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Crítica de Cobra Kai temporada 4 (Netflix)

Lamentablemente, Cobra Kai mostró síntomas claros de agotamiento en la cuarta temporada recién estrenada en Netflix. Dentro que sigue siendo muy disfrutable con muchos momentazos, empieza a ser necesario que empiecen a pensar en el final de la historia.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Cobra Kai está ambientada 34 años después de la película original de Karate Kid, reexaminando la narrativa desde el punto de vista de Johnny Lawrence (William Zabka), y su decisión de reabrir el dojo de karate Cobra Kai que lleva a reavivar su antigua rivalidad con Daniel LaRusso (Ralph Macchio)

Tras el final de la tercera temporada, Johnny Lawrence y Daniel LaRusso combinan sus dojos para derrotar al Senei Kreese en el inminente Torneo de Karate de Hill Valley. ¡El Ganador se lo queda todo! Por desgracia para ellos, Kreese también se guarda un as en la manga…

La serie, creada por Josh Heald, Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg, basándose en los personajes de las películas clásicas de Karate Kid de los años 80 creados por Robert Mark Kamen, fue producida por Youtube Red, el fracasado canal con contenidos propios de pago que intentó lanzar Youtube entre 2018 y 2019. La espectacular primera temporada fue estrenada en mayo de 2018 mientras que la segunda lo hizo en abril de 2019. Tras la compra de la serie por parte de Netflix, estrenó su exitosa tercera temporada justo hace un año. Esta cuarta temporada ha contado con 10 episodios de entre 28 y 45 minutos cada uno.

Las estrellas de Karate Kid Ralph Macchio y William Zabka repiten sus papeles como Daniel LaRusso y Johnny Lawrence. Cobra Kai también está protagonizada por Courtney Henggeler, Xolo Maridueña, Tanner Buchanan, Mary Mouser, Jacob Bertrand, Gianni DeCenzo, Martin Kove, Peyton List, Vanessa Rubio. La sorpresa de esta cuarta temporada es el retorno de Thomas Ian Griffith como Terry Silver, el villano de Karate Kid 3.

Empezando por las cosas positivas, Cobra Kai son Johnny Lawrence y Daniel LaRusso, y es genial ver en esta temporada cómo tienen que intentar trabajar juntos si quieren derrotar de Kreese. Su química permanece igual que la recordaba y nos ofrece momentos estupendos con sus personalidades opuestas. Además de mucho ochenterismo en la música y otros detalles, la serie sigue aprovechando elementos de las películas clásicas para añadir matices interesantes a los personajes que también están muy, muy bien.

También me gusta mucho todo lo que tiene que ver con los chavales, y cómo TODOS, sin importar el dojo en el que entrenan, cometen errores y meten la pata, haciendo cosas buenas y malas a lo largo de los episodios. Hay una parte de esta temporada que trata de que los chavales tienen que descubrir su propio karate y que no hay que estar anclado en una única versión de la vida cuando con la combinación y la comprensión de los diferentes es cuando llega el verdadero conocimiento. En este sentido, que los chavales se den cuenta que los senseis sólo buscan su propio interés y les utilizan como peones en su lucha contra Kreese (y al revés) es otro detalle chulo que nos ha incorporado esta temporada que añade un matiz extra a unos personajes que me gustan mucho.

El añadido de Terry Silver crea una dinámica muy interesante para la serie, al provocar que Daniel se sienta descolocado al recordar su peor versión en Karate Kid 3, haciendo que cometa aún más errores y Kreesse recupere la confianza en la victoria. La parte de reconocer que lo que hizo Silver en Karate Kid 3, acosar un adulto rico a un chaval adolescente, era algo muy loco es un elemento muy meta que resalta algo que los fans sabemos pero a veces no queremos admitir: que muchas obras míticas de nuestra infancia igual no han envejecido demasiado bien. O no eran tan buenas para empezar.

Esta cuarta temporada incorpora una trama nueva en relación al segundo hijo de Daniel, Anthony (que está super crecido), y que hace bullying a un chaval recién llegado al instituto. Esta trama, aunque secundaria, me parece muy interesante en la parte que los padres muchas veces no nos enteramos de lo que realmente hacen nuestros hijos y que el hecho que alguien sea un héroe no garantiza que sus hijos lo vayan a ser también.

