Crítica de The Northman de Robert Eggers

Robert Eggers, el director de La Bruja, es un autor cuya filmografía me interesa, a pesar que El Faro no me gustó. Por esto no lo dudé y me lancé a ver The Northman en versión original.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

En Islandia, en pleno siglo X, un príncipe nórdico (Skarsgard) busca vengar a toda costa la muerte de su padre. (FILMAFFINITY).

En 2015 Robert Eggers sorprendió al mundo cinéfilo con su ópera prima, La Bruja. En su segunda película El Faro, Eggers se alejó de una narrativa convencional en una historia en blanco y negro con la que no conecté nada. Con The Northman, Eggers busca volver a la narrativa convencional con un guión escrito por él y por Sjón Sigurdsson, inspirada en la leyenda de Amleth, leyenda escandinava que inspiró al personaje de Hamlet.

En esta película vuelve a colaborar con Jarin Blaschke, director de fotografía de sus películas y persona imprescindible para dotar a la película de su toque personal con una iluminación naturalista. La película de 135 minutos cuenta con música de Robin Carolan y Sebastian Gainsborough y montaje de Louise Ford. La película fue rodada en localizaciones de Irlanda y cuenta con un presupuesto de entre 70 y 90 millones, un importe que es difícil que pueda recuperarse.

The Northman está interpretada por Alexander Skarsgård como Amleth, un príncipe guerrero vikingo que busca venganza tras la muerte de su padre. Oscar Novak interpreta al joven Amleth. Nicole Kidman es la reina Gudrún, la madre de Amleth, mientras que Claes Bang es Fjölnir el Sin Hermano, tío de Amleth y hermano de Aurvandill. Anya Taylor-Joy es Olga del Bosque de los Abedules, una hechicera eslava, mientras que ya en papeles secundarios tenemos Ethan Hawke como el Rey Aurvandill War-Raven, padre de Amleth y hermano de Fjölnir, a Willem Dafoe como Heimir el Tonto y a Björk como la vidente.

Empezando a valorar la película Robert Eggers nos presenta un drama de venganza brutal con la ambientación de Islandia como escaparate (aunque esté rodada en Irlanda). Visualmente la película es una pasada. La fotografía naturalista aporta una potencia visual alucinante además de ser más realista respecto a como era la vida en el duro siglo IX, mostrando las escenas nocturnas sólo iluminadas por las antorchas o las hogueras que rompen con otras películas o series históricas ambientadas en la época vikinga.

En lo referido a las escenas de acción, están planteadas con unos largos planos secuencia que me han parecido alucinantes, en especial el asalto al fuerte. La planificación de Eggers alucinante y la fuerza de las imágenes que crea en la película es espectacular. Como buena historia de vikingos, hay brutalidad y gore que encaja increíblemente bien con el tono brutal que tiene que tener la historia.

Eggers y el guionista, poeta y escritor islandés Sjón Sigurdsson plantean también la película casi como una muestra general de muchos de los mitos vikingos, al mostrar las visiones de la vidente, las ceremonias al lado de la hoguera, los ataques y el pillaje e incluso un entierro vikingo. Como puerta de entrada a este mundo, la verdad es que me parece una muestra espectacular.

Me gusta la interpretación super física de Alexander Skarsgård como el protagonista Amleth. Su personaje tiene una potencia impresionante en pantalla que es fundamental para que la historia de venganza funcione. También me gusta mucho que Anya Taylor-Joy vuelva a trabajar con Eggers en esta película, recordando una colaboración que la lanzó a la fama. El casting en general está genial, Nicole Kidman en su papel de mujer un tanto desequilibrada que tanto le gustan. Junto a ella, Claes Bang (Drácula de BBC) como Fjölnir el hermano asesino, tiene unos matices dentro de su crueldad que me parecen muy interesantes.

Por ponerle un pero a un casting perfecto, por el propio argumento se veía que Ethan Hawke como el Rey Aurvandill tendría una participación muy limitada, ya que es su muerte al principio de la película lo que inicia esta historia de venganza. Lo que no esperaba es que Willem Dafoe y Björk tuvieran apenas una escena cada uno, lo cual me pareció totalmente insuficiente y un poco un bajón.

Quizá el problema de The Northman es que la historia está super trillada, y aparte del increíble apartado visual, te ves venir todo lo que está pasando. Este es un problema pequeño, la verdad, pero tengo que reconocer que no tener el elemento sorpresa me impidió disfrutarla como me hubiera gustado. Además, la duración de 135 minutos acaba haciéndose también un poco larga, pudiéndose haber contado lo mismo con al menos 15 minutos menos, que hubieran podido hacer la película más compacta y al grano.

