Crítica de The Damned vol. 1: Tres días muerto, de Cullen Bunn y Brian Hurtt (Oni Press)

Poder leer al equipo creativo de The Sixth Gun , Cullen Bunn en el guión, Brian Hurtt en el dibulo con color de Bill Carbtree, en un nuevo comic que combina el género negro y las aventuras sobrenaturales es una pasada. Hoy quiero analizar el primer volumen de The Damned, comic publicado en 2017 por Oni Press.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Durante la prohibición, los gansters se enriquecieron con nuestros vicios y las rivalidades entre las organizaciones criminales dieron como resultado una guerra abierta. Pero desconocido para las masas, un poder más siniestro controlaba los cárteles del crimen, utilizando la codicia, la glotonería, la lujuria y otros pecados para alimentar un comercio más lucrativo: las almas mortales. Entra Eddie, un mortal que perdió su alma hace mucho tiempo. Atrapado en medio de familias demoníacas en competencia, cualquier otro humano habría recibido el hacha hace mucho tiempo. Pero Eddie tiene un talento especial que lo mantiene en pie. La maldición de un hombre es el regalo de otro. THE DAMNED es un noir hard-boiled con demonios, y el equipo detrás de THE SIXTH GUN lo trae de vuelta con nuevos colores, un nuevo formato y una nueva historia de metralletas y fuego del infierno.

Ahí lo tienes. The Damned es una mezcla muy loca entre el género de gangsters y las aventuras sobrenaturales. Y es precisamente la combinación de géneros lo que tan buen resultado les dio a Cullen Bunn y Brian Hurtt en The Sixth Gun , un western sobrenatural que para mi es uno de los 10 mejores comics independientes publicados en este siglo XXI y que inexplicablemente sigue inédito en España. Al igual que este The Damned, lo cual más que una casualidad ya podría indicar una tendencia en contra de estos profesionales.

Este crossover de géneros es el principal elemento diferenciador del comic pero también puede significar su principal problema para que la historia enganche a los lectores. Porque hay que reconocer que leer un comic en los que unos Estados Unidos en la época de la depresión ven cómo los bajos fondos de las grandes ciudades están controlados por demonios es una idea muy loca que roza la suspensión de credulidad en muchos momentos. En virtud de si entras en el «rollo» de Bunn y Hurtt, no hay duda que disfrutarás del comic o no te lo creerás. Y en ese sentido, debo decir que estoy en el primer grupo.

A pesar de la ambientación fantástica, Bunn plantea la historia como un noir muy clásico en el que el protagonista investiga una desaparición, por lo que entramos en la clásica historia de detectives contada en primera persona que servirá para ir conociendo más detalles del misterioso protagonista, Eddie, sus habilidades especiales y el mundo en el que habita, en el que tenemos femmes fatales, amigos traidores y perdedores que acabarán pagando el precio.

En el apartado artístico, Brian Hurtt está super bien. Su lápiz tiene un estilo clásico centrado en contar la historia de la forma más clara posible, y de dotar a los personajes de una imagen diferenciada. En especial, a nuestro protagonista Eddie, un antihéroe con la cara marcada por cicatrices que muestran su violento pasado, que va a convertirse en un presente aún más peligroso, a pesar de sus habilidades. En The Damned, Hurtt tienen además el problema añadido de tener que crear una ambientación inspirada en la época de la Depresión y la Ley Seca de Estados Unidos, lo que implica un esfuerzo añadido en lo referido a vestuario, vehiculos y ambientación, que creo que saca adelante con nota.

Además del lápiz de Hurtt, el comic destaca por los colores de Bill Crabtree, que aporta unos grises y unos colores apagados que conectan perfectamente con el momento histórico en el que está situada la historia. Crabtree transmite el feeling del noir más clásico, añadiendo unos toques intensos de color en los momentos clave para enfatizar la importancia de la escena. Deste el punto de vista artístico, The Damned me parece impecable.

The Damned volumen 1 es una historia cerrada que puede leerse de forma independiente y ofrece un final satisfactorio aunque dejando los suficientes elementos abiertos para que quieras leer más aventuras ambientadas en este mundo. Esto es otro elemento positivo de este comic y que creo refleja el complejo momento que viven las editoriales pequeñas y los autores independientes en Estados Unidos. Aunque en Estados Unidos se han publicado tres volúmenes, entiendo que el formato de miniseries sucesivas permite ampliar el mundo y a la vez poder cerrar la serie en el momento que las ventas no acompañen, que creo es lo que lamentablemente pasó con esta serie, lo cual me parece una pena. En todo caso, mirando el vaso medio medio lleno, aún me faltan dos volúmenes por disfrutar.

Comparto las primera páginas del comic que seguro te van a llamar la atención:

The Damned ha empezado de forma inmejorable y me ha dejado con ganas de leer el siguiente volumen. A pesar de lo extraño del concepto del comic, creo que es una historia muy disfrutable que os recomiendo.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Espero vuestros comentarios. Y si gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Falcon y el Soldado de Invierno episodio 5 (Disney+)

Falcon y el Soldado de Invierno parece que se toma un respiro en este quinto episodio emitido en Disney+ preparando el que va a ser el climax final de la semana que viene.

Artículo CON spoilers.

PUNTUACIÓN: 6/10

Episodio 6. La verdad.

John Walker afronta las consecuencias de sus actos. Sam y Bucky vuelven a Estados Unidos.

Este quinto episodio de Falcon y el Soldado de Invierno ha sido escrito por Dalan Musson, escritor que firma su primer y espero último episodio en la serie (luego entraré a comentarlo). La serie creada por Malcolm Spellman y dirigida por Kari Skogland se acerca al final la semana que viene, y este episodio ha tenido una hora de duración, siendo el más largo hasta la fecha.

Este episodio vuelve a poner el foco en los personajes de Sam Wilson (Anthony Mackey) y Bucky Barnes (Sebastian Stan), y del ahora caído en desgracia John Walker (Wyatt Russell). Y empezando por lo positivo, la escena de acción inicial con el esperado combate entre Sam y Bucky frente a John Walker la verdad es que me ha gustado y es de largo lo mejor del episodio.

También me parece bien que narrativamente tras el impactante combate, la serie opte por levantar el pie y frenar para recordar a las personas antes que en los héroes y por qué deberían interesarnos. Como intención la veo correcta. Otra cosa es la ejecución, sobre la que luego hablaré. Por primera vez Sam y Bucky se ayudan desinteresadamente buscando únicamente ayudar al otro, y eso a mi me vale, la verdad, haciendo que su conversación sea un elemento interesante por no habiamos visto antes algo similar, lo cual ya indica un problema para empezar. Y respecto a John Walker, todos sabíamos que el puesto de Capitán América le venía grande, pero ver que está preparándose para ser U.S. Agent puede poner el primer paso en el camino de su redención.

Reconozco que me equivoqué la semana pasada cuando comenté que parecía que el showrunner Malcolm Spellman estaba planteando la historia para que el climax fuera la lucha entre Sam y Walker por el escudo y el título de Capitán América. Ese combate ya lo hemos visto en este episodio y Walker ha perdido. El impactante climax del cuarto episodio con el escudo ensangrentado me sugería que no iban a despachar esta cuestión de forma tan rápida como lo han hecho, pero así ha sido. Y sobre eso tampoco tengo problemas.