Sin embargo, la serie tiene varios problemas importantes a lo largo de estos 10 episodios. Empezando por la sensación de alargar la trama más de la cuenta con escenas de diálogos redundantes sin fin en lugar de mostrar karate, que es una parte importante de porqué vemos la serie. Mientras veía Cobra Kai me acordaba de Shawn Ryan y cómo en los comentarios de su histórica serie The SHIELD comentaba que cuando empezaban una temporada analizaban el climax final de cada temporada, y veían como conseguir llegar antes a él, mostrándolo a mitad de temporada y teniendo que buscar otro momentazo para el final, de forma que sabías que no se guardaban nada en ningún momento. Esto no pasa en Cobra Kai, más bien al contrario.

Como todo está condicionado al Campeonato de All Valley que sirve de final de temporada, esto provoca que no haya escenas de acción reseñables en toda la temporada. De hecho, cuando llegan son durante el torneo, por lo que son siempre combates uno contra uno, quedando por tanto muy lejos los momentazos de las temporadas dos y tres con los históricos combates multitudinarios en el instituto y en casa de Daniel, unas escenas con coreografías dignas de alabanza que mostraban que los productores buscaban rodar buenas escenas de acción que nos dieran algo diferente. Sin embargo, todo en la cuarta temporada transmite pobreza y cutrez (en lo relativo a las escenas de acción, ojo). Y tengo claro que los adultos son cada vez más mayores, pero esperaba mucho más de los combates de los chavales, y en especial el de Samantha y Tory es muy flojito.

Y como decía antes, la evolución de los chavales y cómo ven que deben ser ellos mismos frente a unos adultos demasiado inmovilistas y anclados en el pasado que les quieren usar como peones en sus luchas está bien. Pero lo cierto es que los entrenamientos sobre todo del lado de Johnny son un tanto ridículos. Y hablando de Johnny, ya en la tercera temporada comenté que utilizarle de alivio cómico a costa de estar anclado en los 80 había dejado de tener gracia, pero lo que hacen los guionistas con él en varios episodios, como cuando empieza a buscar una karateca chica al dividirse la competición en masculina y femenina, empieza a ser ya bochornoso. Esa parte tampoco me ha gustado nada.

Vi esta cuarta temporada en modo maratón en apenas dos días, y diría que esto también provocó que le viera las costuras narrativas, al ser varios episodios 100% diálogos entre los personajes que se mueven por territorios repetitivos. Creo que esta sensación no hubiera sido tan mala si hubiera visto la serie en modo semanal o como hice con The Witcher, un episodio al día. En este caso, diría que el sistema Netflix ha jugado en contra de la serie.

En general Cobra Kai sigue siendo muy entretenida y me siguen interesando los personajes. Pero empieza a mostrar signos clarísimos de agotamiento de la fórmula y me gustaría que la quinta temporada sea la última, porque si no corren el riesgo de perderme como espectador. Confío que sepan darle un final digno a la historia, pero como se les ocurra alargarlo aún más la van a fastidiar. Veremos a ver qué pasará.

Comparto el trailer de la temporada 4:

Con lo mucho que me habían gustado las tres primeras temporadas de Cobra Kai, no sabéis lo mal que me sabe que esta cuarta haya resultado en parte decepcionante. En fin, espero que sepan cerrar la historia en la quinta temporada.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de Castlevania temporada 4 (Netflix)

Netflix acaba de estrenar la cuarta y última temporada de Castlevania y ahora que ya ha finalizado, no puedo más que dar las gracias a Warren Ellis y al director Sam Deats por una serie estupenda.

PUNTUACIÓN: 8/10

Tras el final de la tercera temporada de Castlevavia Trevor Belmont y Sypha siguen enfrentándose a bestias leales a Drácula que buscan devolverle a la no-vida. Mientras, Alucard, Isaac y Héctor deben buscar un sentido a sus vidas en este nuevo y peligroso mundo.

