Archivo de la etiqueta: 20th Century Fox

Crítica de Nuevos Mutantes de Josh Boone

Tras varios años de espera, el final de agosto nos trajo el estreno de Los Nuevos Mutantes, la película de Joss Boone que adapta el icónico comic creado por Chris Claremont y Bob McLeod, con contribuciones posteriores de Bill Sienkiewicz. Y que lamentablemente significa un triste epitafio para la serie de películas que Fox realizó con los personajes de Marvel Comics.

PUNTUACIÓN: 4/10

inco jóvenes mutantes que acaban de descubrir sus habilidades, son encerrados en unas instalaciones secretas contra su voluntad y luchan por escapar de su pasado y salvarse a sí mismos (FILMAFFINITY)

Josh Boone es un escritor y director americano nacido en Virginia en 1979. Alcanzó cierta fama en 2014 por dirigir el drama romántico The Fault in Our Stars (2014), basado en la novela best-seller del mismo nombre. Boone también escribió y dirigió la comedia romántica Stuck in Love (2012). Tras The Fault in Our Stars, Boone junto a su amigo y colaborador Knate Lee consiguieron llamar la atención de Fox en 2015 para la realización de una película de los Nuevos Mutantes, siendo contratados por el productor Simon Kinberg para escribir el guión de una película que en ese momento querían que iniciara una nueva trilogía cinematográfica.

Los Nuevos Mutantes de esta película son Illyana Rasputin (Anya Taylor-Joy, la actriz aue saltó a la fama con La Bruja y Glass), Rahne Sinclair (Maisie Williams, la ya mítica Arya Stark de Juego de Tronos), Samuel «Sam» Guthrie (Charlie Heaton de Stranger things), Danielle «Dani» Moonstar (la debutante Blu Hunt) y Roberto da Costa (interpretado por el actor brasileño Henry Zaga). A estos 5 actores habría que añadir a Alice Braga como la Doctora Cecilia Reyes.

La película cuenta con fotografía de Peter Deming, montaje de Matthew Dunnell, Robb Sullivan y Andrew Buckland y música de Mark Snow.

La película se rodó entre julio y septiembre de 2017, de cara a un estreno inicialmente previsto en Abril de 2018. El guión que finalmente se rodó sufrió varias transformaciones respecto al concepto inicial de Boone, al contratar Fox a un grupo de hasta 6 guionistas para transformar la historia de terror pura protagonizada por adolescentes con poderes a una versión suavizada sin excesivos sustos o sangre dirigida a un público más juvenil.

La ironía quiso que IT (Andy Muschietti, 2017) fuera uno de los grandes éxitos de taquilla de ese año en Estados Unidos. Esto, sumado a la buena acogida que tuvo el primer teaser de la película que resaltaba los elementos de terror de la película, provocó que la película fuera retrasada por primera vez para poder rodar nuevas escenas y mejorar los efectos especiales que le devolvieran a la película el feeling de terror que Boone planteó inicialmente que los productores quitaron, pasando su estreno de abril de 2018 a febrero de 2019.

Sin llegar a rodar los reshoots por los problemas de agenda debido, entre otros motivos, a los complejos planes de rodajes de Juego de Tronos (Maisie Williams) y Strangers Things (Charlie Heaton), la película volvió a retrasarse para no coincidir con Deadpool 2, pasando a tener una fecha de estreno de agosto de 2019. Después, ya inmersa la película en medio de la compra de Fox por parte de Disney, fue de nuevo retrasada hasta Abril de 2020, para acoplarla con el planning de estrenos de Disney. La crisis del Covid paralizó su estreno, que finalmente se acaba de producir el pasado 26 de agosto.

Leyendo sobre el tema, la ficha de la película en imdb muestra un presupuesto final de 70 millones de dólares, un importe muy pequeño comparado con otros blockbuster comiqueros. Por poner este presupuesto en contexto, 70 millones es menos que los que costó Joker en 2019 (+/-90 millones), mientras que X-Men Apocalipsis estrenada en 2016 tuvo un presupuesto de 180. El propio Boone indica que la versión finalmente estrenada es muy parecida al primer montaje de 2017, dado que los reshoots para añadir más elementos de terror no llegaron a rodarse, y llegó un momento en que los actores habían crecido y ya no podían hacerse.

Además, dadas las malas perspectivas de taquilla, al estrenarse Nuevos Mutantes después de la desastrosa Dark Phoenix de Simon Kinberg, parece que Disney ha optado por estrenarla invirtiendo lo mínimo imprescindible, de forma que poniéndose en la peor de las perspectivas, las pérdidas sean mínimas. Eso en caso que el coste de la película no estuviera ya imputado a gastos de Fox de años anteriores, cosa que tampoco descartaría.

Entrando ya en materia, salgo bastante molesto con el visionado de estos Nuevos Mutantes. La película intenta ser varias películas en una, pero lamentablemente no consigue ser demasiado buena en nada y queda a medio camino de todo. Además, los cambios en varias caracterizaciones de los personajes y sobre todo que estén mal desarrollados, casi esperando que los fans rellenemos los huecos que ellos no han contado, me han impedido disfrutar de la película.

Mis Nuevos Mutantes son los de Chris Claremont, Bob McLeod, Bill Sienkievitch, Bret Blevins, Arthur Adams… Comentaba antes de entrar al cine que con tal de ver bien representados a Sam, Roberto, Dani, Rahne e Illyana me valía. Sin embargo, al final esto no ha resultado ser tan sencillo por los muchos deméritos de la película.

Josh Boone ha creado unos Nuevos Mutantes que parecen un mal piloto de una serie cutre de televisión. Entiendo que realmente no es culpa suya, sino de Fox, que no le dejó hacer la película de terror que quería inicialmente y tampoco le dió un presupuesto decente. La película es una mezcla de El club de los cinco protagonizada por jóvenes superpoderosos con una ambientación de terror, subgénero psiquiátrico / confinamiento en un lugar oscuro y peligroso.

El intento de terror ni está ni se le espera, al estar rodada con poca gracia y nula intensidad, con el añadido de que al estar los pocos sustos telegrafiados, ninguno consigue impactar en el espectador.

Además, aunque película dura apenas 90 minutos, se me ha hecho larga al tener la mayor parte del tiempo a gente hablando sobre los mismos temas, y las pocas manifestaciones de poderes son super cutres, incluso para una serie de televisión. Además, como sabemos que lo que experimentan los chavales son pesadillas, en ningún momento hay una verdadera sensación de peligro y, de hecho, cuando se nos informa que estas pesadillas sí eran reales, se convierte en un WTF! De libro, ya que eso debería haber provocado la muerte de algún personaje. Había leído la comparación de Nuevos Mutantes con Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño (Chuck Russell, 1987), pero precisamente por lo que comento, la comparación no deja en buen lugar a estos Nuevos Mutantes.

Y todo eso me hubiera dado igual si hubieran clavado a los personajes. Físicamente aciertan con Illyana, Rahne y Sam, no con Roberto ni Dani, y además encontramos cambios sustanciales en la personalidad de  Rahne y Roberto que no me dejaron disfrutar de ellos.

