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Leyendo Los Vengadores de Jonathan Hickman – Parte 1

Este mes de septiembre quiero emplearlo para la relectura de una de las etapas más importantes en Marvel Comics de este siglo XXI, Los Vengadores de Jonathan Hickman.

Jonathan Hickman nació en North Carolina en 1972 (acaba de cumplir 50 años este mes de septiembre) y cursó estudios de arquitectura.

Antes de dedicarse a los cómics, Hickman trabajó en el desarrollo de páginas web y CD-ROM y, posteriormente, en publicidad. Hickman empezó a publicar sus primeros comics de creación propia con más de 30 años, una curiosa anomalía pensando en las carreras del 99% de profesionales del comic. Entre 2006 y 2008, publicó en Image Comics sus primeros cómics The Nightly News y Pax Romana, ambas escritas, dibujadas, coloreadas y con rotuladas por él, unos comics que mostraban una potente personalidad y un novedoso gusto por el diseño aplicado a los comics. Estas obras llamaron la atención de Marvel, que le contrató en 2009 para crear Secret Warriors, que seguía a Nick Fury y a un grupo de agentes con superpoderes. Ese mismo año comenzó su aclamada etapa en Fantastic Four. En 2010 Hickman creó S.H.I.E.L.D. junto a su amigo el dibujante Dustin Weaver, comic que mostraba la historia secreta de la organización de espionaje. Durante este periodo, continuó publicando en Image proyectos propios como Transhuman con el artista J. M. Ringuet, A Red Mass for Mars con el artista Ryan Bodenheim y The Red Wing con Nick Pitarra.

Coincidiendo con el final de su etapa en Cuatro Fantásticos y como parte del relanzamiento de Marvel NOW!, una iniciativa destinada a competir (y destruir) el impulso que DC Comics había conseguido el año anterior con el relanzamiento de su línea editorial de septiembre de 2011 con Los Nuevos 52, a finales de 2012 Hickman pasó a encargarse de Los Vengadores y Nuevos Vengadores, planteando una ambiciosa historia-río entre ambas colecciones (y su derivada Avengers World) que culminó en uno de los mejores eventos del siglo XXI, Secret Wars (2015). Tras el éxito en Vengadores y Secret Wars, Hickman pasó unos años publicando comics de creación propia hasta que en 2019 se confirmó el relanzamiento de toda la franquicia mutante con Dinastía de X y Potencia de X, la etapa en Krakoa que aún está en marcha, a pesar que Hickman abandonó la franquicia a finales de 2021 con la publicación de la miniserie Inferno. Actualmente estamos a la espera de la confirmación del que será su próximo gran encargo en Marvel, que ya se ha empezado a teasear en las últimas semanas.

De cara a organizarme para esta relectura y debido a la extensión de la etapa de Hickman me he planteado realizar 5 artículos que iré publicando en las próximas semanas. En este primer artículo me centraré en el comienzo de sus dos series, Los Vengadores 1-13 y Nuevos Vengadores 1-7, que marca las bases de lo que serán los temas centrales de la historia-río de Hickman.

En el segundo artículo reseñaré Infinity, el evento galáctico de Marvel de 2013-2014 y los tie-ins de ambas series: Vengadores 14-23 y Nuevos Vengadores 8-12. En el tercer post reseñaré la siguiente fase de Vengadores y su conexión con el evento Original Sin: Los Vengadores 24-34 y Nuevos Vengadores 13-23. En el cuarto artículo repasaré la tercera serie satélite de Vengadores que surgió durante esta etapa, Avengers World, comic de 21 números que aunque empezó siendo guionizada por Hickman en seguida pasó a manos de Nick Spencer y otros escritores. Por último, en el quinto artículo hablaré de Time runs out, la etapa final de Hickman antes de Secret War que se desarrolló en Los Vengadores 35-44 y Nuevos Vengadores 24-33.

Esta relectura reconozco que en parte se va a ver condicionada por el hecho de haber seguido leído comics de Hickman durante estos años y de no haber acabado de encajar con su etapa con los mutantes de Marvel. En este sentido, creo que hay elementos y estructuras narrativas de Hickman que se me van a hacer más evidentes ahora de lo que sentí en su momento cuando lo leí por primera vez. Pero bueno, tampoco quiero adelantarme, vamos a ver qué tal.

LOS VENGADORES 1-13 de Jonathan Hickman, Jerome Opeña, Adam Kubert, Dustin Weaver y Mike Deodato (Diciembre 2012 – Junio 2013)

«No había nada. Seguido de todo. Remolinos, motas ardientes de creación que daban vueltas alrededor de soles que daban vida. Y entonces… Corrimos hacia la luz. Fue la chispa que inició el fuego… una leyenda que creció al contarse. Algunos creen que comenzó en el momento en que Hyperion fue rescatado de un universo moribundo. Otros dicen que fue cuando La Guardia se rompió en la luna muerta. Muchos más piensan que fue cuando Ex Nihilo terraformó Marte, convirtiendo el planeta rojo en verde. Todos están equivocados. Como sucedió antes de La Luz. Antes de La Guerra. Y antes de La Caída. Comenzó con dos hombres. Comenzó con una idea.» Narrador

Es un nuevo día y un nuevo comienzo para los Héroes Más Poderosos de la Tierra, con un nuevo equipo más grande y mejor que nunca. Y no sólo serán los «Héroes más poderosos de la Tierra»: cuando la galaxia esté en peligro, los Vengadores responderán a la llamada.

Con el relanzamiento de Marvel Now! de 2013 creado para luchar contra la competencia de los Nuevos 52 de DC Comics, Marvel tomó la decisión contraria a DC que lanzó 52 colecciones simultáneamente, reduciendo el números de colecciones de su parrilla pero con equipos creativos de primer nivel, haciendo que sus pesos pesados Amazing Spiderman y Vengadores se publicaran a ritmo quincenal, mientras que otras colecciones punteras como New X-Men empezaran a publicar 18 comics al año. El resultado de publicar menos series pero más potentes y con más ejemplares por año fue rotundo, barriendo Marvel a DC de las principales cifras de ventas a las librerías especializadas durante esos años. Vengadores mantuvo la periodicidad quincenal un año entero, hasta su número 23, que marcó el final del evento Infinity en esta colección.

Hickman comentó para este arranque que Vengadores y Nuevos Vengadores eran dos caras de la misma moneda, partes de una única gran historia-río. Nuevos Vengadores trataría sobre la MUERTE, de todas las realidades, mientras que Vengadores trataría sobre la VIDA, ampliando la escala de las amenazas a las que se enfrentarán nuestros héroes y con ello el número de miembros activos de los Vengadores, con especialistas interesantes para problemas muy concretos que pudieran encontrarse. Y que aún aumentarán más a medida que avance la serie.

El primer arco de tres números dibujado por Jerome Opeña con color de Dean White me parece aún hoy en día una barbaridad. Opeña nos ofrece algunas páginas super icónicas, y en concreto la del final del primer número con el Capitán América convocando al nuevo equipo de Vengadores puede ser una de las páginas más icónicas de la historia de Marvel. Debido al impacto que tuvo el estreno de la película de Los Vengadores de Joss Whedon en 2012, que se convirtió en una de las más taquilleras de la historia, Marvel planteó a Hickman que usara para el arranque la misma alineación que los espectadores acababan de ver en el cine, la formada por Capitán América, Iron Man, Thor, Hulk, Viuda Negra y Ojo de Halcón para intentar captar a nuevos lectores que buscaran una versión reconocible del grupo. Tener a Steve Rogers y Tony Stark como arquitectos de una versión ampliada del grupo es además de algo lógico y continuista con la historia de los comics, también un giño a los fans del MCU cinematográfico.

