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Crítica de Deadpool y Lobezno de Shawn Levy

Deadpool y Lobezno, dirigida por Shawn Levy, es la única película de Marvel Studios de este 2024 y por lo tanto habían muchas ganas de verla y de que me gustara. Lamentablemente, durante una gran parte de la película, ha sido imposible.

PUNTUACIÓN: 5/10

PRIMERA PARTE DE LA RESEÑA LIBRE DE SPOILERS

Tercera entrega de la saga «Deadpool», ahora integrada en el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) pero manteniendo su enfoque para adultos, con calificación R. Un apático Wade Wilson se afana en la vida civil tras dejar atrás sus días como Deadpool, un mercenario moralmente flexible. Pero cuando su mundo natal se enfrenta a una amenaza existencial, Wade debe volver a vestirse a regañadientes con un Lobezno aún más reacio a ayudar. (FILMAFFINITY)

Shawn Adam Levy (Montreal, 1968) es un director de cine canadiense, productor de cine, guionista y actor. Ha trabajado en diversos géneros y quizá sea más conocido como director de la franquicia cinematográfica Noche en el museo y productor de la serie de Netflix Stranger Things. También ha dirigido la serie limitada de Netflix All the Light We Cannot See. Más recientemente, ha colaborado con Ryan Reynolds en la dirección de Free Guy (2021), The Adam Project (2022), estableciendo una relación con el actor que le ha permitido conseguir este trabajo.

La película está dirigida por Shawn Levy a partir de un guión que escribió junto a Ryan Reynolds, Rhett Reese, Paul Wernick y Zeb Wells. Deadpool es el único caso de un personaje protagonista de dos películas producidas por la 20th Century Fox que ha dado el salto a Marvel Studios tras la recuperación de sus derechos. Tengo que decir que no soy especialmente fan de Deadpool (Tim Miller, 2016) y Deadpool 2 (David Leitch, 2018), pero no tengo duda que estas comedias se han convertido en objeto de culto con miles ¿millones? de seguidores en todo el mundo.

La película de 127 minutos de duración ha constado con un presupuesto de 200 millones de dólares. Por suerte para Marvel, se estima que sólo en USA la película va a recaudar más de 200 millones en su fin de semana de estreno, lo que asegura una recaudación masiva y que estamos ante un nuevo éxito para Marvel Studios. George Richmond es el director de fotografía, el montaje es obra de Dean Zimmerman y Shane Reid, y la música ha sido realizada por Rob Simonsen.

Ryan Reynolds como Wade Wilson / Deadpool, Hugh Jackman como James «Logan» Howlett / Lobezno, Emma Corrin como Cassandra Nova y Matthew Macfadyen como Mr. Paradox, un agente de la Autoridad de Variación Temporal (TVA), son los principales personajes de esta película repleta de cameos de todo tipo, que de momento prefiero no spoilear.

Empezando a comentar la película SIN SPOILERS, tengo que reconocer que aunque fui a ver la película deseando que me gustara, en realidad el humor para adolescentes de caca-culo-pis de Deadpool nunca me ha hecho gracia. Y tampoco me la hizo ahora. Y eso es por supuesto un problema para una película que durante una gran parte del metraje es únicamente eso. Curiosamente, debo decir que en la abarrotada sala donde vi la película el jueves de estreno, un público a priori entregado, tampoco escuché risas durante la gran mayoría del tiempo, algo que me sugiere que tampoco funcionaron la mayoría de las bromas que lanza la película a velocidad de crucero. Siempre he pensado que Ryan Reynolds no es tan gracioso como él mismo se cree, y esta película es un doloroso recordatorio durante una parte importante del metraje.

Lamentablemente, Deadpool & Lobezno como película que cuenta una historia me parece de lo más flojo que ha hecho Marvel Studios en toda su historia. Hasta ahora el uso del cameo de otros personajes en el MCU era algo muy positivo en películas como Vengadores Endgame, Spiderman No way home o Doctor Strange en el multiverso de la locura. Algo que ayudaba a que la experiencia cinematográfica fuera más satisfactoria pero que no impedía o interrumpía la historia principal, sino que de alguna manera la enriquecía. Sin embargo, en Deadpool y Lobezno la historia es la excusa para colocar unos cameos terribles desde el punto de vista narrativo. Y es que el argumento es un fail como una casa porque no tiene más objetivo que llegar al cameo, hasta un momento en que el cameo es la historia.

Tengo que decir en positivo que este Deadpool de Ryan Reynolds puede no gustarme, pero la química con Lobezno es tremenda. En ese sentido, la película tiene un feeling a team-up comiquero que sí me deja con una sonrisa en la cara. A esto hay que sumarle que Hugh Jackman para mi borda su interpretación de Lobezno y para mi roba la película con los mejores momentos, sin duda los más emocionantes y emotivos. La explicación de porqué este Logan si lleva el traje de superhéroe amarillo cuando todos los demás Logans a lo largo de 20 años de películas de Fox no lo hicieron no sólo tiene sentido, sino que es uno de los momentos más emocionantes de la película. Creo que si no suspendo la película es precisamente gracias a la potente interpretación de Hugh Jackman.

Pero la película tiene numerosos problemas. Empezando con que el ritmo es atroz, con una primera ¿media hora? que se hizo super dura mientras te sitúan a Wade Wilson en la Tierra 10005 y empieza la historia. Una historia que no acaba de arrancar por culpa de unos chistes que no funcionan y se hacen larguísimos. Hablando de la Tierra 10005, hay una vertiente positiva y otra negativa. La positiva es que como vimos en la escena de los Illuminati de Doctor Strange en el multiverso de la locura, que esta película NO suceda en la Tierra 616 permite a Marvel Studios que la futura presentación de los X-Men no se vea condicionada por nada de lo que vemos en esta película, que por lo que parece va a ser super exitosa. Lo que quieran hacer a partir de ahora puede ser algo totalmente nuevo, si bien no dudo que el exitazo comercial de Deadpool y Lobezno puede provocar que Ryan Reynolds y sobre todo Hugh Jackman retomen sus papeles en algún momento ya en la Tierra 616.

Lo negativo de hacer que esta Tierra 10005 sea el hogar de Deadpool y de Lobezno incluida la película Logan es que no tiene sentido. Porque no es que Logan muriera en su terrible película, es que en ella los mutantes habían sido prácticamente exterminados por el gobierno de los Estados Unidos. O por Xavier. O por los cereales transgénicos, en una de tantas ridiculeces de la película de James Mangold. Que estén celebrando el cumpleaños de Wade y Coloso y los demás mutantes estén vivos como si tal cosa no tiene sentido. Logan la película se podía ver como un what if? que sucedía en un futuro indeterminado de esa línea temporal, pero en el momento en que la sitúan en el presente de esa Tierra 10005, tenemos uno de los fallos de continuidad más terribles que recuerdo. Y no, no me vale que me digan que es una comedia ligera o que en realidad todo esto se plantea para darle un homenaje de despedida a la etapa de películas de Fox. Cuando la película plantea un error tan grosero, la suspensión de credulidad salta completamente por los aires. Aparte que una vez conocemos el terrible secreto de este LOBEZNO, en realidad no se diferencia en casi nada con el pecado que vimos en la película de Logan, aunque puede decirse que ese Logan al menos acabó ayudando a Laura X-23 y este Logan de momento aún no ha ayudado a nadie.

Hay otro problema en la película, y es la exageración. La película arranca con una escena de acción de Deadpool contra un grupo de esbirros, y tiene momentos super chulos visualmente. Pero cuando matar a 10 malos se convierte en 30 y todos de la misma manera exagerada y pseudo gore CGI, la escena pierde la gracia que estaba teniendo. Aparte que ver a Deadpool bailar con una coreografía de Backstreet Boys podía tener su gracia los primeros 10 segundos, pero al minuto también lo ha perdido. Pues esto de la exageración y de no saber cuando parar un chiste porque alargarlo lo quema es otro problema recurrente de todo el metraje. Como decía, Ryan Reynolds no es tan divertido. Y por mucho que Deadpool sea el «mercenario bocazas», provoca un montón de momentos en que una escena que estaba bien acaba resultando cargante.