Maisie Williams como Rahne Sinclair es un casting bestial y ella mola en pantalla. Williams transmite toda la empatía y la humanidad de Rahne y se nota que es una gran actriz que está curtida en mil batallas (literalmente). Pero Rahne en los comics es una niña que puede transformarse en un lobo (Wolfsbane / Loba venenosa en España), caracterizada por estar reprimida y ser super insegura a causa de sus creencias cristianas que le fueron enseñadas por un cura ultra conservador.

No puede ser ella quien de seguridad al grupo y es completamente imposible que se duche desnuda con gente delante. Y ya lo de ser lesbiana me pareció una locura que me chafó bastante la película. De hecho, no hubiera tenido problema si la relación la hubieran planteado entre Dani e Illyana, pero con Rahne no puede ser y además es imposible. Al menos si quieres honrar el comic que dices que es uno de tus favoritos.

Anya Taylor-Joy como Illyana Rasputin mola también en pantalla en su papel de niña malota. De hecho, ella es la mejor actriz de todo el reparto y consigue transmitir muchísimo sentimiento con los gestos más nimios, mostrando que aunque se hace la dura realmente es una niña asustada y traumatizada por su pasado. Pero ni sus poderes ni su historia están bien explicadas, como si esperaran que nosotros (los fans de los comics) rellenemos los huecos. Y los hay a montones. En los comics, Illyana (Magik) es la hermana pequeña del miembro ruso de los X-Men, Coloso, y fue residente durante mucho tiempo de la Mansión X. La habilidad mutante de Illyana es abrir «discos de teletransportación» que la permitían viajar al Limbo y desde allí, a cualquier punto de la Tierra. Tras una aventura en la que pasó años atrapada en el Limbo, adquirió el control de este reino místico y de la Espada Mística, que utilizó en adelante en las aventuras del grupo y se convirtió en una de sus señas de identidad.

Sin embargo, en la película todo esto no se explica y sólo deja caer que ella invento el Limbo para escapar de unos secuestradores sin rostro que parecen mafia rusa pero sin concretan nada. Esta falta de concreció y ambigüedad me indica que no sabían qué hacer exactamente con el personaje más allá de hacerla una tía dura que patea culos con su espada. Todo lo relacionado con Illyana está mal explicado, así que cualquier interpretación que se haga puede ser correcta. En mi caso, los monstruos sonrientes son solo lacayos a los que golpear para que haya al menos una escena de acción en toda la película, escena que por otro lado está mal resuelta. Y hay un detalle final relacionado con el peluche que lleva todo el rato, el dragón Lockheed, que se resuelve de una forma hasta ridícula en el climax de la película. Mejor no pensar demasiado con este WTF ! Ni lo que supondría para los poderes de Illyana, porque en el fondo pienso que incluso el director sabe que no tiene demasiado sentido.

El que si que me ha gustado mucho ha sido Charlie Heaton como Samuel «Sam» Guthrie. En los comics Cannonbal (Bala de Cañón) es un joven de 16 años de Kentucky con la capacidad de generar energía termoquímica y propulsarse por el aire. Mientras está en vuelo, sus poderes le convierten en invulnerable, el problema lo tiene al aterrizar, cuando los apaga. Le veo una caracterización muy buena y ajustada al comic pero casi no sale y no tiene una importancia real en la trama, sumado al hecho que la manifestación de sus poderes dan pena.

Este es el problema de hacer una película de 90 minutos, ya que por definición solo vas tiempo de desarrollar correctamente a dos o como mucho tres personajes, nunca a los cinco. Y en esta película, el foco está puesto en las chicas.

Henry Zaga como Roberto «Bobby» da Costa tiene delito. Mira que nunca me preocupó el whitewashing, pero este casting da vergüenza porque el personaje de los comics es negro, o en todo caso mulato. Contratar a un actor blanco para interpretarle me parece hasta una falta de respeto hacia sus creadores Chris Claremont y Bob McLeod, y en este sentido éste último tiene un enorme mosqueo con la película por la forma en que han adaptado su trabajo, básicamente ninguneándolo y no teniéndolo en cuenta, acrecentado por el hecho que escribieron mal su nombre en los títulos de crédito. “En tres años, nadie de Fox me ha contactado para nada ni se han molestado siquiera en mirar como me llamo”, escribió McLeod en redes sociales, al verse nombrado como MacLeod.

Aparte del whitewashing y que Zaga es encima un actor muy limitado que no transmite nada, transforman en la película a un chaval alegre, optimista, fiestero y mujeriego en un amargado virgen, al asesinar con sus poderes a su primera novia de forma accidental, algo que no tiene nada que ver con su historia en los comics. En los comics Sunspot (Mancha Solar) es un brasileño de 14 años que tenía una fuerza sobrehumana alimentada por la luz solar y podía almacenar energía solar en su cuerpo para usar su superfuerza. En la película, esa energía solar parece darle fuerza, pero además proyecta un calor extremo que puede quemar a quien esté cerca suyo, lo que convierte su poder en un peligro muy poco práctico. Para hacer las cosas peores, su poder queda cutrísimo también en pantalla, lo que tiene delito, ya que Sunspot ya había salido en X-Men: Días de Futuro Pasado (Bryan Singer, 2014), por lo que sólo tenían que replicar el efecto. ¿Tanto costaba hacerlo, había que cambiarlo para peor? En todo caso, menos mal que casi no tiene papel, porque si no el mosqueo hubiera podido ser mayúsculo.

Blu Hunt como Danielle «Dani» Moonstar es lo más flojo de la película. Es cierto que Zaga es igual de mal actor que Hunt, pero ella es la narradora de la historia, es la que nos introduce este mundo y el climax gira en torno a su Oso-Demonio, por lo que ella es la que debería mostrar más carisma, el girar todo en torno suyo. Sin embargo, sus limitadas dotes actorales hacen esto imposible y casi no consigue ni siquiera trasmitir empatía hacia alguien que acaba de perder a toda su tribu. Y encima no reconozco en ella a la Danielle de los comics, al eliminar de su aspecto las dos trenzas indias que se convirtieron en una parte icónica de su imagen durante décadas.

En los comics, Dani es una nativa americana cheyenne, que crea ilusiones visuales tridimensionales empáticas, a partir de los miedos de la persona con la que conecta. Por eso su nombre en clave es Mirage (Espejismo). Sin embargo, en la película asistimos a una sorpresa mayúscula a mitad de película, al ver que estas pesadillas sí son reales en el mundo físico. Lo cual alguien puede pensar que da mayor sensación de peligro, pero genera una situación loquísima e imposible, que es que entonces estos “demonios” deberían haber matado al menos a un personaje.

