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Crítica de Black Panther de Marvel, dirigida por Ryan Coogler

Black Panther, dirigida por Ryan Coogler (Fruitvale Station, Creed), y protagonizada por el héroe presentado en Capitán América: Civil War, pone de manifiesto que Marvel es una máquina de fabricar éxitos que conectan con el gran público, en esta caso sobre todo con la comunidad afroamericana de los Estados Unidos.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Black Panther cuenta la historia de T’Challa quien, después de los acontecimientos de «Capitán América: Civil War», vuelve a casa, a la nación de Wakanda, aislada y muy avanzada tecnológicamente, para ser proclamado Rey. Pero la reaparición de un viejo enemigo pone a prueba el temple de T’Challa como Rey y Black Panther como defensor del reino, ya que se ve arrastrado a un conflicto que pone en peligro el destino de Wakanda y del mundo.

Cuando Marvel planteó hacer una película protagonizada por Black Panther (Pantera Negra de toda la vida), estaba claro que el director seleccionado debía ser un autor afroamericano, de forma que los deseos y anhelos de esta comunidad se vieran satisfechos. Ryan Coogler realmente era la elección perfecta para llevar a buen puerto esta producción. Supe de él gracias a Creed, notable continuación de la saga de Rocky, y me abrió la puerta a conocer su opera prima, la también notable Fruitvale Station, en la que nos muestra las últimas horas en la vida de Oscar Grant (Michael B. Jordan), un joven afroamericano asesinado por la policía de Oakland (California).

En lo positivo, debo decir que Black Panther me ha parecido una pelicula bastante entretenida en la que sobre todo me ha gustado la construcción del mundo de Wakanda, un pais de alta tecnología gracias al Vibranium, que está cerrado al mundo como forma de proteger los tesoros que posee. El nuevo Rey T’Challa (Chadwick Boseman) tendrá que decidir si es posible mantener esta forma de vida mantenida durante generaciones en un mundo en el que los superhéroes existen y las amenazas son globales.

Wakanda y sus habitantes lucen espectaculares gracias a la fotografía de Rachel Morrison (nominada al Oscar por Mudbound), al vestuario de Ruth E. Carter y a un excelente diseño de producción. Descubrimos un pais que mezcla sin problemas la más alta tecnología con las tradiciones más ancestrales, como que el Rey se decide por combate entre candidatos con sangre real pertenecientes a las cinco tribus fundadoras de Wakanda. Todos estos elementos convierten a este imaginario pais en el alma de África, el bastión en el que una cultura negra se mantuvo y triunfó frente al enemigo colonial blanco.

La llegada de Eric Killmonger (Michael B. Jordan, actor fetiche para Coogler) sacará a la luz un pecado del pasado que amenazará con destruir el pais. Killmonger pone de manifiesto la hipocresía de Wakanda, que se cree una cultura superior, pero que deja morir a africanos y afroamericanos pobres ya que pone siempre de por delante su aislacionismo frente al bienestar de los inocentes.

Debo decir que el guión de Joe Robert Cole y Ryan Coogler tenía como prioridad mostrar este rico mundo al público mainstream, y en este aspecto la película es un éxito y te quedas con ganas de saber cómo continúa la historia. Para conseguirlo, más que ser el típico arco de origen del protagonista estamos ante una historia coral en el que la familia del Rey cobra casi tanto protagonismo como el monarca en ejercicio. Entre un largo y carismático reparto destaco a Lupita Nyong’o como Nakia, la novia de T´Challa, Letitia Wright, como la hermana de T´Challa Shuri o Danai Gurira como la general Okoye de las Dora Milaje, la guardia de honor del Rey.

A estas tres actrices uniría a las veteranos Angela Basset como Ramona, la madre de T´Challa, y Forest Witaker como el consejero Zuri. Así como a los veteranos de otras películas Marvel Martin Freeman, como el agente de la CIA Everet Ross presentado en Capitán América: Civil War, y Andy Serkis como Ulysses Claw, visto en Vengadores: Age of Ultron. Estos dos actores son prácticamente la excepción dentro de un casting formado casi completamente por afroamericanos.

