Tras años y años de espera, por fin se ha estrenado en Netflix la primera temporada de Sandman, la adaptación a imagen real del mítico comic de Neil Gaiman y artistas como Sam Kieth o Mike Dringenberg en DC Comics. Comparto mis impresiones de una serie que muestra que ser una copia casi literal del comic puede no ser suficiente.
PUNTUACIÓN: 6/10
Adaptación del aclamado cómic de Neil Gaiman, que mezcla el mito moderno y la fantasía tenebrosa, y en el que la ficción contemporánea, el drama histórico y la leyenda se entrelazan. ‘The Sandman’ sigue a las personas y los lugares afectados por Morfeo (Tom Sturridge), el Rey del Sueño, mientras repara los errores cósmicos -y humanos- que ha cometido durante su vasta existencia.
Sandman es la obra magna de Neil Gaiman, publicada por DC Comics a lo largo de 75 números entre 1989 y 1996. Junto a Gaiman, los artistas Sam Kieth y Mike Dringenberg aparecen acreditados como creadores, aunque por sus páginas pasaron artistas de la talla de Jill Thompson, Coreen Dollan, Kelley Jones, Charles Vess, Michael Zulli, Marc Hemper y muchos más. Aparte de narrar la historia de Morfeo, el Señor del Sueño, y como el cambio es inevitable lo quiera él o no, el comic sirvió para que Gaiman explorar sus inquietudes como contador de historias, planteando numerosas historias fuera de la trama principal con personajes como William Shakespeare, analizando la propia naturaleza de las historias. Tras cerrar la historia, Gaiman ha vuelto cada pocos años para contar nuevas historias en este mundo, como Obertura junto al increíble J.H. Williams III.
El hecho que durante muchos años la adaptación de Sandman a la gran pantalla primero y a la pequeña pantalla después se encontrara con múltiples dificultades que hicieron temer que llegara a producirse tiene mucho que ver con la propia naturaleza de Sandman como comic. De hecho, podría decirse que Sandman es EL COMIC que sacó todo el partido de las posibilidades del medio contando una historia que sólo podía contarse en este formato. Desde la lectura mensual de las grapas obligando al lector a esperar entre cada número, a poder jugar con el formato de los arcos con historias que van desde un número hasta 13 de Las Benévolas que tenían o no que ver con la trama principal. O que el cambio de dibujante añadiera matices a la escritura y los personajes de Gaiman, dándoles nuevos matices y mayor profundidad, en muchos momentos más sentimientos y hasta poesía. De hecho, fue/es el comic que mostró a los lectores y autores de literatura fantástica y terror que el comic es un medio artístico y expresivo diferente a la literatura que en muchos casos los comics podían llegar a ofrecer historias que eran/son mejores. Y que no es ni tiene que sentirse «menos que».
Esta serie de Sandman ha sido desarrollada por el propio Gaiman, David S. Goyer (Trilogía de Batman de Nolan, Blade) y Allan Heinberg (Young Avengers) para Netflix, y está producida por DC Entertainment y Warner Bros. Television. Esta primera temporada cuenta con 10 episodios centrados en los dos primeros arcos del comic, Preludios y Nocturnos y La casa de muñecas. Los episodios fueron dirigidos por Mike Barker (el episodio piloto), Jamie Childs (Eps 2-5, con lo que sería el arco Preludios y Nocturnos en el que Morfeo recupera sus objetos de poder), Mairzee Almas (ep. 6), Andrés Baiz (eps. 7-8), Coralie Fargeat (ep. 9) y Louise Hooper (ep. 10). Gaiman, Goyer y Heinberg escriben el episodio piloto, y Heinberg el segundo, pero cuentan a partir de ahí con 8 escritores diferentes para los 8 episodios restantes, lo cual visto lo visto no parece que haya sido una decisión acertada.
Entrando al reparto, Tom Sturridge interpreta a Sueño, el señor de los sueños y gobernante del reino del Sueño, también conocido como Morfeo. Gwendoline Christie es Lucifer, la gobernante del Infierno, Vivienne Acheampong es Lucien, la bibliotecaria del Sueño, Boyd Holbrook es el Corinthian, una pesadilla que escapó del Sueño. Charles Dance interpreta a Roderick Burgess, el ocultista que atrapó a Sueño, David Thewlis es su hijo John, fruto de una relación con Ethel Cripps (Niamh Walsh de joven y Joely Richardson de adulta). Jena Coleman como Joanna Constantine, una maga que ayudará a Morfeo, mientras que Kirby Howell-Baptiste es Muerte, la hermana de Sueño. Sanjeev Bhaskar y Asim Chaudhry interpretan a Caín y Abel, residentes del Sueño basados en los personajes bíblicos. Por último, destacaría a Mason Alexander Park como Deseo y Kyo Ra como Rose Walker.
Entrando en materia, esta primera temporada de Sandman es un ejemplo perfecto de lo difícil que es trasladar una obra de un medio a otro. Siendo en lo fundamental un copia literal de los sucesos que pasan en los dos primeros arcos y ofreciendo una versión perfecta e icónica de los personajes, es una pena que se hayan limitado a mostrar los hechos olvidándose de la emoción y la ambientación de terror y fantástica, limitándose a exponer los hechos, no en crear emoción alrededor de los personajes y las situaciones.