Castlevania ha finalizado tras 4 temporadas y 32 episodios. La serie creada por Warren Ellis y dirigida por Sam Deats, ha tenido a Ellis como guionista de los 10 últimos episodios que han cerrado la temporada de forma super satisfactoria. Teniendo en cuenta que Ellis se encuentra «cancelado» tras las acusaciones de uso de poder en sus relaciones con varias mujeres y no publica nada desde el final de su The Batman´s Grave hace unos meses, no cabe duda que esta historia fue escrita antes de toda la polémica, y no se ha estrenado hasta ahora debido a lo laborioso que resulta una serie de animación de este tipo.

El otro día comentando la decepción de Jupiter´s Legacy, uno de los primeros elementos de crítica es que claramente por motivos presupuestarios, la serie caía en el viejo defecto de mostrar cabezas parlantes que nos dicen a los espectadores lo que sienten los personajes, en lugar de hacer que la acción nos lo muestre. Castlevania es todo lo contrario. Me ha volado la cabeza la forma en que Warren Ellis ha planteado una serie en la que los diálogos son mínimos y es la acción constante y alucinante. Igual que con Invincible en Prime, que para mi es un éxito monumental, Ellis y el director Sam Deats comprenden las ventajas que les proporciona la animación frente a la imagen real, y no se cortan un pelo a la hora de mostrarnos acción más grande que la vida y unos sets de acción que serían imposibles de ver en imagen real.

Esa es para mi la principal virtud de Castlevania. Cada uno de los 10 episodios de los que cuenta esta cuarta temporada nos ofrece un montón de estupendas escenas de acción con una sensación de incremento de la tensión y de lo que está en juego para los protagonistas. Con una sensación clara de que no todos van a salir con vida cuando todo esto acabe. Que casi no hayan diálogos no significa que no haya historia, todo lo contrario, y Ellis compone un tablero de ajedrez planteado desde la acción en el que sabe mover con habilidad todas las piezas para ofrecer un final super satisfactorio a la serie.

Tengo que reconocer que al empezar el visionado estaba totalmente perdido porque no recordaba donde se encontraban los diferentes personajes al final de la tercera temporada, pero en cuestión de un segundo Ellis nos coloca a todos los personajes en situación y te ayuda a entrar en el que es un brillante climax a toda su historia, significando para mi un éxito sin paliativos en lo referido a narrativa serializada para adultos.

De hecho, sabiendo lo que es, Castlevania me ha parecido cojonuda. Una animación para adultos con montones de momentos gores y una acción frenética sin fin. Aquí no hay grandes monólogos intimistas ni falta que le hace, agradezco a Ellis por plantear una historia tan honesta que sabe desde el minuto uno lo que es y qué herramientas elige para contar su historia. Por ponerle un pero, ya me he acostumbrado al estilo de animación y no me ha supuesto un problema, pero dentro que el gore mola mucho, tengo que calificar la animación de montonera. Que me cuenta correctamente la historia, pero que no consigue llegarme en ningún momento en el elemento emocional.

Ahora que ha finalizado, no puedo más que recomendarla a todo el mundo y confirmar que estamos ante una de las grandes series de género dentro del enorme catálogo de Netflix. No te la puedes perder.

Comparto el trailer de esta última temporada:

Castlevania me ha volado la cabeza. una serie modélica que ha sacado el máximo partido a las posibilidades que la animación ofrece a la narrativa para adultos.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Battlestar Galactica temporada 4 (Prime Video)

Termino 2020 en lo referido a las series de televisión viendo la cuarta y última temporada de Battlestar Galactica, que nos llevó la historia hasta su polémico aunque casi inevitable final.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

La tercera temporada tuvo un final cataclísmico final al asistir al retorno de Kara «Starbuck» Thrace al mundo de los vivos, afirmando que conocía el camino hasta la Tierra, mientras se reveló la identidad de 4 de los últimos 5 Cylones que seguían ocultos entre los humanos años después del primer ataque.