En este primer arco Hickman realiza un prodigio de síntesis, ya que además de presentar a nuevos personajes que tendrán una gran importancia en el futuro como Ex Nihilo, Abyss y Aleph nacidos como villanos del arco, en especial la raza de los Constructores a la que pertenece Aleph. Junto a ellos, asistiremos al retorno al grupo de Capitán Marvel (Carol Danvers), Halcón (Sam Wilson), Lobezno (Logan), Spider-Woman (Jessica Drew) y Spiderman (¿Peter Parker?), las nuevas incorporaciones de Cannonball (Sam Guthrie), Sunspot (Bobby Da Costa), Manifold (Eden Fesi) y Shang-Chi, y las primeras apariciones de Smasher y los nuevos Hyperion y Capitán Universo. No está mal para tres grapas.

Aleph es un miembro de los Constructores, presentados aquí como la raza más antigua del universo. Al ser «perfectos», crearon sistemas para controlar la estructura del espacio y el tiempo, con diferentes razas llamadas Alephs, Gardeners, Curators, Abyss y Caretakers para llevar a cabo de misión de crear su visión de un Universo perfecto. Este Aleph llevaba dos huevos como parte de su misión de terraformación, uno de un Jardinero y el otro de un Abyss, Ex Nihilo y su hermana Abyss, respectivamente. Tras llegar a Marte y restaurar la vida en el planeta rojo, Ex Nihilo disparara cinco Bombas evolutivas (Origin Bombs) a la Tierra, lo que provoca la reacción defensiva de Los Vengadores. En este primer arco aparte de grandes momentos de acción, grandes ideas de Hickman y un dibujo imperial de Opeña descubrimos que Aleph y Capitán Universo han captado que algo no funciona correctamente en el Universo, argumento que será ampliado en la colección de Nuevos Vengadores. Como arranque de una nueva colección, no se puede pedir más.

Tras este potente arranque, Hickman levanta el freno del acelerador para plantear los tres números siguientes para presentar a algunos de los nuevos personajes que acaba de presentar: Hyperion (número 4), Smasher (nº 5) y Capitán Universo (nº 6), en un comic que nos trae al Universo Marvel 616 una versión actualizada de Nightmask, personaje creado en los años 80 en el Nuevo Universo creado por Jim Shooter que Hickman creará de cero en esta nueva versión. Estos comics están dibujados por Adam Kubert con color de Frank Martin, y aunque son correctos, claramente se notan que no están al mismo nivel que el que Opeña nos ofreció previamente.

Narrativamente, veo imprescindible que Hickman nos presente a los nuevos reclutas para que nos importen más adelante. De hecho, no son sólo ellos, ya que Shang-chi, el Superior Spiderman o los miembros de X-Force Bala de Cañon y Mancha Solar (personajes de los que Hickman se declara super fan) también tienen sus momentos en estas páginas. Sin embargo, en la relectura me ha pasado como con muchos de los comics de Hickman en Patrulla-X. Son comics que están bien y sirven para construir el marco narrativo de lo que va a serie su historia río, pero me dejan con una sensación de ser unos comics correctos sin más, desde luego no las mejores aventuras que se hubieran podido contar con estos personajes y en esas circunstancias.

En el tercer arco de la serie publicado en los números 7-9, dibujados por Dustin Weaver con color de Justin Ponsor, asistiremos a la llegada a laTierra de un Evento Blanco que marca la llegada de Starbrand al Universo Marvel, un nuevo personaje del Nuevo Universo que Hickman aprovecha e incorpora a su historia río. Nightmask nos explicará a lo largo de este arco que Starbrand es un sistema de defensa planetaria unipersonal creado por los Constructores. En este arco conoceremos las verdaderas intenciones de Ex Nihilo al lanzar sus Bombas evolutivas a la Tierra, y como al descubrir que el planeta está roto, Nightmask y Starbrand aceptarán ayudar para intentar arreglarlo. De momento, estos 9 números muestran que Hickman tiene muchas sorpresas en la recámara, pero que estamos ante una gran historia, no son realmente arcos sucesivos con aventuras autoconclusivas, al construirse todo a partir de lo visto hasta ese momento.

Si Adam Kubert es inferior a Jerome Opeña, Dustin Weaver queda realmente mal comparado con Kubert, lo cual muestra los problemas derivados de la periodicidad quincenal. Aunque Hickman y los editores de Marvel entiendo trabajaron con la suficiente antelación como para conseguir que al menos cada arco completo de historias lo dibujara un dibujante, la sensación mirando únicamente el apartado gráfico es que Los Vengadores no lucen todo lo bien que deberían en estas páginas, con un Weaver muy decepcionante en las expresiones faciales y en general en la narrativa de estos comics. Ser amigo de Hickman no debería permitirte dibujar un comic de Vengadores si no estás al nivel requerido.

A continuación tenemos cuatro números dibujados por Mike Deodato Jr con color de Frank Martin, publicados en los números 10 al 13. En lo positivo, Deodato mejora a un Dustin Weaver que no me gustó nada en el arco anterior, lo cual es sin duda una mejora importante. El número 10 es una aventura autoconclusiva en los que Los Vengadores irán a Canadá a ayudar al gobierno ante los efectos de la Origin Bomb que cayó en su territorio. El número 11 es otra aventura autoconclusiva en la que un grupo especialista de Vengadores viaja a Macao para intentar descubrir los planes de I.M.A. ante una inminente subasta de armas. El grupo formado por Capitana Marvel, Viuda Negra, Spider-Woman, Shang-Chi, Bala de Cañón y Mancha Solar, justificando de alguna manera que estos personajes hayan sido incluidos en la alineación de Vengadores.

Los números 12 y 13 es una aventura en dos partes con los Vengadores viajando a la Tierra Salvaje para proteger a los niños evolucionados nacidos a partir de la Origin Bomb de los experimentos del Alto Evolucionador. Este número servirá además para presentar la relación de amistad que Hickman ha planteado para Hyperion y Thor, seres inmortales super poderosos en un mundo de hormigas que tendrán más en común de lo que ambos pudieran imaginar, empezando por su ansia de proteger a los inocentes sea como sea.

Como en los arcos anteriores, este grupo de historias siguen estando correctas, pero aunque forman parte del world-building general me siguen dejando con la sensación que le faltan la fuerza que se le exige a cualquier grapa mensual que debe provocar que quieras comprar la colección el mes siguiente. De alguna manera manera entiendo que Marvel confiaba en que la promesa de la gran historia-río de Hickman nos mantuviera interesados a los lectores (lo hacía), y a la vez, a pesar de estar ante unos comics que NO son notables, al ser quincenales en seguida llegaba el siguiente número que nos daba una nueva dosis de aventuras y no dejaba al espectador con ganas de dejar de leer. Además, justo a continuación llegaría el evento Infinity que cambiaría el status-quo del Universo Marvel de esos años y nos subiría durante esos meses a lo más alto. Aunque de eso hablaré la semana que viene.