Y por si fuera poco, incluir a Cecilia Reyes (Alice Braga) en la película tiene mucho delito, porque solo es usada como el plot twist de la historia, pensando Fox que como sabemos que ella en los comics es una aliada de los X-Men también lo será en la película, cosa que desde el primer fotograma queda claro que no va a ser así, por lo que no hay sorpresa ninguna. Para hacer esto con la doctora Reyes hubiera sido preferible no utilizarla, la verdad. De hecho, la película juega con una estudiada ambigüedad al hacer creer que el jefe de Reyes podría ser el Profesor Xavier, pero eso desde el principio no se corresponde con la realidad de que están en una carcel, por lo que es otro elemento fallido y hubiera sido preferible evitar dicho easter-egg que tampoco funciona.

En 2000 cuando se estrenó la primera X-Men (Bryan Singer), los fans ávidos de ver a nuestros personajes favoritos en pantalla real alucinábamos con cualquier cameo o incluso con oir nombrado a un personaje, aún cuando no apareciera en pantalla. Pero en estos 20 años el público hemos evolucionado y nos hemos convertido en consumidores más exigentes al poder elegir entre los numerosos estrenos comiqueros. Un cameo o sacar a un personaje que no tenga nada que ver con su contrapartida comiquera o no tenga ni siquiera una línea de diálogo ya no vale, como ya descubrió Fox en 2016 con X-Men: Apocalypse (Bryan Singer, 2016). Pero Fox, y en concreto Simon Kinberg sigue empeñado en repetir estos mismos errores del pasado.

Aparte del feeling de telefilm, los Nuevos Mutantes sufren por la falta de un antagonista real durante el metraje, y la parte del Oso-Demonio falla porque es un anticlimax, dado que excepto Dani, nadie se enfrenta ni vence a sus miedos. No, diría que Illyana no lo hace, solo se enfrenta a unos esbirros que son carne de cañón, no a su verdadero miedo, aunque como comentaba antes, como está mal contado cualquier interpretación sobre esto puede ser tan correcta como la mía. Con el añadido de tener este climax un CGI horrible, impropio de una película de gran presupuesto de 2020, aunque se rodara en el 2017.

A todo esto, fuimos 4 personas al cine. Las 2 que no sabían nada de los comics salieron moderadamente satisfechas pensando que la película fue entretenida sin más. Y justo mi hermano y yo que somos los fans de los comics los que más descontentos y aburridos salimos, lo que me llevaría a pensar que posiblemente esta película no está pensada para lectores veteranos como yo. Realmente no.

Y acepto el comentario que comic y cine son medios diferentes y es normal que haya cambios. Pero si vas a hacer cambios deberías:

a) Intentar que mejoren lo existente, cosa que no pasa.

b) Invertir económicamente para que parezca que te importa la historia y quieres mostrarla de la mejor manera posible, en lugar de hacer algo cutre simplemente para cubrir el expediente y evitar que caduquen los derechos que en ese momento tenía Fox sobre los personajes, y por eso cuanto más barato costara la película mejor.

c) No vendas la película como una aproximación al terror que nunca antes se había hecho en una película de superhéroes, porque te vas a estrellar cuando no cumplas tu parte del trato.

En lo que si que estoy de acuerdo es que Nuevos Mutantes es diferente a otras películas de superhéroes. Sin embargo, diferente NO es mejor, y estos Nuevos mutantes son una nueva confirmación de esta idea. Para hacer esto con este presupuesto insuficiente, mejor hubiera sido que NO la hubieran hecho, sensación idéntica a la que tuve tras ver Fantastic Four (Josh Trank, 2015). Reconozco que los 4F fueron algo muchísimo peor, a galaxias de distancia.

Sin embargo, la comparación creo que es pertinente dado que Simon Kinberg hizo de productor en ambas, un cancer que hizo un daño irreparable para estos queridos personajes de los comics Marvel. Y en ambas dio luz verde a un proyecto basado en diferenciarse al canon, para luego a continuación cortar las alas a los directores al no atreverse a llevar esa idea hasta las últimas consecuencias. Con la consecuencia última de tener, en el caso de estos Nuevos Mutantes, una película que se queda a medio camino en todo.

Pero quizá lo que más me fastidia de todo el asunto es que con 15/20 minutos más de metraje, un mejor presupuesto y haber pulido un poco el guión, la película hubiera podido ser buena o muy buena. Sin embargo, fui a sabiendas a ver una película que se veía que no iba a ser buena porque la propia FOX no confió en ella y prácticamente dejó que muriera sola. Iba sin ningún hype simplemente confiando en que me entretendrían, y no fueron capaces de hacer ni siquiera eso, pero, de nuevo, por desidia del propio estudio. Debería haber sido más exigente y no haber pagado por ver una película que pintaba mal, pero reconozco que los 5 meses sin cine me hicieron estar desesperado por ver lo que fuera en el cine, con un resultado nefasto para mi.

En fin, esta es una opinión personal totalmente subjetiva, me fastidia mucho no haberla disfrutado como quería. Y en todo caso, me alegro por todos a los que sí os haya gustado la película y pudierais desconectar ante estas deficiencias y disfrutar con estos personajes tan queridos por el fandom entre el que me incluyo. Bien por vosotros.

Comparto el trailer de la película:

Nuevo Mutantes es la última decepción de los mutantes cinematográficos de Fox, que Disney ha heredado a regañadientes y hará bien en desechar y hacer como si nunca hubiera existido.

PUNTUACIÓN: 4/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

X-Men 2 de Bryan Singer, mejor imposible

Tras ver X-Men hace unos días, continúo con mi revisionado de las películas de los mutantes de Marvel producidas por Fox con X-Men 2 (Brian Singer, 2003, titulada en USA, X2: X-Men United), que elevó el nivel de acción, drama y entretenimiento respecto a la primera película a cotas casi de perfección.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Los mutantes son seres humanos con alguna variación genética que les dota de características especiales, lo que los convierte en la minoría más perseguida del mundo. Dadas las circunstancia, el profesor Xavier crea una institución que sirva de refugio a estos seres. En ella son preparados para aceptar y dominar sus poderes con el fin de luchar contra la intolerancia y la creciente histeria colectiva que amenaza su existencia. Pero el rechazo hacia los mutantes aumenta todavía más cuando uno de ellos lanza un devastador ataque, lo que da lugar a una pública repulsa contra ellos y al reforzamiento de la Mutant Registration Act, cuyo líder, William Stryker, se propone eliminarlos atacando la escuela de X-Men. (FILMAFFINITY)

El éxito de X-Men hizo que Fox diera luz verde a la producción de su secuela de forma casi automática, manteniendo a Bryan Singer como director. Para la escritura del guión, los productores optaron por una fórmula que no era del todo inusual en lo referido a blockbusters palomiteros, al contratar a Zak Penn y David Hayter para que escribieran dos guiones diferentes, para elegir a continuación lo mejor de cada uno para terminar de ensamblar el guión definitivo. Hayter era el guionista de la primera X-Men, mientras que Penn, que escribió años más tarde el guión de Vengadores junto a Joss Whedon, había escrito guiones para Last Action Hero o Inspector Gadget.

