Crítica de Superman y Lois temporada 1 (HBO)

Aprovechando las vacaciones y tras escuchar las alabanzas unánimes, me he animado a terminar de ver la primera temporada de Superman y Lois en HBO. Y a pesar de algún pero que también comentaré, la experiencia me ha parecido positiva gracias al corazón que transmite la serie.

PUNTUACIÓN: 7/10

Crítica SIN spoilers.

Serie de TV (2021-). Sigue a la periodista y al superhéroe más famoso del mundo y los cómics, y cómo lidian él y Lois todo el estrés, las presiones y las complejidades que conlleva ser lo que son y además ser padres trabajadores en la sociedad actual. (FILMAFFINITY)

Greg Berlanti, el capo del Arrowverso del universo superheroico de The CW, ha creado esta serie junto a Todd Helbing, aprovechando la nueva versión de Superman que apareció en el pasado crossover Tierras en Tierras Infinitas. The CW / HBO ya ha confirmado la segunda temporada de Superman y Lois antes de terminan la emisión de esta primera, lo que confirmaría el éxito de la serie.

La serie está protagonizada por Tyler Hoechlin como Kal-El / Clark Kent / Superman, con Elizabeth Tulloch como Lois Lane, la mítica periodista del Daily Planet y esposa de Clark. Jordan Elsass y Alex Garfin son sus hijos Jonathan y Jordan Kent. Jonathan es abierto, deportista y extrovertido, mientras que Jordan es más retraido y ha sufrido problemas de ansiedad toda su vida. Completaría el reparto Dylan Walsh como el General Samuel Lane, padre de Lois y centrado que América este a salvo de las múltiples amenazas existentes, sean las que sean, Emmanuelle Chriqui como Lana Lang, una vieja amiga de Clark de su niñez en Smallville madre de Sarah (Inde Navarrette), joven que se hará amiga de Jonathan y Jordan en el instituto local.

En el lado de los antagonistas, tenemos a Wolé Parks interpretando a El Extraño, un misterioso visitante de una Tierra paralela no identificada , y a Adam Rayner como el multimillonario Morgan Edge, un magnate que llega a Smallville con la intención de dar nueva vida al pueblo y crear cientos de trabajos, pero que esconde unas oscuras intenciones.

Vi el pasado mes de marzo los dos primeros episodios de Superman y Lois, y lo cierto es que me gustaron mucho. Mucho más de lo que esperaba a priori, de hecho, encontrándome probablemente con la mejor representación del Hombre de Acero en imagen real de todo el siglo XXI. Lo cual es mérito de Berlanti y de Tyler Hoechlin, que han creado un héroe lleno de humanidad que es todo corazón, preocupado por sacar adelante a su familia ante los problemas que encuentra en Smallville con sus hijos adolescentes Jonathan y Jordan.

Sin embargo, me quedé muy chafado tras ver los episodios 3 al 5 emitidos antes del primer parón que sufrió la serie durante su emisión, encontrando todos los problemas que han provocado a lo largo de los años que NO vea series de The CW. Escenas de acción limitadas a una por episodio que además lucen cutres, una casi ausencia total de Superman con unos villanos que hasta ese momento que no podían lucir más random, y unas tramas secundarias alargadas en exceso para disimular (sin mucho éxito) las limitaciones presupuestarias en lugar de mostrar lo realmente importante, me sentaron como un jarro de agua fría.

Tan chafado me quedé tras acabar de ver el quinto episodio que no sentí la necesidad de seguir viendo la serie cuando HBO retomó la serie en mayo. Sin embargo, tras estar escuchando alabanzas generalizadas durante todo el verano, finalmente me animé a ver los 10 episodios restantes que han formado esta primera temporada. Y como explicaba al comienzo, estos episodios me han reconciliado en parte con la serie y he podido apreciar los elementos positivos de la serie.

Empezando con los elementos positivos, creo que Superman y Lois es la serie en imagen real que mejor ha mostrado el ideal de lo que significa Superman, el boy-scout que cree en la verdad, la justicia y el estilo de vida americano y que siempre hace lo correcto, no lo más fácil o lo que resulte más cool. En ese sentido, la primera media hora del episodio 11 puede tener la mejor representación del triángulo Superman / Lois / Clark de todo el siglo XXI, consiguiendo que el amor que sienten se transmita sin necesidad de ser verbalizado. Esta parte del episodio puede mirar de tu a tu a la mítica versión de Donner, mejorándolo en muchos aspectos al pasar página del «tímido y torpón Kent» popularizado por la película de 1978.

Superman es positivo y busca con su ejemplo y sus actos mejorar la vida de todo el mundo. No necesita ser «serio y adulto», sigue siendo igual de relevante en este mundo cínico y descreído sin necesidad de caer en el «grim-n-gritty». Simboliza el ideal al que todas las personas debemos aspirar, y puede protagonizar todo tipo de historias que conecten con las nuevas generaciones sin necesidad en caer en metáforas ridículas del cristianismo o intentar aplicarle una capa oscura de photoshop. En este sentido, que abrace este positivismo a pesar de los problemas existentes en nuestra sociedad actual (la americana en este caso) y busque soluciones morales mediante el ejemplo me encanta.