Y es que lo cierto es que llevamos esperando ver a Sam Wilson vestido como el Capitán América, recordando los comics de Rick Remender y Nick Spencer (y Stuart Immonem y Daniel Acuña entre otros dibujantes), desde que anunció la serie. Veo por tanto normal que no nos hagan esperar al último minuto de la serie para verlo y lo vayamos a ver a tope en todo el climax final. En ese sentido, entiendo que esta decisión narrativa es correcta y espero nos ofrezca muchos momentazos en el climax final de la semana que viene.

Pero hasta aquí llega lo bueno. Teniendo en cuenta que estamos ante un episodio de una hora, podéis imaginar mi decepción ante todos los sinsentidos en la historia y diálogos mal escritos que hemos tenido que sufrir en este episodio . Y es que el guión de este episodio me ha parecido terrible, un desastre absoluto que me hacen desear que ni el showrunner Martin Spellman y los guionistas de la serie vuelvan a trabajar en Marvel, porque vaya tela…

Incluso en situaciones en las que me parece correcto el camino que toma la historia, el cómo hacen que pase es una absurdez que ahora ya si hay que decir que conecta completamente (para mal) con las series de The CW tipo Arrow, Flash y similares, en las que todo pasa «porque si» e incluso asumes que no debes pensar sobre ello para que te entretengan. Con la diferencia del target juvenil que tiene el canal CW, que no se corresponde con el alcance de las series y películas de Marvel.

Empecemos con John Walker. Para que nazca U.S. Agent, Walker debe caer en desgracia y dejar de ser el Capitán América. Eso es correcto y entendible. Pero para hacerlo, ¿no se les ocurre nada mejor que expulsarle del ejército sin posibilidad de defenderse? Eso es una locura absurda, no me lo puedo creer en absoluto. ¿Qué es eso de «te expulso sin pensión y da gracias que no te hagamos un consejo de guerra»? Si Walker precisamente lo que quiere es el consejo de guerra para poder defenderse!! Entiendo la necesidad de síntesis, pero habían otras formas de ejecutar esto para no caer en una escena ridícula.

Siguiendo con Walker, ¿por qué le hacen mentir a la familia de Battlestar cuando va a darles el pésame? El sabe que NO ha matado al asesino de su compañero, fue Karly, ¿porqué esa necesidad de hacer que nos caiga mal el personaje a los espectadores? Nadie en Marvel se dió cuenta que esta mentira es un problema y además es innecesaria? La escena entera hubiera podido resolverse mejor simplemente cambiando una línea de diálogo:

«-¿Ese tío es quien mató nuestro muchacho?» pregunta el padre de Lemar.

«-Pertenecía al comando terrorista que le mató. Acabé con uno, no descansaré hasta que los demás hayan pagado también el precio por matar a Lemar.» ¡Y SOLUCIONADO!!

¿Como es posible que los guionistas le hagan decir a Walker que jamás habría permitido que su asesino escapara cuando él sabe que Karly sigue libre? No tiene sentido y es absurdo. Todo vale para hacer que nos caiga mal a los espectadores, y la cosa no funciona así. O al menos creo que no debería.

Y podría decirse como también comenté en anteriores reseñas que el suero amplifica lo que uno lleva dentro. Y que Walker desde que tomó el suero muestra síntomas de estar desequilibrado. Pero si ese es el caso, ¿porqué Karly -asesina de inocentes- Laguerthau o sus super soldados muestran ninguno de esos síntomas? De nuevo, porque está mal contado y los guionistas fuerzan de mala manera que Walker nos caiga mal.

Por cerrar lo relacionado con Walker, la presentación de la Condesa Valentina Allegra de la Fontaine​es, interpretada por la actriz Julia Louis-Dreyfus, es también un fail en toda regla por culpa de un diálogo ridículo que no funciona en ningún momento. En los comics, Valentina fue durante muchos años la compañera y pareja de Nick Furia, y protagonizó muchas aventuras con él. En los últimos años, Jonathan Hickman la cagó con un giro en el que la convirtió en un agente de HYDRA retroactivamente, algo que no me pareció nada bien en su día. Esto me da que pensar que Marvel Studios va a utilizarla en función de villana, pero está tan mal contada la escena que no podría resultar más intrascendente e insulsa, y por tanto, el personaje no puede importarme menos.

Un tema que ya he comentado que no estaba bien contado en la serie es la explicación que dan a todo lo relacionado con el blip, los desplazados y el Consejo de Repatriación Global (GRC). Escribí sobre ello en mis reseñas de los episodios tres y cuatro.  Y en este episodio me ha llegado la inspiración, porque me he dado cuenta que los guionistas de la serie utilizan este argumento como metáfora sobre la situación de los emigrantes ilegales mexicanos y centro-americanos que se encuentran en los USA y que durante el mandato de Trump se hablaba que iban a ser deportados a sus países de origen.

Sin embargo, en lugar de haber planteado la historia en los Estados Unidos, parece que no se atrevieron a ser tan obvios y por eso situaron la historia en Europa, pero eso provocó una situación absurda tras otra al no explicar bien la situación, que provocaba que mi suspensión de credulidad saltara por los aires. En América si hay un flujo claro de emigrantes que buscan llegar a Estados Unidos, que a su vez les rechaza. Y existe el convencimiento que estos inmigrantes que ya están en el país se dedican a realizar los peores trabajos que no quieren los americanos y ayudan al progreso del país aún siendo ilegales. Pero esto que funcionaría en USA no funciona cuando se intenta trasladar a Europa referido a europeos de varios países en general, o si hablamos en particular de Letonia o Lituania en la que se sitúa la acción de la serie (aunque se rodó en Praga), porque allí la situación socio-política es totalmente diferente y los guionistas demuestran no tener ni la más mínima idea de las particularidades europeas. La idea que tras el chasquido de dedos de Thanos un portugués vendría a España a reconstruir nuestro país y luego al volver los desaparecidos quisiéramos echarles es absurda, porque a) El portugués NO reconstruiría España, se quedaría en su ciudad a arreglar su país. b) Europa tiene libertad de circulación de ciudadanos, pero incluso sin tener en cuenta esto, los numerosos idiomas de cada país hacen inviables estas migraciones masivas. La localización en centro-europa y que nos digan es el norte de Europa ha sido un fail total. Quizá esto mismo en Marruecos, Grecia o Italia que está sufriendo por la llegada de inmigrantes en la vida real, hubiera ayudado a que nos lo pudiéramos creer, pero en la República Checa donde se ha rodado no funciona.

Todo este argumento ha resultado ser un fail como una catedral, a lo que hay que sumarle la vergonzosa y nada sutil escena final en la que en medio de la reunión del GRC en Nueva York en la que se decide aprobar la ley que permite las deportaciones masivas, de nuevo, algo americano no europeo, el SENADOR (otro detalle que sugiere USA, no la ONU) a favor es un hombre blanco y las dos que ponen objeciones sean mujeres racializadas, una asiática y otra hindú por el acento en la versión original. El panfleto in-your-face es como poco un tanto burdo. Aparte que lo fundamental de todo esto es por qué no usan la ONU, cosa que obviamente no hacen porque esta organización de alcance mundial que no queda claro quien son y qué controlan realizan una función negativa.

Tampoco funciona el final de Zemo en la serie. Y, de nuevo, me parece bien la idea que al final sea detenido y llevado a la Balsa por las Dora Milaje. Pero de nuevo, la ejecución es malísima. ¿En serio que Zemo se entrega, ahora que sabemos que es un Barón y tiene dinero, contactos y recursos para desaparecer? De verdad que es todo muy tonto, incluso aunque intenten justificarlo en que Zemo quiere tener una última conversación con Bucky para que mate a todos los Sin Banderas convertidos en Super Soldados. Por cierto que Daniel Brühl me parece un actor notable, pero ha estado completamente desaprovechado, no entiendo para nada el hype que he encontrado con Zemo en redes sociales.

