastre que fue la decisión de convertir a Lobezno no sólo en inmortal, sino básicamente imposible de matar y capaz de sobrevivir a explosiones atómicas.

En este sentido, X de Espadas planteó la novedad de la llegada de los mutantes de Arakko a Krakoa. Esto era una oportunidad y un problema a la vez, al tener de repente a miles de nuevos mutantes con los que poder y tener que jugar. La idea de terraformar Marte para convertirlo en el hogar de Arakko y sus mutantes hace que este comic tenga imágenes poderosísimas, y Al Ewing muestra con acierto en SWORD el punto de vista galáctico de esta nueva sociedad y el cambio en los equilibrios políticos que va a provocar. Pero diría que en gran medida esto se plantea a nivel general como una forma que quitárselos de en medio, aunque obviamente algunos mutantes de Arakko seguirán apareciendo puntualmente en Patrulla X.

Es más, aunque Magneto utiliza a mutantes de clase Omega como Éxodo, Hope Summers, Iceman o Monarca para esta terraformación, también se saca de la manga a varios mutantes de Arakko con poderes que casualmente van perfectos para conseguir llevar a buen puerto este monumental trabajo. Algo que no deja de ser un deus-ex-machina de libro un pelín tramposo. Viendo este despliegue de poder es normal que los humanos de la Tierra vean a los mutantes como una amenaza potencial para la supervivencia de la raza humana, porque con el nivel de poder exhibido los mutantes claramente podrían extinguir la vida en la Tierra en apenas minutos. Pero es más, cuando todo es posible, va a quedar raro que cualquier elemento mundano no pueda ser resuelto en minutos por los mutantes, con el añadido que al situal la escala a este nivel, es complicado que nada pueda transmitir sensación de amenaza. Con el añadido de la resurrección, para más inri.

Esta terraformación de Marte no deja de ser otro de los high-concepts marca de la casa Hickman que ya hemos visto previamente. De hecho, el propio Julián Clemente en el Spot-On de este comic recuerda que su etapa en Vengadores se inauguró precisamente con la terraformación de Marte realizada por Ex Nihilo. Es cierto que muy pronto en el relanzamiento ya nos mostraron que los mutantes habían colocado flores de teletransportación en el Jardín marciano, de alguna manera indicando que Hickman tenía planes importantes para Marte que han florecido en este comic. Pero precisamente pensando en los comics de los Vengadores y lo poco o nada que aportó este entorno marciano a la trama principal, no puedo evitar pensar que a medio largo plazo vamos a ver un nuevo genocidio como el de Genosha pero en Marte ¿provocado por Orchis y Nimrod?, que aporte la escala de amenaza real para los mutantes que hasta ahora no hemos acabado de ver, usando unos mutantes de Arakko que no dejan de ser “paja” como víctimas. Esto es pura especulación, claro, pero dentro del eterno “cambio para que todo permanezca igual” que significan los comics de Marvel, veo difícil que una sociedad como la de Arakko en Marte pueda prosperar e incluso sobrevivir a medio plazo. Espero equivocarme, claro.

Y ojo que este comic me ha gustado, ¿cómo no hacerlo con Pepe Larraz?, y tiene un montón de elementos super disfrutables sobre todo por fans veteranos de los mutantes. Pero junto a esto no puedo más que verle las costuras narrativas a todo lo que está pasando, lo cual en cierta manera me está impidiendo disfrutar como debería de la franquicia mutante.

Comparo las primera páginas del comic:

Patrulla X: Escala Planetaria es un buen comic, porque con Pepe Larraz todo es mejor. Y que muestra para bien y para mal lo que está siento el reinicio mutante ideado por Jonathan Hickman.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Skyfall de Sam Mendes (2012) Tercera película de Daniel Craig como James Bond

Tras la decepción de Quantum of Solace (2008), los productores de la franquicia de James Bond buscaron a un director de prestigio que ayudara a James Bond a volver al nivel de calidad mostrado en Casino Royale (2006). El resultado, Skyfall, la tercera película de Daniel Craig como el agente 007.

PUNTUACIÓN: 7/10

La lealtad de James Bond (Daniel Craig), el mejor agente de los servicios secretos británicos, por su superiora M (Judi Dench) se verá puesta a prueba cuando episodios del pasado de ella vuelven para atormentarla. Al mismo tiempo, el MI6 sufre un ataque, y 007 tendrá que localizar y destruir el grave peligro que representa el villano Silva (Javier Bardem). Para conseguirlo contará con la ayuda de la agente Eve (Naomie Harris). (FILMAFFINITY)

A pesar de su rentabilidad, Quantum of Solace no dejó contento a casi nadie. De cara al inicio de la siguiente producción, la vigésimo tercera de la serie Bond que celebraría además el 50 aniversario de James Bond en la gran pantalla, los productores Barbara Broccoli y Michael G. Wilson contrataron a un director de prestigio: Sam Mendes. Mendes es un director de cine y teatro inglés nacido en 1965. Su primera película, American Beauty de 1999 le valió el Oscar a Mejor Director. Camino a la perdición (2002), Jarhead (2005) y Revolutionary Road (2008) muestran una producción ecléctica y variada que convencieron a los productores que era el hombre adecuado para reconducir la franquicia.