Hay otro problema en la película, que es el mismo problema que tienen los comics Marvel ahora mismo. Algo en lo que entiendo que tengo la batalla perdida. Y es el nivel de poder de Lobezno y Deadpool y que sean básicamente inmortales que se regeneran casi instantáneamente. Y es que esto roba cualquier posibilidad de tensión dramática o de sensación de peligro. En los comics es igual, es imposible que nada de lo que le pasa a Lobezno importe porque a los 5 segundos está en pie como si nada. Ampliar esta inmortabilidad a TODOS los mutantes es/fue uno de los grandes errores de la Era de Krakoa que ahora está finalizando. Pero volviendo a la película, hay buenos momentos en la película mientras Lobezno y Deadpool dirimen sus diferencias a ostias, pero son momentos de lucimiento para ambos que resultan vacíos cuando sabes que nada de lo que hacen importa o va a tener repercusiones. Si es que casi ni se quejan tras ser ensartados en espadas o garras. En esto en realidad la película no hace más que copiar a los comics, por lo que seguro que hay gente que lo ha flipado, pero en mi caso estos momentos sólo me transmitían repetición y redundancia. Dentro que si hay algún momento muy chulo y super comiquero.

Otro problema es la villana Cassandra Nova, una villana super poderosa completamente infrautilizada que muere de forma lamentable y, de nuevo, infrautilizada. Hay un momentazo bestial de Logan con ella que puede ser de lo mejor de la película, pero globalmente la vi desaprovechada, como tantas cosas en la película. En cierto sentido, podría decirse que Cassandra Nova más que la villana es el mcguffin, y que el verdadero villano es Mr. Paradox, el agente de la TVA interpretado por Matthew Macfadyen. Macfadyen creo que lo hace muy bien como el burócrata que se la trae floja todo excepto su propia gloria, lo que incluye la desaparición de líneas temporales completas. Pero como tantas cosas de la película, se me ha quedado a mitad de todo, otro de los elementos que hubieran podido estar mejor con un mejor guion que no se centrara tanto en el cameo y dejara de lado todo lo demás.

Hay muchas cosas que no me han gustado, o que me han dejado frío en Deadpool y Lobezno. Por suerte, Hugh Jackman consigue que la película tenga una emoción que le faltaba al conjunto, elevando el resultado final gracias al carisma que transmite cada vez que está en pantalla. Gracias a Jackman y a unos guionistas que hay que reconocer que conocen al personaje y consiguen sacar todo su dolor pero también lo que le hace un héroe, la película me ganó durante esos momentos.

Junto a Jackman, tengo que decir que algunas bromas sobre todo de la segunda mitad si están chulas y me funcionan, y el combate del climax final planteado como un falso plano secuencia está muy chulo, aunque está rozando la exageración que comentaba antes. Dicho esto, que el climax espectacular sea este combate y no contra Cassandra refuerza el elemento de mcguffin que rodea a la teórica villana de la película y la convierte en una oportunidad perdida. En todo caso, la película ofrece un buen final para este Deadpool y este Lobezno en la Tierra 10005, y sirve de buen final para la etapa de 20 años de Fox como tenedora de los derechos cinematográficos de los personajes de Marvel Comics. Una etapa decepcionante siendo generoso, pero que de alguna manera esta película ayuda a que la veamos con una luz un poquito más positiva.

A partir de ahora voy a comentar CON SPOILERS todos los cameos y detalles que Marvel consiguió guardar en secreto hasta el estreno, algo por lo que hay que aplaudir a sus creativos. ¡Seguid leyendo bajo vuestra responsabilidad!

El problema de la película es que la historia va de que Deadpool y Lobezno tienen que impedir que Mr. Paradox borre la línea temporal de la Tierra 10005 de Deadpool, y para ello tienen que intentar escapar del Void (visto en Loki) a donde han sido transportados por Paradox. Un Vacío en el que se van a encontrar a todo tipo de cameos planteados con más o menos fortuna mientras intentan escapar de Cassandra Nova y sus fuerzas.

Pero esos no son los únicos cameos, ya que antes en la fiesta de cumpleaños de Wade vemos a Coloso, Negasonic Teenage Warhead, Yukio, un resucitado Shatterstar, Blind Al, Vanesa o Peter. La aparición de estos mutantes que no tiene sentido cuando conocemos que estamos en la misma realidad que Logan, pero la verdad es que en el momento en que veía la película no me supuso un problema. Cuando Deadpool conoce el plan de Mr. Paradox roba una tablet temporal y viaja por múltiples realidades buscando a un Logan que pueda ayudarle a salvar su realidad en la que Logan si murió, hace que nos encontremos con las versiones loquísimas de Logan en imagen real: Empezando por Parche, el Lobezno de la Era de Apocalipsis (momentazo), el Lobezno crucificado del mítico comic de Marc Silvestri contra los Cosechadores (momento que no me acaba de funcionar por el exceso de CGI), un Lobezno anciano parecido al de Old Man Logan, un Lobezno enano que intenta hacer una broma a costa de la altura de Lobezno en los comics y otro momentazo cuando vemos al primer Lobezno que luchó contra Hulk en el mítico The Incredible Hulk 180 USA, recreando además la también mítica portada de Todd McFarlane para el Hulk 340. Dentro que como fan de los comics algunos fotogramas son geniales, en realidad esto ayuda a la sensación que comentaba al principio sobre que la película se hace demasiado larga en su primera parte hasta que arranca de verdad, que es precisamente cuando Deadpool y Lobezno son transportados al Void. Aparte, para los fans veteranos estos momentos pueden ser geniales, pero hay toda una generación de espectadores por debajo de los 25 años que estoy seguro que no saben qué son estas escenas porque hablamos de comics publicados todos antes de 2000, excepto el Old Man Logan de Mark Millar y Steve McNiven, publicado en 2009. Por cierto, que casi todos los momentos icónicos de Lobezno tengan más de 25 años de antigüedad puede ser muestra del problema de los comics actuales y su incapacidad para generar momentos icónicos que se queden en el subconsciente colectivo. Pero esa es otra historia.

Ya en el Void, los cameos se multiplican, algunos generando una sonrisa, como la aparición de Chris Evans, pero no como Steve Rogers sino como Johnny Storm, recordándonos que Sony hizo dos olvidables películas de Los Cuatro Fantásticos que a partir de ahora también existen en una tierra alternativa del multiverso. Ver a Chris Evans de vuelta al MCU me generó una sonrisa y el momento mola mucho. Lástima que el final se convierta en una broma de mal gusto con la forma en que le matan para hacer avanzar la historia hasta el siguiente cameo. Esta muerte como si fuera un broma (lo es) puede ser uno de los momentos más bochornosos de la película, a pesar de que la escepa post-créditos intente arreglarlo, cosa que puede generar otra broma, pero no borra lo fundamental. Los esbirros de Casandra Nova son también un quien-es-quien de la historia de las películas mutantes, pero no hacen mucho más que aparecer plantados en pantalla. En esta película volvemos a ver brevemente a Entre los personajes del Vacío que trabajan para Nova se encuentran Tyler Mane como Dientes de Sable y Ray Park como Sapo de X-Men (2000); Kelly Hu como Lady Deathstrike de X2; Jason Flemyng como Azazel de X-Men: First Class (2011), así como Juggernaut (parecido a su aparición en X-Men: The Last Stand), Callisto y Psylocke. El combate entre Lobezno y Dientes de Sable que podía haber sido épico queda convertido en otro gag de la película, y esta acumulación de personajes sin importancia en la trama ni en nada que pasa me recordó lo peor de X-Men 3: La decisión final (Brett Ratner, 2006), con decenas de mutantes cuyo único poder parecía ser saltar para pelear contra otros mutantes de forma indefinida. Cameos completamente para olvidar.