Me parece muy chulo que las tramas superheroicas beban de numerosos elementos y personajes super reconocibles de los comics, lo que hace las delicias de los lectores veteranos como es mi caso. Y al mismo tiempo, diría que la serie es perfectamente accesible para cualquier espectador que no conozca nada de Superman, aparte de los tópicos.

Escuchaba esta semana el podcast de Sala de Peligro sobre los 10 años del reboot de los Nuevos 52 de DC Comics en 2011, y me recordó como en aquella época, uno de los errores garrafales que DC cometió al intentar convertir a sus personajes en «frescos y novedosos» para los adolescentes fue establecer la norma que sus superhéroes no se casan ni por supuesto tienen hijos, porque eso transmitiría la idea de «adultos», algo con lo que los chavales no podrían conectar. Es cierto que esto, sobre todo en lo relativo a Superman cambió pasados los años, pero que la serie nos muestre esta versión del Hombre de Acero casado y con dos hijos adolescentes con problemas típicos de su edad confirma que no hay malos personajes, sino autores mediocres que no saben sacarles partido. En este sentido, creo que Greg Berlanti tiene el corazón en el sitio correcto.

Me ha gustado Tyler Hoechlin (cada vez que recuerdo que es el niño de Camino a la Perdición me estalla la cabeza), y me parece un perfecto Clark Kent. Su interpretación de un padre lleno de preocupaciones que no va a abandonar su defensa de la Tierra pero ve que está perdiendo a sus hijos porque no puede dedicarles el tiempo que le gustaría, me ha gustado mucho y, como padre me he sentido muy identificado con sus problemas. Para mi lo mejor de Superman es su humanidad y en eso Hoechlin acierta de pleno. Con lo que no he conectado es físicamente con su Superman, creo que no consigue ser el héroe «más grande que la vida» que se le supone, aunque sobre eso comentaré más adelante.

En general, también me ha gustado Elizabeth Tulloch como Lois Lane. Si Clark es el centro moral, Lois es claramente el corazón y el pegamento que mantiene unida a la familia, y creo que tiene una buena química con Hoechlin cuando interpreta a Clark, además de protagonizar un super emocionante octavo episodio. Sobre los hijos de Lois y Clark, me ha gustado Jonathan (interpretado por Jordan Elsass), el hijo deportista, mientras que su hermano Jordan (Alexander Garfin) deprimido y con cara de aburrido me ha caído realmente gordo durante muchos episodios. Al resto del casting lo veo funcional sin más.

Globalmente, no me ha sabido mal ver estos 10 episodios y los buenos momentos, algunos brillantes, compensan de sobra los elementos menos buenos.

Y entramos en los elementos menos buenos de Superman y Lois. Y es que sí, las partes buenas son muy buenas. Pero la serie sufre terriblemente del «virus The CW». El primero y principal es que ¡han hecho una serie de Superman en el que Superman casi no aparece!! Y ya comentaba en mi reseña inicial que asumía sin problemas que la historia fuera mayoritariamente de Clark Kent y su familia y no tanto de Superman, pero si sólo vas a hacer una escena de acción de Superman por episodio, esta no puede lucir “cutre” en pantalla. Y esto pasa en TODOS los episodios.

Excepto algún buen momento aislado sobre todo en los dos primeros episodios, la serie se ve cutre casi siempre, lo cual es un lastre tremendo, teniendo que estamos ante una serie ¡de SUPERMAN! Y ya no es sólo que la acción esté mal rodada y sea casi inexistente, o el CGI se note que está limitadísimo por las carencias presupuestarias. El problema es que teniendo el corazón en el sitio correcto y bebiendo el lore de décadas de comics, los guionistas eligen crear una historia pequeña en escala al tener claro desde la concepción las limitaciones presupuestarias, de tiempo y de recursos que tienen para rodar la serie, eligiendo conscientemente la forma más barata y, lo siento, cutre, de contar cada situación concreta.

Veo situaciones con mucha emoción que tienen a la familia Kent en el centro, pero tras un excelente episodio 11 que me dejó en lo más alto, los cuatro últimos episodios han sido lamentables con unos anti-climax realmente cutres. Y como digo, es algo planteado desde el guión, pero acentuado por una dirección funcional televisiva que no intenta ofrecer ningún detalle medianamente interesante ni visual, ni narrativo, algo que me dejó algo chafado.

En este sentido lamento ser radical, pero precisamente si me enganché a los comics y en concreto a las aventuras de Superman, empezando con John Byrne, es por supuesto por el corazón del personaje, pero también por las aventuras y la acción más grande que la vida. No puedes crear una historia de Superman y no mostrar acción (o mostrarla mal), porque estás desechando casi el 50% de la diversión y dejas coja la mesa sin dos patas. Es como querer hacer una película de acción y en lugar de mirar a The raid como fuente de inspiración buscas el último subproducto de Steven Seagal: en lugar de John Wick te va a salir Xtremo. Y los espectadores lo que queremos es más John Wicks, no películas cutres.