También destaco la música del sueco Ludwing Göransson, unido a unas canciones creadas por Kendrick Lamar que consiguen unir tradición y modernidad en una película que globalmente tengo que decir que es muy entretenida.

Sin embargo, y aquí termina lo bueno, también debo decir que aunque entretenida, globalmente la película me ha parecido una decepción. Estamos ante una película que se queda a años luz de otras películas Marvel como Vengadores, Winter Soldier, Guardianes de la Galaxia, Capitán América: Civil War o incluso  Doctor Extraño, para mi muchísimo más imaginativa y satisfactoria.

Me han decepcionado muchísimo las escenas de acción, y más viniendo de Coogler, que lo bordó en Creed. La única escena chula es un plano secuencia en un casino en Corea, y la protagoniza la Dora Milaje Okoye, no el protagonista. E igual que critiqué el CGI de Wonder Woman, me fastidia que el climax final sea una pelea entre Black Panther y Killmonger en una cueva oscura en la que no se ve lo que está sucediendo porque ambos llevan trajes de Black Panther oscuros. A lo que unimos una genérica escena de combate aéreo o una batalla entre tribus locales sin tensión. Todo super anticlimático y carente de emoción, provoca que aunque la película empezó muy bien, se acabe desinflando sin remisión.

Otro tema es la propia figura de T´Challa. Se destaca mucho el aspecto coral de la película, pero lo cierto es que la película no destaca todo el carisma que se le suponía tras ver su presentación en Civil War.

Si tomamos como ejemplo al Capitán América, a pesar de que ya le conocimos en su primera película «El primer Vengador» y en Vengadores, en Winter Soldier se presenta a Steve Rogers como el verdadero Super Soldado en la ya mítica escena del rescate del barco Estrella de Lemuria, que nos dejó a todos con la boca abierta. ¿Qué hace Coogler para presentar a Black Panther? Crea una escena nocturna en la que no se ve nada, que es una forma muy extraña de mostrar al espectador que T´Challa es nuestro héroe. Además, otra cosa que me chirrió es que el traje de Vibranium es impenetrable, por lo que no existe verdadera sensación de peligro para T´Challa en ningún momento. Y por eso su antagonista Killmonger se enfrenta a él primero sin habilidades especiales y luego ambos con el mismo traje para igualar el combate.

Black Panther toma también elementos de las películas de James Bond, haciendo la hermana Shuri de una suerte de Q que le prepara gadgets de alta tecnología. Durante la primera mitad de la película la película viaja a Corea para ver una escena en un casino clandestino y una persecución nocturna por las calles de Seúl. Personalmente a mí no me ha encajado principalmente porque distrae de la trama principal y de hecho hace que Killmonger, presentado al comienzo de la película, desaparezca de pantalla durante más de media hora. Un Killmonger del que no entiendo su relación con Claw visto como es resuelta, ni me ha parecido una actuación tan carismática. Buena si, excelente no.

Tras una interesante presentación de Wakanda y sus habitantes en la primera media hora, el subargumento de Corea rompe la película en dos hasta la llegada de Killmonger a África para disputarle el trono a T´Challa. En mi opinión, narrativamente algo que resta en lugar de sumar.

Decía unos hace días que en este mundo de corrección nadie se atrevería a criticar un blockbuster hecho por afroamericanos, y parece que se ha cumplido. Porque hay muchas cosas positivas en Black Panther y globalmente creo que es entretenida, pero no entiendo que se obvie lo aspectos no tan buenos que acabo de comentar, que para mí también son evidentes. Personalmente, quiero que se hagan más películas con protagonistas y temáticas diversas. Pero no creo que Black Panther haya resultado el mejor ejemplo de lo que puede conseguirse con estos personajes. Como tampoco me lo pareció la película de Wonder Woman estrenada el año pasado.

Entiendo que la comunidad negra de los EE.UU. se haya lanzado en tromba a ver una película que no muestra a los negros en el guetto, siendo pobres, drogatas o delincuentes, sino que muestra una cultura africana exitosa y más avanzada que la América actual. Sin duda, una película protagonizada por héroes de color que son personas de éxito que muestran que la negritud es también noble y exitosa es «El Dorado» para la comunidad afroamericana, como nos explicaban en el propio teaser de la película. Y me parece genial que esta película ofrezca héroes con los que identificarse a la comunidad afroamericana, de la misma forma que Wonder Woman hizo lo mismo con el público femenino.