Y aquí llegamos a uno de los momentos clave de la película, cuando Lobezno y Deadpool escapan de Cassandra Nova y tras una nueva pelea entre ambos acaban siendo recogidos por el grupo de rebeldes amigos de Johnny Storm, compuesto por Dafne Keen como Laura / X-23 de Logan (2017), Jennifer Garner como Elektra Natchios de Daredevil (2003) y Elektra (2005); Wesley Snipes como Blade de su trilogía de películas (1998-2004) y la sorpresa de ver a Channing Tatum como Remy LeBeau / Gambito. En este momento es cuando me di cuenta que el CAMEO ERA LA HISTORIA, porque la parte de volver a la Tierra 10005 para impedir el plan de Mr. Paradox en realidad era la excusa para mostrar a estos personajes que tuvieron sus propias películas y habían sido olvidados debido a la exitosa historia del MCU a partir de 2008. Puede decirse que la parte de ofrecer un buen final para estos personajes y la reivindicación de las películas previas al MCU, con todos los fallos y problemas que tuvieron, es en realidad el tema de la película. Y es un tema que tiene tantos aciertos como errores. Como decía, no me ha funcionado esta idea de que el cameo sea la historia de la película, a pesar de sus buenas intenciones.

La inclusión de Channing Tatum tiene un importante elemento metatextual, porque Tatum fue anunciado como Gambit en una SDCC (a modo de curiosidad, resulta gracioso que la película se estrene el mismo fin de semana que se celebra la convención en San Diego), pero SU PELÍCULA NO LLEGÓ A HACERSE, arrastrada por el infierno de la preproducción en que se convirtió la franquicia mutante en Fox. Dentro de los futuros alternativos, en alguna realidad Tatum si llegó a convertirse en Gambito, pero el momento y el personaje no me acaba de funcionar, aparte de algunas poses super molonas en su pelea final, porque el traje no se ve bien en imagen real, sobre todo la parte de tener las orejas al aire o por como queda el cuello de Tatum. Y diría que los creativos de la película lo saben y lo ponen igual por hacerlo igual que los comics, en lugar de buscar una alternativa mejor. Porque en el fondo el cameo y el papel de Tatum es insustancial más allá de su propia aparición. Hasta diría que el propio traje es una broma de bajo nivel.

Días antes del estreno Marvel spoileó en el último trailer la aparición de Dafne Keen en la película como Laura / X-23, algo que corrió como la pólvora en redes sociales. Me fastidió conocer este detalle, aunque reconozco que no esperaba para nada ver a Elektra y Blade, y resulta un detalle muy chulo. Sobre todo porque parece que Jennifer Garner y Wesley Snipes lucen geniales en pantalla recuperando a sus personajes de hace tantos años. Tengo que agradecer como concepto la idea de recuperarlos y «rehabilitarles» para que sean recordados. Sin embargo, su aparición no hay duda que eran cameos que no iban a tener importancia en la resolución de la historia, cosa que se confirma más adelante con una pelea contra unos minions indeterminados que se queda corta en lo que a espectacularidad se refiere. Y volviendo a Laura, aunque Dafne Keen comparte una escena clave para Lobezno llena de emoción, en realidad me sorprendió para mal el poco papel que tiene la actriz en la película. Aunque los creativos la salven al final, algo que posiblemente no tenga sentido, pensando que en esa realidad ya existía una Laura que consiguió escapar a Canadá salvando a los niños mutantes que la acompañaban de la extinción en los Estados Unidos. Otro elemento que no cuadra y que me fastidia, a pesar de las buenas intenciones y de las ganas de dar a Logan un más que merecido final feliz.

Hablando de Logan, me flipa la escena de Logan y Laura. Para mi es lo mejor de la película. Conocer que Logan estaba borracho cuando los X-Men fueron asesinados y que lleva el traje de superhéroe amarillo a pesar que nunca le gustó como recordatorio eterno de su pecado es un momento bestial. Que Logan se levante para ayudar y para convertirse en el héroe que Charles Xavier y Scott Summers sabían que podía llegar a ser es el mejor momento del personaje de todo su periplo cinematográfico. Estaba tan cansado ver a Logan decir «yo no soy un héroe» una y otra vez que cuando por fin se levanta y lo es es un momento brillante que sólo por eso se justifica el visionado de la película. Ver a Logan ponerse la máscara y ver el traje completo es una pequeño milagro y una maravillosa locura, incluso reconociendo que el detalle de los ojos no me acaba de funcionar.

Volviendo a Deadpool, los trailers creo que consiguieron ocultar a los Deadpool Corps, y es genial ver a todas estas versiones alternativas hacer de esbirros que serán masacrados por Deadpool y Lobezno. La broma de ver a Ryan Reynolds con su cara interpretando a Nicepool me funciona y da dos momentos muy graciosos, si bien la broma se alarga más de la cuenta las dos veces. El plano secuencia de este combate me parece de los mejores momentos de la película, aunque destaca también al resaltar lo desaprovechada que está Cassandra Nova y como Mr. Paradox casi ni merece este nombre de lo flojo y anti carismático que es en pantalla.

No lo he comentado, pero otro elemento que creo que está mal elegido en la película son la selección de canciones. Me resultó una sorpresa que el Like a prayer de Madonna aparezca en la película en el mismo momento que en los trailers. Pero a excepción de esta canción, creo que prácticamente el resto no me funcionan durante la película, y es otro elemento que hace que algunas escenas no tengan la fuerza que deberían tener. No es un gran problema, pero si es otra cosa que se suma a todo lo que ya no me estaba funcionando en la película.

En realidad me gusta que la película busque ofrecer un final feliz para Deadpool y para Lobezno. Creo que deja la película en su mejor momento, aunque como digo hay demasiadas cosas que no me han funcionado de este viaje, empezando por el humor de Deadpool y una historia con un ritmo atroz que se ha hecho larga en muchos momentos y que no consigue ocultar el problema de hacer que el cameo sea la historia. En ese sentido, la escena durante los títulos de créditos incluyendo metraje de los rodajes de todas las películas anteriores al MCU de Fox, (X-Men, Cuatro Fantásticos y Elektra) me parece un intento demasiado chusco de dar un cierre bonito a unas películas y una producción de Fox que no puede decirse que fuera buena. El montaje tiene la sutileza de un cuchillo de caza, pero supongo que habrá emocionado a algún espectador veterano entre los que no me encuentro. Si bien reconozco que ver a un jovencísimo y desconocido en ese momento Hugh Jackman interpretar a Lobezno por primera vez en X-Men (2000) consiguió sacar una sonrisita en mi.

Con todo, Deadpool y Lobezno tiene una de las peores historias de todo el MCU, con un humor exagerado y repetitivo que no me funciona, una villana infrautilizada y una elevación del cameo por encima del guion. Y a pesar de todo Hugh Jackman consigue elevar el conjunto, aunque quedándose lejos del espectáculo que me hubiera gustado.

Comparto el trailer de la película:

Tener de vuelta a Hugh Jackman como Lobezno no ha sido suficiente para salvar a Deadpool y Lobezno. Me he llevado un chasco importante.

PUNTUACIÓN: 5/10

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Crítica de El Truco Final (El Prestigio), de Christopher Nolan

Comparto mi crítica de El Truco Final de Christopher Nolan, publicada este mes de julio en la revista Fanzine El Colmo.

Fecha de estreno: 2006.

Director: Christopher Nolan.

Guión: Jonathan y Christopher Nolan, adaptando la novela The Prestige de Christopher Priest.

Interpretado por: Hugh Jackman, Christian Bale, Michael Caine, Scarlett Johansson, Rebecca Hall, Andy Serkis y David Bowie.

Disponible en: Netflix.

En Londres, a finales del siglo XIX, cuando los magos eran los ídolos más aclamados, dos jóvenes ilusionistas se proponen alcanzar la fama. El sofisticado Robert Angier (Hugh Jackman) es un consumado artista, mientras que el tosco y purista Alfred Borden (Christian Bale) es un genio creativo, pero carece de la habilidad necesaria para ejecutar en público sus mágicas ideas. Al principio son compañeros y amigos que se admiran mutuamente. Sin embargo, cuando un truco ideado por ambos acaba en tragedia, se convierten en enemigos irreconciliables. (FILMAFFINITY)

Fruto de la nueva normalidad, el mes de julio cinéfilo va a estar protagonizado por el estreno de la nueva película del director Christopher Nolan, la misteriosa TENET. Mientras esperamos a verla en el retorno a las salas de cine, es un buen momento para recordar El truco final, película de 2006 que terminó de cimentar su prestigio cinematográfico antes de que The Dark Knight (2008) marcara un nuevo standard para el género de las adaptaciones cinematográficas de los personajes de comic.