Comentaba medio en broma medio en serio tras el tercer episodio cuando las cosas no acababan de cuadrar alrededor del personaje de Sharon Carter que a ver si es que ella iba a ser el «Power Broker» de Madripur. Sigo sin creerlo, sería una super locura. Con la aparición de la Condesa la identidad de la persona más poderosa de Madripur se complica, pero que Sharon parece estar trabajando para ella parece claro, lo que es un tanto ridículo también y entraría en conflicto con lo visto en el tercer episodio. En todo caso, en este caso mejor esperar a ver si consiguen cuadrar su arco correctamente la semana que viene. Algo que visto lo visto me parece difícil que vaya a pasar, la verdad.

A todo esto, prefiero no detenerme demasiado en este post sobre Karly o sus Sin Banderas, pero simplemente dejo caer que no tienen carisma, ni sensación de amenaza, ni me funcionan a nivel general las cosas que hacen. Además, su plan de nuevo me devuelve al feeling de The CW, no a lo que se espera un producto a priori mejor de Marvel. Pero lo más grave de todo es que parece confirmarse más si cabe la intencionalidad política de los guionistas al estar intentando conscientemente que una asesina terrorista le caiga bien a los espectadores, por que de alguna manera su lucha «es justa», lo que enlazaría con los disturbios del BLM en los Estados Unidos, sobre lo que hablé más extensamente en el post del episodio anterior.

Y llegamos al quid de la cuestión. Sam y Bucky. En el fondo todo lo que acabo de comentar no tendría la más mínima importancia si ellos molaran mucho. Y no lo hacen. Hay una peligrosa falta de química entre ambos y tampoco es que el guión les ayude a tener momentos para lucirse, por lo que globalmente las interpretaciones de Anthony Mackey y Sebastian Stan son demasiado grises para que la serie enganche con el que debería ser el núcleo emocional que debería estar a su alrededor.

Bucky ya explicó su implicación. Steve apostó por Sam para ser el Capitán América. Al renunciar al escudo, Bucky siente que si Steve se equivocó con Sam, también pudo hacerlo con él. Eso está bien y es perfectamente entendible. Además, sigue teniendo una larga lista de errores del pasado que intentar enmendar. Pero ambas cosas las sabemos desde el primer y segundo episodios respectivamente, después de ahí no ha hecho nada que realmente sólo él pueda hacer y que resulte de interés para la historia. Si me ha gustado la conversación en la que Sam le enseña como terapeuta que fue que no se trata de hacer cosas para sentirse bien, sino que debe actuar pensando antes cómo hacer que el agraviado por sus años de Winter Soldier pueda sentirse mejor y conseguir algún tipo de cierre para su dolor. Ese momento es poderoso. Sin embargo, Sebastian Stan peca por un limitado registro que hace que este momento que debe ser importante -fundamental- para él parezca que le resbala.

Y sobre Sam. Anthony Mackie también es muy limitado actoralmente, eso para empezar. Pero tras volver de Europa, la serie pierde literalmente el tiempo con la alargadísima e intrascendente escena del barco que realmente no aporta nada. ¡Qué lejos quedan los tiempos en que Christopher Markus y Stephen McFeely hacían que todo lo que pasara en sus guiones de Vengadores tuviera dos funciones narrativas, para los personajes y la historia general!! Pero además, los guionistas naufragan en este episodio de forma considerable con todo lo que le rodea y la evolución que justifique lo que vamos a ver a continuación.

Isaiah Bradley le enseña a Sam (y a los espectadores) el racismo sistémico que han sufrido los afroamericanos en los Estados Unidos también existe en el Universo Marvel. Hasta ahí todo funciona. Bueno, más o menos, no quiero detenerme sobre las varias locuras de la historia de Bradley (¿una enfermera falsificó mi expediente y me hizo pasar por muerto?) porque no quiero hacerlo eterno. Pero si quiero que quede constancia que como todo el guión es una ridiculez, esta escena y la cronología de Isaiah tampoco aguanta un análisis riguroso.

Pero Isaiah va más allá cuando dice que «Ellos no dejarán que un afroamericano sea el Capitán América. Y aunque lo hicieran, ningún afroamericano con amor propio querría serlo jamás«. No quiero alargarme más de la cuenta. Lo primero es obviamente FALSO, porque para ser Sam el Capitán América, ¡no tiene más que ponerse el traje y serlo!!! No existen «Ellos» que le impidan serlo, y lo vamos a comprobar la semana que viene. Pero lo segundo es aún peor, porque Isaiah pone encima de la mesa las actuales doctrinas raciales mas radicales en los que la persona como individuo no importa ni importan sus experiencias ni sentimientos, ya que la RAZA debe ir primero a su bagaje vital. ¿Que exista racismo en los Estados Unidos hace que un afroamericano no deba aceptar el cargo del Capitán América a pesar del bien que puede hacer a la sociedad? ¿En serio han dicho eso en la serie?

Soy un adulto que creció en los 80 y 90, en una época en la que el entretenimiento americano nos mostraba que Denzel Washington o Will Smith podían hacer cualquier papel y que ellos fueran afroamericanos no les impedía hacer lo que quisieran gracias a su carisma y aptitud profesional. Entonces lo importante era «todos somos iguales y todos podemos hacer lo que queramos porque somos libres». Las actuales doctrinas sociales marcan lo contrario, al decir que un afroamericano debe obligatoriamente pensar y actuar de una manera homogénea sin importar sus experiencias personales, teniendo que actuar en función de los agravios cometidos contra su raza, aunque esa persona no los haya sufrido personalmente. Lo cual, como persona libre que soy me parece una aberración. Y sin embargo, ahí tenemos a Malcolm Spellman dando voz a estas ideas radicales en una serie de Marvel Studios y Disney que se emite a escala planetaria.

Esta idea se resalta en la conversación posterior entre Sam y Buckie, cuando este le dice que «Cuando Steve me contó el plan ninguno de los dos nos dimos de lo que significaba para un hombre negro recibir este escudo. ¿Cómo podríamos? Te debo una disculpa Whaaaaaaat the fuck!!? De nuevo, ¿qué significa que un afroamericano pudiera ser el Capitán América? Significa la confirmación que todos somos iguales y que una buena persona puede ser un héroe sin importar su raza. Poner en boca de Bucky OTRA VEZ que la historia de racismo de los Estados Unidos pudiera hacer de alguna manera incorrecto que Sam fuera el Capi o que lo considerara siquiera es penoso.

Siguiendo con Sam, él comentó que los símbolos no tienen sentido sin las personas que los empuñaron al principio de la serie. La sensación que transmitía Mackie es que Sam no se veía a la altura de Steve, algo en lo que cualquier persona normal podemos empatizar y comprender. Es cierto que luego ver a Walker empuñar el escudo ha sido un bajón, pero tras hablar con Isaiah, sólo vemos elementos de por qué Sam NO debe empuñar el escudo. No le hemos escuchado a él verbalizar qué le lleva a cambiar de opinión y por qué ahora si va a ser el Capitán América y empieza el entrenamiento. Y esto narrativamente es un error de bulto del episodio. Es aceptable que no muestren el nuevo traje y nos hagan esperar hasta la semana que viene, no lo es que no nos cuenten por qué ahora sí. Pero claro, todo es porque sí.