La última temporada constó de 21 episodios (más el especial Razor), que fueron emitidos divididos en dos mitades, la primera con los 10 primeros entre abril y junio de 2008, y la segunda parte emitida entre enero y marzo de 2009. Ronald D. Moore y David Eick repitieron como productores ejecutivos y escribieron y dirigieron los 3 últimos episodios de la serie que dieron dentido a todo lo vivido hasta ese momento.

A estas alturas de la serie no hay nuevas incorporaciones en el reparto, repitiendo los habituales Edward James Olmos (Comandante Adama), Mary McDonnell (Presidenta Laura Roslin), Katee Sackhoff (Kara “Starbuck” Thrace), Jamie Bamber (Lee “Apollo” Adama), James Callis (Gaius Baltar), Tricia Helfer (Número 6) Grace Park (Número 8, Sharon “Athena” Agathon, Boomer), Michael Hogan (Coronel Saul Tigh), Aaron Douglas (Jefe de Mantenimiento Galen Tyrol), Tahmoh Penikett (Karl “Helo” Agathon, marido de Sharon), Nicki Clyne (Cally Henderson Tyrol, esposa de Galen), Kandyse McClure (Anastasia Dualla, esposa de Apollo), Alessandro Juliani (Felix Gaeta), Donnelly Rhodes (Doctor Sherman Cottle), Callum Keith Rennie (Número 2, Leoben Conoy), Lucy Lawless (Número 3, D’Anna Biers). Dean Stockwell (Número 1, John Cavil), Matthew Bennett (Número 5, Aaron Doral), Rick Worthy (Número 4, Simon), Michael Trucco (Samuel T. Anders, marido de Starbuck), Kate Vernon (Ellen Tigh, al mujer del Coronel Tigh) y Richard Hatch (Tom Zarek).

Battlestar Galactica ha sido una más que notable serie de ciencia ficción más pendiente en resaltar lo que nos hace humanos, todo lo bueno y también lo malo, y cómo a pesar de las diferencias, hay que trabajar juntos para sobrevivir. Aunque esta temporada se estrenó en 2008, la lucha de humanos y cylones que al final tienen que trabajar unidos para sobrevivir es una metáfora muy clara de las diferencias raciales existentes en los Estados Unidos, en mi opinión.

La construcción de los personajes me parece el mayor valor de la serie, ya que vemos que todos son capaces de lo mejor y lo peor, y como cuando se cae en el miedo y la desesperación son capaces de cometer los peores actos imaginables. Esto es algo que ya vimos en las temporadas anteriores y que vamos a ver aún más claramente en esta última temporada.

Frente a una primera parte en la que la esperanza ante la posibilidad de encontrar la Tierra sería la emoción principal, la segunda parte hace caer a los personajes en la desesperación al no ser la Tierra lo que se esperaba, lo que provoca que la supervivencia de la raza humana quede en su momento más incierto. De hecho, hay momentos en los episodios 11 y 12 entre otros en los que el nihilismo y el dolor alcanzan cotas inaguantables que me dolieron en el alma.

En una serie coral como esta es difícil destacar a algún actor en concreto y creo que globalmente todos cumplen con lo que la serie necesitaba, aunque en esta temporada todos se mueven entre la desesperanza y el dolor más absoluto ante una existencia sin objetivo, que les hace caer en la depresión. El tono oscuro y depresivo de la última mitad fue una experiencia muy dura como espectador.

Dentro de este tono general, me creo a Edward James Olmos (Comandante Adama), Mary McDonnell (Presidenta Laura Roslin) y Jamie Bamber (Lee “Apollo” Adama) y su humanidad me parece tremenda. Sin embargo, James Callis como Gaius Baltar me ha parecido un actor y un personajes terribles, aunque con una bonita voz, de hecho lo peor de toda la serie. Mención aparte para Katee Sackhoff y su interpretación de Kara “Starbuck” Thrace. Este papel es EL caramelo que todo actor quiere y necesita para triunfar, dado que permite al actor expresar un rango amplísimo de emociones. Sin embargo, el guión hizo que Kara siempre estuviera con el modo «over-the-top» puesto en bucle, provocando que este personaje siempre al borde del llanto resultara extremadamente cargante. Aunque en este caso, si creo que Katee Sackhoff lo hace genial.