Finalmente, Michael Dougherty, Dan Harris y David Hayter aparecen acreditados como guionistas, firmando un guión inspirado en los comics Dios ama, el hombre mata de Chris Claremont y Brent Anderson y Arma X de Barry Windsor Smith. A Singer le interesaba que la película tuviera un villano humano que transmitiera «la perspectiva humana, el tipo de ira que alimenta la guerra y el terrorismo”, algo que estos comics mostraban de maravilla. Además, al ganar Halle Berry el Oscar a Mejor en Actriz en 2002 por Monster´s Ball (Marc Forster, 2001), se añadieron nuevas escenas y diálogos durante el rodaje para incrementar su importancia en la película.

X-Men 2 contó con fotografía de Newton Thomas Sigel, montaje de Elliot Graham y música de John Ottman. La película se rodó entre junio y noviembre de 2002, y contó con un presupuesto de 110 millones de dólares. La película recaudó 410 millones en todo el mundo, confirmando el éxito del universo cinematográfico mutante de la Fox. Sin embargo, en ese sentido, merece la pena recordar que Spiderman de Sam Raimi recaudó 800 millones el año anterior (2002), lo que indica que los X-Men Fox tenía una franquicia rentable, pero no un taquillazo.

De hecho, aunque X2 luce muchísimo mejor que X-Men y contó con un presupuesto un 50% superior, pasando de 70 a 110 millones, de nuevo la película tuvo que eliminar elementos por motivos presupuestarios, como fur el caso de la Sala de Peligro que incluso había sido construida por el equipo de producción. En todo caso, creo que en este caso el presupuesto sí es adecuado con lo que aparece en pantalla, y aunque obviamente hubiera molado ver Centinelas o la Sala de Peligro en la película, al final tampoco se les echa de menos porque la historia funciona a las mil maravillas.

En X2 veremos el retorno de Patrick Stewart (Charles Xavier), Hugh Jackman (Logan / Lobezno), Famke Janssen (Jean Grey), Halle Berry (Ororo Munroe / Tormenta), James Marsden (Scott Summers / Cíclope), Anna Paquin (Anna / Rogue), Ian McKellen (Erik Lehnsherr / Magneto), Rebecca Romijn-Stamos ( Raven Darkhölme / Mística) y Bruce Davison (Senator Kelly).
Junto a este reparto coral, X2 nos presenta a Alan Cumming como Kurt Wagner / Nightcrawler, que protagoniza la excelente escena inicial de la película. Brian Cox como el Coronel William Stryker, el militar humano que busca provocar un genocidio mutante, Kelly Hu (Yuriko Oyama / Deathstrike), una mutante con habilidades similares a las de Lobezno y Michael Reid MacKay como Jason Stryker / Mutant 143, hijo mutante del Coronel Stryker completan el equipo de villanos de la película.
Además, la película aumenta el papel de los jóvenes mutantes Shawn Ashmore (Bobby Drake / Iceman) y Aaron Stanford (John Allerdyce / Pyro) presentados en la primera película, además de contar con cameos de Peter Rasputin / Coloso, Hank McCoy, Kitty Pryde, Jubilation Lee, Artie Maddicks y Theresa Rourke / Siryn entre otros.

Para empezar a valorar la película, en necesario recordar que la primera X-Men me pareció entretenida y casi perfecta en lo relativo a la caracterización de los personajes pero deficiente en las escenas de acción y en general en todo lo relativo a los efectos especiales. Creo que esto es algo que el propio Bryan Singer y los productores Lauren Shuler Donner y Ralph Winter supieron ver de cara a esta segunda película, creando una escena inicial con el ataque de Rondador Nocturno a la Casa Blanca que visualmente es mejor que toda la primera película junta y mostraba por fin un poder mutante en todo su esplendor.

Bryan Singer mantuvo todo lo que funcionó de la primera película en lo relativo a las caracterizaciones y las relaciones entre los personajes, aumentando el nivel de espectáculo que faltó en la primera película, con otros momentazos visualmente sobresalientes como son el asalto a la mansión, la huida de Magneto, el ataque aéreo al X-Wing, la pelea final de Lobezno frente a Deathstrike o el climax con el sacrificio final de Jean Grey.

Un elemento que me gusta de la película es la importancia que da a los jóvenes Iceman y Pyro, mostrando cómo se enfrenta cada uno de ellos al miedo y al rechazo de los humanos. Que al final Pyro decida marcharse con Magneto me parece un detalle muy inteligente del guión. Unido a esto, el protagonismo de Iceman y Pyro va en detrimento de Rogue, a la que en realidad no la pasa nada interesante durante la película, hasta el punto que el guión tiene que forzar elementos como que pilote el X-Wing en la parte final para justificar que haga algo positivo durante la película.

Sobre el guión, la primera película terminaba con una conversación entre Xavier y Magneto en la que Erik le advertía a Xavier sobre que la guerra entre humanos y mutantes era inevitable, a lo que Xavier contestó que “Compadezco a aquellos que vengan a mi escuela buscando problemas”. Me parece bestial que parezca que los guionistas usaran esa frase como base del guión para construir el ataque del ejército de los Estados Unidos.

La película bebe del mítico comic “Dios ama, el hombre mata”, uno de los más celebrados de la etapa de Chris Claremont, cambiando al caracterización del Reverendo William Stryker, manteniendo su odio hacia los mutantes al descubrir que su hijo ha desarrollado habilidades mutantes, pero transformándolo en un militar que usa ese odio para querer convertir a los mutantes en armas que utilizar. Además, la idea de usar a Xavier para matar a los mutantes sale directamente del comic, lo que indica un buen uso por parte de los guionisas de la rica historia mutante.

Conectar a Stryker con el origen de Lobezno no es fiel a los comics pero narrativamente creo que funciona perfectamente. Y es lógico también que tras la huida de Logan, Stryker siguiera investigando ante la realidad que la fusión del Adamantium en un esqueleto mutante tuvo éxito, lo que lleva a la creación de Deathstrike. El detalle del control mental de los mutantes apresados es otro elemento muy acertado que sirve además para disimular el hecho que la película cuenta con pocos “villanos” que se enfrenten a los X-Men en esta película.

Hacer que un humano sea el villano de X2 permite además realizar otro de los giros chulísimos de la película, al unir a Magneto y Mística con los X-Men que aún están en libertad, para enfrentarse juntos a la amenaza de Stryker. El clásico “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” sufre aquí un giro novedoso, al unirse por primera vez los mutantes frente a una amenaza común que quiere masacrar a todos los mutantes. En todo caso, que Magneto sea enemigo de Stryker no significa que sea de fiar, como también se encarga de mostrarnos el guión, que como decía antes, lo veo super equilibrado en todos los aspectos.

Aunque Logan (Hugh Jackman) es el gran protagonista de la película y la película se encarga de mostrarnos una parte importante de su pasado, me parece también super brillante cómo saben conectar el guión con la Saga de Fénix Oscura, mostrando durante la película los problemas que Jean Grey está sufriendo con sus poderes crecientes. La película me pareció una pasada, y encima el final nos dejó con una sorpresa final que nos anticipaba una tercera película excepcional. Lástima que en este caso X-Men 3: La decisión final fuera una decepción enorme.