La verdad es que la película me ha gustado, aunque quizá no como me hubiera gustado. Pero es una pena, porque realmente considero que The Northman tiene un montón de valores que la convierten en una película muy interesante que merece ser vista en pantalla grande. Pero lamento decir que no va a estar entre mis favoritas de este año.

Sin embargo, como historia de vikingos, The Northman creo que va a convertirse en una de las películas de cabecera del género en los próximos años y tienen un montón de elementos super interesantes que merecen ser destacados.

Comparto el trailer de la película:

The Northman es una buena película que merece ser vista en pantalla grande, a pesar de los elementos más trillados de la historia.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Intemporal de Jed MacKay, Kev Walker, Greg Land y Mark Bagley (Marvel Comics – Panini)

El escritor Jed Mackay se está construyendo un nombre sólido dentro de Marvel, y este especial Intemporal con Kang el Conquistador de protagonista y planteado para mostrar las principales historias del futuro cercano de Marvel, con dibujo de Kev Walker, Greg Land y Marc Bagley, es un perfecto ejemplo del porqué.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

¡Un especial que avanza lo que encontrarás en el Universo Marvel durante los próximos meses! Cuando una línea temporal amenaza con reescribir a su yo del futuro, Kang El Conquistador ha de ir a la guerra… ¡consigo mismo! Con la implicación de los héroes fundamentales de La Casa de las Ideas.

Timeless One-Shot USA un especial de 48 páginas.

Jed MacKay es el guionista del divertidísimo comic de Gata Negra, y se nota que es uno de los valores en laza en la editorial. En este especial acierta en el doble encargo que Marvel le plantea. Por un lado crear una buena historia con Kang el Conquistador de protagonista que arroje luz sobre este icónico villano sobre todo de Los Vengadores, y por otro guionizar un comic que recupera los antiguos especiales como el Marvel Legacy Alfa (Jason Aaron y varios artistas, 2017) que se planteaban al inicio de cada nueva temporada de Marvel para presentar a los lectores los que serían los principales arcos de la Casa de las Ideas durante los siguientes meses.

La historia se lee super bien y como comic de Kang este especial se siente autocontenido y satisfactorio. Otro elemento con el que MacKay tiene que lidiar es el hecho de plantear capítulos diferenciados dentro del comic dado que tiene que colaborar con tres dibujantes diferentes que se van a encargar cada uno de una parte. En este sentido, el guión creo que cumple con nota. Y aunque muchos de los avances de lo que está por venir no son más que viñetas sin contexto, son suficientes para generar bastante hype sobre algunas de las situaciones que han sido puestas encima de la mesa. Como digo, la historia de MacKay me ha gustado bastante.

Este especial de 48 páginas está dividido en tres historias con un dibujante diferente en cada una, manteniendo a Marte Gracia en el color general. Kev Walker dibuja la primera parte con el escritor y biógrafo Anatoly Petrov y la historia de Kang en la era glacial. Greg Land con entintado de Jay Leisten dibuja la parte central en la Base Oráculo de Kang, situada fuera del continuo espacio temporal, donde asistiremos a los sucesos que están por venir, mientras que Mark Bagley con entintado de Andrew Hennessy dibujan la última parte en una línea temporal anómala en el que Kang se enfentará a un enemigo inesperado.

Soy muy crítico con el baile de dibujantes en los comics Marvel actuales, y la verdad es que me fastidia a nivel general tener un comic de 48 páginas que tenga tres dibujantes, porque Marvel hubiera podido encargarlo a un único dibujante, simplemente dándole un poco más de tiempo para dibujarlo. En ese sentido, entiendo que Marvel también tiene que dar trabajo a todos sus dibujantes en nómina y que estos especiales en cierto sentido son un encargo propicio para ello. Dichas ambas apreciaciones, la verdad es que el estilo de los tres casa bastante bien en el comic y realmente me han gustado los tres.

Kev Walker está genial transmitiendo todo el salvajismo de Kang, mientras que he visto muy bien también a Mark Bagley, al que en su último encargo en el especial Spiderman: Toda una vida – J. Jonah Jameson no me pareció que estuviera especialmente acertado. Sin embargo, el verdadero redescubrimiento de este especial es la parte dibujada por Greg Land. Land en los últimos años se había convertido en una parodia de si mismo con sus copias y foto-referencias descaradas, hasta el punto que parecía que se hubiera olvidado de cómo contar una historia con imágenes. Sin embargo, sus 9 páginas en este comic me han gustado mucho, tanto en los flash-forwards de lo que está por venir como en la escena de acción, así que espero que esta vaya a ser la tónica a partir de ahora.