De alguna manera, dentro que como digo son comics correctos, la relectura me dejó la sensación que los editores de Marvel vivieron de rentas estos números, aprovechando el hype increíble que los primeros comics de Hickman y Opeña provocaron a todos los lectores y confiando en los momentazos que Infinity nos ofrecerían en apenas unos meses.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

NUEVOS VENGADORES 1-7 de Jonathan Hickman, Steve Epting y Mike Deodato (Enero – Junio 2013)

«Todo muere. Tú, yo. Todos en este planeta. Nuestro sol. Nuestra galaxia. Y, eventualmente, el universo mismo. Esto es simplemente cómo son las cosas. Es inevitable. Y lo acepto. » Mister Fantastic

Para evitar la colisión de nuestro universo con otro, los Illuminati, liderados por Pantera Negra, deben reunirse ¡AHORA! Es el equipo más poderoso y brillante del Universo Marvel -Pantera Negra, Iron Man, Doctor Extraño, Black Bolt, Mister Fantastic, Namor. y La Bestia- contra una legión infinita de realidades paralelas.

Curiosamente, tras leer el arranque de ambas series, Nuevos Vengadores ha resultado ser LA SERIE de esta etapa río de Hickman. Y eso aceptando que Hickman hace trampas, ya que realmente el comic debería haberse titulado «Illuminati» y no Nuevos Vengadores, al centrarse en el grupo creado por Brian Michael Bendis de grandes figuras del Universo Marvel como Iron Man, Mr. Fantástico, Doctor Extraño, Black Panther, Namor y Charles Xavier que decidieron unirse en secreto para combatir juntos las grandes amenazas a nivel planetario para el planeta Tierra, con independencia del grupo al que pertenecen cada uno por separado. Entiendo que el título es un elemento comercial inevitable, pero realmente sería lo único menos bueno que se me ocurren de este comic, al no representar lo que vamos a ver.

Hickman sustituye a Xavier (en ese momento muerto tras el final de Vengadores vs X-Men) por Bestia, y añade al Capitán América en el arranque. El comic se centra en la presentación de las Incursiones, un suceso en el que dos realidades del multiverso colisionan y ante ello sólo hay dos posibilidades: Que ambas realidades se destruyan o salvar tu realidad a costa de destruir la otra. Las incursiones y la figura de Black Swan, una visitante de otra realidad que llegó a la Tierra 616 con la primera incursión a la que tuvo que enfrentarse Black Panther en solitario, son los grandes protagonistas de este arranque. Conocer que el multiverso está implosionando y que al final todas las realidades van a morir es el centro de este comic, y genera unos interesantísimos debates morales entre los diferentes personajes, que encuentro que son de lo mejor que ha escrito Hickman hasta la fecha.

La traición que los Illuminati cometerán contra el Capitán América, que no quiere apoyar al grupo a destruir otras realidades, y sobre todo el enfrentamiento de Black Panther contra Namor (con guerra entre Wakanda contra Atlantis) serán los grandes elementos de la serie en relación con los personajes. Unos personajes que Hickman representa de forma super convincente y reconocible en estos números iniciales a los que no puedo ponerles ni un pero.

Otro elemento a destacar de estos primeros meses es la interconexión de Nuevos Vengadores con su serie hermana, mostrando lo bien pensado que lo tenía Hickman y sus planes a largo plazo. A pesar de ser historias que realmente van a su aire y pueden leerse independientemente, hay muchos detalles chulísimos cuando leías ambas series a la vez que enriquecían la experiencia lectora y que me alegra poder decir que he vuelto a disfrutar en esta relectura. Por ejemplo, al comienzo de Vengadores Steve Rogers tiene un sueño extraño en el que sólo recuerda a varios amigos mirándole. Esa escena cobra una nueva dimensión cuando en Nuevos Vengadores asistimos a la traición de sus amigos Illuminati. Y que hará estallar al grupo en Pecado Original, aunque sea adelantarme demasiado. Por poner otro ejemplo, en Nuevos Vengadores descubrimos que Tony Stark está construyendo una esfera de Dyson alrededor del Sol para conseguir más energía para poder combatir las inminentes amenazas. Y justo a la vez, veremos en Vengadores como la solución ante la falta de control de Starbrand de sus recién adquiridos poderes es trasladarle a esa misma esfera junto a Nightmask mientras aprende a utilizarlo.

Otro elemento que me flipa de estos primeros números de Nuevos Vengadores son las alucinantes portadas de Jock para los primeros 6 números, que mejoran y dejan en mal lugar al 99% de comics mainstream, de la época o actuales. Estas portadas me flipan, son mucho mucho mejores que las de su serie hermana, muchas de las cuales estuvieron dibujadas por Dustin Weaver.

Por cierto, frente al ritmo quincenal de publicación de Vengadores, Nuevos Vengadores se aprovechó de la salida mensual consiguiendo que Steve Epting pudiera dibujar los 6 primeros números de la serie correspondientes al primer arco, con tintas de Rick Magyar y color de Frank D´Armata. En número 7 está dibujado por un Mike Deodato Jr. que parecía el artista suplente «oficial» de la franquicia y se encargará de todo el arco siguiente con el tie-in con Infinity, lo cual no está tampoco nada mal. Pero estos seis números consecutivos de Epting me parecen una maravilla desde el punto de vista gráfico. Sin duda, tener a un artista com él en cualquier título es un seguro de vida.

En resumen, Nuevos Vengadores era la serie que prometía las emociones más fuertes de la etapa de Hickman, con un arranque super potente que me encantó.

PUNTUACIÓN: 9/10

La semana que viene continuo este repaso con la segunda parte centrada en el evento Infinity, que sirvió para cambiar el statu-quo de todo el universo Marvel, en algunos aspectos no se si para bien.

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¡Saludos a todos!

Crítica de Seven to Eternity vol. 4 de Rick Remender y Jerome Opeña (Image Comics)

Termina Seven to Eternity en su cuarto volumen, el comic de fantasía de Rick Remender y Jerome Opeña, con color de Matt Hollingsworth, publicado por Image Comics. Y la decepción se confirma.

PUNTUACIÓN: 5/10

Volume 4. The Springs of Zhal.

El viaje de Adam y el Rey del Lodo llega a su fin en los legendarios manantiales de Zhal, que prometen curar al caballero Mosak caído de su aflicción fatal y cumplir la promesa que el Dios de los Susurros le debe. ¿Es una artimaña o una salvación? ¿Valdrán la pena los sacrificios que hizo Adam? RICK REMENDER y JEROME OPEÑA llevan su épica fantasía etérea a una conclusión sorprendente.

Este cuarto y último volumen recopina SEVEN TO ETERNITY #14-17 USA, cuatro grapas publicadas entre noviembre de 2020 y agosto de 2021.

Termina un largo viaje de 5 años, desde que en septiembre de 2016 Rick Remender y Jerome Opeña empezaron a publicar Seven to Eternity en el sello Image. 5 años y tan sólo 17 números. Aquí puedes leer mis reseñas de los volúmenes uno, dos y tres , en las que iba explicando cómo con cada nueva lectura la historia de Rick Remender me encajaba cada vez menos y le decepción iba aumentando.