Christopher Nolan (Westmister, Reino Unido, 1970) es un director de culto convertido en sólido narrador de historias con una marcada personalidad. Tras su opera prima Following (1998), realizada en blanco y negro con un presupuesto de tan sólo 6000 dólares, realizó Memento (2000), cuya compleja narrativa fue unánimemente alabada por la crítica como una de las mejores películas del año. Insomnio (2002), adaptación americana de una película noruega de 1997, significó su primer contacto con los grandes estudios de Hollywood gracias al director y productor Steven Soderbergh, que apostó por él frente a los deseos de los productores de contratar a un director con mayor experiencia. Esta película le abrió las puertas de los grandes blockbusters americanos, al ser contratado por Warner para reiniciar la franquicia de Batman tras las desastrosas películas dirigidas por Joel Schumacher. El resultado, Batman Begins (2005), fue una exitosa película que gracias a su concepción realista que aportó una nueva sensibilidad al personaje.

Para el rodaje de El truco Final, Nolan reunió a parte de su equipo de Batman Begins, empezando por los actores Christian Bale y Michae Caine, así como el director de fotografía Wally Pfister (que había trabajado con Nolan desde Memento), el diseñador de producción Nathan Crowley o el editor Lee Smith.

Además de los mencionados Bale y Caine, Hugh Jackman es el otro protagonista y realiza un duelo interpretativo con Bale muy interesante, donde quién es el protagonista y quién el antagonista tiene una difícil respuesta. Y esto es una apuesta arriesgada, porque la audiencia necesita saber a qué personaje se debe aferrar en la historia. La película cuenta además con un estupendo reparto de actores secundarios en el que encontramos a Scarlett Johansson, Rebecca Hall, Andy Serkis y David Bowie.

Cada gran truco de magia consta de tres partes o actos. La primera parte se llama La Presentación. El mago te muestra algo ordinario, un mazo de cartas, un pájaro o una persona. El segundo acto se llama La Actuación. El mago toma lo ordinario y lo convierte en extraordinario. Ahora estás buscando el secreto, pero no lo encontrarás, porque realmente no lo estás buscando. No quieres saberlo, quieres ser engañado. Pero todavía no aplaudirás, porque hacer que algo desaparezca no es suficiente, tienes que traerlo de vuelta. Es por eso que cada truco de magia tiene un tercer acto, la parte más difícil, la parte que llamamos El Prestigio.”

Esta explicación de la estructura de todos los trucos de magia, sirve además para definir las inquietudes de Nolan a lo largo de toda su filmografía. Para Nolan, sus películas forman estructuras narrativas complejas que forman un puzzle cuyo impactante climax final añade la última pieza que hace que todo tenga sentido, adquiriendo los espectadores un conocimiento sobre los personajes o la historia que hasta ese momento había estado oculto.

La novela de Christopher Priest “The Prestige”, publicada en 1995 y galardonada con numerosos premios, se adapta como anillo al dedo a la sensibilidad de Nolan. Priest construye esta historia de obsesión y venganza utilizando los diarios cruzados de Angier (Jackman) y Border (Bale) como hilo conductor de la novela, mostrando los puntos de vista de cada uno.

Esta inusual estructura narrativa de la novela permitió a Nolan crear una película compleja planteada a modo de flashbacks que van dando la información sobre el enfrentamiento entre Angier y Border. Un ejemplo de la compleja narración de El Truco Final es que veremos como Border lee en el presente el diario de Angier que nos cuenta lo sucedido en el pasado, y en el cual él a su vez lee el diario que de Border, que añade su punto de vista a la historia. Y en ambos casos, nada garantiza que lo escrito en ambos diarios sea cierto, al estar planteados desde sus propias subjetividades, no siendo en ningún caso unos narradores “imparciales”.

Tener a actores fuera de serie como Jackman, Bale, Caine o Johansson asegura unas perfectas interpretaciones llenas de carisma que elevan el nivel de la película. Sin embargo, fruto de la frialdad de la narrativa de Nolan, centrado más en la complejidad del puzzle que en la emoción de sus personajes, encuentro tanto a Jackman como a Bale quizá demasiado fríos. Y no creo que sea debido a sus interpretaciones, sino a lo que Nolan les pidió que pusieran delante de las cámaras.

Esto es, en todo caso, un pequeñísimo pero en una película brillantemente planteada y ejecutada, que se convierte en una obra de visionado obligado. Dado que tendremos que esperar hasta el 31 de Julio para que TENET llegue a las carteleras, creo que merece la pena recuperar El Truco Final, sobre todo teniendo en cuenta que está disponible en Netflix.

Comparto el trailer de la película:

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¡Saludos a todos!

X-Men 2 de Bryan Singer, mejor imposible

Tras ver X-Men hace unos días, continúo con mi revisionado de las películas de los mutantes de Marvel producidas por Fox con X-Men 2 (Brian Singer, 2003, titulada en USA, X2: X-Men United), que elevó el nivel de acción, drama y entretenimiento respecto a la primera película a cotas casi de perfección.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Los mutantes son seres humanos con alguna variación genética que les dota de características especiales, lo que los convierte en la minoría más perseguida del mundo. Dadas las circunstancia, el profesor Xavier crea una institución que sirva de refugio a estos seres. En ella son preparados para aceptar y dominar sus poderes con el fin de luchar contra la intolerancia y la creciente histeria colectiva que amenaza su existencia. Pero el rechazo hacia los mutantes aumenta todavía más cuando uno de ellos lanza un devastador ataque, lo que da lugar a una pública repulsa contra ellos y al reforzamiento de la Mutant Registration Act, cuyo líder, William Stryker, se propone eliminarlos atacando la escuela de X-Men. (FILMAFFINITY)

El éxito de X-Men hizo que Fox diera luz verde a la producción de su secuela de forma casi automática, manteniendo a Bryan Singer como director. Para la escritura del guión, los productores optaron por una fórmula que no era del todo inusual en lo referido a blockbusters palomiteros, al contratar a Zak Penn y David Hayter para que escribieran dos guiones diferentes, para elegir a continuación lo mejor de cada uno para terminar de ensamblar el guión definitivo. Hayter era el guionista de la primera X-Men, mientras que Penn, que escribió años más tarde el guión de Vengadores junto a Joss Whedon, había escrito guiones para Last Action Hero o Inspector Gadget.

Finalmente, Michael Dougherty, Dan Harris y David Hayter aparecen acreditados como guionistas, firmando un guión inspirado en los comics Dios ama, el hombre mata de Chris Claremont y Brent Anderson y Arma X de Barry Windsor Smith. A Singer le interesaba que la película tuviera un villano humano que transmitiera «la perspectiva humana, el tipo de ira que alimenta la guerra y el terrorismo”, algo que estos comics mostraban de maravilla. Además, al ganar Halle Berry el Oscar a Mejor en Actriz en 2002 por Monster´s Ball (Marc Forster, 2001), se añadieron nuevas escenas y diálogos durante el rodaje para incrementar su importancia en la película.

X-Men 2 contó con fotografía de Newton Thomas Sigel, montaje de Elliot Graham y música de John Ottman. La película se rodó entre junio y noviembre de 2002, y contó con un presupuesto de 110 millones de dólares. La película recaudó 410 millones en todo el mundo, confirmando el éxito del universo cinematográfico mutante de la Fox. Sin embargo, en ese sentido, merece la pena recordar que Spiderman de Sam Raimi recaudó 800 millones el año anterior (2002), lo que indica que los X-Men Fox tenía una franquicia rentable, pero no un taquillazo.

De hecho, aunque X2 luce muchísimo mejor que X-Men y contó con un presupuesto un 50% superior, pasando de 70 a 110 millones, de nuevo la película tuvo que eliminar elementos por motivos presupuestarios, como fur el caso de la Sala de Peligro que incluso había sido construida por el equipo de producción. En todo caso, creo que en este caso el presupuesto sí es adecuado con lo que aparece en pantalla, y aunque obviamente hubiera molado ver Centinelas o la Sala de Peligro en la película, al final tampoco se les echa de menos porque la historia funciona a las mil maravillas.