En resumen, un buen comic que he disfrutado, con unas sorpresas, en especial esa última página, que si se confirma y se hace bien, puede dar muchísimo juego en el futuro de los comics Marvel.

Comparto las primeras páginas del comic:

Intemporal es un buen comic con un estupendo dibujo que cumple de sobra la parte de entretenimiento acertando en la construcción del villano Kang y en la presentación de las que probablemente sean las principales líneas argumentales del Universo Marvel de los próximos meses. Recomendable sobre todo si te interesa estar al día de la continuidad del Universo Marvel.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Los Defensores 1-5 de Al Ewing y Javier Rodríguez (Marvel Comics – Panini)

Panini ha terminado este mes con la publicación de Los Defensores, la miniserie de 5 números creada por Al Ewing y Javier Rodríguez que cierra de forma satisfactoria la historia de Saqueador Enmascarado que comenzó en el Marvel Comics 1000.

PUNTUACIÓN: 7,5/10

¡Las superestrellas Al Ewing y Javier Rodríguez se reúnen para un viaje hasta un cosmos en colisión! Cuando la existencia afronta extraordinarias amenazas, hace falta recurrir a una extraordinaria defensa. ¡Y entonces llamas a Los Defensores! El Doctor Extraño y el Saqueador Enmascarado llevan al no-grupo de Marvel a su más extraña misión, con la que descubrirán la arquitectura oculta de la realidad. Este cosmos no fue el primero en existir, pero si Los Defensores no encuentran al más viejo de los villanos, quizás sea el último.

Miniserie de cinco números USA.

Al Ewing plantea un viaje psicodélico por la historia de las realidades anteriores al actual universo Marvel. Y reconozco que esta historia planteada por Ewing para Los Defensores se me ha hecho un poco bola debido a su propia naturaleza conceptual más que ¿narrativa? de la historia. Pero el dibujo de Rodríguez es antológico, y sólo por él recomiendo sin duda la lectura de este comic.

Una novedad importante de esta miniserie de Los Defensores es que a partir del número dos Rodríguez se convierte en artista completo del comic, frente a un primer número en el que tuvo a Álvaro López colaborando con él en las tintas del comic. Entiendo que o bien ha tenido más tiempo para dibujar esta serie y no ha necesitado la ayuda de López o ha encontrado una herramienta de dibujo digital que le facilita el trabajo y le ha animado a dar el salto a artista completo. Sea como sea, lo cierto es que el comic no se resiente en absoluto y se siente como un trabajo super personal de principio a fin. El tipo de comic que no se puede concebir dibujado por nadie más que él. Hablaba la semana pasada de lo genial que es encontrar un comic que rebose personalidad, y eso es precisamente lo que transmite este comic que se sale de la realidad física a la que estamos acostumbrados.

Al Ewing se sacó de la manga el personaje de Saqueador Enmascarado en el Marvel Comics 1000, publicado en agosto de 2019 (cómo pasa el tiempo). Es uno de esos personajes tan particulares que nadie más que él ha mostrado interés en utilizarlo durante estos meses, empezando porque Ewing tenía pensada una historia muy concreta que por fin hemos conocido en estas páginas. Y en parte tengo que reconocer que sufrí en su día cierta decepción ante un personaje que fue publicitado por Marvel como alguien que sería muy importante en el universo Marvel que sin embargo realmente no lo ha sido en absoluto, limitado a unas pocas apariciones muy concretas, todas ellas creadas por Ewing. En todo caso, una vez leída esta miniserie, hay que quitarse el sombrero por la capacidad que muestra Ewing al crear una historia en la que todo lo relativo a Saqueador Enmascarado encaja perfectamente, como si de un reloj suizo se tratara, empezando por la revelación final de la identidad debajo de la máscara.

Todo encaja alrededor de Saqueador Enmascarado, y el guión tiene detalles chulos como volver a ver a Betty Banner en su identidad de Arpía (tras el final de Inmortal Hulk), conocer a la madre de Galactus o ver cómo Ewing recupera a Nube, un personaje del antiguo comic de Los Nuevos defensores publicado en los años 80/90. Sin embargo, también tengo que reconocer que el guión de Ewing viajando por diferentes realidades previas a la actual me ha parecido una fumada importante, con una sensación de anécdota sin más que sinceramente ha provocado que aparte del dibujo de Rodríguez, no me deje con ningunas ganas de volver a leer este comic.