Llegados al final de la historia centrada en Adam y el Rey del Lodo, hay un elemento principal y es que Remender se ha centrado tanto en los dos protagonistas principales, el «heroe» Adam y el «villano» Rey del Lodo, que no ha creado el más leve atisbo de empatía o conexión con ningún otro personaje, por lo que el final de la historia para muchos de ellos no puede resultar más intrascendente e insatisfactorio. No sólo eso, es que tampoco las sorpresas alrededor del vínculo creado entre ambos resulta satisfactorio, más bien al contrario. Da pena que al final del Rey Barro se convierta en un villano de opereta de «soy malo porque el mundo me ha hecho así, juajuajua!», haciendo que la historia se haya convertido en un bluf total.

Pero peor que es eso es la comprobación que en lugar de la historia de fantasía épica que Remender prometió al inicio de la serie, Seven to eternity ha sido un peñazo moralizante que nos ha traído al Remender más nihilista y desolador. Remender más que nunca transmite su enfado ante nuestra civilización occidental que para él está perdida al estar habitada por dos tipos de personas: los seres grises que se (nos) conforman con las migajas que nos dan las grandes corporaciones que ostentan el poder real, y peor, los que dicen ser salvadores de la patria que no son más que seres egoístas que traicionarán a quien sea para conseguir el poder, mientras nos dicen que todo lo hacen «por nuestro bien». Y frente a estas dos realidades, los pocos héroes verdaderos son apenas hormigas que intentan parar el desbordamiento de un río con palitos y están abocados al fracaso. Joer, se por entrevistas que Remender lo pasó más de joven, pero no hay duda que el pobre tiene un montón de traumas y demonios que intenta exorcizar mediante los comics. Y siendo loable este empeño, la verdad es que en otros comics lo ha hecho con historias al menos entretenidas, cosa que no ha conseguido en este comic.

La verdad es que vine pensando que Seven to eternity iba a ser el típico viaje del héroe, y no tuve problema cuando me di cuenta que muy probablemente estábamos ante un fall-from-grace. Sin embargo, descubrir lo que es realmente el comic y quien es Adam en realidad, que no voy a decir para no chafárselo a nadie que esté esperando que se publique en España, ha sido un bajón super desolador. Y el caso es que había ideas interesante en el comic, como la realidad que a veces nos engañamos a nosotros mismos para justificar lo injustificable, materializando el clásico «el camino al infierno está construido de buenas intenciones». Pero en el caso de este comic, la ejecución de Remender de estas ideas no puede ser más fallida.

A todo esto, ¿a qué vino este nombre de Seven to Eternity? ¿No será el nombre menos adecuado para lo que nos han acabado de contar Remender y Opeña? Como me pasó con LOW, me gustaría que en algún momento los autores explicaran el proceso de creación y cómo cambió el concepto inicial. Si es que eso pasó, que tampoco lo tengo claro.

Hablando del dibujo, Jerome Opeña con colores de Matt Hollingsworth realmente realizan un gran trabajo y nos cuentan la historia de forma modélica, creando un climax widescreen con momentos visualmente super potentes, pero que quedan huecos debido a la deficiente construcción de los personajes de Remender que no han conseguido que calen en nuestro interior. Y en general debido a lo que es en realidad la historia.

Comparto las primeras páginas de este volumen, que como no puede ser de otra manera, lucen espectaculares:

Seven to eternity ha sido una tremenda decepción, lo digo como lo siento. Y la confirmación que hice bien en tomarme un respiro de la obra de Remender, algo que ya me hizo NO comprar Scumbag, su última serie en Image.

PUNTUACIÓN: 5/10

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Crítica de Seven to Eternity Vol. 3 de Rick Remender y Jerome Opeña (Image Comics)

No conseguí conectar con Seven to Eternity, el comic de fantasía creado por Rick Remender y Jerome Opeña, con color de Matt Hollingsworth. Sin embargo, dado que Remender y Opeña acaban de publicar en USA el final de su historia en el cuarto volumen, me he animado a volver al mundo de Zhal, comprando el tercer volumen que ya no compré en su día. Y lamentándolo mucho, me encontrado más de lo mismo respecto a los dos anteriores volúmenes.

PUNTUACIÓN: 6/10

Volume 3: Rise to Fall.

Adam Osidis recorre un camino velado lleno de elecciones imposibles y compromisos desgarradores. Entre Adán y la cura para su enfermedad debilitante se encuentra el Señor del Cielo Volmer y su sed de venganza contra El Dios de los Susurros. Adam ahora debe proteger al hombre que asesinó a su padre, pero ¿hasta dónde llegará para lograrlo? RICK REMENDER y JEROME OPEÑA llevan el primer capítulo del mundo de Zhal a una conclusión escalofriante.

Este tercer volumen, publicado en USA en marzo de 2019, recopila los números 10 a 13 de la serie regular publicada por Image Comics.

Bajo un concepto a priori de espada y brujería, Seven to eternity es en realidad una historia que gira sobre qué estaríamos dispuestos a sacrificar por salvar a nuestras familias o seres queridos. La historia genera paralelismos sobre el mundo actual, con una sociedad que busca la homogeneidad y lucha contra los que intentan salirse de la norma. E incluso diría que hay una crítica hacia la creciente radicalización de la sociedad americana, que es cada vez más radical y ultraconservadora, llegando a negar verdades científicas como el cambio climático, y aceptando mentiras fragrantes como “post-verdades”.

El primer volumen de esta serie, con los números 1 al 4, se publicó en febrero de 2017, mientras que el segundo, con los números 5 a 9, salió en octubre de ese mismo año. Ya en mi reseña de este segundo volumen, que publiqué en febrero de 2018, comentaba que no me acababa de cuadrar la historia de Remender, que nos estaba metiendo una turra infumable sobre las elecciones morales de una persona y hasta qué punto somos realmente libres. Y lo que es peor, Remender desaprovechaba completamente a Opeña creando unas páginas aburridas que se hacen super pesadas de leer y no ofrecían casi momentos para que Opeña pudiera desatarse y lucirse.

Algún día saldrá alguna entrevista a Remender, o a Opeña, y descubriremos la travesía en el desierto que ha supuesto ver publicado el final de Seven to Eternity varios años después. Lo mismo que pasó con Low, el comic de ciencia ficción de Remender junto a Greg Tocchini cuyo último tomo tardó 3 años y medio en ver la luz. Porque diría que igual que Seven to Eternity aburría a los lectores, tampoco enamoró a Jerome Opeña, al que le costó dios y ayuda seguir con la serie compatibilizando este comic con sus otros encargos en Marvel (y otras editoriales).

Y es que si los 9 primeros números salieron más o menos regulares, aunque con la sensación de casi-estafa que me provocó ver los números 7 y 8 dibujados por James Harren y no por Opeña, tuvimos que esperar un año y medio para que se publicara este tercer volumen en marzo de 2019. 17 meses para un tomo con tan sólo cuatro números USA. Esta espera, sumado al hecho que el comic realmente no me estaba gustando, hizo que no comprara el tercer tomo en su día, ya que además pintaba que este comic se iba a seguir demorando, cosa que se confirmó con el pasar de los meses. Finalmente, el pasado mes de agosto de 2021 se publicó la última grapa de Seven to Eternity, el número 17, con lo que el pasado septiembre salió el cuarto y último volumen, de nuevo con tan sólo 4 números, dos años y medio después de la publicación del tercero. Sin duda, parece que Remender está gafado, o no ha sabido tocar la tecla correcta para mantener interesados a sus colaboradores.