En X2 veremos el retorno de Patrick Stewart (Charles Xavier), Hugh Jackman (Logan / Lobezno), Famke Janssen (Jean Grey), Halle Berry (Ororo Munroe / Tormenta), James Marsden (Scott Summers / Cíclope), Anna Paquin (Anna / Rogue), Ian McKellen (Erik Lehnsherr / Magneto), Rebecca Romijn-Stamos ( Raven Darkhölme / Mística) y Bruce Davison (Senator Kelly).
Junto a este reparto coral, X2 nos presenta a Alan Cumming como Kurt Wagner / Nightcrawler, que protagoniza la excelente escena inicial de la película. Brian Cox como el Coronel William Stryker, el militar humano que busca provocar un genocidio mutante, Kelly Hu (Yuriko Oyama / Deathstrike), una mutante con habilidades similares a las de Lobezno y Michael Reid MacKay como Jason Stryker / Mutant 143, hijo mutante del Coronel Stryker completan el equipo de villanos de la película.
Además, la película aumenta el papel de los jóvenes mutantes Shawn Ashmore (Bobby Drake / Iceman) y Aaron Stanford (John Allerdyce / Pyro) presentados en la primera película, además de contar con cameos de Peter Rasputin / Coloso, Hank McCoy, Kitty Pryde, Jubilation Lee, Artie Maddicks y Theresa Rourke / Siryn entre otros.

Para empezar a valorar la película, en necesario recordar que la primera X-Men me pareció entretenida y casi perfecta en lo relativo a la caracterización de los personajes pero deficiente en las escenas de acción y en general en todo lo relativo a los efectos especiales. Creo que esto es algo que el propio Bryan Singer y los productores Lauren Shuler Donner y Ralph Winter supieron ver de cara a esta segunda película, creando una escena inicial con el ataque de Rondador Nocturno a la Casa Blanca que visualmente es mejor que toda la primera película junta y mostraba por fin un poder mutante en todo su esplendor.

Bryan Singer mantuvo todo lo que funcionó de la primera película en lo relativo a las caracterizaciones y las relaciones entre los personajes, aumentando el nivel de espectáculo que faltó en la primera película, con otros momentazos visualmente sobresalientes como son el asalto a la mansión, la huida de Magneto, el ataque aéreo al X-Wing, la pelea final de Lobezno frente a Deathstrike o el climax con el sacrificio final de Jean Grey.

Un elemento que me gusta de la película es la importancia que da a los jóvenes Iceman y Pyro, mostrando cómo se enfrenta cada uno de ellos al miedo y al rechazo de los humanos. Que al final Pyro decida marcharse con Magneto me parece un detalle muy inteligente del guión. Unido a esto, el protagonismo de Iceman y Pyro va en detrimento de Rogue, a la que en realidad no la pasa nada interesante durante la película, hasta el punto que el guión tiene que forzar elementos como que pilote el X-Wing en la parte final para justificar que haga algo positivo durante la película.

Sobre el guión, la primera película terminaba con una conversación entre Xavier y Magneto en la que Erik le advertía a Xavier sobre que la guerra entre humanos y mutantes era inevitable, a lo que Xavier contestó que “Compadezco a aquellos que vengan a mi escuela buscando problemas”. Me parece bestial que parezca que los guionistas usaran esa frase como base del guión para construir el ataque del ejército de los Estados Unidos.

La película bebe del mítico comic “Dios ama, el hombre mata”, uno de los más celebrados de la etapa de Chris Claremont, cambiando al caracterización del Reverendo William Stryker, manteniendo su odio hacia los mutantes al descubrir que su hijo ha desarrollado habilidades mutantes, pero transformándolo en un militar que usa ese odio para querer convertir a los mutantes en armas que utilizar. Además, la idea de usar a Xavier para matar a los mutantes sale directamente del comic, lo que indica un buen uso por parte de los guionisas de la rica historia mutante.

Conectar a Stryker con el origen de Lobezno no es fiel a los comics pero narrativamente creo que funciona perfectamente. Y es lógico también que tras la huida de Logan, Stryker siguiera investigando ante la realidad que la fusión del Adamantium en un esqueleto mutante tuvo éxito, lo que lleva a la creación de Deathstrike. El detalle del control mental de los mutantes apresados es otro elemento muy acertado que sirve además para disimular el hecho que la película cuenta con pocos “villanos” que se enfrenten a los X-Men en esta película.

Hacer que un humano sea el villano de X2 permite además realizar otro de los giros chulísimos de la película, al unir a Magneto y Mística con los X-Men que aún están en libertad, para enfrentarse juntos a la amenaza de Stryker. El clásico “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” sufre aquí un giro novedoso, al unirse por primera vez los mutantes frente a una amenaza común que quiere masacrar a todos los mutantes. En todo caso, que Magneto sea enemigo de Stryker no significa que sea de fiar, como también se encarga de mostrarnos el guión, que como decía antes, lo veo super equilibrado en todos los aspectos.

Aunque Logan (Hugh Jackman) es el gran protagonista de la película y la película se encarga de mostrarnos una parte importante de su pasado, me parece también super brillante cómo saben conectar el guión con la Saga de Fénix Oscura, mostrando durante la película los problemas que Jean Grey está sufriendo con sus poderes crecientes. La película me pareció una pasada, y encima el final nos dejó con una sorpresa final que nos anticipaba una tercera película excepcional. Lástima que en este caso X-Men 3: La decisión final fuera una decepción enorme.

En lo negativo, a pesar de sus 133 minutos de duración, la película no tiene tiempo para desarrollar a todos los personajes y los grandes damnificados de esta situación son Scott Summers, ninguneado durante toda la franquicia, y el Professor X, desapareciendo ambos literalmente durante casi una hora. La dinámica Xavier – Magneto prácticamente desaparece de la película para darle mayor protagonismo a Lobezno y al drama de los mutantes odiados por ser diferentes.

Comentaba antes que al ganar Halle Berry el Oscar, se añadieron nuevas escenas y diálogos que aumentaran su protagonismo. Este es otro elemento que explica la desaparición de Scott durante la mayor parte de la película. Sin embargo, más allá de tener muchos minutos en pantalla, los poderes de Ororo plantean un problema durante el visionado debido a sus cambiantes niveles de poder, además que usarla a ella en el climax para detener a Xavier usando el frío es quizá la parte más floja y anticlimática de la película. Además, el guión vuelve a mostrar a Ororo como alguien que odia a los humanos por motivos nunca aclarados, algo ya intuido en la primera película, lo cual me parece un enorme problema en la caracterización.

Por otro lado, teniendo en cuenta el argumento de la película, merece la pena plantearse si el gobierno de los USA no tiene razón en querer encerrar a unos mutantes superpoderosos como es el caso de Charles Xavier, que pueden acabar con la vida en la Tierra. De hecho, que pueda ser hecho prisionero y le laven el cerebro no hace más que agravar este argumento, al convertir su naturaleza benigna en irrelevante, si puede se hecho prisionero.

En todo caso, estos elementos me parecen unos peros muy pequeños para una película brillante que lo hace casi todo bien y que puso el listón muy alto en lo relativo a adaptaciones cinematográficas de comics de grupos de superhéroes.

Comparto el trailer de la película:

https://youtu.be/0b3MrSNn1pw

X-Men 2 es una excelente película de aventuras que ofreció el nivel de espectáculo y emoción que los fans mereciamos ver y que la primera no acabó de ofrecer. El listón quedó muy alto, y no debería sorprender que X-Men 3 fuera una decepción. Pero eso lo dejo a la reseña de la película, que publicaré en breve.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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¡Saludos a todos!

Celebrando 20 años de X-Men (Bryan Singer)

Esta semana se celebra el 20 aniversario del estreno en Estados Unidos de X-Men (Bryan Singer, 2000), la película que junto a Blade (Stephen Norrington, 1998) y Spiderman (Sam Raimi, 2002) dió el pistoletazo de salida a la edad de oro del cine de superhéroes que actualmente estamos disfrutando. Aprovechando la efemérides, es un buen momento para revisitar la película y ver qué tal le ha sentado el paso del tiempo.