Además que niego la mayor, puedes explicar en este episodio el cambio de opinión en Sam y en el climax final recalcar como precisamente en este mundo complejo en el que el racismo está más presente que nunca es importante que un afroamericano encarne al Capitán América. Si has mostrado la filosofía radical de Bradley dos veces en el mismo episodio por boca de Isaiah y Bucky, claro que puedes mostrar la idea clave de la serie en dos episodios diferentes, no hay ningún problema. Hacerse es muy sencillo, lo que pasa es que hay que hacerlo bien. La sensación es que no quieren. O no saben.

Llegados a este punto, el episodio medio intenta jugar al despiste sobre quien empuñará el escudo, como si hubiera alguna duda tras llevarle Bucky a Sam su traje Wakandiano mejorado. Pero luego, tras lanzarse Sam y Bucky el escudo sin problemas durante su conversación, la serie nos muestra un entrenamiento de Sam que también me parece lamentable, super mal rodado y haciendo que un momento típico en este tipo de cine que siempre mola quede aburrido y sin chispa. Aparte del hecho que por mucha elipsis que queramos darle, también resulta imposible que Sam en 4 días ¿una semana? pueda entrenar como para estar listo para ser el Capitán América. NO-ME-LO-CREO.

El episodio pasado comenté que fue el primero que me dió sensación televisiva y no cinematográfica. En este, la hasta ahora buena labor de la directora Kari Skogland queda también empañada por unas escenas flojísimas y un montaje demencial que aparte de mostrar mal algunas escenas como la del entrenamiento, cambia de orden algunas escenas quitándolas parte del peso dramático que pudieran tener al colocarlas en medio de otra cosa. Por ejemplo, la llamada de Sharon.

Cada vez veo más difícil creer que final va a ser satisfactorio. Mucho tendría que molar el climax, los nuevos trajes de Sam y Walker, el discurso inspirador de Sam (¿lo va a haber? Tiene que haberlo!!) y la resolución general para evitar que la sensación sea de que estamos ante el primer fracaso «creativo» de Marvel. Espero equivocarme y que me callen la boca con calidad.

Me leo y me da pena ver lo negativo que me queda el artículo, pero lo escribo como lo siento. Y si me habéis leído semana a semana, sabréis que yo quería que me gustara la serie, y ha resultado imposible ya que me han echado poquito a poquito en cada episodio que pasaba. Entretenido a secas no es suficiente.

Comparto el trailer de este episodio:

Falcon y el Soldado de Invierno se acerca al final. Este viernes sabremos si el viaje mereció la pena.

PUNTUACIÓN: 6/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia Ultimate Edition de Zack Snyder

Tras Man of Steel, Warner decidió que era el momento de reunir a los más grandes iconos de DC Comics en la película definitiva de superhéroes: Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia, película estrenada en 2016 dirigida por Zack Snyder y que voy a analizar en su versión extendida.

PUNTUACIÓN: 4/10

Ante el temor de las acciones que pueda llevar a cabo Superman, el vigilante de Gotham City aparece para poner a raya al superhéroe de Metrópolis, mientras que la opinión pública debate cuál es realmente el héroe que necesitan. El hombre de acero y Batman se sumergen en una contienda territorial, pero las cosas se complican cuando una nueva y peligrosa amenaza surge rápidamente, poniendo en jaque la existencia de la humanidad. (FILMAFFINITY)

Comentaba en mi reseña de Man of Steel que la película de Bola de Drac Superman de Snyder no había conseguido los resultados en taquilla que Warner esperaba. Es por esto que en la San Diego ComicCon de ese mismo año 2013, y ante la feroz competencia de Marvel Studios, Warner no quiso esperar más para lanzar a tope su universo compartido cinematográfico anunciando lo que se esperaba que fuera lo mejor de lo mejor, el primer cruce de Batman y Superman en pantalla grande, interpretados por Ben Affleck y Henry Cavill respectivamente, a lo que sumamos la incorporación de una novedosa Wonder Woman (Gal Gadot). Esta película a su vez iba a servir de plataforma de lanzamiento de la Justice League en imagen real, y Warner dió control absoluto a Zack Snyder para iniciar este universo compartido cinematográfico con los personajes de DC Comics, tras dar un paso al lado Christopher Nolan, que vendió a Warner la idea de David Goyer de lo que acabó siendo Man of Steel.

Snyder dijo que la película se inspiraría (obviamente) en Batman The Dark Knight Returns de Frank Miller, pero sin ser una adaptación literal. A partir de un argumento del propio Snyder y David Goyer, el guión definitivo fue escrito por Goyer con Chris Terrio, guionista estrella fichado por Snyder y Warner tras ganar el Oscar por Argo en 2012, y del que esperaban un punto de vista aún más serio de lo que vimos en Man of Steel. Frente a la idea de hacer películas individuales de cada miembro principal de la Justice League que culminaran en la película grupal como hizo Marvel con los Vengadores, Snyder comentó que ellos no necesitaban copiar ninguna fórmula porque lo suyo iba ser mejor y estaría dirigido a un público «adulto», no infantil.

Para la película, Snyder volvió a trabajar con Larry Fong como director de fotografía, y contó con el montaje de David Brenner, así como música a cuatro manos de Hans Zimmer y Junkie XL.

Amy Adams (Lois Lane), Jesse Eisenberg (Lex Luthor), Diane Lane (MARTHA Kent), Laurence Fishburne (Perry White), Jeremy Irons (Alfred) y Holly Hunter (Senadora June Finch) completan el reparto de esta super producción en la que Warner tiró la casa por la ventana y no escatimó nada a Snyder para que rodara la película más espectacular del momento.

Y aunque no se puede negar que Batman v Superman (BvS) sí fue super espectacular y un éxito de taquilla, recaudó 873 millones de dólares en todo el mundo a partir de un presupuesto declarado de 250 millones, Warner volvió a quedarse corto respecto a sus aspiraciones en taquilla, al no conseguir llegar a los 1000 millones de recaudación y quedarse por debajo de los 1150 millones que Capitán América: Civil War recaudó ese mismo año 2016.

Y por si fuera poco, la película fue masacrada por la crítica resaltando sus numerosos defectos por encima de la espectacularidad de las imágenes de Snyder. Dentro de los aficionados también generó disparidad de opiniones, algo totalmente inesperado para Warner, que no entendía como su aproximación «adulta» y «seria» al mundo de los superhéroes de DC Comics no acaba de funcionar en el que sin duda era su público objetivo.

Frente a la versión de 151 minutos estrenada en cines, su estreno en blu.ray trajo un «Ultimate Edition» de 182 minutos que se suponía mejoraba la versión de las salas al explicar mejor algunos aspectos del guión que fueron muy críticados en su momento. Yo he visto esta versión extendida y mi crítica la haré a partir de esta versión «mejorada».

Empezando por lo positivo, como comentaba antes, BvS es espectacular. Aunque en otro contexto, Snyder recrea algunas viñetas de Frank Miller y crea unas escenas visualmente apabullantes, empezando con el prólogo en el que vemos el origen de Batman con la muerte de los padres de Bruce. El propio hecho de ver un crossover de estas características ya era en si mismo un motivo de alegría para todos los fans de los comics de DC, y en los últimos 40 minutos asistimos a una orgía de acción con el enfrentamiento de Batman, Superman y Wonder Woman contra Doomsday.

Además, el casting de la película lo veo una pasada. Cavill como Superman tiene la presencia que el Hombre de Acero debe tener en pantalla grande y me gustó la versión de Bruce Wayne que aportó Ben Affleck, un héroe quemado tras más de 20 años actuando en Gotham que ve como la llegada de Superman y Zod a Metrópolis mató a decenas de sus empleados en Man of Steel. De lo poco salvable de la etapa de Zack Snyder estaría su versión de Batman, con una estética cercana al TDKR de Miller y que transmite una fuerza alucinante a pesar de ser un personaje quemado por su pasado.