Skyfall fue escrita por Neal Purvis y Robert Wade, guionistas habituales de la franquicia Bond que trabajaron en Casino Royale y Quantum of Solace. Junto a ellos, la novedad llegó con John Logan, veteranísimo guionista de Hollywood con películas como Un domingo cualquiera, RKO 281, Gladiator, Star Trek: Némesis, El último samurái o El aviador, por la que estuvo nominado al Oscar.

Mendes se trajo al super premiado Roger Deakins como director de fotografía, con el que había trabajado en Revolutionary road. Skyfall contó además con montaje de Stuart Baird y música del habitual en la serie de Bond Thomas Newman. Junto a Newman, destacar que la canción original de Skyfall, cantada por Adele, ganó el premio Oscar.

Con un presupuesto de 200 millones de dólares, Skyfall se convirtió en un fenómeno a nivel mundial, recaudando más de 1100, convirtiéndose no sólo en la película de Bond más taquillera hasta la fecha, sino también para sus productoras Sony Pictures y Metro Goldwin-Mayer.

Junto a Daniel Craig como James Bond y Judy Dench como M, la película sirvió de presentación para varios secundarios que han seguido apareciendo en la franquicia: El nuevo y jovencísimo Q, interpretado por Ben Whishaw, Eve Moneypenny, interpretada por Naomie Harris, y la novedad de nuevo personaje de Gareth Mallory, interpretado por Ralph Fiennes. Otra novedad viene encarnada en el villano, el ex-agente del MI6 Raoul Silva, interpretado por Javier Bardem. En cuanto a la chica Bond de la película, tenemos a Sévérine, interpretada por la bella actriz y modelo francesa de origen chino-camboyano Bérénice Marlohe.

Empezando a valorar la película, hay que agradecer el intento de hacer cosas diferentes con la franquicia. Curiosamente, Skyfall es una de las películas de Bond con menos localizaciones internacionales, ya que exceptuando la estupenda intro inicial en Turquia y las potentísimas escenas en Shanghai (China), el resto fue rodado en diferentes localizaciones de Reino Unido. Frente a las decenas de magnates de los negocios o jefes criminales en la sombra que han llenado las anteriores películas de Bond con planes de dominar o destruir el mundo, en Skyfall al final tenemos una pequeña y muy humana historia de venganza.

Frente a la narrativa serializada de Casino y Quantum que parecían inaugurar una nueva era para Bond, Skyfall es una aventura completamente autocontenida como han sido siempre todas las películas de Bond. De hecho, la amenaza de la organización Quantum que descubrimos en Casino Royale y fue el hilo conductor de Quantum of Solace es totalmente abandonada en esta película, al igual que el personaje de Felix Leiter, que tampoco aparece.

Aunque no se dice, hay que entender que entre el final de Quantum of Solace y el principio de Skyfall hay una elipsis se entiende de varios años en los que Bond ha seguido realizando misiones. Digo esto porque un tema importante de la película es la idea que Bond está mayor y es carne de retiro, por supuesto por el paso del tiempo y tras ser tiroteado y dado por muerto al comienzo de la película. En la tercera película de Daniel Craig como 007. Y es curioso, porque en 2012 en que se estrenó Skyfall Craig sólo tenía 44 años, no era para nada mayor para el papel, y sin embargo, aparece demacrado durante toda la película. Y, si, mayor. Y es en este Bond herido contra las cuerdas en el que encuentro la mejor interpretación de Craig en toda la serie. Que esto se produzca en la película que muestra al menos Bond de la serie de Daniel Craig no se si es una buena noticia.

La fotografía de Roger Deakins y la dirección de Mendes nos regalan momentazos visualmente increíbles, empezando por toda la intro en Turquía, las escenas en Shanghai del rascacielos pero también la llegada al casino acuático, y en general durante toda la película. Skyfall es desde el punto de vista visual la mejor película de Bond de la serie de Daniel Craig. La verdad es que todo luce excepcionalmente bien, en este caso la calidad de los profesionales implicados claramente se transmitió en pantalla.

Skyfall es ante todo una película de acción de James Bond, pero intenta dar una mayor profundidad al personaje de M y construir a partir de la relación que tiene con James, que sirve de espejo del drama vivido por Raoul Silva, interpretado por Bardem, que siente que fue abandonado por ella a su suerte hace años, una situación que es la misma que James sufre al principio de la película. Aunque esto podría plantearse para que hubiera una duda sobre las lealtades de Bond, esto no llega ni a ser sugerido en la película. Además, durante la promoción de la película recuerdo que se resaltaba mucho que Skyfall iba a centrarse también en la historia personal de James Bond, lo que añadía una dosis adicional de interés a la historia.