Ahora mismo ya me he olvidado completamente de la historia y del plan del villano más allá de saber que todo forma parte del complejo engranaje circular de Ewing. Desde cierto punto de vista, el guión de Ewing parece un “engorda-ego” que en lugar de hacer disfrutar al lector con la lectura del mismo, en un instrumento para que críticos y divulgadores puedan valorar su capacidad creadora y su originalidad. Y es una pena, porque realmente he disfrutado mucho de su Inmortal Hulk o su etapa de Guardianes de la Galaxia, pero me ha resultado imposible conectar con estos Defensores, un comic con una sensibilidad que no encaja con la mía.

Comparto las primeras páginas de este comic que sirven para que nos maravillemos ante el maravilloso dibujo de Javier Rodríguez, en este número con el entintado de Álvaro López:

Cuando un dibujante como Javier Rodríguez está en estado de gracia, a los fans comiqueros sólo nos queda sentarnos en el sillón de lectura y disfrutar del regalo que nos ofrece. Eso son Los Defensores, incluso a pesar de no acabar de conectar con la historia de Ewing.

PUNTUACIÓN: 7,5/10

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Crítica de Caballero Luna episodio 4 (Disney+)

Caballero Luna acaba de rompernos la cabeza con un giro de guión que ha lanzado la serie a una nueva dimensión.

PUNTUACIÓN: 8/10

Artículo CON spoilers.

Episodio 4. La tumba.

Marc y Steven buscan el equilibrio mientras un peligro sobrenatural amenaza con detenerlos.

Jeremy Slater se mantiene como creador y jefe de escritores de la serie, aunque este episodio cuente con guión de Alex Meenehan y Peter Cameron con Sabir Pirzada. El episodio de 53 minutos (46 sin los títulos de crédito) ha sido dirigido por Justin Benson y Aaron Moorhead, que ya se encargaron del segundo episodio.

En este episodio tenemos por fin grandes momentos de lucimiento no sólo para Oscar Isaac (Steven Grant / Marc Spector / Caballero Luna), sino también para el resto del trío protagonista formado por Ethan Hawke (Arthur Harrow) y May Calamawy (Layla El-Faouly).

Continuando justo donde se quedó el tercer episodio, el 80% del episodio mantiene el tono aventurero iniciado la semana pasada, con una mejora sustancial a lo visto hasta ahora al recordar a Indiana Jones con la exploración de la tumba oculta en el desierto. En este sentido, me resulta curioso que el mejor episodio de la serie sea justo en el que NO aparece el traje de Caballero Luna. Ninguno de los dos. Junto al tono aventurero, hay varios momentos cercanos al terror (dentro de los confines permisibles en una serie de Disney+) que funcionan muy bien y que añaden peligro y sensación de amenaza al conjunto.

También me gusta el drama que vive Layla cuando descubre que Marc estuvo presente cuando murió su padre y no evitó su asesinato. Y que si posteriormente se acercó a ella fue más por remordimientos y culpa por no haber podido salvarle que por amor. Este episodio nos muestra la calidad de la actriz May Calamawy ante el shock que ha destrozado el mundo de Layla.

También Ethan Hawke se beneficia enormemente del guion del episodio, ya que el personaje de Harrow ahora sí que tiene un papel importante en la historia, y no como en los últimos episodios en los que simplemente aparecía. En concreto, me parecen escenas muy potentes su diálogo y la revelación a Layla, su enfrentamiento con Marc / Steven y sobre todo, su papel en el enorme giro final. Hawke muestra una gran versatilidad y se ve la idea que planteó para el personaje, ya que si Marc / Steven eran todo desequilibrio y locura, él debía interpretar a alguien que transmitiera equilibrio y cordura. Algo que efectivamente se ve en pantalla, mostrando la inteligencia de Hawke.

Por supuesto, Oscar Isaac vuelve a lucirse de forma alucinante. Hasta en la última escena con el grito consigue hacer reconocibles a Marc y a Steven a pesar de compartir la misma apariencia. Los matices vocales y sus diferentes dinámicas corporales me vuelan la cabeza todas las semanas, y este episodio tiene varios momentos para lucirse que Isaac aprovecha de maravilla. Por cierto, en este episodio prácticamente no hay humor, y la verdad es que es algo que agradezco muchísimo y creo que le viene muy bien a la serie.