Empezando con los elementos positivos, se nota que Gaiman está super involucrado en esta serie, porque en el 95% la serie adapta al medio televisivo sus historias y personajes de forma correcta y reconocible. El comic en sus inicios formaba parte del universo superheroíco de DC Comics y por él pasaron personajes de la Liga de la Justicia, el demonio Etrigan o John Constantine. Me parece normal que la serie haya tenido que hacer cambios para obviar a estos personajes y hacerla 100% autocontenida, y diría que estos cambios le sientan bien a la serie y son lógicos con el núcleo de lo que se quiere contar. Para todos los fans del comic, que esta serie sea una realidad ya es fuente de alegría.
Estoy contento con el casting de la serie, creo que Tom Sturridge es un perfecto Morfeo. Un personaje muy complicado de interpretar, ya que al actuar según su naturaleza de Eterno, no se considera bueno ni malo, lo que provoca que dicho de forma coloquial, sea un frío gilipollas la mayor parte del tiempo. Transmitir esa frialdad y la necesidad que tiene de asumir que el cambio es inevitable creo que son elementos que Sturridge añade muy bien a su interpretación. Jena Coleman creo que está genial como Joanna Constantine y consigue que no echemos en falta a su familiar John, el siempre genial David Thewlis borda el papel de John Burgess y Kirby Howell-Baptiste transmite de forma perfecta la empatía de la Muerte comiquera.
El resto del reparto lo veo correcto, cumpliendo lo que se pide de ellos pero sin demasiado carisma. En este grupo coloco a Gwendoline Christie como Lucifer, Vivienne Acheampong como Lucien, Boyd Holbrook como el Corintio o Kyo Ra como Rose Walker. En todo caso, poder ver en imagen eal a estos personajes y otros como Cain Abel, Goldie, Merv o Lyta Hall es una alegría inmensa.
De todos los episodios, ha sido el sexto El sonido de sus alas el único que realmente me ha emocionado. Lo cual no es extraño, al salirse de las tramas principales para mostrarnos la conversación de Morfeo y Muerte primero, y la relación que Sueño comparte con el mortal Hob Gadling que se negó a morir y con el que se ve cada 100 años. El resto de episodios siendo correctos, con algún pero que luego comentaré, me han parecido fríos y sin chispa. Visto que en la primera temporada de la serie sólo han cubierto los dos primeros arcos del comic, Preludios y Nocturnos y La Casa de Muñecas, si la audiencia funciona Netflix puede encontrar un filón con esta serie, que fácilmente se podría alargar hasta la cuarta o quinta temporada a poco que los autores lo hagan medianamente bien.
Como comentaba antes, la serie de televisión se olvida que Sandman es mucho más que la historia de Gaiman, historia que SI está bien trasladada a imagen real. Sandman es también la personalidad que sus artistas añadieron en la página impresa, y es eso precisamente lo que o bien han olvidado o han obviado a la hora de crear la serie. Sam Kieth con su estilo gótico y sus figuras no naturalistas planteó el comic como una fantasía oscura muy cercana al terror que lo convirtió en algo diferente a todo lo que se estaba publicando en ese momento en el ámbito mainstream americano.
En la serie no tenemos nada de eso, todo se muestra limpio, iluminado, aséptico. Los creativos se centran en exponer los hechos y mostrarlo todo perfectamente bien, cuando a veces sugerir acaba siendo mejor. El intangible de la calidad artística, la creación de atmósferas terroríficas y sobrenaturales, la personalidad en la forma en que nos cuentan la historia en viñetas, todo eso se ha perdido. Por eso Sandman NO es una novela. Tampoco una novela ilustrada, es un comic que mostró todo el partido a las posibilidades del medio. Y por eso durante mucho tiempo parecía que Sandman era otro Watchmen, un concepto imposible de trasladar a imagen real real. Por poner un ejemplo, incluso siendo uno de los mejores episodios, en el primer episodio El sueño de los justos la serie emplea mucho tiempo y recursos en recrear perfectamente la Inglaterra de 1920, con sus coches, su ropa y localizaciones perfectas. Sin embargo, el feeling de terror del comic ni está ni se lo espera.
Gaiman, con Goyer y Heinberg, no puede ser más fiel al comic y a sí mismo, y a la vez al conjunto le falta chispa, personalidad, y me ha dejado indiferente. Como colección expositiva de hechos podría decirse que funciona, como historia que tiene que enganchar con los personajes y transmitir emoción la serie fracasa estrepitosamente. Y eso lo digo yo que he leído el comic varias veces, me considero fan de Gaiman y tenía ganas de ver la serie. No tengo claro que un espectador que no conozca nada del comic original vaya a ver esto y se vaya a enganchar a la forma en que los creativos nos cuentan esta historia.