Aunque como digo no conecté para nada con la historia de Remender, saber que la historia finalizaba en el cuarto volumen me animó a comprar este tercer volumen para ponerme al día de cara a la compra del último tomo en cuanto salga, para así poder tener la historia cerrada. Mi afán completista comiquero en acción.

Y entrando a comentar este tercer volumen, ¡qué pena es ver a Remender fallar de esta manera!! Es tristísimo ver como el impresionante diseño de Opeña de los personajes y del mundo de Zhal se van a traste ya que la historia de Remender no consigue enganchar, ni crea ningún vínculo emocional (o de otro tipo) con ninguno de los personajes, haciendo que te de completamente igual su destino.

Parte del problema nuclear de Seven to eternity es que Remender falla en la construcción del protagonista, Adam Osidis. Tenemos un comic casi monopolizado por las elecciones de Adam y su onmipresente voz interior que nos cuenta su cambiante punto de vista, planteando que un héroe de valores inamovibles en el mundo real quizá sería un radical que pone su orgullo por delante de todo lo demás, incluso el bienestar de su propia familia. Sin duda, el Remender más nihilista concentrado en estas páginas, pero sin conseguir transmitir la empatía que sí generan los protagonistas de sus mejores comics, Deadly Class o Black Science. Y claro que el camino del héroe implica caer y levantarse, además de cometer errores, pero en este caso Remender no nos está dando casi nada a lo que agarrarnos.

Junto al problema de Adam Osidis, su relación con Garils, el Dios de los Susurros, es también un agujero negro que convierte la historia en el anti-entretenimiento. Leer este tomo de cuatro números USA y apenas 90 páginas de comic más las páginas iniciales de texto con el diario de Adam se me ha hecho super pesado. Estamos ante un comic bastante aburrido, en líneas generales, al que tampoco acabo de verle sentido al viaje en si de los protagonistas dentro del reino de Zhal, que un minuto está totalmente controlado por Garils para al segundo siguiente pasar a lugares en los que su poder carece de importancia. Por no acertar, no han acertado ni con la geografía del mundo o el viaje que realizan.

No, el título de los supuestos «7 para la eternidad», no es representativo de la historia. De hecho, de estos 7 protagonistas, cada vez quedan menos con vida ya desde el primer volumen, y lo peor es que no puede importarnos menos el destino de sus viajes individuales y la duda sobre si sobrevivirán al final. De hecho, algunas sorpresas y traiciones no acaban de funcionar ya que como digo, Remender no ha conseguido crear personajes tridimensionales que nos creamos para empezar.

En lo positivo, al menos puedo decir que el climax de este volumen sí permite a Opeña lucirse y nos ofrece la épica más-grande-que-la-vida que se espera de un comic de fantasía épica que iba a construir un mundo que mirara de tu a tu a los grandes clásicos del género. Este climax es a lo que me agarro para confiar que al menos Remender va a saber cuadrar el final de la historia. Espero que no me falle.

Y es que como digo, Jerome Opeña en el dibujo con colores del veterano Matt Hollingsworth no podían estar mejor a partir de la historia de Remender. La narrativa de Opeña es una pasada y crea unas viñetas repletas de detalles de un mundo que hubiera podido ser interesante, si hubieran acertado la historia. Como decía al principio, me gustaría encontrar un video en el que Opeña hablara con sinceridad de su experiencia dibujando este comic.

Comparto unas páginas de este tercer volumen:

Definitivamente, Seven to Eternity pinta a que se dirige hacia el calificativo de «comic fallido», y en este tercer volumen sigue sin acabar de ofrecer el espectáculo que los fans esperamos de unos autores con tanto talento. En unas semanas publicaré mi reseña del último volumen, esperando que al menos consigan darnos un final satisfactorio a la historia.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Imposibles X-Force de Rick Remender, Jerome Opeña, Esad Ribic, Greg Tocchini y Phil Noto

Hoy quiero recordar Imposibles X-Force de Rick Remender para Marvel Comics, una de las etapas más celebradas de la franquicia mutante de los últimos años, en la que colaboró con artistas como Jerome Opeña, Esad Ribic, Greg Tocchini o Phil Noto.

PUNTUACIÓN: 8/10

En la actualidad, los lectores estamos muy flipados con el cambio de paradigma que Jonathan Hickman está llevando a cabo en la franquicia mutante de Marvel Comics, a partir de su maravilloso reinicio realizado en Dinastía de X / Potencias de X. Pero resulta super interesante ver que justo hace 10 años, en 2010, los X-Men también tuvieron un retorno a la grandeza a partir del “Advenimiento”, evento en el que los X-Men descubrieron a la primera mutante nacida desde el “NO More Mutants” perpetrado por Brian Michael Bendis en Dinatía de M.

A partir de este exitoso evento, los mutantes encadenaron unos años buenísimos, y uno de los máximos exponentes son estos Imposibles X-Force de Rick Remender. Remender durante muchos años ha sido uno de mis escritores favoritos con comics espectaculares como Fear Agent junto a Jerome Opeña y Tony Moore. Pero en 2010 aún era un escritor que tenía mucho que demostrar en Marvel, tras haber escrito una de las etapas más polémicas de Punisher, “Frankencastle”, en la que junto a Tony Moore convirtió a Castle a un cazador de monstruos no-muerto. Etapa muy divertida, todo hay que decirlo, pero que se alejaba mucho del canon clásico del personaje.

Un primer hecho destacable es Remender siempre planteó Frankencastle y estos Imposibles X-Force como series con arcos con un principio y un final definido, entendiendo que obviamente su paso por estas colecciones era temporal y tras él otros autores tendrían que seguir jugando son estos personajes. Esta idea de crear una historia cerrada a modo de temporada es ahora cada vez más habitual, pero en 2010 era una rareza.

Contando el prólogo, la etapa de Remender en Imposibles X-Force fueron 37 números publicados entre noviembre de 2010 y febrero de 2013. Durante estos 28 meses la serie fue publicada a ritmo quincenal en varios momentos, lo habitual en la Marvel de la época. Por ponerlo en contexto, frente a las 52 series de DC Comics lanzadas a partir del reinicio de los Nuevos 52 de septiembre de 2011, Marvel optó por reducir su número de series regulares en una inciativa conocida como Marvel Now!, concentrando su oferta editorial en lo mejor de lo mejor, publicando la mayoría a ritmo de 18 comics al año. Esta decisión vista en perspectiva se ha demostrado como correcta, ya que Marvel arrasó a DC en las cifras de ventas y lo que es mejor, se crearon en esos años etapas estupendas de muchos personajes.