En este sentido, ante la necesidad de cubrir 45 minutos en cada episodio sin mostrar a Superman ni escenas de acción obliga a alargar unas tramas secundarias de la familia de Lana Lang, de los chavales en el instituto o con Chrissy, la dueña del periódico local de Smallville, que en muchos momentos no sólo no interesan, sino que son reiterativas y parecen verdaderos minutos de la basura, usando jerga baloncestística. Con el añadido de una amenaza de un villano que cuando se descubre aranca super bien y planteaba posibilidades chulas, pero que con el paso de los episodios estas eexpectativas se han visto completamente defraudadas por una resolución flojísima (siendo generoso y sin intentar buscar sangre).

Comentaba que no veo a Tyler Hoechlin como Superman. Y dentro que es cierto empezando porque no le veo físicamente capaz de cubrir las expectativas que vienen con el traje, lo cierto es que la serie, el guión y el aspecto visual no le dan tampoco momentos para que pueda lucirse, convirtiendo un trabajo difícil en una misión imposible. En este momento, es significativo que durante el climax del episodio 14 en el que se supone va a ver una gran batalla en Metrópolis, EL momento clave no sea de Superman, sino de su aliado. Tener la sensación que Superman no ha podido brillar porque los creativos no le han dejado es también una sensación fatal con la que quedarse.

Durante muchos años, la actitud ante series como las de The CW o tantas y tantas películas de superhéroes cutres que se estrenaron durante muchos años podía optar entre dos posibilidades. Viendo el vaso medio lleno, agradeciendo la posibilidad de ver aventuras de nuestros personajes favoritos en imagen real, en algunos casos por primera y única vez, compensaba la cutrez del resultado final, asumiendo estas limitaciones y no teniendo en cuenta las situaciones y la acción de cartón piedra. Por el contrario, si ves el vaso medio vacío, mediocre no es suficiente, y esperar tantos años para ver una buena serie de Superman y que el apartado visual o el guión no estén a la altura es inevitablemente decepcionante. Yo soy del segundo grupo, me resisto a contentarme con cualquier cosa, no todo vale.

El espíritu está en el sitio correcto y los buenos momentos han sido muy buenos. Pero hay muchos elementos mediocres o cutres que poner en la balanza. Como decía al principio globalmente quiero quedarme con las cosas buenas, y voy a darle buena nota a esta primera temporada de Superman y Lois. Pero con estos medios, no tengo claro que vaya a ver una segunda temporada. ¡Warner, dadle un presupuesto cinematográfico a Berlanti, por favor!!

Comparto el trailer de Superman y Lois:

A pesar de caer en el «virus CW», Superman y Lois tiene el corazón en el sitio correcto. Sólo por eso me ha compensado ver esta primera temporada.

PUNTUACIÓN: 7/10

¿Habéis visto esta serie, qué os han parecido? Espero vuestros comentarios. Y si gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Heroes Reborn 1, de Jason Aaron y Ed McGuinness (Marvel Comics – Panini)

Actual etapa de Jason Aaron en Los vengadores se toma un respiro este mes de septiembre, al comenzar Panini la publicación de Heroes Reborn, miniserie ambientada en un mundo en el que los Héroes Más Poderosos de la Tierra jamás llegaron a reunirse, realizada por Aaron en colaboración con el dibujante Ed McGuinness.

PUNTUACIÓN: 7/10

¡Un mundo sin Los Vengadores! Bienvenido a un mundo donde Tony Stark nunca construyó la armadura, donde Thor es un borracho ateo al que no le interesan los martillos. Donde Wakanda es considerada un mito. Donde el Capitán América nunca fue despertado de su sueño de hielo, porque no había Vengadores que lo hicieran. Este mundo ha sido protegido por el Escuadrón Supremo de América. Ahora luchan contra enemigos como el Doctor Juggernaut, Cráneo Negro, La Bruja Plateada y Thanos con sus Anillos del Infinito. ¿Pero por qué parece que sólo el hombre llamado Blade recuerda que, de alguna manera, el mundo ha… renacido?

Heroes Reborn fue publicada en Estados Unidos como una miniserie de siete números más un especial Heroes Return final, que en España van a ser recopiladas en 5 grapas quincenales durante septiembre, octubre y noviembre. Este primer número nos trae el Heroes Reborn 1 USA, mientras que los números 2, 3 y 4 contendrán dos grapas USA, para terminar el último número con el especial Return.

Diría que Jason Aaron debe ser fan del Escuadrón Supremo, porque los ha convertido en secundarios recurrentes en su etapa en Los Vengadores, convertidos en la primera línea de defensa de los Estados Unidos frente a todo tipo de amenazas exteriores, clasificación en la que para el gobierno USA entran Los Vengadores. Así que de inicio, esta miniserie parece la forma de Aaron de escribir una historia con el Escuadrón Supremo como héroes puros, al menos inicialmente. Porque estos héroes aparentemente están manipulados por un Phil Coulson revivido por Mefisto, lo que nos dió en los comics de Los Vengadores unos enfrentamientos 100% puro Marvel.

Aaron lo cierto es que no inventa ninguna rueda con esta historia para Heroes Reborn y utiliza el típico argumento que llevamos viendo desde House of M (o antes) de un mundo diferente al nuestro en el que un único personaje, en este caso Blade, recuerda como era todo antes y luchará por devolver el mundo al estado normal. Incluso a pesar que aparentemente este mundo de Heroes Reborn parezca mejor que nuestra Tierra 616. Algo que no tengo duda que provocará el combate contra el Escuadrón que lógicamente no va a permitir que su mundo desaparezca.