En lo negativo, a pesar de sus 133 minutos de duración, la película no tiene tiempo para desarrollar a todos los personajes y los grandes damnificados de esta situación son Scott Summers, ninguneado durante toda la franquicia, y el Professor X, desapareciendo ambos literalmente durante casi una hora. La dinámica Xavier – Magneto prácticamente desaparece de la película para darle mayor protagonismo a Lobezno y al drama de los mutantes odiados por ser diferentes.

Comentaba antes que al ganar Halle Berry el Oscar, se añadieron nuevas escenas y diálogos que aumentaran su protagonismo. Este es otro elemento que explica la desaparición de Scott durante la mayor parte de la película. Sin embargo, más allá de tener muchos minutos en pantalla, los poderes de Ororo plantean un problema durante el visionado debido a sus cambiantes niveles de poder, además que usarla a ella en el climax para detener a Xavier usando el frío es quizá la parte más floja y anticlimática de la película. Además, el guión vuelve a mostrar a Ororo como alguien que odia a los humanos por motivos nunca aclarados, algo ya intuido en la primera película, lo cual me parece un enorme problema en la caracterización.

Por otro lado, teniendo en cuenta el argumento de la película, merece la pena plantearse si el gobierno de los USA no tiene razón en querer encerrar a unos mutantes superpoderosos como es el caso de Charles Xavier, que pueden acabar con la vida en la Tierra. De hecho, que pueda ser hecho prisionero y le laven el cerebro no hace más que agravar este argumento, al convertir su naturaleza benigna en irrelevante, si puede se hecho prisionero.

En todo caso, estos elementos me parecen unos peros muy pequeños para una película brillante que lo hace casi todo bien y que puso el listón muy alto en lo relativo a adaptaciones cinematográficas de comics de grupos de superhéroes.

Comparto el trailer de la película:

X-Men 2 es una excelente película de aventuras que ofreció el nivel de espectáculo y emoción que los fans mereciamos ver y que la primera no acabó de ofrecer. El listón quedó muy alto, y no debería sorprender que X-Men 3 fuera una decepción. Pero eso lo dejo a la reseña de la película, que publicaré en breve.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Celebrando 20 años de X-Men (Bryan Singer)

Esta semana se celebra el 20 aniversario del estreno en Estados Unidos de X-Men (Bryan Singer, 2000), la película que junto a Blade (Stephen Norrington, 1998) y Spiderman (Sam Raimi, 2002) dió el pistoletazo de salida a la edad de oro del cine de superhéroes que actualmente estamos disfrutando. Aprovechando la efemérides, es un buen momento para revisitar la película y ver qué tal le ha sentado el paso del tiempo.

PUNTUACIÓN: 7/10

En un futuro cercano, la humanidad comienza a ver aparecer una nueva raza; los mutantes. Dotados de extraños y variados poderes, están agrupados en dos bandos: los que abogan por la integración y el entendimiento con la humanidad, encabezados por el doctor Charles Xavier, y los que buscan el enfrentamiento con una raza que consideran inferior y que les odia, dirigidos por Magnus, alias Magneto, un peligroso mutante con extraordinarios poderes. (FILMAFFINITY)

 

En la última década nos hemos acostumbrado a que Marvel Comics realice las películas de sus personajes de comic a través de su compañía hermana Marvel Studios, lo que asegura el control creativo y la tranquilidad de saber que la esencia de los personajes va a estar bien trasladada del comic a la gran pantalla. Pero este concepto era una idea imposible en los años 80 y 90, en el que lo  habitual era que las editoriales vendieran los derechos de sus personajes al primero que se interesara por ellos, no necesariamente un gran estudio de Hollywood.

En este contexto, durante la década de 1990 Marvel Comics había realizado una declaración de bancarrota durante el crash del sector y se encontraba en un momento delicado en el que necesitaba recursos económicos urgentemente. Una forma de conseguirlos fue vendiendo los derechos de sus principales personajes a los estudios de Hollywood, para que desarrollaran películas que significaran una cierta competencia al monopolio de Warner / DC Comics con sus películas de Superman y Batman.

Fox había estrenado en 1992 una serie de animación de los X-Men que fue tremendamente popular durante los 5 años en los que se emitió. Este éxito animó al estudio para comprar en 1994 los derechos cinematográficos de los personajes, tras casi 20 años en los que estos derechos fueron cambiando de manos entre varias productoras sin que consiguieran poner en marcha la producción.

Bryan Singer (Nueva York, 1965) era un joven director que en ese momento había realizado la maravillosa y multipremiada Sospechosos habituales (1995). Aunque no era un fan de los comics, firmó con Fox para dirigir la película tras valorar otras opciones del estudio, al creer que el tema principal de los mutantes perseguidos y odiados por ser diferentes era una metáfora poderosa a la que podía sacar mucho partido. Mientras se llevaban a cabo las diferentes escrituras de guión y se podía en marcha la producción, Singer dirigió la entretenida Apt Pupil (1998).

Viendo la ficha técnica de la película de IMDB, vemos que X-Men es un guión de David Hayter a partir de una historia de Bryan Singer y Tom DeSanto basada en los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby para Marvel Comics. Sin embargo, Fox contrató a numerosos escritores hasta encontrar la versión perfecta para rodar, algo en lo que el ajustado presupuesto asignado acabó jugando un factor determinante. Christopher McQuarrie, guionista de Sospechosos habituales, o el ahora idolatrado Joss Whedon fueron algunos de los escritores no acreditados que trabajaron en la producción.

Con un presupuesto en 75 millones de dólares, la película se rodó entre septiembre de 1999 y marzo de 2000 en varias localizaciones de Canadá, contando con Newton Thomas Sigel como director de fotografía, montaje de Steven Rosenblum, John Wright y Kevin Stitt y música de Michael Kamen. Teniendo en cuenta que se estrenó tan sólo 4 meses después de terminar el rodaje, el 14 de julio, podemos imaginarnos los plazos de entrega tan justos con los que trabajaron.

La película fue un gran éxito de taquilla, recaudando 300 milones de dólares, lo que multiplicaba por 4 su presupuesto, lo que dió luz verde al rodaje de su segunda parte estrenada en 2003. Hay cierta controversia en ámbitos comiqueros sobre si X-Men fue la película que abrió el camino del éxito cinematográfico a los superhéroes de Marvel. En mi opinión, el éxito de X-Men confirmó lo que ya Blade (Stephen Norrington), había mostrado a los estudios de Hollywood dos años antes, en 1998, que los superhéroes podían ser super rentables en taquilla y merecía la pena invertir en este género.

Dicho esto, considero que el verdadero “game-changer” que lo cambió todo no fue X-Men o Blade, sino el Spiderman de Sam Raimi de 2002. Esta película fue la primera que contó con un gran presupuesto para la época, casi 150 millones millones, más de el doble que X-Men, y recaudó 830 millones de dólares en todo el mundo, confirmando que el cine ya estaba en disposición de mostrar un nivel de espectáculo y “sense-of-wonder” que hasta ahora sólo podía verse en los comics, siempre que los estudios invirtieran en estos conceptos con unos presupuestos a la altura, cosa que como ahora veremos, no pasó en X-Men.