PUNTUACIÓN: 7/10

En un futuro cercano, la humanidad comienza a ver aparecer una nueva raza; los mutantes. Dotados de extraños y variados poderes, están agrupados en dos bandos: los que abogan por la integración y el entendimiento con la humanidad, encabezados por el doctor Charles Xavier, y los que buscan el enfrentamiento con una raza que consideran inferior y que les odia, dirigidos por Magnus, alias Magneto, un peligroso mutante con extraordinarios poderes. (FILMAFFINITY)

 

En la última década nos hemos acostumbrado a que Marvel Comics realice las películas de sus personajes de comic a través de su compañía hermana Marvel Studios, lo que asegura el control creativo y la tranquilidad de saber que la esencia de los personajes va a estar bien trasladada del comic a la gran pantalla. Pero este concepto era una idea imposible en los años 80 y 90, en el que lo  habitual era que las editoriales vendieran los derechos de sus personajes al primero que se interesara por ellos, no necesariamente un gran estudio de Hollywood.

En este contexto, durante la década de 1990 Marvel Comics había realizado una declaración de bancarrota durante el crash del sector y se encontraba en un momento delicado en el que necesitaba recursos económicos urgentemente. Una forma de conseguirlos fue vendiendo los derechos de sus principales personajes a los estudios de Hollywood, para que desarrollaran películas que significaran una cierta competencia al monopolio de Warner / DC Comics con sus películas de Superman y Batman.

Fox había estrenado en 1992 una serie de animación de los X-Men que fue tremendamente popular durante los 5 años en los que se emitió. Este éxito animó al estudio para comprar en 1994 los derechos cinematográficos de los personajes, tras casi 20 años en los que estos derechos fueron cambiando de manos entre varias productoras sin que consiguieran poner en marcha la producción.

Bryan Singer (Nueva York, 1965) era un joven director que en ese momento había realizado la maravillosa y multipremiada Sospechosos habituales (1995). Aunque no era un fan de los comics, firmó con Fox para dirigir la película tras valorar otras opciones del estudio, al creer que el tema principal de los mutantes perseguidos y odiados por ser diferentes era una metáfora poderosa a la que podía sacar mucho partido. Mientras se llevaban a cabo las diferentes escrituras de guión y se podía en marcha la producción, Singer dirigió la entretenida Apt Pupil (1998).

Viendo la ficha técnica de la película de IMDB, vemos que X-Men es un guión de David Hayter a partir de una historia de Bryan Singer y Tom DeSanto basada en los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby para Marvel Comics. Sin embargo, Fox contrató a numerosos escritores hasta encontrar la versión perfecta para rodar, algo en lo que el ajustado presupuesto asignado acabó jugando un factor determinante. Christopher McQuarrie, guionista de Sospechosos habituales, o el ahora idolatrado Joss Whedon fueron algunos de los escritores no acreditados que trabajaron en la producción.

Con un presupuesto en 75 millones de dólares, la película se rodó entre septiembre de 1999 y marzo de 2000 en varias localizaciones de Canadá, contando con Newton Thomas Sigel como director de fotografía, montaje de Steven Rosenblum, John Wright y Kevin Stitt y música de Michael Kamen. Teniendo en cuenta que se estrenó tan sólo 4 meses después de terminar el rodaje, el 14 de julio, podemos imaginarnos los plazos de entrega tan justos con los que trabajaron.

La película fue un gran éxito de taquilla, recaudando 300 milones de dólares, lo que multiplicaba por 4 su presupuesto, lo que dió luz verde al rodaje de su segunda parte estrenada en 2003. Hay cierta controversia en ámbitos comiqueros sobre si X-Men fue la película que abrió el camino del éxito cinematográfico a los superhéroes de Marvel. En mi opinión, el éxito de X-Men confirmó lo que ya Blade (Stephen Norrington), había mostrado a los estudios de Hollywood dos años antes, en 1998, que los superhéroes podían ser super rentables en taquilla y merecía la pena invertir en este género.

Dicho esto, considero que el verdadero “game-changer” que lo cambió todo no fue X-Men o Blade, sino el Spiderman de Sam Raimi de 2002. Esta película fue la primera que contó con un gran presupuesto para la época, casi 150 millones millones, más de el doble que X-Men, y recaudó 830 millones de dólares en todo el mundo, confirmando que el cine ya estaba en disposición de mostrar un nivel de espectáculo y “sense-of-wonder” que hasta ahora sólo podía verse en los comics, siempre que los estudios invirtieran en estos conceptos con unos presupuestos a la altura, cosa que como ahora veremos, no pasó en X-Men.

Hoy en día, el reparto de X-Men ya forma parte de nuestros recuerdos. Y debo reconocer que el casting fue un acierto bestial. La película contaba con el gran reclamo de contar con Patrick Stewart e Ian McKellen en los papeles principales de Charles Xavier (Profesor X) y Erik Lehnsherr (Magneto), creando un antogonismo que bebe directamente de los comics de Chris Claremont, presentando a dos amigos ahora enfrentados con visiones contrapuestas sobre la relación de humanos y mutantes. Mientras que Charles Xavier tiene un punto de vista más positivo y aboga por la colaboración entre humanos y mutantes, Erik, superviviente de un campo de concentración durante la 2ª Guerra Mundial, tiene claro que los humanos son capaces de repetir el holocausto, en este caso dirigiendo su odio y miedo contra los mutantes.

Hugh Jackman saltó a la fama gracias a su interpretación de Logan (Lobezno), el misterioso mutante de con garras y esqueleto de Adamantium, un pasado oculto en el misterio y una capacidad de curación sobrehumana. Y aunque su Logan ya es historia del cine, es interesante recordar como este papel le llegó por casualidad días antes del inicio del rodaje, ya que Dougray Scott, el actor que había conseguido el papel, tuvo que abandonar la producción debido a la imposibilidad de compaginar este rodaje con el de Misión Imposible 2, en la que hacía el papel del villano.

El resto del reparto lo completan Anna Paquin como Marie (Rogue), joven mutante que absorbe con el contacto físico los poderes de otros mutantes y la energía vital de los humanos , y que considera sus poderes una maldición, Famke Janssen como Jean Grey, una telépata y telequinética que mantiene una relación sentimental con Scott Summers (Cíclope), interpretado por James Mardsen, el serio jefe de campo del grupo que lanza poderosos rayos por los ojos que sólo pueden de controlados por unas un visor hecho de cuarzo de rubí, y Halle Berry como Ororo Munroe (Tormenta), mutante que controla el clima.

En el lado de los villanos de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, tenemos a Rebecca Romijn como la multiforme Raven Darkolme (Mística), Tyler Mane como Victor Creed (Dientes de Sable), asesino sádico y hombre fuerte de Magneto, y Ray Park como Mortimer Toynbee (Sapo), un mutante muy ágil con una larga lengua. Completa el reparto Bruce Davison como el Senador Robert Kelly, que busca aprobar una ley que obligue al registro de todos los mutantes ante las autoridades, algo que nos recuerda el clásico argumento de Días de Futuro Pasado.

Entrando el materia ya sobre la película, debo reconocer que volver a ver X-Men me ha gustado mucho más de lo que esperaba, ya que pensaba que no habría envejecido demasiado bien. Sin embargo, lo primero y principal es que la película me ha ofrecido un buen entretenimiento.

Tras toda una vida en la que a lo máximo que podíamos aspirar los fans de los comics era a subproductos como los 4 Fantásticos de Roger Corman o a Punisher (1989) de la Canon interpretada por Dolph Lundgren, poder ver en imagen real la Escuela de Charles Xavier para Jóvenes Talentos fue una pasada, flipando con las caracterizaciones de cada personaje protagonista, además de los cameos de estudiantes como Kitty Pryde, Júbilo, Bobby Drake (Hombre de Hielo) o Pyros.

La película se apoya en dos elementos principales, por un lado el conflicto y el carisma de Xavier y Magneto, que son dos caras de la misma moneda, algo que viene casi literalmente de la etapa del comic escrita por Chris Claremont. Junto a esto, tenemos la relación de Logan con la joven Rogue, cuyos poderes de absorción de habilidades la impiden tocar a nadie y la convierten en un personaje perfecto para transmitir la soledad y alienación que sufren los mutantes por culpa de sus poderes. En los comics Logan hace de mentor de Kitty Pryde, por lo que a pesar de cambiar de personaje, esta relación cuadra y considero que es un cambio que no molesta ni afecta en lo fundamental a la adaptación. El carisma de Hugh Jackman se sale en todas sus escenas, y además el guión es un caramelo que permite mostrar un amplio rango de emociones, desde el tío duro que puede con todo al adulto preocupado por una niña a la que debe proteger.