Gal Gadot como Wonder Woman ofrece la dosis justa de novedad y frescura que la película necesita y fue de lo mejor valorada de la película por prácticamente todo el mundo. Entre los secundarios destacaría a Jeremy Irons como Alfred, ya que el resto les veo totalmente desaprovechados, lo cual es una pena y un inicio de los problemas, teniendo en cuenta la calidad de Amy Adams, Diane Lane, etc…

La idea central de un Bruce Wayne desequilibrado que odia a Superman y unos Estados Unidos que cuestionan las acciones de Superman me parecen unos punto de partida interesante que en otras manos mejores hubiera podido ofrecer una buena película. Por último, destacaría además la banda sonora, que vuelve a ofrecer un chute de adrenalina en vena con unos más que notables Hans Zimmer y Junkie XL.

Y es que entrando ya en lo menos bueno, es triste tener que decir que la película es realmente mala. No puedo decirlo de otra manera. Es mala como película de entretenimiento y aún peor si tenemos en cuenta las expectativas creadas por el propio Zack Snyder y Warner cuando afirmaron que sus película no eran para niños como las de Marvel, sino que iba a darnos un cine «adulto y serio» para gente culta e inteligente, poniendo el listón imposiblemente alto.

Zack Snyder confirma algo que ya se vió en Man of Steel, realmente no se ha leído los comics de Superman y no le entiende y no le da ninguna oportunidad de lucirse, sumido en todo momento en una tristeza extraña y unas dudas ridículas. Superman vuelve a ser Jesucristo camino de la crucifixión en lugar del héroe que hace siempre lo que es correcto y no lo más fácil.

Casi peor es lo de Batman, del que Snyder parece que sólo ha leído el Batman: TDKR de Miller y jugado al Arkham Asylum, de forma que fuerza una historia en la que uno de los hombres más inteligentes del planeta no se de cuenta de que está siendo manipulado por Lex Luthor y peor, acaba convertido en un asesino sanguinario en situaciones que no necesitarían la potencia letal. Teniendo 80 años de historias donde elegir, Snyder se fija únicamente en TDKR incluso tergiversando el mensaje de Miller anti armas y anti Batman asesino.

Debo decir que esto que acabo de comentar al final es una decisión creativa, y Snyder tiene todo el derecho a mostrarla si los dueños de los personajes se lo permiten. Y de hecho, no tendría demasiados problemas con la película y sus decisiones si la historia no fuera una tomadura de pelo. Aparte del propio coste de oportunidad, ya que al hacer esta película Warner negó la posibilidad de existir otras posibles versiones que se estuvieron barajando antes de la llegada de Snyder. De esta forma, desde 2013 con Man of Steel, van a pasar 9 años hasta el año que viene cuando se estrena The Batman de Matt Reeves. Y seguimos esperando una buena película de Superman.

Y llego al quid de la cuestión. El guión. Chris Terrio sin duda debe ser una bellísima persona en lo personal, pero profesionalmente en lo relativo a sus guiones en películas de género su labor sólo cabe de calificarla como nefasta. Y es que lo de Star Wars IX no tiene tampoco nombre. Se ve a la legua que a pesar de las aspiraciones «adultas», Terrio no se cree el género de superhéroes / fantástico en general y los héroes de DC en particular, y por eso cree que puede hacer lo que quiera porque al ser sólo super héroes, que la coherencia o la lógica no son necesarias para este tipo de historias. Y claro, igual que en la buena ciencia-ficción, es todo lo contrario y por eso su guión es un desastre de principio a fin.

Resulta chocante que el mismo año que Marvel estrenó Civil War creando un conflicto interesante en el que entendías los dos puntos de vista enfrentados de Steve Rogers y Tony Stark y empatizabas con ambos, Chris Terrio con todo lo «inteligente» que cree ser sólo consiguió que Superman y Batman nos cayeran antipáticos con sus caracterizaciones equivocadas y sus decisiones cuestionables. Hasta tal punto está todo mal que para cuando llega la pelea entre ambos, en el fondo te da igual el resultado porque no has conseguido empatizar con ninguno. Y eso no es culpa de Snyder, sino del guión. Todo Terrio.

De hecho, no hay ni una sola transición de una escena a otra o evolución de personaje que no sea por que sí o directamente absurda. Con tal de llegar a una escena que a Snyder le flipe visualmente, por ejemplo ver a Superman adorado por mexicanos la noche de los muertos o llegando al Capitolio, el cómo hacerlo le da completamente igual. Y no es un tema de «agujeros de guión» sino que todo sucede literalmente porque sí, y les da igual la lógica ya que piensan que los espectadores nos lo vamos a comer como si nada y nos va a parecer lo más. Y no es el caso.

De esta manera, a pesar que unos terroristas africanos han sido asesinados por armas de fuego, Superman es considerado responsable de estas muertes por el Congreso porque ¿mola ver a Superman testificando? Con la ridiculez añadida en la versión extendida que la mujer que acusa a Superman de ser el causante de la muerte de sus padres, mintió porque sus padres están vivos y los tiene secuestrados Luthor!! Whaaat!!? O que los mercenarios empleados por Luthor usen unas armas con una munición única que sólo usan ellos como excusa ridícula para que Lois pueda llevar su investigación hasta Luthor.

También es ridícula la idea que los criminales marcados por Batman mueran en la cárcel por el plan de Lex y eso sea atribuido a Batman sin motivo real para ello o el más mínimo análisis causa – efecto. Por otro lado, que Batman inicie una persecución donde se destruye propiedad y muera gente cuando el camión lo tiene localizado y puede acceder a la kriptonita cuando quiera crea una escena espectacular pero que resulta ridícula porque no tiene sentido.

Para mucha gente, Wonder Woman es lo mejor de la película. Y aunque es cierto que Gal Gadot es guapísima y aporta frescura y fuerza como Wonder Woman, lo cierto es que el cimiento que construyen en esta película para el personaje es ridículo, al mostrarnos a una Amazona que apareció por primera vez durante la Primera Guerra Mundial para luego, dicho por ella misma, abandonar durante un siglo el mundo de los hombres. ¿Esa es la heroína que tiene que inspirar a las nuevas generaciones, alguien que se marchó tras una única misión y dejó tirada a la humanidad? ¿Y nadie se da cuenta de lo problemático que era esto? Es que me resulta incomprensible.

Por otro lado, entiendo que ver a una mujer disfrutando de una pelea resultó sorprendente y a mucha gente le gusta. Pero, ¿de verdad nadie ve que es super raro y no pega nada que en medio de esa destrucción ella parece que esté en un picnic en el campo ante la posibilidad de usar sus poderes al máximo?

Por cierto, comentaba al principio el gran casting de la película empezando por Gal Gadot, pero a eso hay que matizar el gran fail creativo que significa ver a  Jesse Eisenberg como Lex Luthor. Y diría que como todo en general el guión es ridículo también en lo referido a Luthor, pero Eisenberg compone una interpretación completamente fallida convirtiendo a Luthor en un adolescente ridículo lleno de tics absurdos que provoca repulsión en lugar de amenaza por su inteligencia.

Aparte de la ridiculez que Luthor descubre que Clark Kent es Superman y Bruce Wayne es Batman y su solución para destruir a Superman es un complejo complot que depende de ¿que Batman le robe una kryptonita que él quiere poseer por todos los medios y mantiene en secreto? Aparte de todo lo referido a Doomsday, que se convierte en el Deus-ex-machina que hace que los dos héroes se unan para luchar contra un enemigo común, un argumento de libro utilizado en cientos ¿miles? de comics, pero robando al clásico enemigo de Superman de toda la fuerza o carisma que debería haber tenido.