En este momento tengo que comentar que el episodio también muestra los mismos problemas de episodios anteriores. Empezando por unas escenas de acción más bien flojas y algunos sets (el hoyo dentro del yacimiento por ejemplo) que no me los he terminado de creer y me daban cierta sensación de cartón-pluma. Junto a esto, aunque los momentos cercanos al terror me han gustado, no dejo de pensar que una vez vistos los 4 episodios, la serie está intentando ser muchas cosas a la vez sin acabar de triunfar en ninguna. Y tengo claro que puede ser normal que una historia con un protagonista con problemas mentales no acabe de mostrar una identidad concreta, pero espero que sepan unir todos los aspectos de Marc / Steven / Caballero Luna en los dos episodios restantes.

Pero hay que reconocer también que la serie seguiría siendo una «bien sin más» si no fuera por el enorme giro del episodio, cuando tras morir Marc en la tumba de Alejandro Magno asesinado por Harrow, Marc se despierta en un centro psiquiátrico, donde parece que todo lo que hemos visto hasta ahora podría no ser más que un delirio esquizofrénico. El giro, que entiendo acabará demostrándose que se trata del interior de la mente fracturada de Marc, Steven y la tercera personalidad encerrada en el segundo sarcófago, ¿más una cuarta representada por Harrow en la figura del psiquiatra? ¿O se trata de Khonshu?, me ha volado la cabeza y me parece el momento más brillante de la serie hasta ahora.

Me encanta escuchar a los directores Justin Benson y Aaron Moorhead referirse a este momento y comentar que su principal fuente de inspiración fue el comic de Jeff Lemire y Greg Smallwood, dentro que las historias son muy diferentes entre si. Este enorme giro tiene muchas posibilidades de conseguir que le serie consiga dejarnos con un gran sabor de boca al representar de una forma diferente e interesante el problema de las personalidades múltiples de una forma mucho mejor que la de la «buddy-movie» con dos personalidades discutiendo todo el rato que hemos visto hasta ahora, algo con lo que no he conectado nada en absoluto.

Me gustaría pensar que la semana que viene nos mostrará el origen de Marc y los motivos de su trastorno mental. Consiguiendo al final reconciliar sus personalidades para trabajar juntos de cara al climax final de la serie del sexto episodio. Obviamente puedo equivocarme, pero al menos me alegro de que mi apreciación las semanas anteriores que Caballero Luna tenía un amplio margen de mejora se ha demostrado correcto. De hecho, espero que el próximo episodio sea aún mejor que este.

Comparto el teaser trailer de este episodio:

https://twitter.com/MarvelStudios/status/1516824013833703432?s=20&t=fbL831ZVRC0K-PhodU3RGw

El final de Caballero Luna de esta semana me ha volado la cabeza y me ha dejado con ganas de más. Esperemos que la semana que viene mantenga este nuevo impulso e interés que ha adquirido la serie.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Die Vol. 3 de Kieron Gillen y Stephanie Hans (Panini)

He vuelto al mundo de Die, el comic de fantasía creado por Kieron Gillen y Stephania Hans inspirado en el mundo de los juegos de rol. Comento mis impresiones del tercer volumen.

PUNTUACIÓN: 7/10

En 1991, seis adolescentes desaparecieron en un juego de rol de fantasía. Solo volvieron cinco. En 2018, cinco adultos se ven arrastrados de vuelta al juego, para descubrir que el sexto quiere que terminen la partida…

En el mundo de DIE, el juego es real y el tablero amenaza con cubrirse de sangre. ¿Quién es la reina y quiénes son sus peones? ¿Quien juega para ganar? ¿Quién ha olvidado para qué está jugando? ¿Y qué harán cuando se les recuerde lo que está en juego? El gran éxito de fantasía oscura aclamado por la crítica se vuelve épico en su tercer volumen.

Kieron Gillen (Once and future, Journey into Mistery, Star Wars) y Stephanie Hans (The Wicked+The Divine, Batwoman) nos transportan a un universo de fantasía y emociones humanas, en el que las únicas opciones son jugar o morir.

Este volumen recopila nos números 11 a 15 USA, publicados por Image Comics.

Compré en 2020 los volúmenes uno y dos de Die, y aunque me gustó la recreación que Gillen y Hans hacían del mundo de los juegos de rol, tampoco es que me volara la cabeza por varios motivos, empezando porque no soy jugador. Es por esto que no compré el tercer volumen el año pasado cuando Panini lo publicó en España. Sin embargo, la noticia de la publicación del cuarto y último volumen que cierra la historia me ha animado a ponerme de nuevo con este comic en previsión de la compra inminente del último tomo.