El casting en lo relativo a Charles Xavier, Scott, Jean Grey o Tormenta es maravilloso, y transmiten la esencia de lo que un fan veterano como yo espero ver en una película de los X-Men. La personalidad benigna de Xavier, el choque de personalidades entre Logan y Scott y el triángulo que forman con Jean Grey es 100% comiquero y crean un dinámica super interesante que son la guinda del pastel que hace que la película funcione.

Como comentaba antes, globalmente la película me parece entretenida y me interesan los personajes por el vínculo emocional que tengo con los personajes del comic. Sin embargo, tras el visionado me doy cuenta que lo que hacen en pantalla no es realmente interesante, ni tampoco encuentro nada destacable de su conflicto contra la Hermandad de Mutantes Diabólicos de Magneto.

Constreñidos por un presupuesto insuficiente, los productores desecharon personajes como Bestia o Rondador Nocturno, la Sala de Peligro o los clásicos Centinelas que aparecían en los primeros borradores, optando finalmente por una floja trama en la Estatua de la Libertad en la que Magneto quiere convertir a los principales líderes mundiales en mutantes que resultara barata de rodar. Con ojos de 2020, toda la película tiene el feeling de un episodio piloto de serie de televisión no demasiado inspirado visualmente.

Poder ver una buena adaptación de un comic Marvel fue un sueño hecho realidad. Y al construir Singer la historia a partir del conflicto Xavier-Magneto y el centro emocional de Logan-Pícara-Jean Grey, no me importó que Tormenta tenga literalmente dos frases en toda la película y que lo que diga la coloque como alguien que odia a los humanos por motivos nunca aclarados en las películas. O que Cíclope aparezca relativamente bastante en pantalla pero no haga nada realmente destacable.

Como primera película que establece un universo cinematográfico en 2000, X-Men acertó en la ambientación y en el espíritu a pesar de sus limitados efectos especiales y unas mínimas escenas de acción. La labor de director de Bryan Singer me parece buena en el desarrollo de personajes pero muy plano en lo visual, no sabiendo crear escenas atractivas ni momentos realmente memorables.

Lo X-Men tenían amplio margen de mejora, y afortunadamente las expectativas se sobrepasaron en la excelente X-Men 2, que reseñaré dentro de unos días.

Otro tema que creo interesante comentar es el tema de los trajes de cuero negro. Matrix se estrenó en 1999 y se convirtió en un evento cultural que influyó durante años en todo el cine comercial, no sólo en lo relativo a los efectos especiales y su «bullet-time», sino por su estética. Esta influencia se puede ver claramente en el diseño de producción de X-Men, que optó por eliminar los clásicos trajes de los comics por unos genéricos uniformes de cuero negro. Aparte de unirse a la tendencia marcada por Matrix, la realidad es que ni los productores ni Brian Singer, que recuerdo no era lector de comics, creían que los trajes de colores pudieran funcionar en pantalla, y obviamente si tu mismo no te lo crees no lo vas a mostrar bien.

De hecho, Singer incluyó una broma metatextual en la película sobre esto, cuando tras ponerse los trajes de cuero y Lobezno expresa su desagrado, Cíclope le contestó de modo sarcástico «¿Hubieras preferido un traje de licra?» En ese momento, debo reconocer que la broma funcionó. El problema vino cuando tuvimos que aguantar esa misma broma repetidamente durante casi 20 años (en Logan de 2017 aún hay una mención sobre esto), mostrando a un estudio y unos productores anclados en una estética caduca cuando el género había avanzado sin complejos.

Marvel Studios desmontó esta idea 10 años más tarde en sus películas de Iron Man, Thor o Capitán América, mostrando que el problema no son los trajes, sino de los profesionales que no saben usarlos o no se los creen. Pero tampoco hace falta remontarse tanto en el tiempo, porque sin ir más lejos en 2002 Spiderman, que recuerdo que fue para mi la verdadera «Game-Changer», nos mostró su traje rojo en toda su gloria, enfrentándolo Raimi a un Duende Verde con una chillona armadura verde. Unido a esto, la excelente X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011) ya significó la demostración de que los trajes de los X-Men pueden funcionar sin problemas en pantalla, pero te los tienes que creer para comenzar…

En resumen, X-Men me ha gustado y me ha entretenido, aunque para un espectador de 2020 no puede evitar transmitir una sensación de baratillo, sobre todo teniendo en cuenta que series de televisión como Legion o Doom Patrol han mostrado elementos mucho más brillantes y espectaculares que la película de Singer.

Comparto el trailer de la película:

 

X-Men sigue siendo un buen entretenimiento construido a partir del carisma de los personajes que creó una franquicia cinematográfica que se desarrolló durante 20 años. A pesar de la sensación de baratillo que transmite para un espectador de 2020, merece la pena recuperar la película.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

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Logan – Hollywood no ha entendido nada

Reconozco que tenía ganas de ver Logan, la última película del mutante de Marvel protagonizada por Hugh Jackman y dirigida por James Mangold para el estudio Fox. Y eso que su primera colaboración, The Wolverine (Lobezno Inmortal, 2013) fue una película mediocre siendo muy generoso. Pero a pesar de todo confiaba en poder pasar un rato entretenido y que la película ofreciera un buen final. ¡Que decepción mas grande!! ¡Que triste final para un personaje tan querido!!!

2029. Los mutantes han desaparecido. Solo unos pocos quedan con vida, entre los que destaca un envejecido Logan (Hugh Jackman), que malgasta sus días emborrachándose para intentar sin éxito olvidar un trauma de su pasado. Logan cuida en la frontera con México de un anciano Charles Xavier (Patrick Stewart) que sufre episodios de demencia que descontrolan sus poderes telepáticos y que le obligan a estar sedado. Caliban (Stephen Merchant), un mutante con la habilidad de rastrear mutantes ayuda a Logan a cuidar de Charles. La llegada de Laura X-23 (la debutante Dafne Keen), una joven mutante perseguida por un grupo de cazadores de mutantes liderados por Donald Pierce (Boyd Holbrook), obligará a Logan a salir de su retiro para una última misión.

Lo mejor que puedo decir de Logan es que es la mejor de las tres películas protagonizadas en solitario por Hugh Jackman. Lo cual visto lo visto no garantiza una película buena. La fotografía de John Mathieson y la música de Marco Beltrami están bastante bien y hacen que la película luzca mucho mejor de lo que es en realidad. Y el trío protagonista formado por Hugh Jackman, Patrick Stewart y el descubrimiento de Dafne Keen como Laura – X23 realizan unas buenas interpretaciones que consiguieron conectar conmigo en muchos momentos. Lástima que el guión sea una locura y les haga cometer locuras sin sentido durante las más de dos horas de película.

Parto que tras dos películas malas o muy malas (X-Men Origins: Wolverine se lleva la palma), tenia ganas que esta fuera la buena e iba deseando que me gustara, lo que a lo mejor hizo que mis expectativas fueran demasiado positivas. Además, tras el éxito de Deadpool con su violencia extrema y su calificación para adultos, los ejecutivos de Fox dieron luz verde a esta misma calificación para Logan. Esto garantizaba un nivel de violencia mayor al que estamos acostumbrados en una película de superhéroes que encajaba con el personaje y que a priori apuntaba en la buena dirección. Violencia que al final es uno más de los elementos desaprovechados y que no solo no sorprende sino que resulta repetitiva y aburrida.