Hoy en día, el reparto de X-Men ya forma parte de nuestros recuerdos. Y debo reconocer que el casting fue un acierto bestial. La película contaba con el gran reclamo de contar con Patrick Stewart e Ian McKellen en los papeles principales de Charles Xavier (Profesor X) y Erik Lehnsherr (Magneto), creando un antogonismo que bebe directamente de los comics de Chris Claremont, presentando a dos amigos ahora enfrentados con visiones contrapuestas sobre la relación de humanos y mutantes. Mientras que Charles Xavier tiene un punto de vista más positivo y aboga por la colaboración entre humanos y mutantes, Erik, superviviente de un campo de concentración durante la 2ª Guerra Mundial, tiene claro que los humanos son capaces de repetir el holocausto, en este caso dirigiendo su odio y miedo contra los mutantes.

Hugh Jackman saltó a la fama gracias a su interpretación de Logan (Lobezno), el misterioso mutante de con garras y esqueleto de Adamantium, un pasado oculto en el misterio y una capacidad de curación sobrehumana. Y aunque su Logan ya es historia del cine, es interesante recordar como este papel le llegó por casualidad días antes del inicio del rodaje, ya que Dougray Scott, el actor que había conseguido el papel, tuvo que abandonar la producción debido a la imposibilidad de compaginar este rodaje con el de Misión Imposible 2, en la que hacía el papel del villano.

El resto del reparto lo completan Anna Paquin como Marie (Rogue), joven mutante que absorbe con el contacto físico los poderes de otros mutantes y la energía vital de los humanos , y que considera sus poderes una maldición, Famke Janssen como Jean Grey, una telépata y telequinética que mantiene una relación sentimental con Scott Summers (Cíclope), interpretado por James Mardsen, el serio jefe de campo del grupo que lanza poderosos rayos por los ojos que sólo pueden de controlados por unas un visor hecho de cuarzo de rubí, y Halle Berry como Ororo Munroe (Tormenta), mutante que controla el clima.

En el lado de los villanos de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, tenemos a Rebecca Romijn como la multiforme Raven Darkolme (Mística), Tyler Mane como Victor Creed (Dientes de Sable), asesino sádico y hombre fuerte de Magneto, y Ray Park como Mortimer Toynbee (Sapo), un mutante muy ágil con una larga lengua. Completa el reparto Bruce Davison como el Senador Robert Kelly, que busca aprobar una ley que obligue al registro de todos los mutantes ante las autoridades, algo que nos recuerda el clásico argumento de Días de Futuro Pasado.

Entrando el materia ya sobre la película, debo reconocer que volver a ver X-Men me ha gustado mucho más de lo que esperaba, ya que pensaba que no habría envejecido demasiado bien. Sin embargo, lo primero y principal es que la película me ha ofrecido un buen entretenimiento.

Tras toda una vida en la que a lo máximo que podíamos aspirar los fans de los comics era a subproductos como los 4 Fantásticos de Roger Corman o a Punisher (1989) de la Canon interpretada por Dolph Lundgren, poder ver en imagen real la Escuela de Charles Xavier para Jóvenes Talentos fue una pasada, flipando con las caracterizaciones de cada personaje protagonista, además de los cameos de estudiantes como Kitty Pryde, Júbilo, Bobby Drake (Hombre de Hielo) o Pyros.

La película se apoya en dos elementos principales, por un lado el conflicto y el carisma de Xavier y Magneto, que son dos caras de la misma moneda, algo que viene casi literalmente de la etapa del comic escrita por Chris Claremont. Junto a esto, tenemos la relación de Logan con la joven Rogue, cuyos poderes de absorción de habilidades la impiden tocar a nadie y la convierten en un personaje perfecto para transmitir la soledad y alienación que sufren los mutantes por culpa de sus poderes. En los comics Logan hace de mentor de Kitty Pryde, por lo que a pesar de cambiar de personaje, esta relación cuadra y considero que es un cambio que no molesta ni afecta en lo fundamental a la adaptación. El carisma de Hugh Jackman se sale en todas sus escenas, y además el guión es un caramelo que permite mostrar un amplio rango de emociones, desde el tío duro que puede con todo al adulto preocupado por una niña a la que debe proteger.

El casting en lo relativo a Charles Xavier, Scott, Jean Grey o Tormenta es maravilloso, y transmiten la esencia de lo que un fan veterano como yo espero ver en una película de los X-Men. La personalidad benigna de Xavier, el choque de personalidades entre Logan y Scott y el triángulo que forman con Jean Grey es 100% comiquero y crean un dinámica super interesante que son la guinda del pastel que hace que la película funcione.

Como comentaba antes, globalmente la película me parece entretenida y me interesan los personajes por el vínculo emocional que tengo con los personajes del comic. Sin embargo, tras el visionado me doy cuenta que lo que hacen en pantalla no es realmente interesante, ni tampoco encuentro nada destacable de su conflicto contra la Hermandad de Mutantes Diabólicos de Magneto.

Constreñidos por un presupuesto insuficiente, los productores desecharon personajes como Bestia o Rondador Nocturno, la Sala de Peligro o los clásicos Centinelas que aparecían en los primeros borradores, optando finalmente por una floja trama en la Estatua de la Libertad en la que Magneto quiere convertir a los principales líderes mundiales en mutantes que resultara barata de rodar. Con ojos de 2020, toda la película tiene el feeling de un episodio piloto de serie de televisión no demasiado inspirado visualmente.

Poder ver una buena adaptación de un comic Marvel fue un sueño hecho realidad. Y al construir Singer la historia a partir del conflicto Xavier-Magneto y el centro emocional de Logan-Pícara-Jean Grey, no me importó que Tormenta tenga literalmente dos frases en toda la película y que lo que diga la coloque como alguien que odia a los humanos por motivos nunca aclarados en las películas. O que Cíclope aparezca relativamente bastante en pantalla pero no haga nada realmente destacable.

Como primera película que establece un universo cinematográfico en 2000, X-Men acertó en la ambientación y en el espíritu a pesar de sus limitados efectos especiales y unas mínimas escenas de acción. La labor de director de Bryan Singer me parece buena en el desarrollo de personajes pero muy plano en lo visual, no sabiendo crear escenas atractivas ni momentos realmente memorables.

Lo X-Men tenían amplio margen de mejora, y afortunadamente las expectativas se sobrepasaron en la excelente X-Men 2, que reseñaré dentro de unos días.

Otro tema que creo interesante comentar es el tema de los trajes de cuero negro. Matrix se estrenó en 1999 y se convirtió en un evento cultural que influyó durante años en todo el cine comercial, no sólo en lo relativo a los efectos especiales y su «bullet-time», sino por su estética. Esta influencia se puede ver claramente en el diseño de producción de X-Men, que optó por eliminar los clásicos trajes de los comics por unos genéricos uniformes de cuero negro. Aparte de unirse a la tendencia marcada por Matrix, la realidad es que ni los productores ni Brian Singer, que recuerdo no era lector de comics, creían que los trajes de colores pudieran funcionar en pantalla, y obviamente si tu mismo no te lo crees no lo vas a mostrar bien.