Y el mismo Superman que desde kilómetros de distancia oye a Lois cayendo empujada por Lex Luthor y llega a tiempo de salvarla en segundos mientras cae del edificio, se derrumba ante el villano cuando le informa que ha secuestrado a su madre y acepta su chantaje de ir a luchar contra Batman, en lugar de detenerle por secuestro (tiene las pruebas en la mano, las fotos) e intento de asesinato de Lois y usar su oído para encontrar a su madre en 30 segundos. Toda la escena es tontísima e incomprensible. Y hablando de Superman, que guay que tenga sueños en los que habla con su padre muerto imaginario encima de una montaña creando una conversación que raya el ridículo, ¿verdad? Algo que si recordáis, repitió con Kylo Ren sin que nadie le dijera que ya era ridículo la primera vez.

No me quiero extender más de lo estrictamente necesario, pero como véis, el guión me parece terrible. De hecho, no es que el montaje de 3 horas ayude, ya que incorpora elementos como más diálogo para Jimmy Olsen ante de su (ridícula) muerte, como la forense interpretada por Jena Malone descubre como las balas y la silla de ruedas con la que se comete el atentado en el capitolio están hechos del mismo material y así se le puede acusar a Lex, o el anuncio de la llegada de Steppenwolf a la Tierra tras su conversación con Lex Luthor.

Pero no es sólo la falta de lógica del guión, la película se hace insufriblemente larga y a ratos hasta aburrida con un ritmo inexistente que hace que todo vaya a trompicones, pendiente como está Snyder de llegar a los momentos molones, como las ridículas apariciones de los miembros de la futura Liga de la Justicia Aquaman (un Jason Momoa que claramente está aguantando la respiración bajo el agua), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray Fisher),que son descubiertos por Bruce porque ¿Lex tenía un archivo de cada uno en el que les había puesto el logo del personaje?

Snyder parece un adolescente de 17 años que piensa que algo adulto es cuando algo es oscuro, violento y en la que se dicen palabrotas, y traslada lo peor que trajo el «grim-n-gritty» en el mundo del comic en los años 90 al cine de superhéroes. De forma que en muchos aspectos, su obsesión por parecer adulto sólo señala sus propios complejos, que quedan resaltados por esta película caracterizada por un infantilismo extremo mucho peor que las películas de Marvel que buscaba superar. En todo caso, lo malo no es que Snyder tenga esta sensibilidad casi adolescente, lo chungo de todo es que nadie en Warner se diera cuenta que esto es todo lo contrario a una narrativa adulta que trata con respeto al espectador.

La película personalmente me parece un desastre y se me ha hecho larguísimo volver a verla. De hecho, tras la decepción de Man of Steel, decidí NO ver esta película en cine y no la vi hasta meses más tarde cuando un amigo me dejó su copia de la edición extendida que he vuelto a ver casi 5 años más tarde. Sinceramente, espero no tener que volver a verla hasta dentro de muchos años.

Para gustos colores, y respeto a todos a los que os gustó BvS, pero esta película sintetiza lo peor del cine comercial en la que unos «creativos» se creen más inteligentes que la audiencia a la que se dirigen. Menudo desastre. ¡Ah! Y ni siquiera comenté el momento Martha, uno de los más bochornosos de la historia reciente que encima está contado terriblemente mal como si los espectadores no recordáramos algo que hemos visto al principio de la película. O los dos sueños de Bruce que anticipaban la siguiente película de la Justice League. Que esto fuera lo mejor que se les podía ocurrir para vender la siguiente película ya indica a las claras el desastre en el que estaban metidos Snyder y Terrio.

Comparto el trailer de la película:

Batman v Superman fue un desastre creativo bajo cualquier punto de vista. Espero no volver a ver esta película nunca más.

PUNTUACIÓN: 4/10

¿Habéis visto la película, qué os pareció? Espero vuestros comentarios. Y si gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Fire Power vol. 2 de Robert Kirkman y Chris Samnee (Image Comics)

Tras la novela gráfica con la que Robert Kirkman y Chris Samnee estrenaron su nuevo comic Fire Power el año pasado, este mes me ha llegado el segundo volumen con el inicio de su serie regular, que promete un montón de sorpresas y aventuras a ritmo de artes marciales.

PUNTUACIÓN: 8/10

¡Nueva serie creada por ROBERT KIRKMAN (THE WALKING DEAD, INVINCIBLE, OBLIVION SONG) y CHRIS SAMNEE (Daredevil, Black Widow)!

El que posea el poder del fuego está destinado a salvar al mundo, pero Owen Johnson le ha dado la espalda a esa vida. No quiere el poder. Nunca lo hizo. Solo quiere criar a su familia y vivir su vida, pero fuerzas invisibles actúan para hacerlo imposible. El peligro acecha en cada esquina mientras el pasado de Owen regresa para perseguirlo.

Este volumen recopila Fire Power números 1-6 USA.

Tras el cierre de The Walking Dead e Invencible y los retrasos en el final de Outcast, echaba de menos leer un comic de Kirkman además de Oblivion Song. La novela gráfica Fire Power en muchos aspectos recordaba la típica película de artes marciales. Sin embargo, Kirkman añade un giro de vida en los suburbios que mostraban que este comic no iba a ser como nos lo estábamos imaginando. Y eso es justo lo que nos encontramos en este volumen en el que vamos a conocer la monótona vida de Owen con su mujer y sus dos hijos. Vida que por supuesto se verá alterada por un pasado que sigue muy presente. Kirkman en este volumen escribe un guión modélico en el que el ritmo, las sorpresas sin tregua y unos cliffhangers estupendos hacen que el tomo se lea de una sentada, con el añadido de saber dejarnos en lo más alto, de cara al siguiente volumen.

Si Fire Power triunfa, está claro que es por Kirkman, pero también por el maravilloso dibujo de Chris Samnee, que cuenta con color de Matt Wilson. Samnee hace un despliegue narrativo escandaloso en el que cada viñeta es una maravilla, con una expresiones corporales de todo el reparto super realista que te las crees porque son las que hacemos las personas reales. Pero además, cuando llega el momento de la acción, sus coreografías tienen una fluidez como la de las mejores películas de Hong Kong. Gráficamente, Fire Power es también una pasada.

No se me ocurre nada menos bueno que contar de Fire Power, creo que cumple con nota todo lo que se esperaba de este comic. Bueno, en realidad si. Me encantan los Trade Paperbacks de Image en tapa blanda porque resultan super económicos para poder seguir una serie regular, pero me parece un fallo que estos tomos NO incluyan las portadas originales, aunque sea al final. En todo caso, si te gusta el género de aventuras y las artes marciales, no te puedes perder este comic.

Comparto algunas páginas del primer número, en la parte tranquila de la historia. No lo dudéis, la cosa se anima justo a continuación:

Fire Power te atrapará desde su primera página, te recomiendo completamente este comic.