Parece raro que una serie de ciencia ficción espacial triunfe por los retratos psicológicos y la complejidad de sus personajes, en lugar que por sus evanturas y combates y la lucha entre el bien y el mal. De hecho, un elemento clave de la serie es que no existe el bien o el mal puros, y que todos debemos aprender a vivir con nuestra luz y nuestra oscuridad para poder salir adelante. El mensaje de unión de diferentes es un tema importante adelantado a su época, y es lo que hace que esta serie merezca mucho la pena y globalmente me haya gustado mucho, aunque no acabe de conectar con algunas de las decisiones creativas del final de la serie. Un final que en todo caso no tengo claro que era lo que Ronald D. Moore planteó desde el inicio.

Para hablar del final de la serie y algunas cosas que no me acabaron de gustar, voy a abrir una sección CON SPOILERS, sigue leyendo bajo tu responsabilidad:

Me gusta el final que presenta esta historia NO como nuestro futuro, sino como nuestro pasado y cómo la humanidad, los seres humanos, nacieron en nuestro planeta, resaltando el aspecto cíclico de la evolución. Este aspecto de cuento para niños que nos avisa que esto podría volver a suceder si no mejoramos como sociedad está bien y me parece interesante. Sin embargo, NO me ha gustado la forma en que Ronald D. Moore nos hizo llegar hasta allí.

No es sólo que el papel de los «Final 5» Cylons sea un relleno sin una importancia real en el desenlace. Durante casi toda la serie se jugó con la posibilidad de que Kara “Starbuck” Thrace fuera el último Cylon por revelar. Sin embargo, que fuera la Ellen, la mujer del Coronel Saul Tigh es un poco un bajón que provoca un bajón y la primera locura de la serie, cuando conocemos que los Final Five Cylones eran los habitantes de la Tierra Original que fueron aniquilados por un holocausto nuclear tras construir a los cylones robóticos originales. Sus mentes y consciencias no murieron sino que se trasladaron en el tiempo y ayudaron a los Cylones robóticos las primeras 7 versiones humanas que conocimos al principio de la serie. Buff, que loco todo!

Pero volviendo a Kara, al final resulta que sí había muerto en la tercera temporada y quien resucita es… ¿un ángel, el Espíritu Santo? ¿La personificación del Deau-ex-Machina? Todo lo referido a Starbuck ha acabado siendo extremadamente frustrante. Pero no menos que el todo vale que han significado las voces en la cabeza de Gaius Baltar y Caprica 6, que también han resultado ser… ¿qué? ¿la voz de Dios? Ha sido otra locura.

Me gusta la idea que esta serie sea el pasado de la humanidad. Sin embargo, la ejecución haciendo que humanos y cylones abandonen toda tecnología, vacunas etc para ser unos con la naturaleza me parece absurda rayando el ridículo. Sin embargo, esto es lo que Ronald D. Moore y así es como nos lo ha presentado.

En todo caso, aunque no encaje con la ejecución de este final, si me ha gustado el viaje que esta serie nos ha planteado y las ideas presentadas durante estas cuatro temporadas. Battlestar Galactica queda como una de las mejores series de ciencia ficción de la historia, y merece la pena su visionado.

Comparto el trailer de esta última temporada:

Battlestar Galactica ha sido una más que notable serie de ciencia ficción que merece la pena el visionado, planteando un interesante punto de vista centrado en lo que nos hace ser humanos.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Peaky Blinders temporada 4 (Netflix)

Vendetta. Las decisiones del pasado tienen consecuencias, como van a aprender la familia Shelby, con el carismático Tommy (Cillian Murphy) a la cabeza en la cuarta temporada de Peaky Blinders, el drama histórico de temática criminal de la BBC disponible en Netflix.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

1925. La familia Shelby se encuentra rota tras los sucesos de la pasada temporada. Y en el momento de mayor debilidad, van a tener que enfrentarse a la mayor amenaza hasta la fecha, al llegar a Birmingham Luca Changretta (Adrien Brody), miembro de la familia Changretta que ha declarado Vendetta contra la familia y no descansará hasta que todos, hombres, mujeres y niños paguen por la muerte de su padre y su hermano.