De hecho, Singer incluyó una broma metatextual en la película sobre esto, cuando tras ponerse los trajes de cuero y Lobezno expresa su desagrado, Cíclope le contestó de modo sarcástico «¿Hubieras preferido un traje de licra?» En ese momento, debo reconocer que la broma funcionó. El problema vino cuando tuvimos que aguantar esa misma broma repetidamente durante casi 20 años (en Logan de 2017 aún hay una mención sobre esto), mostrando a un estudio y unos productores anclados en una estética caduca cuando el género había avanzado sin complejos.

Marvel Studios desmontó esta idea 10 años más tarde en sus películas de Iron Man, Thor o Capitán América, mostrando que el problema no son los trajes, sino de los profesionales que no saben usarlos o no se los creen. Pero tampoco hace falta remontarse tanto en el tiempo, porque sin ir más lejos en 2002 Spiderman, que recuerdo que fue para mi la verdadera «Game-Changer», nos mostró su traje rojo en toda su gloria, enfrentándolo Raimi a un Duende Verde con una chillona armadura verde. Unido a esto, la excelente X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011) ya significó la demostración de que los trajes de los X-Men pueden funcionar sin problemas en pantalla, pero te los tienes que creer para comenzar…

En resumen, X-Men me ha gustado y me ha entretenido, aunque para un espectador de 2020 no puede evitar transmitir una sensación de baratillo, sobre todo teniendo en cuenta que series de televisión como Legion o Doom Patrol han mostrado elementos mucho más brillantes y espectaculares que la película de Singer.

Comparto el trailer de la película:

 

X-Men sigue siendo un buen entretenimiento construido a partir del carisma de los personajes que creó una franquicia cinematográfica que se desarrolló durante 20 años. A pesar de la sensación de baratillo que transmite para un espectador de 2020, merece la pena recuperar la película.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

 

Crítica de Deadpool 2, de David Leitch

Deadpool 2 es la nueva película del mercenario bocazas de Marvel interpretada y producida por Ryan Reynolds, y dirigida por David Leitch (John Wick, Atomica), a priori, una garantía de éxito.

PUNTUACIÓN: 7/10

Tras sobrevivir a un ataque bovino casi fatal, un desfigurado chef de cafetería, Wade Wilson, trata de cumplir su sueño de convertirse en el camarero más famoso del lugar, al tiempo que trata de hacer frente a su pérdida del sentido del gusto. En la búsqueda para la recuperación de este, así como la de un condensador de flujo, Wade deberá luchar contra ninjas, yakuzas y un grupo de perros sexualmente agresivos, mientras recorre el mundo para descubrir la importancia de la familia, la amistad, el sabor y conseguir ganar el codiciado título que pone en las tazas de café: «El mejor amante del mundo»… Secuela de la exitosa película (recaudó más de 780 millones de dólares en todo el mundo) parodia de los superhéroes mutantes del 2016, también protagonizada por Reynolds.

Obviamente, cuando incluso en la sinopsis nos intentan colar una coña, es porque quieren dejar claro desde el primer momento que estamos ante una continuación de la comedia políticamente incorrecta que triunfó hace dos años.

Y aplicando el viejo dicho de «no cambies lo que funciona», Ryan Reynolds ha vuelto a reunirse con los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick para mantener el mismo espíritu gamberro e irreverente del original, uno de los grandes éxitos sorpresa de 2016, consiguiendo superarlo en muchos momentos.

El guión es totalmente continuista, manteniendo y ampliando el tono absurdo y «over-the-top» del original, con un humor que consigue saturar al espectador. Con el añadido del carismático antagonista Cable, interpretado por un Josh Brolin recién salido de Vengadores: Infinity War.

Sin duda uno de los principales aciertos de Deadpool 2 es la elección de Josh Brolin como Cable. El mutante viajero del tiempo nunca lució mejor, y Brolin consigue transmitir sin apenas hablar que estamos ante uno de los «bad-ass» más importantes de la franquicia mutante del Universo Marvel. Brolin es duro, no se anda con tonterías, y sus combates con Deadpool están super guapos, demostrando el acierto del fichaje de David Leitch como director.

Otro de los momentos cumbre de la película es la reunión por primera vez en pantalla grande de X-Force, el grupo mutante «radical» creado por Rob Liefeld y Fabian Nicieza en 1991 para actualizar a los clásicos Nuevos Mutantes para convertirlos en uno de los tebeos más «hot» de la época. El reclutamiento y primera misión de los anti-héroes es sin duda otro de los momentazos de la película.

Dentro del grupo formado por Bedlam, Shatterstar, Vanisher, Zeitgeist y el misterioso Peter, destaco a Domino (Zazie Beetz) una mutante con el poder de tener suerte. Y  creerme que vais a entender la importancia de tener a la suerte de tu lado.

Deadpool 2 cuenta con un presupuesto de 110 millones, el doble que el de la primera película, y me alegra decir que la mejora se nota en la pantalla. En la primera película prácticamente se gastaron todo el presupuesto en la excelente escena inicial en la autopista, y a partir de ahí fue todo cuesta abajo y casi hasta se notaba alguna escena un poco cutre. Sin embargo, en Deadpool 2 hay dos espectaculares e imaginativos combates de Deadpool y Cable, más la primera misión de X-Force, que brillan a gran nivel. Hay que decir sin embargo, que Coloso sigue pareciendo un poco raro en pantalla, siendo un efecto que aún no tienen controlado.

Destacar además la antológica escena post-créditos, que marcará un hito en la franquicia mutante y que no deja títere con cabeza. Sin duda, una de las mejores escena post-créditos nunca vista. Y no exagero.

Lamentablemente, no todo es positivo en Deadpool 2. En primer lugar, el humor bizarro de Deadpool no me encaja. No lo hizo en la primera película y es normal que no lo haga ahora. Wade rompe constantemente la cuarta pared para reirse de si mismo, de su franquicia, de otras franquicias como la de Warner y en general de multitud de elementos de la cultura pop. Algunos de esos gags son ocurrentes, debo reconocerlo, pero el 80% restante no lo son. Además, está el odioso personaje interpretado por T.J. Miller (Weasel, el amigo de Wade dueño del bar de mercenarios), al que sigo sin aguantar y que continúa haciendo la misma broma sin gracia de la primera película.

Pero es que además, fruto de ese repetición de chistes y situaciones con muy poca gracia, la película sufre de unos enormes problemas de ritmo que provocan que la película vaya a trompicones, alternando momentazos con escenas que no avanzan que impidieron que disfrutara enteramente del visionado.

Globalmente diría que esta Deadpool 2 es mejor que la primera película, pero no mucho mejor. Y desde luego, no tiene la gracia que ellos piensan que tiene.