Dentro de la funcionalidad de la premisa, creo que este primer número plantea bien todos los elementos de la historia, empezando por un confundido Blade que sirve de narrador para este mundo que es también extraño para él, la presentación del Escuadrón Supremo como los héroes de este mundo mientras vemos qué ha pasado con miembros de los Vengadores como Tony Stark o Carol Danvers en este mundo en el que Los Vengadores no llegaron a reunirse jamás. Creo que este primer número ha sido un buen arranque con unos villanos salidos de una pesadilla Amalgam que permite a McGuinness lucirse en lo que más le gusta, sin mostrar la amenaza real que ha provocado la creación de este mundo «Reborn». Una amenaza que en todo caso se intuye pensando en los personajes involucrados y algunos números pasados de Los Vengadores.

Hablando de McGuinness, en esta miniserie cuenta con tintas de Mark Morales y color de Matthew Wilson, y aunque en general su estilo de héroes «hinchados» no me flipa, en este caso creo que queda perfecto en la parte de peleas más grandes que la vida que Aaron plantea para que se luzca. Y lo consigue, se luce en esta presentación del mundo mostrando al Escuadrón Supremo defendiéndolo de amenazas de todo tipo. Si consiguiera dibujar toda la miniserie, creo que puede darnos un buen comic y sería un éxito para Marvel, cuyo principal déficit actual es la falta de consistencia artística en sus comics.

Junto al arte interior de McGuinness, destacaría la portada de Leinil Francis Yu. Mira que como dibujante cada vez me gusta menos, pero sus portadas tienen mucha fuerza, me gusta mucho.

Comparto las primeras páginas disponibles en la web de Panini a modo de Preview:

El comienzo de este Heroes Reborn consigue poner en el foco a los miembros del Escuadrón Supremo y dejarnos con ganas de saber por donde van a ir los tiros en la historia. Aún no siendo fan del dibujo de McGuinness, creo que el comic cumple sobradamente con su objetivo, y voy a seguir leyendo a medida que Panini publique el resto de números.

PUNTUACIÓN: 7/10

Espero vuestros comentarios. Y si gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de What If…? episodio 4 (Disney+)

Cambio de registro radical en el cuarto episodio de What if…? emitido esta semana en Disney+, mostrando la versatilidad del formato de what if?, que explica el que va a ser uno de los grandes éxitos de Marvel de este 2021.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Episodio 4. ¿Qué pasaría si… el Doctor strange perdiera el corazón en lugar de las manos?

El Doctor Strange utiliza el Ojo de Agamotto en un intento por cambiar el pasado.

Bryan Andrews se mantiene como director de la serie, y este cuarto episodio está escrito por la creadora y escritora jefe A.C. Bradley, marcando un importante cambio de tono respecto a lo visto hasta la fecha mientras descubrimos un cambio radical de los sucesos que conocimos en la primera película de Doctor Strange de Scott Derrickson.

En este episodio tenemos un verdadero All-Star de voces originales, al poder disfrutar de las voces de Benedict Cumberbatch (Stephen Strange), Rachel McAdams (doctora Christine Palmer), Benedict Wong (Wong) y Tilda Swinton (La Anciana), además del habitual Jeffrey Wright como Uatu, el Vigilante, consiguiendo un feeling de casi secuela de la película original de 2016.

Aparte de lo mucho que me ha gustado este cuarto episodio de What if…? por si mismo, me muestra lo inteligentes que son los creativos de Marvel Studios para mezclar temáticas de forma que los episodios no resulten repetitivos. Y es que si en los dos primeros episodios teniamos más o menos los sucesos de las películas de Capitán América: El Primer Vengador y Guardianes de la Galaxia cambiando al protagonista / héroe, y en el tercero nos rompieron la cabeza utilizando la estructura de un «whodunit», de forma que la identidad del asesino mostraba donde se había producido la divergencia espacio-temporal, en este cuarto episodio tenemos un fall-from-grace de libro y la transformación de un héroe en un villano debido a la obsesión de Strange de intentar salvar a la mujer que quiere. Lo mejor ante esta variedad es que cada espectador probablemente tenga un episodio favorito diferente, e incluso puede que alguno no le haya gustado, pero son tan diferentes entre sí que creo que van a conectar seguro con un espectro amplio de gente.

Frente al tono de aventura ligero que hemos tenido hasta ahora, este cuarto episodio protagonizado por Stephen Strange presenta un tono mucho más sobrio y oscuro de lo que estamos acostumbrados en un producto de Marvel Studios, aunque también y hay dos o tres bromas que funcionan muy bien, lo cual es una interesante novedad. A lo que tenemos que añadir que si no me equivoco, es el primer episodio en el que Uatu aparece en la historia e interacciona con los personajes, lo que da una buena idea de las apuestas a nivel cósmico que se van a jugar en esta partida.