Por cierto, me pareció curiosísimo que justo tras el final del primer episodio se mostrara un trailer de lo que estaba por venir, algo que diría que nunca había visto en una serie de Netflix. Para una serie de estreno semanal mostrar el trailer en ese momento puede tener sentido para pedir a la audiencia que se acuerde de volver la semana siguiente, pero no en un contenido de Netflix que se sabe que se puede ver en modo maratón. Esto me sugiere que hasta los creativos de la serie se dieron cuenta que lo mostrado hasta ese momento era más bien pobre de cara a enganchar a los espectadores que no hubieran leído el comic, que entiendo que son la mayoría.
La traslación literal de la historia acaba provocando que se pierdan cosas, empezando por el intangible que nos enganchó la primera vez a Sandman que es mucho más que la historia de Gaiman. Pero incluso obviando la comparación de la serie de televisión con el comic, Sandman como serie de televisión tiene un problema tremendo con unos episodios que siendo fieles al comic resultan aburridísimos y están rodados de forma terriblemente cutre. Hay un primer elemento y es que diría que Sandman es una serie con un presupuesto importante para crear todos los sets de rodaje y los numerosos efectos especiales. Sin embargo, los directores parecen acostumbrados al cartón piedra de Doctor Who y no acaban de saber qué hacer con todos estos recursos para conseguir crear una serie con personalidad en los que estos recursos luzcan como se merecen. En este caso, como digo no es un problema de falta de recursos sino de habilidad o falta de ella de los directores y resto de equipo técnico.
Por otro lado, la serie como comentaba adapta dos arcos argumentales del comic, Preludios y Nocturnos y La Casa de Muñecas. Esto hace que la serie esté claramente partida en dos. En cuatro, realmente. Con una primera parte en el primer episodio casi a modo de prólogo que nos cuenta como Morfeo es atrapado y escapa un siglo después y una segunda con los episodios 2 a 5 en la que Morfeo recupera sus objetos de poder, lo que cerraría el arco de Preludios y nocturnos. En la tercera parte tendríamos el episodio 6 que es autoconclusivo y el mejor de toda la temporada, dejando los últimos 4 episodios como la última parte para contarnos el arco de la Casa de Muñecas.
Dentro de estos dos bloques, diría que el primer arco de Preludios y Nocturnos tendría un bien a nivel general simplemente por poder ver Sandman en imagen real, pero al segundo de Casa de Muñecas le daría un 5 pelado siendo generoso. Hay cosas muy chulas de este arco, como la presentación de Joanna Constantine, o Caín y Abel. Sin embargo, el climax del quinto episodio, 24/7, que en el comic fue uno de los más aterradores de todo el comic de nuevo queda mal resuelto en la serie. No porque no muestre a nivel general lo mismo que el comic, sino porque como digo no crea ninguna atmósfera terrorífica, ni tensión, ni hay un climax dramático que valga la pena. Pero incluso en los episodios que si me gustaron, narrativamente la serie tiene múltiples lagunas, como por ejemplo con la presentación del Corintio y en general todo lo que va haciendo, algo super mal resuelto como si Gaiman realmente pensara que no había problema porque los espectadores ya habriamos leído el comic y rellenariamos de alguna manera los huecos
Comentaba que el 6º episodio acabó siendo mi favorito de toda la serie. Sin embargo, todo el arco de Casa de Muñecas resultan unos episodios lamentables, super aburridos y televisivos en el peor de los sentidos posibles que dejan al espectador con un mal sabor de boca. Uno de los motivos puede ser la falta de tensión y de sensación de peligro debido a la forma mediocre en que está contado todo. El hecho que hayan 3 directores para estos cuatro episodios me indica que la calidad media no era muy bueno, la verdad. Pero incluso dentro de una serie, los buenos guionistas y los buenos directores consiguen que los episodios individuales tengan elementos destacables y se sientas satisfactorios por si mismos, cosa que no llega nunca a pasar en esta serie.
Me sabe mal que Sandman no me haya volado la cabeza. Esto me recuerda que Gaiman durante muchos años expresó que prefería que Sandman NO se hiciera antes que se hiciera con una versión que no estuviera a la altura del comic. Lamento tener que decirlo, pero tras ver esta primera temporada de Sandman en Netflix, no puedo decir que la serie sea mala porque no lo es, pero tampoco que sea especialmente buena. Qué pena. Creo que la versión BUENA de Sandman aún no nos ha llegado, y visto lo visto, lo más probable es que nunca lleguemos a verla.
Por cierto, leo de nuevo la entrada y me doy cuenta que aunque no me considero a mi mismo un «super fan de Sandman», en el fondo si que soy fan del comic, porque me molesta un poco que no hayan sabido trasladar la maravilla que significó leerlo la primera vez. Quiero decir que si hablamos de por ejemplo la Legión de Superhéroes, en el fondo me daría igual si la adaptación la hacen bien o mal porque los personajes no me interesaron. Y eso obviamente no me pasa con Sandman.
Comparto el trailer de Sandman:
Sandman es correcta pero se queda muy muy lejos de saber trasladar la magia y la emoción del comic a la pequeña pantalla. No puedo decir que sea mala, pero tampoco que sea especialmente buena. Qué pena.
PUNTUACIÓN: 6/10
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