Y en este tercer volumen me he encontrado más de lo mismo para bien y para mal. Empezando por lo bueno, Gillen sigue desarrollando su historia con la precisión de un relojero suizo. La sorpresa de este tomo sobre la creación del mundo de Die, que confirma algo que ya fue sugerido en el tomo anterior, lleva la historia a un nuevo nivel de cara al climax final que tendrá lugar en el próximo tomo. Aunque Die sigue con la tónica de centrar cada grapa en uno de los cinco protagonistas vivos, Gillen plantea este comic como una lectura de tomo, de forma que los números 11 a 15 contenidos en este volumen se sienten como un arco con inicio y final dentro de la historia general.

Gillen está planteando Die además de para jugar con los arquetipos de los juegos de rol, en muchos casos para darles la vuelta, para rendir homenaje a los que él considera que son los padres (aunque sea a nivel de inspiración) de los juegos de rol. Si en el primer tomo Tolkien nos sorprendió con su presencia y en el segundo conocimos la historia de la familia Brönte, en este tercer tomo hay un nuevo invitado que me voló la cabeza. Este padre de la ciencia ficción moderna cuyo nombre no revelaré por si alguien no ha leído este tomo, es utilizado por Gillen para lanzarnos un pegote expositivo que le permita explicar la realidad (y el giro) de mundo de 20 caras donde los protagonistas viven sus aventuras. Y aunque en parte la sorpresa de la propia identidad del personaje y su conexión con los juegos de rol molan, realmente este tercer número sufre por el exceso expositivo y porque se nota que la función del personaje es precisamente esa.

En lo relativo a los protagonistas, hay que reconocer que Gillen se esfuerza en convertirles en seres complejos con defectos y problemas a los que deben sobreponerse si quieren volver a la Tierra. La complejidad de sus caracterizaciones me parecen dignas de elogio y me parece genial que alguno de ellos se comporten como el villano de la función, pero debo de reconocer que a pesar de todo no he logrado empatizar con ninguno, lo cual al final acaba siendo un problema. En este sentido, siento que al no haber sido jugador de rol me estoy perdiendo una parte fundamental del subtexto del arquetipo que representan, cosa que también me da una sensación decepcionante, al no triunfar los personajes como esperaba dentro de la experiencia lectora.

Stephanie Hans me parece una ilustradora increíble y sus imágenes me transmiten una tremenda expresividad, sobre todo con la utilización del color en cada escena. Pero ahora que me he leído los tres volúmenes de un tirón, parece como si estuviera sufriendo una involución mientras dibuja (pinta) Die, porque me da la sensación que cuenta cada vez peor la historia, con una nula fluidez narrativa a todos los niveles, entre viñetas y en si entre las diferentes páginas. No tengo claro si fue por los plazos de entrega o si hay un motivo concreto, pero la cosa va a peor con cada número. Y es una pena, porque como ilustradora ya digo que me parece brillante, pero esto resalta lo difícil que es contar una historia y cómo no es suficiente con dibujar bonito o saber crear momentos icónicos para ser una buena dibujante de comics.

Me está quedando una reseña negativa en esta última parte, pero existiendo estos elementos menos buenos, la verdad es que tengo ganas de conocer el final de la historia y si todos los protagonistas van a poder regresar a nuestro mundo. En breve compraré el cuarto volumen y os comentaré que tal estuvo el final.

¡Ah, por cierto! Comentar además que aunque es lo menos importante, me ha sabido mal que en este tercer tomo no hubieran los textos de Gillen en los que explicaba y daba contexto a diferentes elementos del comic. Entiendo que si no están es porque Gillen dejó de publicarlos en la versión USA, lo cual es una pena porque me parecían muy interesantes. En este sentido, las entrevistas a creativos del mundo del rol que si están incluidas en este tomo no podían interesarme menos, aunque sí me gusta la explicación de Hans sobre la paleta de color que utiliza en cada página y que le ayuda a crear el tono emocional que estima más conveniente.

Comparto las primeras páginas de este volumen:

Die se dirige al final y no ha dejado de ofrecer sorpresas y giros interesantes que me dejan con ganas de saber cómo termina la historia, incluso a pesar de un dibujo con el que cada vez conecto menos.

PUNTUACIÓN: 7/10

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