Comparto el trailer de la película, que no te prepara para todos los momentazos que vamos a vivir:

Personalmente, Deadpool 2 me ha gustado pero no me ha encantado. Cuando acierta, lo hace de forma increíble superando en muchos aspectos a la primera película. Pero esos momentazos están lastrados por un humor que para mi en la mayoría de los casos no me funciona, y unos enormes problemas de ritmo. Con todo, si te gustó Deadpool, vas a disfrutar un montón de esta continuación.

PUNTUACIÓN: 7/10

Crítica de La Guerra del Planeta de los Simios

La Guerra del Planeta de los Simios es el excelente final de la trilogía de películas iniciada en 2011 para contarnos cómo se creó “El planeta de los Simios”, la mítica película de Charlton Heston de 1968 basada en la novela de Pierre Boulle. La película está escrita y dirigida por Matt Reeves, que realiza una obra de gran profundidad dramática que va más allá de lo que se espera de un blockbuster veraniego con altas dosis de efectos especiales.

PUNTUACIÓN: 8/10

Esta serie de películas se inició en 2011 con “El nacimiento del planeta de los simios”, dirigida por Rupert Wyatt. En ella, un joven científico (James Franco) creará a un mono superinteligente llamado César mientras investiga una cura contra el Alzheimer. Lamentablemente, durante esta investigación, los laboratorios crean un mortífero virus que acaban siendo liberado .

En 2014, la franquicia hizo un espectacular salto de calidad con “El amanecer del planeta de los simios”, dirigida por Matt Reeves. Ambientada 10 años después, en ella vemos como el 99% de la población humana ha muerto a consecuencia del “Virus de los simios”. César (Andy Serkis) y su comunidad de monos vive pacíficamente en los bosques hasta la llegada de un científico humano (Jason Clarke) que entrará en contacto con ellos pidiendo su ayuda para conseguir energía para un asentamiento humano en la vecina San Francisco. Aunque César y los científicos piensan en la coexistencia pacífica, esta acabará siendo imposible por la oposición de Koba (Tobby Kebbel), un mono torturado en un laboratorio que odia a los humanos, y de Dreyfus (Gary Oldman), el líder humano de San Francisco. Al final, el conflicto es inevitable, y nos lleva irremediablemente a la “Guerra”.

El argumento de esta tercera película nos cuenta el conflicto de César (de nuevo un sensacional Andy Serkis) y sus monos contra las fuerzas de un Coronel sin nombre interpretado por Woody Harrelson. Tras sufrir múltiples bajas, César tendrá que luchar no solo contra los humanos sino contra sus peores instintos si quiere salvar a su raza.

Matt Reeves vuelve a realizar un excelente trabajo construyendo una muy buena película a partir del guión, escrito en colaboración con Mark Bomback. La historia es lógica en todo momento y recurre a la construcción de los personajes como forma de ir moldeando la acción, planteando situaciones muy interesantes que son llevadas hasta sus lógicas consecuencias sin necesidad de golpes de efecto o giros absurdos. Además, ofrece una explicación razonable de por qué en las películas clásicas los monos son inteligentes mientras que los humanos habían involucionado y no tenían inteligencia ni podían hablar. No es sólo un gran final de trilogía, sino un perfecto nexo de unión con las originales.

César (Andy Serkis) es el omnipresente protagonista. Aparte de la increíble perfección técnica que supone verle en movimiento, que supone un nuevo hito técnico de Weta Digital (creadores de Golum para el Señor de los anillos), lo fundamental de la película es el conflicto interno que vive, enfrentando sus ansias de venganza con las necesidades de su pueblo. Es muy fácil ser noble cuando todo va bien o las pérdidas de vidas no te afectan directamente, pero el verdadero desafío está en ver cómo sobreponerse cuando el dolor se vuelve personal. El camino de César en muchos momentos me recuerda el viaje de un protagonista de un western crepuscular, irremediablemente atraído hacia su destino.

El Coronel también me ha gustado, y hace una más que correcta réplica a César. Woody Harrelson hace una actuación contenida de un soldado que sabe que tiene que hacer cosas terribles para salvar a la raza humana de la extinción. Al estar contada la película desde el punto de vista de los monos, claramente él es el villano. Pero si nos paramos a pensar en la situación desde el punto de vista humano, no hay duda que sus acciones, aunque crueles y salvajes, están justificadas ante la posibilidad de que los hombres no sobrevivan otra generación. Entiendo que si estuviera en la misma situación, mis acciones serían esas, o unas muy parecidas. De hecho, su destino final me parece super cruel y evidencia que estaba en lo cierto.

Un elemento interesante sobre el que la película nos hace reflexionar es que la caída de la raza humana tiene más que ver con enfrentamientos entre humanos que por la acción de los monos. En un momento en que hay gente que niega que exista el calentamiento global o que pueda afectarnos en el futuro, por poner un ejemplo, plantear un blockbuster veraniego con este tema encima de la mesa sin duda lo agradezco.

Quizá el único pero que se me planteó viendo la película es que en parte no fue lo que yo esperaba. Teniendo en cuenta las imágenes que nos presentaban, como el poster que incluyo a continuación, el trailer y el propio título, yo esperaba un enfrentamiento más épico o un mayor protagonismo de una guerra total que no acabó de llegar. Al final, es más importante el conflicto interno de César que la violencia que se genera a su alrededor.

Esto es un pequeñísimo pero, ya que analizándola a posteriori, probablemente la película sea mucho más redonda tal y como está. Y al final, el destino de los monos y la raza humana si queda definido por esta película.

Pero pensando en la trilogía, «El amanecer del planeta de los simios», la segunda parte, me pareció una película más redonda y compleja que esta película. Aunque estamos hablando en todo caso de notable alto, lo que tampoco está nada mal.

La música de Michael Giacchino también es brutal, mostrando un ámplio registro que transmite perfectamente alegría, tristeza, humor y drama en cada momento. Además, su uso de la percusión nos recuerda también la película original y ayuda a que la conexión entre ambas películas sea aún más evidente.

Y por si fuera poco, visualmente la película es increíble. Apoyado por la fotografía de Michael Seresin y unos efectos visuales  superiores, la película en todo momento transmite un tono crepuscular protagonizado por seres reales, no CGIs generados por ordenador. Estamos ante el fin de una era, y en varios momentos parece que estamos viendo un western crepuscular en el que un héroe viaja camino del matadero dispuesto a enfrentarse a una fuerza superior.

La perfección de la captura de movimientos está llegando a unos niveles de perfección alucinantes. Ya no es solo la intensidad de la mirada o el realismo de los pelos de los monos, en esta película los monos interactuan con lluvia, agua y nieve y no es que parezca real, es que se ve real. Están a otro nivel.

20th Century Fox ha conseguido un enorme éxito creativo con esta trilogía de origen del planeta de los simios. Por tanto, no me extrañaría que continuaran haciendo más películas, dado que aunque el final enlaza perfectamente con las películas clásicas, cronológicamente aún hay mucho margen para contar más historias de este mundo.

Comparto el trailer de la película:

La Guerra del Planeta de los Simios es sin duda una de las películas del verano, y probablemente del año, para los amantes de la ciencia ficción. Te recomiendo que no te la pierdas.

PUNTUACIÓN: 8/10