Lamentablemente, este planteamiento de Marvel consiguió buenísimas ventas pero a su vez impidió que la serie pudiera tener una consistencia artística, con continuos cambios de dibujantes. Dentro de lo malo, la buena planificación editorial consiguió que al menos cada arco estuviera realizado por un único artista, como luego veremos. Sin embargo, vista la serie en su conjunto, vemos que de los 37 números, Jerome Opeña dibujó 9 comics todos en la primera mitad, mientras que Phil Noto dibujó 8 de la segunda, siendo el artista que cerró la serie. Y entre ambos, tenemos a un Esad Ribic que además de muchas portadas dibujó 3 números, al igual que Billy Tan o Mark Brooks, mientras que Greg Tocchini dibujó 4, la totalidad del cuarto arco “Otromundo”.

Esto a la larga es una pena ya que aunque la historia de Remender es compacta y cuenta con un principio impactante y un final satisfactorio, hay que reconocer que Phil Noto es un dibujante solo correcto a años luz de la calidad artística de Jerome Opeña (o de Esad Ribic), lo que hace que una historia sobresaliente acabe siendo un comic notable por esta irregularidad.

Remender reunió en X-Force a un grupo heterogéneo de personajes como Lobezno, Masacre, Ángel / Arcángel, y los inesperados all-stars de esta serie, Mariposa Mental (Betsy Braddock) y Fantomex (Jean-Phillipe), el Arma XIII creado por Grant Morrison. A estos cinco personajes se les unieron durante el transcurso del comic Deathlok y Rondador Nocturno, generando un interesante rotación.

Remender utilizó estos X-Force para plantear una interesante reflexión sobre las consecuencias de la violencia y en qué medida estos personajes pueden ser considerados “héroes” si actúan igual que sus enemigos, teniendo en cuenta que en el Universo Marvel, matar siempre está mal. Además, la disyuntiva de si nuestro destino está marcado de antemano o si podemos aprender, mejorar y evolucionar es otro de los temas importantes del comic.

A continuación, voy a comentar sin spoilers posible de los 5 tomos con los que Panini publicó esta serie en España, que os invito que descubráis si aún no habéis leído este comic:

Volumen 1: La Solución Apocalipsis

¡El triunfal regreso de X-Force! Después de “Advenimiento”, todo ha cambiado. Lobezno ha prometido a Cíclope que su grupo de operaciones encubiertas ha dejado de existir. Pero Logan mintió. Ahora que los mutantes vuelven a mirar al futuro con esperanza, X-Force es más necesario que nunca. Apocalipsis renace de sus cenizas para convertir esta Edad Heroica en un reino de pesadilla. Para acabar con él, Logan decide reunir a un nuevo equipo, formado por Arcángel, Fantomex, Masacre y Mariposa Mental. Su misión: acabar con Apocalipsis con todos los medios a su alcance.

Este primer volumen es espectacular. Excepto por el prólogo dibujado por Leonardo Manco, los cuatro números de este arco fueron dibujados por Jerome Opeña con color de Dean White, y fueron algunos de los comics mejor dibujados y con más carisma de Marvel en años. Opeña estaba on-fire, con una narrativa espectacular con composiciones y planos de cámara super imaginativos que siempre mostraba la acción de la forma más dinámica y espectacular posible.

A partir de un elemento un tanto trillado, el renacimiento de Apocalipsis y sus cuatro jinetes, Remender crea un elemento novedoso al hacer que sea un niño que aún no ha cometido ningún delito, enfrentándose el equipo a la vieja disyuntiva de “si pudieras viajar en el tiempo, ¿matarías a Hitler siendo niño para evitar el holocausto?”

Además, en aquella época no me gustaba nada Masacre (reconozco que hasta este año no leí la excelente etapa de Gerry Duggan, por ejemplo), pero Remender hace que sea soportable y durante toda la etapa conseguirá crear momentos excelentes con él. Además, la relación sentimental de Ángel y Mariposa Mental / Betsy en la que ella le está ayudando a evitar que caiga en el lado oscuro de Arcángel se siente muy real y te preocupas por ellos inmediatamente. La gran sorpresa es Fantomex, que aunque en la superficie es un chulito prepotente, intuyes que oculta mucho más en el interior, algo que Remender irá desarrollando durante en los siguientes arcos.

Quizá el único pero es que durante este arco Remender hace que Fantomex salve demasiadas veces la situación con su poder mutante de crear en la mente de sus enemigos espejismos que permiten que los héroes escapen. Esta habilidad crea páginas espectaculares, pero al utilizarlo tanto en el mismo arco queda un poco tramposo. En todo caso, este arco fue increíble y su impactante y polémico final creó unas repercusiones que afectarán profundamente a todos los protagonistas.

Volumen 2: Nación Deathlok

El segundo tomo de la serie mutante más sorprendente del año. De entre todos los futuros posibles que le esperan a la humanidad, sólo existe algo en común a todos ellos: ¡El ascenso de los Deathloks! Su nacimiento se asienta en nuestro presente, pero luego crece, como un virus temporal, extendiéndose a lo largo de todas las líneas posibles para cambiar el destino de la humanidad. ¿Podrá X-Force evitar lo inevitable? ¿Y de qué manera los acontecimientos se conjuraran para dar lugar a una nueva «Era de Apocalipsis»?

Este arco empezó con el número 5.1 (una de estas iniciativas raras de Marvel planteadas para crear buenos “jumping-points” para nuevos lectores) dibujado por el excelente Rafael Alburquerque en la que los X-Force se enfrentarán a Dama Mortal y sus Cosechadores- Este comic servía para resaltar la naturaleza proactiva del grupo que intenta detener a los malos antes de que ataquen a inocentes. Como número unitario me parece modélico, además de tener un dibujo que quita el hipo.

El arco Nación Deathlok se desarrolló en los números 5 a 7 americanos y fueron dibujados por el también genial Esad Ribic, con tintas de John Lucas y color de Matthew Wilson. La historia ofrece otro punto de vista a las clásicas historias de “Días de Futuro Pasado” en la que son los Deathloks y no los Centinelas los que se han hecho con el control del futuro, y no dejarán que nada impida que eso llegue a producirse.

El tomo en España incluía además los números 8 a 10 dibujados por Billy Tan con colores de Dean White, que fue el colorista oficial para toda la serie. Estos números muestras una de las repercusiones que el arco anterior ha provocado, Ángel está revertiendo en su personalidad oscura de Arcángel, mientras que Betsy Braddock tendrá que enfrentarse al telépata Amal Farouk que la esclavizó en el pasado. En resumen, los guiones de Remender siguen estando super bien construidos planteando situaciones que son consecuencia de las decisiones que tomaron los héroes, aunque tenemos una primera mitad con un dibujo increíble y una segunda meramente funcional.

Volumen 3: La Saga de Ángel Oscuro

¡La aventura mutante más sorprendente que se ha publicado en años! Sólo Rick Remender podría escribir «La saga del Ángel Oscuro». Apocalipsis ha muerto. Su heredero es El Arcángel, quien ha seguido adelante con los planes de su predecesor, reuniendo un gran ejército con todos los seguidores de En Sabah Nur. La única esperanza que le queda a X-Force de salvar a su amigo Warren de la siniestra entidad que se ha apoderado de su alma se encuentra en otro mundo: una dimensión alternativa en la que Apocalipsis se alzó supremo. Sí, ha llegado el momento de viajar a… ¡La Era de Apocalipsis!