La animación como siempre me parece modélica, con unos protagonistas super bien trasladados a dibujo digital, con el plus de las voces originales. Además de la excelente iluminación y mostrar algunas escenas de acción de forma excelente, teniendo en cuenta los poderes de Strange, plantea unos diseños super chulos de seres de otras dimensiones, varios de los cuales diría que están salidos de los comics, lo cual siempre es un plus. Y como podéis ver en la imagen, tampoco se cortan un pelo a la hora de crear unos espacios que me volaron la cabeza.

El episodio me parece un triunfo a todos los niveles, ya sea por su final lógico e inevitable al que se dirigen, pero también al resaltar que el What if…? es un contenedor de «endless possibilities», parafraseando la intro de Uatu. Y de momento Marvel Studios está sacando diamantes en bruto en cada entrega. No puedo disfrutar más de lo que lo estoy haciendo con esta serie.

De hecho, ahora que ya hemos visto 4 episodios y no creo que vaya a equivocarme, es más que probable que este What if? me vaya a dar el mejor entretenimiento 100% puro Marvel Comics que vamos a tener en Disney+ en este año. Y WandaVision me flipó, pero es un concepto más televisivo que comiquero, si me permitís hilar super fino.

En este sentido, frente a los tontos que no saben de lo que hablan y sus quejas absurdas sobre que «todas las películas (series) de superhéroes son iguales», Marvel Studios de nuevo les deja en mal lugar al haber estrenado en lo que llevamos de año 4 series que no pueden ser más diferentes entre si, demostrando con el ejemplo que el género de superhéroes es, al igual que este What if?, un envoltorio donde pueden contarse todo tipo de historias.

Comparto el teaser trailer de este episodio:

What if…? me está flipando de forma increíble y ofrece cada semana unas historias super variadas y carismáticas que creo que están haciendo las delicias de los fans veteranos de los comics Marvel como yo.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

¿Estás viendo la serie, qué te pareció? Espero tus comentarios. Y si te gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que sigas mi blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de Juramentada de Brandon Sanderson (El Archivo de las Tormentas 3)

Aproveché las vacaciones de verano para leer Juramentada, la tercera parte de la tetralogía de El Archivo de las Tormentas de Brandon Sanderson situada en el mundo fantástico de Roshar. Y la experiencia no puede ser más satisfactoria.

PUNTUACIÓN: 8/10

Juramentada es la aclamada continuación de El camino de los reyes y de Palabras radiantes , y tercera parte de la decalogía «El Archivo de las Tormentas», obra maestra de la fantasía épica que ha coronado la lista de best sellers de The New York Times y ha postulado a Sanderson como el autor de género que más lectores está ganando en todo el mundo.

La humanidad se enfrenta a una nueva Desolación con el regreso de los Portadores del Vacío, un enemigo tan grande en número como en sed de venganza. La victoria fugaz de los ejércitos alezi de Dalinar Kholin ha tenido consecuencias: el enemigo parshendi ha convocado la violenta tormenta eterna, que arrasa el mundo y hace que los hasta ahora pacíficos parshmenios descubran con horror que llevan un milenio esclavizados por los humanos. Al mismo tiempo, en una desesperada huida para alertar a su familia de la amenaza, Kaladin se pregunta si la repentina ira de los parshmenios está justificada.

Entretanto, en la torre de la ciudad de Urithiru, a salvo de la tormenta, Shallan Davar investiga las maravillas de la antigua fortaleza de los Caballeros Radiantes y desentierra oscuros secretos que acechan en las profundidades. Dalinar descubre entonces que su sagrada misión de unificar su tierra natal de Alezkar era corta de miras. A menos que todas las naciones sean capaces de unirse y dejar de lado el pasado sangriento de Dalinar, ni siquiera la restauración de los Caballeros Radiantes conseguirá impedir el fin de la civilización.

BRANDON SANDERSON (Lincoln, Nebraska, 1975) es el gran renovador de la fantasía del siglo XXI, con veinte millones de lectores en todo el mundo, y el autor más prolífico del mundo. Desde que debutara en 2006 con su novela Elantris, ha deslumbrado a lectores en treinta lenguas con el Cosmere, el fascinante universo de magia que comparten la mayoría de sus obras. Sanderson es autor de la brillante saga Nacidos de la Bruma (Mistborn), formada por El Imperio Final, El Pozo de la Ascensión, El Héroe de las Eras, Aleación de ley, Sombras de identidad y Brazales de Duelo. Tras El aliento de los dioses, una obra de fantasía épica en un único volumen en la línea de Elantris, inició con El camino de los reyes una magna y descomunal decalogía, El Archivo de las Tormentas, que continuó con Palabras radiantes, Juramentada y El Ritmo de la Guerra (además de la novela corta Esquirla del Amanecer). Con un plan de publicación de más de veinte futuras obras (que contempla la interconexión de todas ellas), el Cosmere se convertirá en el universo más extenso e impresionante jamás escrito en fantasía épica.

Sanderson vive en Utah con su esposa e hijos y enseña escritura creativa en la Universidad Brigham Young.