Para ser una película de 143 minutos, la verdad es que no se hace larga, un pelín en Escocia si, y ofrece un estupendo entretenimiento, que es al final lo que se espera de una película de JamesBond.

Lamentablemente, Skyfall empieza muy bien, algo habitual en toda película de Bond, pero tiene un última hora que no se sostiene y bordea peligrosamente el ridículo. Empezando por todo lo referido al personaje del villano interpretado por Javier Bardem. The Dark Knight (2008) de Christopher Nolan es una obra maestra que influyó en todo el cine comercial inmediatamente posterior. De manera que por completa casualidad, los espectadores nos encontramos en Vengadores (Joss Whedon, mayo de 2012), en Skyfall de octubre de ese mismo 2012 o en Star Trek: Into the darkness (J.J. Abrams, 2013) a una mente maestra cuyo plan pasa a dejarse atrapar como forma de acercarse al héroe y poner en marcha un plan increíblemente complejo. Justo igual que el Joker de Nolan. Pero fue pura casualidad.

Y es que si te paras a pensar en el plan de Bardem, es una locura ridícula que no se sostiene, empezando por el robo de una lista de agentes encubiertos (como la lista NOC de Misión Imposible, otra casualidad) que es una excusa para dejarse atrapar por Bond para conocerle, al ser el actual niño mimado de M. De esta forma, Silva planea dejarse detener para poder instalar el virus en los ordenadores del MI6, lo que le permitirá matar a M, a la que antes quiere ver con sus propios ojos para decirle a la cara lo que piensa de ella. Ridículo es poco. Silva tiene un brutal complejo de Edipo con una M que para él es una figura materna que le traicionó, y la actuación de Bardem no acaba de dar con la clave para que su personaje de un poco de lástima o genere cierta empatía, en lugar de resultar totalmente grotesco. Con todo lo bueno que es Bardem, aquí el personaje no da para casi nada, desaprovechando completamente al actor español.

La autodeclarada seriedad del Bond de Mendes se convierte en una pomposidad que ralla casi el postureo, porque a pesar de las intenciones, la historia es igual de absurda que todas las anteriores de Bond. De hecho, en ese ámbito de verosimilitud / realismo, Casino Royale ganaría por goleada a Skyfall. En ese sentido, la broma del joven Q «¿qué esperabas, un lápiz explosivo?» (o algo similar) tiene una clara lectura metatextual en este sentido, al estar mencionando y riéndose de las anteriores películas de Craig, pero resulta una broma sin gracia que es casi una falta de respeto a los fans de la franquicia. Que además resultaba anticuada teniendo en cuenta que Brian Singer ya hizo la misma broma en 2000 en la primera X-Men, en ese caso hablando de los trajes de licra.

Pero peor si cabe que todo lo relacionado con Silva, que ya es bastante malo, es el fallido climax de Skyfall, en la que Bond decide combatir a un grupo terrorista con numerosos miembros y armamento de última generación, ¿con los rifles de caza de su padre fallecido en una finca familiar en Escocia en la que estarán aislados? Whaaaaaaat?!!

Comentaba al principio que agradecía no tener un climax en una fortaleza de un villano que le contara su plan maléfico a Bond antes de morir. Bueno, el caso es que excepto lo de morir, todo eso sí aparece en Skyfall, pero a la hora y diez minutos de metraje, de nuevo copiando la novedosa estructura de The Dark Knight que rompió con los tres actos. Que la importante historia del pasado de Bond sea visitar una casa familiar que hace ¿20 años? que no visita, es sencillamente ridículo y una decepción brutal. Porque ya en Casino Royale nos dijeron que era huérfano, ninguna revelación del pasado de Bond mostrado en esta película, por mucho que mole ver la tumba de sus padres, llega al nivel de lo que la conversación de Vesper y James nos mostró del personaje.

Es por esto que para mi Skyfall puede ser una película entretenida al mismo nivel que otras películas locas y absurdas de Bond, pero ni mucho menos la mejor del personaje, como parecen opinar tantos aficionados de Bond, puesto que para mi ese puesto lo ostenta Casino Royale. De hecho, es que rechazo el calificativo de «seria», algo que no se sostiene si analizamos mínimamente el guión.

Comparto el trailer de Skyfall:

Skyfall es una buena película de James Bond lastrada por una floja última hora de película y un imposible plan del villano que acaba resultando hasta ridículo. Desde luego, se queda muy, pero que muy lejos de ser la mejor película de Bond.

PUNTUACIÓN: 7/10

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