Si algo caracteriza los guiones de Remender es que no se guarda nada, son todo lo espectaculares que pueden ser y más, con acción a raudales, continuidad bien entendida y momentos realmente emocionantes. Sinceramente, no se puede hacer mejor dentro del género superheroico. Esta saga de Ángel Oscuro se desarrolló en los números 11 a 18 americanos, y estuvo dividida en dos partes claramente diferenciadas. La primera parte estaba ambientada en la Era de Apocalipsis (números 11 a 13) dibujada por Mark Brooks, con ayuda de Scott Eaton en el 13, tintas de Andrew Currie y color de Dean White, mientras que la segunda ya en el presente (números 14 a 18) tuvo de nuevo a Jerome Opeña como dibujante.

El arco estuvo super bien dibujado y el guión de Remender pone el foco en la ¿imposible? relación de Warren y Betsy ante el genocidio que plantea Arcángel contra la raza humana. Hay una tensión creciente, un villano imposible de derrotar y su super emocionante final me dejó tocado porque Remender había construido de maravilla la relación de la pareja.

Volumen 4: Otromundo

¡¡Llega el cuarto volumen de la serie mutante de culto, en el que Rick Remender recupera algunos viejos personajes olvidados dentro del rico cosmos de La Patrulla-X! Apenas acaban de volver de una traumática aventura cuando el grupo de operaciones encubiertas liderado por Lobezno debe introducirse de lleno en un conflicto con Otromundo, el nexo de la realidad en el que ciencia y magia coexisten y del que nace el poder del Capitán Britania. Los mutantes tendrán que salvar ese lugar de la destrucción absoluta, porque si no lo hacen… Bueno, su compañero Fantomex pagará con su vida.

Este cuarto volumen se inició con el clásico número de “consecuencias”, el 19 USA, en las que se forma un nuevo status-quo en el grupo con varias bajas y alguna nueva incorporación. El número estuvo dibujado por Robbie Rodríguez, que realizó un buen trabajo.

Otromundo se desarrolló en los números 20 a 23 y estuvo dibujado por Greg Tocchini, que ha había trabajado con Remender en “The last days of american crime” y en la actualidad aún tiene pendiente de terminar LOW, ambas para Image. Tocchini tiene un dibujo complicado que puede no ser del agrado de mucha gente, pero en mi caso reconozco que una vez entré en el juego, me ofrece unas páginas chulísimas repletas de personalidad y carisma.

La historia de Otromundo vuelve a girar sobre las consecuencias de nuestros actos y lo que estamos dispuestos a hacer para salvar a nuestros seres queridos, y tiene a Fantomex y Betsy de grandes

protagonistas. Además, otro elemento es importante es quizá ver como mucha gente mantiene una superioridad moral dado que no han tenido que enfrentase a las decisiones difíciles que otros si tienen que tomar. Y, al final, alguien debe tomar las decisiones difíciles y asumir sus consecuencias. Estos elementos vuelven a ser los temas centrales de la etapa de Remender y volvemos una y otra vez sobre ellos, en el mejor sentido.

El volumen termina con el número 24, el primero dibujado por Phil Noto en la serie, en la que conocemos el precio que hubo que pagar en el arco de Otromundo y en el que Rondador Nocturo se cobrará su primera venganza.

Volumen 5: Ejecución Final

Llega el explosivo tomo con el que finaliza la aclamada etapa de Rick Remender como guionista de la serie. Los Imposibles X-Force hacen frente a un nuevo y peligroso grupo de villanos, pero también a la renacida Hermandad de Mutantes Diabólicos. ¿Podrá el equipo mantenerse unido mientras lucha por la supervivencia o las discrepancias internas conducirán a la muerte de sus integrantes? Mientras tanto, Génesis afronta la verdad sobre Apocalipsis y su destino. ¡Tres años de historias concluyen en este alucinante volumen!

Ejecución final fue el último arco y la saga más larga de toda la serie, desarrollándose entre los números 25 al 35 americanos, y fue en el que los cambios de dibujantes fueron más evidentes y afectaron a la calidad del comic. El número 25 fue otro fill.in dibujado por Mike McKone en el que el equipo parece más desmontado que nunca. Como suele suceder, es cuando los héroes se encuentran más débiles cuando aprovechan los malos para atacar, y el primer golpe lo vemos en los números 26 y 27, dubujados por Phil Noto. En otro giro imprevisto, X-Force viajan al futuro de Deathlok, donde descubrirán lo que sus acciones sin control ético podrían llegar a provocar. Estos dos números (28 y 29) están dibujados por Julian Totino Tedesco, que ofreció un respiro a Noto. El 30 es otro fill.in dibujado por Dave Williams en el que vemos lo que le está pasando mientras tanto a Génesis, la versión juvenil “buena” de apocalipsis.

A partir de ahí, Phil Noto ya dibuja de un tirón los cinco últimos números (31-35) que cerraron la historia. Como comenté antes, por un lado Remender agradece públicamente a Noto porque gracias a él el comic llegó a publicarse a tiempo como estaba previsto. Pero es una pena, porque a sus páginas le falta la intensidad dramática y se le nota muy limitado en cuento a composiciones o a la hora de crear planos potentes que impacten, todo es muy plano y casi hasta gris. Si estas páginas las hubiera dibujado Opeña, la cosa hubiera podido ser histórica, sobre todo teniendo en cuenta el final, que en lo relativo a dos personajes me pareció maravillosamente perfecto.

Como en tomos anteriores, Remender plantea muchas cosas que se suceden en la página con un ritmo increíble. Si algo NO es Remender, es un escritor aburrido, todo se presenta a una velocidad endiablada e incluso los números que yo calificaba ante como fill.ins (por el baile de dibujantes), narrativamente son fundamentales para construir la tensión o las motivaciones de los personajes.

Comentaba al principio que uno de los temas de X-Force eran las consecuencias de nuestros actos, pero al final, Remender no cae en soluciones fáciles ni clichés, mostrando los grises en los que se mueven estos personajes, que a veces es difícil de calificar de héroes. Aunque siguen intentando ser mejores, quizá eso al final es lo importante.

Viendo el éxito de Imposibles X-Force, Marvel “ascendió” a Rick Remender y le ofreció el puesto de escritor de la nueva serie estrella Imposibles Vengadores surgida tras Vengadores vs X-Men, evento que fue un super éxito de ventas aunque creativamente me parece uno de los más flojos de esos años. Además, escribió también el volumen 7 de Capitán América que se recordará sobre todo por convertir a Sam Wilson (El Halcón) en el portador del escudo.

Remender aguantó dos años hasta que decidió a finales de 2014 abandonar La Casa de las Ideas para desarrollar sus propios conceptos de creación propia en Image, gracias a lo cual han surgido comics estupendos como Black Science, Deadly Class, Tokyo Ghost, Low o Seven to Eternity.

Como conclusión, aunque fue una pena que este último arco tenga el peor dibujo de toda la serie, no malo pero sí únicamente funcional, creo que globalmente esta etapa es un notable alto que consigue dejar al lector con buen sabor de boca, y que marca el camino de lo que los autores deberían aspirar al hacerse cargo de una serie.

¡Qué buenos son los X-Force de Rick Remender!!

PUNTUACIÓN: 8/10

 

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¡Saludos a todos!