Juramentada es otro tochal de 1400 páginas que sólo de mirarlo ya me producía vértigo. Compré la novela hace unos meses, pero ya tenía claro cuando lo hice que hasta que no llegaran las dos semanas de vacaciones no iba a ser posible adentrarme en ella. Esperé paciente hasta que llegó el momento, y la verdad es que mis impresiones tras leerla no pueden ser mejores. Lo primero ante lo que hay que quitarse el sombrero es por la capacidad de Sanderson de crear historias complejas -super complejas-, en las que parece que todo lo que sabemos del mundo inicialmente se irá demostrando falso, poblado de personajes maravillosos como Danilar Kholin, Shallan Davar o Kaladin que forman ya parte de la historia de la fantasía épica.

En una novela de 1400 páginas hay espacio para casi todo, y me alucina como en medio de una historia super vasta y compleja, Sanderson tiene tiempo de crear a un conjunto de secundarios alucinantes con los que conectas igual que con los protagonistas, como son los miembros del Puente Cuatro Roca, Moash o Teft, la pashmendi Venli o la reina Navani, por nombrar a unos pocos. Pero en medio de todos ellos, Juramentada es sobre todo la historia de Danilar y Shallan, y la forma en que siguen adelante a pesar de todo. En esta novela conoceremos la historia de Danilar y cómo incluso a pesar de cometer las mayores atrocidades, en un pasado que estuvo oculto hasta ahora, es posible cambiar e intentar ser mejor persona. Para Sanderson, los héroes no son seres de perfección inmaculada, sino aquellas personas que deciden cambiar y hacer lo correcto hoy a pesar de todos los pecados que hubieran cometido en el pasado. Y en ese sentido, conocer la historia de Danilar hace que alucine con Sanderson y su capacidad narrativa. Pensar que los giros de esta novela de alguna manera estaban planificados cuando empezó a escribir la primera me parece alucinante.

Y si Danilar se enfrenta a su pasado, Shallan debe lidiar con sus propias inseguridades del presente que provocan que cree diferentes personalidades que la ayuden a enfrentarse a numerosos desafíos a lo largo de la novela. Si ya flipé con el giro de su pasado que conocimos en la novela pasada, en esta nos seguiremos adentrando de forma brillante en su psique fragmentada. Frente a Danilar y Shallan, debo reconocer que Kolinar queda un poco relegado en la novela, aunque Sanderson guardaba para él unos momentazos super chulos al comienzo de la novela y en el climax final.

Sanderson triunfa (que sorpresa) con su high-concept sobre la propia creación de Roshar y con una historia repleta de giros, sorpresas y traiciones en el bando de los humanos que hace que no sepamos en quien confiar y en la que antiguos enemigos brindarán su ayuda. Junto a eso, la lucha de los pashmendi por liberarse de la esclavitud resulta lógica y casi quieres ponerte de su lado, creando un problema ético y moral que no tiene soluciones fáciles.

Por comentar algo menos bueno (no me atrevería a llamar a nada que escribe Sanderson «malo»), el climax de la novela casi parece un momento Portals de Vengadores Endgame, guardando un papel para todos los personajes en la lucha final. Sin embargo, dentro de lo bien escrito que está todo y el gran uso que hace de la tensión en las últimas doscientas páginas, sigue quedándose por debajo del momentazo en El Camino de los Reyes con la llegada de Kaladin a la batalla en las montañas quebradas, que posiblemente sea lo más épico que he leído en una novela ¿desde siempre? Es decir, no es que el final de Juramentada sea malo, sino que me estoy quejando de que se me queda «sólo» en notable. Ese es el nivel de Sanderson.

En ese sentido, aunque el world-building de Sanderson es una pasada, reconozco también que las primeras 500 páginas pueden resultar durillas, mientras conocemos la nueva realidad de los reinos alezi en la recién descubierta torre de Urithiru, que se guarda numerosas sorpresas a lo largo de la narración, y el papel de los protagonistas y de los secundarios en la historia. Esto es algo que ya esperaba, la verdad, y precisamente por ello esperé a empezar a leer la novela hasta las vacaciones, de forma que asegurara que una vez empezada, iba a leer la novela de un tirón.

Pensar que Sanderson plantea esta historia en 10 novelas de este tamaño indica el nivel de complejidad y de planificación con la que trabaja el novelista, y es algo que me vuela la cabeza completamente. La lectura de Juramentada ha sido increíblemente satisfactoria. A pesar de lo mucho que recomiende esta saga de El archivo de las Tormentas, siento que me voy a seguir quedando corto.

Juramentada me ha gustado mucho, aún reconociendo que no ha llegado a la épica de El Camino de los Dioses. Pero sin duda me ha dejado con ganas de más y no veo el momento de comprarme El Ritmo de la Guerra, la cuarta entrega de El Archivo de las Tormentas que se publicó hace unos meses. Aunque sea para tenerlo en casa hasta las próximas vacaciones en que pueda encontrar la tranquilidad mental para poder leerla.

PUNTUACIÓN: 8/10

Espero vuestros comentarios. Y si gustó este artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Jonathan Hickman abandona las serie mutantes de Marvel Comics

Comienzo el mes de septiembre reflexionando sobre la noticia publicada hace un par de semanas de la marcha de Jonathan Hickman de las colecciones mutantes que relanzó hace apenas dos años, y lo que significa para la franquicia mutante de Marvel Comics.