Stephen Knight, creador de la serie, vuelve a escribir los seis episodios de esta cuarta temporada, que han sido todos dirigidos por David Caffrey. La serie fue emitida originalmente en el canal BBC2 entre noviembre y diciembre de 2017. Al final de esta temporada, Knight confirmó que su intención es que Peaky Blinders tenga en total 7 temporadas, de las cuales la quinta ya se estrenó en 2019, lo que significa que, crucemos los dedos, si el COVID no lo impide, la sexta temporada se estrenará el año que viene, en 2021.

En esta cuarta temporada, volvemos a encontrarnos con los miembros de la familia Shelby, encabezados por un espectacular Cillian Murphy como Tommy. Junto a él, tenemos a Helen McCrory como la tía de Tommy, Elizabeth “Polly” Gray, Paul Anderson como Arthur Shelby, Jr., el hermano mayor de Tommy, Sophie Rundle como Ada Thorne (antes Shelby), la única hermana de la familia, Joe Cole como John Shelby, el hermano pequeño de Tommy, y Finn Cole como Michael Gray, el hijo perdido de Polly encontrado en la temporada anterior forman el núcleo duro de la familia. Junto a ellos encontramos al gran Tom Hardy como Alfred “Alfie” Solomons, el lider de una banda mafiosa judía de Camdem Town, que vuelve a mostrar todo su carisma en esta temporada

Junto a los miembros de la familia Shelby, esta cuarta temporada nos presenta al enorme Adrien Brody como Luca Changretta, miembro de la mafia siciliana que ha viajado desde Nueva york buscando venganza. Aidan Gillen (Juego de Tronos, Bohemian Rhapsofy) es Aberama Gold, jefe de un clan gitano extremadamente violento al que Tommy pedirá ayuda para enfrentarse a los Changretta. Y junto a ambos la serie presenta a Charlie Murphy como Jessie Eden, una líder sindicalista miembro del partido comunista que cree que el momento de la revolución es ahora y que ha declarado una huelga en las empresas Shelby en el peor momento.

Si tengo que decir cual es para mi el ideal de serie de televisión, Peaky Blinders se encuentra muy cerca de la perfección, al estar planteada en temporadas cortas de seis temporadas que obligan a ir directos al grano aunque sin olvidarse del desarrollo de personajes. Viendo esta serie no tengo nunca la sensación de estar viendo “minutos de la basura” tan habituales en otras serie, sin ir más lejos de Netflix, y la historia de Steven Knight siempre avanza un montón cambiando el statu-quo de los personajes respecto a cómo se encontraban al principio.

Aparte de la extraordinaria recreación histórica del Brimingham de la década de 1920, la serie cuenta con un reparto espectacular, destacando sobre todos el impresionante Cillian Murphy, que cada temporada le veo mejor y con más carisma. Tom Hardy vuelve a ofrecer varios momentos gloriosos esta temporada, en la que también sobresale un enorme Adrien Brody, que transmite un carisma y una sensación de peligro espectaculares cada vez que aparece en pantalla. Unido a esto, veo Peaky Blinders en Netflix porque me permite verla en versión original, algo que inexplicablemente no permite Prime Video, y me ha alucinado también el acento italiano que Brody imprime a su personaje.

La amenaza de la mafia italiana aporta un elemento novedoso que le sienta de maravilla a esta cuarte temporada. Ya en la pasada temporada los Shelby recordaron que no eran intocables y ahora sentirán el miedo y el dolor en sus propias carnes. Además de este tema principal, las luchas sociales que se viven en la ciudad y la amenaza del comunismo aportan un chulísimo extra que conecta con la realidad histórica que se vivía en esos momentos en Reino Unido y que hace que la vida de Tommy Shelby sea aún más interesante.

Además, visualmente la serie vuelve a contar con momentazos todos los episodios y unos giros y sorpresas que me dejaban muy loco al final de cada episodio. Como digo, he conectado espectacularmente con esta serie y no veo el momento de empezar la quinta temporada.