Reseñas Express Rick Remender: Deadly Class Vol. 6, Seven to Eternity Vol.2 y Low Vol. 4

En las últimas semanas me han llegado los últimos tomos de varias series escritas por Rick Remender y publicadas en los USA por Image Comics. Voy a aprovechar el formato de reseñas express para comentar lo bueno, y lo no tan bueno…

DEADLY CLASS VOL. 6, con Wes Craig y Jordan Boyd

¿De qué va? La nueva clase ha recibido una sangrienta bienvenida a Kings Dominion, ya que el consejo de estudiantes domina brutalmente las aulas. Si no eres parte del grupo dirigente, eres parte del recuento de cadáveres. Mientras tanto, el misterioso pasado de Saya vuelve para perseguirla. Y lejos del derramamiento de sangre están Marcus y María, raros supervivientes de la escuela más letal de la tierra, albergando oscuros deseos de venganza. Este tomo reúne los números 27 a 31 de la serie regular.

Valoración: Deadly Class es una de las mejores series de Image de la actualidad. Tras el baño de sangre del tomo 4, en el pasado tomo conocimos a una nueva clase con personalidades definidas y sorpresas increibles que supieron llenar el hueco dejado por los ausentes. En este sexto tomo seguimos conociendo a estos personajes, con el añadido que Remender vuelve a traer al escenario a Marcus y María tras su sangriento regreso al final del tomo 5. Cada número de Deadly Class trasmite carisma y diversión, de forma que la lectura es casi compulsiva y de un tirón.

En el apartado artístico, Wes Craig y Jordan Boyd mantienen el excelente nivel de calidad, gracias a una excelente fluidez narrativa y una clara definición de cada personaje. No se cuando terminará esta serie, pero si mantienen este nivel por mi pueden alargarla todo lo que les apetezca.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

SEVEN TO ETERNITY  VOL. 2, con Jerome Opeña, James Harren y Matt Hollingsworth

¿De qué va? Adam Osidis y los Mosak continúan su viaje por las malditas tierras de Zhal para entregar a Mud King a la única fuerza capaz de deshacer su dominio sobre su ejército de esclavos mentales. Los susurros de Mud King han convertido a Adam Osidis en el hombre más odiado en Zhal, pero cuando le ofrece a Adam una solución a todos sus problemas, ¿se unirá al monstruo calculador y traicionará a su compañero Mosak por una segunda oportunidad en la vida? Este segundo tomo reúne los números 5 al 9 de la serie regular.

Valoración: Lamento decir que este segundo tomo de Seven to Eternity confirma que el concepto de Remender para esta serie no encaja conmigo. O lo haría si la ejecución fuera acertada. La serie tiene un problema fundamental que es que no es entretenida. Remender y Opeña nos presentan un mundo nuevo de fantasía que debería ser la bomba en lo referido a originalidad y ambientación, y lo único que vemos son diálogos repetitivos que giran alrededor del tema central del tebeo: Cuando todo el mundo cede, mantener tus principios aún a costa de la vida de tus hijos ¿es un signo de fortaleza en tus convicciones, o sólo una muestra de orgullo? A lo que añadiría ¿qué estás dispuesto a sacrificar por tu familia?

Comentaba como positivo de Deadly Class el carisma de los personajes y la fluidez narrativa. Y estos son aspectos que no veo en Seven to Eternity, empezando por su gris protagonista Adam, que sólo parece saber llorar por las esquinas. Incluso Opeña está más flojo que de costumbre, o quizá es porque el guión de Remender no le da para lucirse.

Para hacer las cosas aún peores, encima dos de los cinco números de este tomo no están dibujados por Opeña, sino por James Harren. El caso es que Harren no es un mal dibujante y dibuja un arco cerrado, pero no contar con Opeña parece casi una estafa, teniendo en cuenta que uno de los principales elementos que Image vende para decir que sus series son “mejores” a las de Marvel o DC es porque publican tebeos que cuentan con equipos sólidos que dan una mayor cohesión al tebeo. Cosa que es cierta, por otro lado. Ya se sabe que Opeña no es precisamente rápido, y no me importa que sólo publiquen un tomo al año, pero si cuando se publica el arte no es suyo al 100%, para mi es otro elemento negativo que hace que me vaya a pensar mucho si compraré el siguiente tomo.

PUNTUACIÓN: 6/10

 

LOW VOL. 4, con Greg Tocchini y Dave McCaig

¿De qué va? Tajo regresa a la casa de su familia en Salus, para encontrar una ciudad al borde de la devastación. No hay comida, ni aire, ni esperanza para la última gran ciudad submarina de la humanidad. Ahora, Tajo debe unirse con IO, que oculta un secreto de más de mil años, y Mertali, una valiente sirena de los fosos de gladiadores de Poluma, para luchar por un futuro mejor para todos. Pero la muerte acecha las desoladas calles de Salus, ya que un despiadado asesino no se detendrá ante nada para ver a la ciudad ahogarse en su propia sangre. Un asesino creado por Tajo al que ahora tendrá que enfrentarse por última vez. Recopila los números 16 al 19 de la serie regular.

Valoración: LOW es en muchos aspectos la antítesis de Seven to Eternity. Greg Tocchini me parece mucho peor dibujante y narrador que Jerome Opeña, pero sin embargo, sus página respiran muchísima más personalidad, carisma y originalidad que la última obra de Remender y Opeña.

La historia de LOW gira en torno a la lucha de una familia por tener fe en un futuro mejor incluso cuando todo a su alrededor se derrumba. No puedo calificarla de “entretenida” como Deadly Class, en el sentido de diversión over-the-top, ya que estamos contemplando un sufrimiento sin fin de los protagonistas, que de momento siguen perdiendo lo poco que les queda. Entiendo que Remender utiliza un recurso narrativo de libro como es hacer caer a los protagonistas para poder contarnos a continuación cómo se levantan. Pero llevamos cuatro tomos y no se si nos estamos acercando a la luz. En todo caso, los personajes sí han conseguido que conecte con ellos, y me interesa saber cómo va a continuar la historia, así que no hay duda que seguiré comprando esta serie.

Por cierto, no puedo terminar esta reseña sin comentar un elemento que no me ha gustado nada de este último tomo, y es que sólo recopila cuatro números americanos. Dado que los tomos de Image normalmente agrupan 5 ó 6 números por un precio de 15.99/16.99 US$, Remender nos «cuela» más de 20 páginas de extras con bocetos de Tocchini, cosa que se nota demasiado que no es un «bonus» para los fans sino un relleno que justifique el precio de portada. Si el tomo son cuatro números, ¿por qué no lo publicas como siempre con el comic y las portadas pero con un precio de portada de 9.99 $? Eso hubiera sido lo ético y lo lógico y yo hubiera pagado encantado. En serio, me ha parecido algo tan evidente y saca-cuartos, que me ha molestado bastante. Con el agravante que Remender es uno de los autores de mayor éxito de Image y se supone que está ganando bastante dinero con sus series. Frente a autores como Robert Kirkman que regularmente hace promociones en sus series y aumenta páginas sin repercutirlas en los lectores, este ejemplo de Remender de racanería y de querer explotar a sus lectores me ha decepcionado mucho.

PUNTUACIÓN: 7/10

Y vosotros, ¿seguís estas series escritas por Rick Remender? ¿Qué os han parecido?