La noticia no es nueva. El pasado 17 de agosto Entertainment Weekly soltó la bomba: Inferno será la última historia guionizada por Jonathan Hickman dentro de la franquicia mutante. El evento que empieza a publicarse este mes de septiembre en Estados Unidos, permitirá a Hickman cerrar varias tramas además de dejar el camino libre para la nueva etapa. En palabras del propio Hickman:

«Oh, plans have changed entirely,» Hickman says. «When I pitched the X-Men story I wanted to do, I pitched a very big, very broad, three-act, three-event narrative, the first of which was House of X. And while this loosely worked as a three-year plan, I told Marvel upfront that I honestly had no idea how long the first part would last because there were a lot of interesting ideas that I had seeded that other creators would want to play with, and so, we left this rather open-ended. I was also pretty clear with all the writers that came into the office what the initial, three-act plan was so no one would be surprised when it was time for the line to pivot.»

Hickman continues, «However, I also knew that I was cooking with dynamite, and it was very possible that what I had written in House of X, and the ideas contained within, was not actually the first act of a three-act story, but something that resonated more deeply and worked more like Giant-Size X-Men, where it would represent a paradigm shift in the entire X-Men line for a prolonged period of time. So, during the pandemic, when the time came for me to start pointing things toward writing the second-act event, I asked everyone if they were ready for me to do that, and to a man, everyone wanted to stay in the first act. It was really interesting, because I appreciated that House of X resonated with them to the extent that they didn’t want it to end, but the reality was that I knew I would be leaving the line early.»

«Marvel doesn’t really pay me to just write ongoing monthly books, there’s an expectation for me to write bigger books that have a wider reach than that,» Hickman tells EW. «In an effort to facilitate both things, we’ve all spent the last six months or so reorienting the line, me creating Inferno to assist with that, and then bringing in some new writers to add to the existing team, and then plan for the next several years of X-books. So after Inferno, I’ll be leaving to go work on my ‘Next Big Marvel Thing™’ and starting in January the X-Line will rocket forward starting with a weekly series that leads into the very cool, refocused, line of books. Yes, it’s taken us a little while to get everything assembled correctly, but the end result — everything that’s coming after Inferno — is going to be pretty great.»

Así que Hickman planteó una gran historia río para los mutantes de Marvel Comics, estructurada en tres grandes arcos argumentales con tres grandes eventos que sirvieran de puente entre cada fase, con Dinastía de X y Potencias de X como el gran inicio que reinició la franquicia mutante y puso en marcha todo. Esto planes fueron a su vez comunicados a los diferentes guionistas para que a su vez pudieran amoldar sus tramas y no les pillara de sorpresa cuando el statu-quo cambiará cuando Hickman iniciara la Fase 2 de su historia.

Sin embargo, a medida que se acercaba el momento de cambiar de fase, descubrió que los guionistas del resto de series estaban más interesados en mantenerse en la actual Fase 1 y seguir desarrollando los conceptos en sus series como hasta ahora, antes que aceptar el cambio dramático que se intuía que planeaba Hickman. Algo que supongo compartirían los editores de Marvel dadas las buenas ventas generales del relanzamiento mutante. Hickman comenta que tampoco es que estos cambios fueran inamovibles, ya que su estructura era abierta y daba margen para ser modificada a medida que se escribiera.

Así que visto lo visto, Hickman ha planteado sus últimos seis meses en la franquicia liberándola de ataduras para que los escritores y editores que se quedan la dirijan como ellos estimen oportuno a partir de Inferno. Aún cabe la posibilidad que algunas ideas de Hickman lleguen a ver la luz en algún momento, ya que los editores entiendo que conocen a grandes rasgos los hitos que Hickman planteaba para el final de cada fase, así como el final que planteaba para el final de su historia río en los mutantes. Pero esa posibilidad parece lejana y, en todo caso, estas ideas se verán diluidas con las nuevas historias que vayan a desarrollarse a partir de Inferno.

Hickman comenta además otro hecho importante: Marvel no le ha contratado como un guionista al uso, sino para desarrollar conceptos más grandes que la vida que afecten a toda la línea editorial. Esto significa que Hickman ha sido más editor que escritor en su comic de Patrulla-X, supervisando durante estos casi dos años de estancia en la franquicia mutante que todos los comics se dirigieran en la dirección correcta, manteniendo eso si su ADN propio. Este anuncio de Hickman se solapó con otra noticia importante que revolucionó el mes de agosto, y es que Hickman y otros autores han decidido publicar sus próximas obras de creación propia a través de la plataforma de newsletters Substack. Este anuncio más la marcha de los mutantes hizo temer que Hickman fuera a abandonar Marvel, pero el propio escritor negó este hecho y anunció en la entrevista que ya está preparando su siguiente gran serie para Marvel, que de momento no ha anunciado.

Como decía, la noticia se publicó el 17 de agosto. Sin embargo, ya desde el anuncio que Gerry Duggan y no Hickman iba a guionizar la nueva serie de X-Men con Pepe Larraz, que ya se intuía que algo estaba pasando y que no era normal que Hickman abandonara las joyas de la corona, por muy buena colaboración que tuviera con Duggan.