PUNTUACIÓN: 8/10

Espero vuestros comentarios. Y si gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Man of Steel de Zack Snyder

Zack Snyder fue el elegido para realizar una actualización de los mitos de Superman para las nuevas generaciones, siguiendo conceptos planteados por Christopher Nolan y David Goyer. Man of Steel de 2013 fue la película que estaba destinada a lanzar una nueva franquicia cinematográfica con los personajes de DC Comics que pudiera competir con las películas de Marvel. Hoy la quiero recuperar.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

Desde Krypton, un lejano planeta muy avanzado tecnológicamente, un bebé es enviado en una cápsula a través del espacio a la Tierra para que viva entre los humanos. Educado en una granja en Kansas en los valores de sus padres adoptivos, Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner), el joven Clark Kent (Henry Cavill) comienza desde niño a desarrollar poderes sobrehumanos, y al llegar a la edad adulta llega a la conclusión de que esos poderes le exigen grandes responsabilidades, para proteger no sólo a los que quiere, sino también para representar una esperanza para el mundo. (FILMAFFINITY)

El nacimiento de Man of Steel tiene varias explicaciones. Por un lado, el decepcionante resultado en taquilla del casi-remake Superman Returns de Bryan Singer estrenada en 2006. Si hubiera tenido éxito, el estudio tenía ya planteada su secuela para un estreno en navidades de 2009. Sin embargo, el éxito arrollador de Iron Man (Jon Favreau, 2008) y el anuncio de Marvel Studios de estrenar películas individuales de sus héroes provocó que en agosto de 2008 Warner anunciara sus planes de no continuar con Superman Returns 2, optando por un reinicio completo del personaje. Debido al éxito arrollador de The Dark Knight (2008), Warner optó por lo que pensaron que era una idea ganadora: «Si Christopher Nolan había resucitado la Batman con Batman Begins (2005), démosle el control para que haga lo mismo con Superman». Y hay que reconocer que en ese momento, la idea tenía todo el sentido del mundo, ya que el guionista y escritor de comics David Goyer (guionista de la franquicia de Nolan), había comentado con Nolan cómo relanzaría Superman actualizándolo para las nuevas generaciones, y su idea le entusiasmó a Nolan, que la vendió a los ejecutivos de Warner.

En este momento de la producción, los planes de Nolan (productor) y Goyer (guionista) eran hacer una película completamente autónoma como lo fue Batman Begins, en el que Superman sería el único héroe de la Tierra igual que Batman lo es en su mundo, sin planes en ese momento de crear un universo compartido, algo que llegó años más tarde, en Batman v Superman (2016), ya con Zack Snyder con control total de la franquicia de héroes de DC Comics.

Zack Snyder fue contratado como director de Man of Steel en octubre de 2010, cuando Warner ya sabía el resultado de su Watchmen (2009), que resultó polémica y con una taquilla muy por debajo de lo esperado. Nada más confirmada su contratación inició un casting de mega estrellas que culminó con el inicio del rodaje en agosto de 2011, con Amir Mokri como director de fotografía. Man of Steel realizó un rediseño completo del traje de Superman de James Acheson y Michael Wilkinson, conservando la combinación de colores y el logotipo de la «S», pero con tonos más oscuros y sin los calzoncillos rojos, que no encajaban en la idea de dar al primer super héroe de DC un tratamiento «realista». La ironía de unos creativos que hablan de hacer una película sobre un hombre que puede volar que piensan que todo puede ser realista menos los calzoncillos no empezaba a hablar bien de los complejos de todo el equipo.

La película de 143 minutos contó con música de Hans Zimmer y montaje de David Brenner. Con un presupuesto de 250 millones de dólares, Man of Steel resultó muy polémica artísticamente y, lo que es peor para Warner, se quedó muy lejos del taquillazo que esperaban los ejecutivos de Warner, recaudando tan «sólo» 668 millones. Mejoraba eso si los escasos 400 millones que recaudó Superman Returns y confirmó que el reinicio de Superman era imparable. Sin embargo, estas cifras no eran tan buenas como se esperaban. Por ponerlas en contexto, Iron Man 3 estrenado es mismo año 2013 recaudó 1200 millones. Y sí, es injusto comparar la tercera parte de una trilogía de éxito con el reinicio de una franquicia que parecía muerta apenas unos años atrás, pero esa es la valoración que hicieron los ejecutivos de Warner, que viendo el empuje de Marvel Studios y con la sensación que no estaban exprimiendo la gallina de los huevos de oro como deberían, acabaron aparcando la idea de Goyer y Nolan para un Man of Steel 2 autocontenido y optaran por poner toda la carne con el lanzamiento de Batman v Superman (2016) que pusiera en marcha el universo cinematográfico de Warner / DC.

Para Man of Steel, Warner contrató al Henry Cavill para el papel de Clark Kent / Superman. Cavill ya optó a interpretar a Superman en Returns de Bryan Singer, y en 2010 ya contaba con 27 años y la presencia que se le supone al Hombre de Acero. Cavill comenzó su carrera con papeles en las adaptaciones de largometrajes como El conde de Montecristo (2002) e interpretó papeles secundarios en varias series de televisión como The Inspector Lynley Mysteries de la BBC y The Tudors de Showtime. Tambén participó en películas como Tristan & Isolde (2006), Stardust (2007) y Blood Creek (2009) hasta su contratación para hacer de Superman. Para foguearle antes de Man of Steel y que le público conociera al casi desconocido Cavill, Warner le hizo protagonista de Inmortales (Tarsem Singh, 2011), una historia basada en la mitología griega en la que ya mostró su poderío físico. Man of Steel le catapultó a la fama, y sin embargo no hemos llegado a verle interpretar la gran película de Superman que los fans estábamos pidiendo.

Además de Cavill, en Man of Steel tenemos a un reparto de autentico lujo con Amy Adams como Lois Lane, Michael Shannon como el General Zod, Kevin Costner y Diane Lane como Jonathan y Martha Kent, Russell Crowe como Jor-El y Laurence Fishburne como Perry White.

Entrando a valorar la película y empezando por los elementos positivos, Man of Steel es la mejor película de Bola de Drac jamás realizada. De hecho, el artista de los storyboards Jay Oliva cita al mítico anime (y manga) como una clara influencia a la hora de preparar unas escenas de acción que buscaban ofrecer algo nunca antes visto en imagen real. Y la verdad es que lo consiguen, la escala de destrucción y las escenas de acción son de largo lo mejor de la película, y están mostradas con un nivel de poder como nunca se había visto, siendo lo más parecido hasta la fecha el final de Matrix Revolutions (Hermanas Wachowski, 2003). Hay que reconocerle que Zack Snyder sabe crear un buen montón de imágenes poderosas a lo largo de la película, con momentos brillantes como el primer vuelo de Superman o la terraformación de la Tierra en el climax final con el cambio magnético de Metrópolis.

También me gusta mucho la música de Hans Zimmer que tenía la misión imposible de hacer olvidar la icónica música de John Williams y cumple con nota. Zimmer consigue crear una música poderosa como el protagonista que sí transmite la idea de «un héroe que inspirará a la humanidad» que intentaba ofrecer la película al espectador. Además, crea un in-crescendo musical que encaja con la idea de aprendizaje de Clark hasta asumir su herencia kriptoniana y convertirse en el defensor de la tierra. La música de Zimmer es una pasada.

El reparto de Man of Steel hace lo que puede con el guión que tienen. Al igual que los secundarios de la película de 1978 transmitieron todo su carisma en la primer película de Superman, Kevin Costner, Diane Lane, Russell Crowe y Laurence Fishburne lucen el carisma que sólo las grandes estrellas pueden transmitir en pantalla. Lástima lo que el guión les hace hacer, que comentaré más adelante.