James Mangold demostró en The Wolverine que no sabía rodar acción. Y eso que en esa película la pelea encima del tren bala y cuando Logan es atacado por La Mano desde los tejados del poblado fue dos escenas entretenidas que estuvieron bien y que eran de lo poco salvable. Pero en lo referido a las peleas hombre a hombre, el concepto de coreografía era casi inexistente y el montaje un horror. Pero si Mangold en The Wolverine decepcionó, en Logan da pena y ofrece unas escenas impropias para el género. Supongo que pensaría que como enseñan multitud de heridas de salida y cabezas ensartadas con eso ya era suficiente y los espectadores flipariamos. Pues no. Fail total. La segunda vez que un lacayo parado de pie espera ser ensartado por Logan ya empecé a aburrirme. Y eso es todo lo que hay, una y otra vez. Excepto por el giro de la identidad del villano sorpresa que protagoniza la batalla final, cuya primera aparición es lo único que impacta y trasmite salvajismo y caos, el resto aburre y no sugiere nada que no sea repetición y monotonía. Y si, hay batalla final, que sorpresa, ¿verdad?

Pero mucho peor que unas terribles escenas de acción con unas coreografías que si las comparamos con las de X-Men 2 (2003) dan pena a todos los niveles, la película naufraga por un guión tramposo que me ha parecido un espanto, obra de Scott Frank, Michael Green y el propio Mangold. Además de un final de vergüenza ajena que consiguió que saliera enfadado del cine. Un guión que es un agujero tras otro y que juega a ser ambiguo porque sinceramente no tiene ni p%#@ idea de lo que trata o no busca de dar una explicación coherente a nada de lo que presenta, porque si lo intentara se vería que no tiene ni pies ni cabeza.

Partimos por el principio, aunque intentando no desvelar elementos importantes de la trama ¿Por qué está torturado Logan? Se entiende que hay una parte de “survivor´s guilt” al ser uno de los últimos mutantes que ha sobrevivido a sus compañeros de los X-Men. Pero se intuye un trauma provocado por estas muertes que los lectores podriamos pensar que era debido a algo similar a lo visto en el comic “Old Man Logan” de Millar+McNiven, del que decían inspirarse (bueno, tanto como se inspiraron en el Honor de Claremont+Miller para The Wolverine, un huevo a una castaña). Y a medida que la película encadena escenas que son una locura, seguidas por otra decepcionante para continuar con más sinsentidos, yo aún pensaba “mientras la explicación del trauma de Logan encaje, yo contento”. Pero cuando llega la no explicación, el castillo de naipes de derrumba. Qué mal.

Y si psicología de Logan no está correctamente explicada, ¿qué decir de su situación física? Nos dicen al comienzo de la película que se está muriendo, pero nunca llegamos a saber si es porque el Adamantium le está envenenando, porque está mayor y su habilidad de curación no funciona o porqué el gobierno le ha envenenado con alimentos transgénicos antimutantes. O quizá son todos estos motivos a la vez, a pesar de que ¿no dijeron que Lobezno era inmortal en la anterior película? O a lo mejor se muere por otros motivos diferentes, quien saben. La película deja caer diálogos misteriosos que nunca llegan a aclararse y que a veces trasmiten conceptos opuestos.  Y lo mismo podría decirse de la causa por la que ya no quedan mutantes en la Tierra. Aunque al final sugieren la intervención del Gobierno, la Escuela de Xavier, el principal y más conocido centro mutante en los USA no desapareció por un ataque del ejército, que sería lo lógico si el Gobierno está intentando acabar con los mutantes. El resumen de este largo párrafo es: Mejor no pensar en la historia y ni se te ocurra ordenar cronológicamente los sucesos que cuentan, porque verás que no aguantan el más mínimo análisis.

Hay un intento consciente de James Mangold de dar una capa de seriedad y madurez a la película, al conectarla con westerns crepusculares como Sin Perdón, basados en personajes torturados por su pasado. Y con ese concepto parece que ha conseguido ganarse a la critica, aunque luego nos venda humo, al no existir una base sólida sobre la que apoyar la historia o las acciones de los personajes. Creo que prácticamente todas las transiciones entre escenas son un salto de lógica para el espectador. Y en el actual cine comercial una o dos locuras de entienden para hacer que la historia avance. Pero Logan se lleva la palma.

Un inciso curioso. En la Lego Batman Movie que recomendé hace unas semanas, el personaje se ríe de los clichés del cine de acción “serio”. Y en sus títulos iniciales de crédito, Batman nos cuenta a la audiencia que las película serias comienzan siempre con un fundido a negro, en un divertido ejercicio de autoconsciencia, sobre todo teniendo en cuenta que es una película familiar para todas las edades. ¿Os imaginais como empieza Logan? Pues si, un fundido negro serio y trascendente. Parece casi una premonición. Fin del inciso.

En fin, el guión es un puro agujero, y eso sin contar nada del giro del villano final que nos devuelve al James Cameron de 1992 en un alarde de nula originalidad. O el sonrojo de ver como los Cosechadores de Donald Pierce, unos duros militares curtidos en mil batallas que conocen las habilidades mutantes de todas sus presas y se supone que están preparados para deternerles sin sufrir bajas, van corriendo al encuentro de su muerte en lugar de combatirles a distancia con tasers, redes, etc… Y la lista seguiría, pero tampoco quiero alargarme demasiado o spoilerar nada.

Lo último que quiero decir sobre Logan es que hay multitud de ejemplos de películas malas o mediocres a las que un buen final ha conseguido arreglar en parte, y al menos han dejado  buen sabor de boca al espectador. Rogue One sería un buen ejemplo de esto, una película correcta que parece mucho mejor gracias al excelente final. Lamento decir que Logan no entra en esta categoría, muy al contrario, la última media hora es de largo lo peor de la película. Película que hasta ese momento tampoco es que fuera buena.

Hugh Jackman afirmó que esta es su última película como Logan. Esto induciría a pensar que al menos buscarían dejar un buen sabor de boca al espectador, para que lo último que haga el personaje, aquello por lo que será recordado cuando todo acabe, sea al menos un antológico «Blaze of glory». Butch y Sundance me vienen inmediatamente a la cabeza. Nada más lejos de la realidad. ¿Cual es el legado que deja Logan tras esta su tercera película? Sin entrar en spoilers, sensación de derrota mitigado por un intento de final feliz. Que mal final para un héroe que se enorgullecía de ser «el mejor en lo que hacía. Aunque lo que hace no es bonito». Aunque, claro, eso era en los tebeos, nunca llegamos a verlo en el cine, lamentablemente.

Y por si fuera poco, lo peor no es que la pelicula sea mala, es que los ejecutivos de Fox demuestran que se han quedado solo con la superficie de lo que significó el éxito de Deadpool. Una película que era original y divertida y utilizaba la violencia, el sexo y los chistes gruesos en beneficio de la historia y de la personalidad del protagonista. En cambio, Logan vuelva a tropezar con un guión nefasto que parece que lo apuesta todo a una mal ejecutada violencia y a insertar multitud de easter-eggs para intentar que los espectadores nos quedemos en la superficie de lo que nos están contando. Así que no tengo duda que el éxito comercial de Logan va a provocar un aumento de las películas de acción con clasificación para adultos. Espero que dichas películas se molesten al menos en tener un guión decente que cuente algo interesante, o al menos lo cuenten de forma entretenida y con cierto carisma.

También me da pena comprobar que Jackman y Mangold realmente no han entendido al personaje y se quedaron como todos en la superficie. Pero supongo que esto daría para un artículo aún más extenso. El único consuelo que nos queda es que la película va a ser un gran éxito. Y aunque no deberiamos alegrarnos de que una película horrenda triunfe por llegar al mercado en el momento justo, lo cierto es que FOX no se conformará con este final para el personaje, sobre todo ahora que por fin van a tener beneficios con él. Seguro que en breve pondrán en marcha un reboot con un actor joven que sustituya al cansado Jackman. Y confiemos que sin él y por supuesto sin Mangold, el nuevo director consiga crear por fin una película buena con el personaje, que es lo mínimo que nos merecemos sus fans. Aunque para ello tendremos que esperar muchos años.

Comparto el trailer de esta película, que al igual que pasó con The Wolverine, consiguió engañarme:

Respeto todas las opiniones y estoy seguro que a mucha gente le gustó Logan, pero en este caso lamento deciros a todos los que no os gustó The Wolverine que mejor no os gasteis vuestro dinero por ver esto. ¡Menuda decepción y que horrible final para la historia de Logan!!!

PUNTUACIÓN: 4/10