Si miramos el vaso medio lleno, no deberiamos juzgar un cambio hasta que se produzca, y nada impide a priori que aún sin Hickman, los comics mutantes a partir de 2022 puedan seguir ofreciendo un buen entretenimiento a los lectores. Sin embargo, qué queréis que os diga, la sensación de decepción no puede ser mayor. Empezando porque Hickman contó la historia que quiso en Los 4 Fantásticos o Los Vengadores, que culminaron en las sobresalientes Secret Wars en 2015. Que Marvel diera el OK a un plan a tres / cuatro años vista para los mutantes y lo haya cortado cuando sólo llevaba dos y sin haber pasado de la etapa inicial de presentación de los conceptos principales, más que decepción es una estafa. De hecho, en mis reseñas mensuales de los comics mutantes, llevaba meses comentando que muchos comics de Patrulla X eran demasiado trama y muy poco carisma de los personajes, pero que lo aceptaba pensando que las ideas que presentaba iban a ser desarrolladas más adelante. Y ahora nos encontramos que esto puede que pase, o igual no, casi parece que haya tirado mi dinero a la basura durante estos meses. Si, es una exageración, pero en parte esta sensación se ha pasado por mi cabeza en los últimos días.

De hecho, nada surge del vacío. Y aparte de las sensaciones que me transmitía la serie principal de Patrulla X, hay otro elemento clave: Hickman tenía razón, el cambio de statu-quo era imprescindible tras estos dos años de historias. De hecho, este mismo mes escribía sobre Merodeadores y Nuevos Mutantes , antes de conocer la noticia de Hickman, y destacaba que la primera había agotado el concepto inicial y daba la sensación de no dar más de si, mientras que los Nuevos Mutantes se habían convertido con Vita Ayala en un comic aburrido que no hay quien lea. La franquicia mutante tras dos años de reinicio se ha convertido en un sub-universo abarrotado de comics algunos de los cuales son de dudosa calidad y no acaban de justificar su existencia. De hecho, ahora mismo, sólo los comics escritos por Benjamin Percy, X-Force y Lobezno, me están resultando satisfactorios, a los que habría que unir SWORD de Al Ewing y Valerio Schiti, conectado con los mutantes pero también al universo galáctico de Marvel que Ewing está poniendo en marcha en los últimos meses.

Otro problema que veo es que Hickman me parece insustituible en estas largas historias río. Y reconozco que me gusta el trabajo de Al Ewing, Gerry Duggan, Benjamin Percy y Simon Spurrier, pero van a tener que compartir franquicia con escritores menos talentosos como Tini Howard, la ya mencionada Vita Ayala, Zeb Wells o Leah Williams, con lo que el nivel de calidad inevitablemente va a caer. Algo que ya era evidente en los últimos meses antes incluso del abandono de Hickman.

Con el relanzamiento de 2019/2020 empecé leyendo todos los comics mutantes porque me interesaba saber de todos los personajes, aunque en seguida decidí dejar Excalibur y Fallen Angels, sumado a no empezar a comprar Hellions. Incluso un evento como fue X de Espadas que en general me gustó, acabó siendo una crossover hinchado que nos trajo unos números bestiales (los dibujados por Larraz), junto a otros montoneros, y la sensación en muchos momentos que «diferente» no siempre es mejor, con algunos números planteados para romper expectativas que acabaron siendo un WTF?! de libro, con algunos elementos presentados que al final no tuvieron ninguna importancia en la resolución de la historia.

Con el abandono de Hickman y la confirmación que Marvel ha preferido alargar el chicle, he perdido completamente el interés por la nueva historia río. Igual no está mal, pero es imposible que pueda ser igual que la de Hickman. De hecho, es que veo el concepto de nuevos comics anunciados como Children of the atom o XCorps, y no pueden apetecerme menos. Eso unido a descubrir que comics como X-Factor cierra por bajas ventas en su número 11, me muestra que Marvel está matando la gallina de los huevos de oro, y hubiera sido mejor mantener 5 comics buenos de verdad en lugar de estas 8/9 series mensuales que más o menos se llevan publicando en los últimos meses.

Justo ayer comentaba en mi post sobre DCsos: Planeta Muerto de Tom Taylor y Trevor Hairsine que uno de los motivos del éxito de este comic era que DC había aceptado que Taylor cerrara la historia en su tercer miniserie, ofreciendo un final satisfactorio. Lo bueno si breve, dos veces bueno, comentaba. Claramente Marvel no piensa lo mismo. Y es un pena. Y lo que es peor, nos muestra la peor cara de La Casa de las Ideas, que hará lo que sea para poder «colarnos» un evento más, una saga que nos obligue a comprar chorrocientos comics que a priori no nos interesaban.

De momento, por supuesto compraré los nuevos X-Men de Duggan y Larraz, pero se acabó de dar a la franquicia mutante un crédito que no se ha ganado durante este 2021. En el momento que un comic dos o tres meses seguidos me parezca montonero, lo dejaré de comprar y buscaré nuevos comics que me enganchen. A falta de que Inferno llegue a España en 2022, es una pena tener que dar por muerta y enterrada antes de tiempo a la etapa de Jonathan Hickman en la franquicia mutante. ¡Qué pena!

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!