De hecho, el único personaje al que entiendo y comparto su punto de vista es al villano General Zod. A pesar de la exagerada interpretación de Michael Shannon, veo lógico que alguien enfrentado a la aniquilación de su raza haga todo lo que esté en su mano, incluido aplastar a unas hormigas, para buscar la supervivencia de su especie. Eso no evita que sea el villano, claro, por los actos que realiza durante la película, pero todo lo que hace es lógico con este objetivo en mente, empezando por el intento de golpe de estado en la moribunda Krypton.

Globalmente, Man of Steel es una película de origen bastante típica que ofrece un espectacular entretenimiento para una nueva generación de espectadores que no hayan leído necesariamente los comics, algo que diría que Snyder de hecho nunca hizo. Teniendo en cuenta esto y si no conoces nada previo del personaje, creo que un espectador medio pudo salir razonablemente satisfecho y entretenido de la película.

Sin embargo, entrando en lo menos bueno, tiene delito que Warner haga una película de Superman en la que el personaje no aparezca. Porque este Man of Steel no es Superman, es un trasunto que se queda corto en todos los aspectos excepto en la espectacularidad de las escenas de acción. Y es que el principal problema de la película es que todas las decisiones creativas que David Goyer, Christopher Nolan y Zack Snyder toman para actualizar y «hacer más realista» al personaje suponen un problema que no mejora el canon existente previo.

Empezando por el psicópata de Jonathan Kent y su obsesión de no dejar que Clark ayude a la gente para mantener su anonimato, aunque con ello pudiera morir gente. Y no es sólo que ese NO sea Jonathan Kent, es que el guión equivoca terriblemente el foco. Superman no es el mejor superhéroe porque es el más poderoso y viene de otro planeta, sino por los fuertes valores morales que los Kent enseñaron a su hijo, que le hace buscar siempre la opción correcta, no la más fácil. Y matar siempre es muy fácil. Man of Steel busca trasmitir una equivalencia entre Superman y Jesucristo con un montón de imaginería religiosa e incluso con la edad de Clark, 33 años. Sin embargo, eso resulta un recurso vacuo ya que aunque la película hace a Jor-El y a Jonathan Kent repetir el mantra de que Clark «inspirará a la humanidad», realmente él durante el metraje NO hace nada que resulte inspirador para nadie, de forma que al final ese elemento narrativo resulta enormemente decepcionante y no lleva a ningún sitio.

De hecho, no es que Clark no inspire a nadie, es que escenas como la destrucción del camión son terribles porque muestran a un Clark vengándose de un bully de la peor forma posible, arruinando su medio de subsistencia, empleando la táctica de un cobarde. Y todo a cambio de conseguir un momento molón, que puede resultarlo para alguien que no conozca al personaje, pero para un fan de los comics como yo momentos como ese me sacaban de la película.

Man of Steel es un ser extraterrestre super poderoso que se enfrenta a otros seres extraterrestres causando una enorme cantidad de muertes en Smallville y Metrópolis. El increíble desprecio que Kal El tiene para evitar muertes civiles durante su enfrentamiento con Zod resulta terrible, algo que vemos por ejemplo cuando Kal para alejar la lucha de la granja de su madre lleva la lucha al centro de Smallville, en lugar de mantenerla en zonas despobladas de Kansas. Y así todo. Es por esto que si, las escenas de acción son espectaculares, pero aún hoy veo la película y no veo nada que me sugiera que estoy viendo una película de Superman, a pesar de la S en el pecho del protagonista. ¡Ah, no! Que la S significa esperanza. Hasta en eso resultan ridículos.

Y aunque Superman no debería matar, entiendo que con el contexto adecuado sería justificable que lo hiciera. John Byrne hizo que Superman matara en su etapa en el comic y supo justificarlo correctamente, además que Clark pagó un precio por ello. No tengo problema con que mate en un momento extremo si la situación está bien planteada, pero el climax de Man of Steel no lo está. Partiendo además que esta muerte no estaba en el guión original de Goyer y fue forzado a última hora por Snyder, que claramente ha jugado más al Injustice que leído las aventuras del comic. Y por mucho que luego Goyer justificara la decisión como que ahora que Clark mató sabe lo horrible que es y ya no lo va a volver a hacer, resulta una explicación fallida porque la historia de ESTA película debe ser satisfactoria en si misma, y no lo es. En el momento en que el problema de una película intenta ser justificado con que se iba a arreglar en la siguiente, están demostrando tu incapacidad para contar una buena historia.

Henry Cavill hace lo que puede en su interpretación. Aunque físicamente ES Superman, algo que Brandon Routh no consiguió en Superman Returns, su Clark Kent queda en un puesto indefinido al estar todo el rato sumido en una tristeza y una seriedad que resulta impostada y poco creíble. Tampoco consigue Amy Adams hacer suya a Lois Lane que está media película embobada mirando los biceps de Superman. Y aunque el guión intenta que su personaje tenga importancia en la historia, no consigue dar con la tecla que el personaje necesitaba, entiendo que porque el guión no se lo permite, no porque ella no realice una buena interpretación. Más lamentable es ver la idea de un Perry White «realista» que tienen en la película. Y en este caso me da igual el cambio de raza al elegir a Laurence Fishburne para el papel. El problema es lo que la historia le hace hacer a Perry, y es comportarse como un estúpido.

Otro problema de Man of Steel es el ritmo. La película tiene un prólogo de 20 minutos en Krypton repleto de acción tras lo que tenemos más de una hora de origen de Clark que se hace lento por momentos y que incluye la que probablemente sea una de las muertes más ridículas de la historia del cine protagonizada por un lamentable Jonathan Kent. Una escena que de nuevo está mal construida y queda como un pegote absurdo. Tras este lento origen, la película vira en sus últimos 45/50 minutos para convertirse en un «All-Out War» que sinceramente no pega tampoco con lo visto hasta ese momento, quedando el conjunto casi como tres partes deslavazadas sin demasiada conexión entre ellas.

Y hablando de Krypton, en este mundo diseñado genéticamente en el que cada ciudadano nace con los atributos que necesitará para desempeñar su función en la sociedad, resulta ridículo pensar que un científico (Jor El) pueda derrotar él solo al General Zod y a sus hombres. Algo establecido por la lógica de la película que no se corresponde con lo que nos han contado. No es algo grave, a decir verdad, pero si es otra piedra que me encontraba en el camino que me impedía disfrutar de la película como debería.

En resumen, ya intuiamos que esto iba a ser diferente. De hecho, como Warner ya expuso, NO es Superman, es Man of Steel. Y acepto que cada creador quiera mostrar su propia versión del personaje que no tienen que coincidir con la mía. De hecho, mientras Warner se lo permita, no tiene ni siquiera que ser compatible con la versión de Superman que hemos visto en los comics en los últimos 40 años. Sin embargo, esta película mostró que lo que funciona para Batman probablemente no fuera lo mejor para Superman, personaje que ha sido maltratado por unos ejecutivos de Warner a los que sólo les preocupaba sus beneficios y no en mostrar al personaje como lo que es, el mejor superhéroe de la historia.

El visionado de Man of Steel en el cine en 2013 fue una de las decepciones más grandes que me he llevado en una sala de cine en toda mi vida porque realmente esperaba ver la versión definitiva de Superman y me encontré otra cosa peor bajo todos los puntos de vista. Y que me llevó a no ver en cine ninguna de las siguientes película de Zack Snyder con los personajes de DC Comics. Warner puede hacer lo que quiera con «sus» personajes, pero que no cuenten con mi dinero.

Comparto el trailer de la película:

Man of Steel sigue siendo una oportunidad perdida y la constatación que Snyder no entendía a Superman. Si no conoces al personaje, Man of Steel puede ser una razonablemente entretenida película de acción. Pero es una terrible película de Superman.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.