Comparto el trailer de esta cuarta temporada:

Peaky Blinders no deja de crecer y mantiene tras cuatro temporadas un nivel modélico que ya quisieran para si la mayoría de series de la parrilla televisiva.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

 

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Crítica de Community temporada 4 (Prime Video)

Cuando estás en lo más alto, solo se puede ir hacia abajo, como atestigua el visionado de la cuarta temporada de Community, disponible en Prime Video.

PUNTUACIÓN: 7/10

La cuarta temporada de Community estrenada en 2013 gira en torno al último año de universidad de nuestros protagonistas, que les obligará a plantearse preguntas sobre la amistad y sus futuros personales y profesionales.

Tras tres temporadas maravillosas, con la cuarta temporada llegó el escándalo a Community. Su creador Dan Harmon fue despedido por la productora Sony Pictures Televisión por su carácter irritable y despótico, lo que provocó una autentica revolución. Sony contrató a David Guarascio y Moses Port como nuevos showrunners de la serie, que vieron como otros nombres importantes de la serie abandonaban esta cuarta temporada. Los hermanos Russo abandonaron la serie para trabajar en Capitán América: Winter Soldier, y también se marcharon los productores Neil Goldman y Garrett Donovan, así como los guionistas Chris McKenna y Dino Stamatopoulos. A pesar de estas importantes bajas, la mayoría de escritores de la writers-room continuo en la serie.

En lo referido a la dirección, Tristram Shapeero, director habitual de la serie se encargó de dirigir más de la mitad de episodios de esta temporada, siendo además ascendido a productor ejecutivo. Temporada que fue reducida a casi la mitad, ya que pasó de los 23 o 24 episodios a tan solo 13. Y para terminar de complicar las cosas, una bronca en el set de rodaje provocó el abandono ¿despido? de Chevi Chase, que desaparecíó práctimente sin explicación en varios episodios.

Además de Chase como el abuelo Pierce Hawthorne, en esta temporada volvemos a ver a toda la banda formada por el egoista y ligón Jeff Winger (Joel McHale), la activista y estudiante de psicología Britta Perry (Gillian Jacobs), la madre del grupo Shirley Bennet (Yvette Nicole Brown), la inocente Annie Edison (Alison Brie), y el dúo dinámico formado por Abed Nadir (Danny Pudi9 y Troy Barnes (Donald Glover). Además de por supuesto el Decano Craig Pelton (Jim Rash) y Ben Chang / Kevis (Ken Jeong).

Y después de todas estas movidas, seguro que os estáis peguntando qué tal salió la temporada. Porque al final eso es lo importante. No lo que sucede tras las bambalinas, sino si el resultado final fue el que debería ser. Hay múltiples ejemplos de producciones en los que el director o los actores no se podían ni ver y el resultado son obras maestras.

Lamentablemente, no es el caso. Esta cuarta temporada de Community sigue siendo divertida y el carisma y la química de los personajes sigue estando ahí, pero se ha perdido algo, esa maravillosa locura que la convirtió en la “biblia” para el frikismo, homenajeando a Dungeons&Dragons en un episodio o a Doctor Who en otro, consiguiendo que todo encaje de forma maravillosa, algo que probablemente sólo Harmon podía transmitir a la serie.

No me malinterpretéis, vista como comedia sin más esta tercera temporada ofrece buenos momentos e incluso en los últimos tres episodios parece que consiguen recrear la magia de la anterior temporada. Pero siendo los mismos en pantalla, notas que no es lo mismo. Junto a estos últimos tres episodios, diría el 4×06 “Advanced Documentary Filmmaking” es el otro gran episodio de esta temporada, en el que Abed realiza un documental a partir de la búsqueda del grupo para averiguar si la “Changnesia” del señor Chang / Kevin es real o una nueva trampa del antiguo profesor.

Comparto el trailer de esta cuarta temporada:

 

Tras tres temporadas miticas, Community bajó a la tierra en esta cuarta temporada. Aunque sigue siendo una comedia muy divertida, la magia se perdió, quien sabe si para siempre. Tendré que empezar a ver la quinta temporada a comprobar si la serie consiguió remontar.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

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