Es este aspecto cultural que es independiente de la calidad de la película en si, lo que ha convertido a Black Panther (y el año pasado a Wonder Woman) en un gran éxito de taquilla en su estreno en los Estados Unidos. Porque más que una película es un evento que hay que ver, al igual que , salvando las distancias, pasó con Avatar y su 3D, Titanic o Star Wars VII, películas que consiguieron que gente que habitualmente no va al cine pasara por taquilla para verla. Black Panther ha recaudado 201 millones en su primer fin de semana en los USA, convirtiéndose en el quinto estreno más taquillero de la historia. Una barbaridad.

Comparto a continuación el primer teaser de esta película:

En parte me alegra este éxito de Black Panther, porque significa que Marvel como empresa va a poder seguir haciendo lo que quiera durante muchos años y aseguramos que seguirán haciendo muchas películas de nuestros héroes favoritos. Pero lamento decir que de las 18 películas Marvel, solo han habido tres de las que no salí flipado queriendo volver a verla inmediatamente y comprar el blu-ray: Iron Man 2, Ant-Man y esta Black Panther. Una pena y una decepción, de la que espero que Vengadores Infinity War consiga resarcirme.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Crítica de Imperio Secreto de Marvel

El final del Imperio Secreto de Marvel ha culminado la entretenida historia de Nick Spencer surgida a partir de Mayo de 2016, cuando se conoció que  Steve Rogers era un infiltrado de Hydra.

PUNTUACIÓN: 7/10

Tras meses de maquinaciones en la sombra, Steve Rogers traicionó a sus compañeros y tomó el control de los Estados Unidos. Este fue el punto de partida de este evento, en el que veremos por un lado las decisiones que tiene que tomar Steve Rogers para consolidar el dominio de Hydra, y por otro lado, como los héroes tienen que reagruparse y rearmarse para iniciar el contra-ataque. Un rearme que tiene que ser más moral que físico, tras sufrir los Vengadores una de las traiciones más dolorosas de su historia.

El plan de Steve Rogers parece imbatible. Gracias a una perfecta planificación, ha aislado a un numeroso grupo de héroes en Nueva York, rodeados por una dimensión oscura. En este grupo encontramos al Doctor Extraño y a varios héroes urbanos como Daredevil, Luke Cage e Iron Fist, Capa y Puñal o Jessica Jones entre otros.

Por otro lado, los héroes cósmicos están bloqueados por un escudo planetario, y se ven abocados a la aniquilación por el ataque de varias olas de Chitauri. Entre estos héroes encontramos a Capitán Marvel, Nova, Quasar, los Ultimates o los Guardianes de la Galaxia.

El descubrimiento que Kobik, un Cubo Cósmico que ha adquirido consciencia con la forma de una niña podría ser responsable del cambio de Steve Rogers, pondrá en marcha una carrera contra el reloj para encontrar los diversos trozos diseminados por todo el planeta. Este será el punto de inflexión que marcará el antes y el después de este evento.

En lo positivo, decir que esta serie de 10 episodios, a los que hay que sumar el especial del Día del Comic Gratis y un número 0, se leen como una historia completa en si misma que sirve de conclusión satisfactoria a la larga etapa de Nick Spencer en la que Steve Rogers y Sam Wilson compartieron el título de Capitán América. En ella vimos como Rogers conspiraba contra un Sam Wilson cada vez más sobrepasado frente a una extrema derecha que puso a una parte de la sociedad americana en su contra.

Imperio Secreto se puede disfrutar sin necesidad de leer los numerosos tebeos relacionados con el evento, con la excepción de los números de los Capitanes América Rogers y Wilson, escritos también por Spencer. Cada número es muy entretenido y pasan muchas cosas, y consigue dejarnos con cliffhangers que nos dejan con los dientes largos.

El retorno del Steve Rogers «bueno» marcará la vuelta al status-quo previo y la confirmación de que, al final, los buenos siempre triunfan en los comics Marvel. Y aunque en parte Imperio Secreto es la típica historia en la que el bien al final gana al mal y todo vuelve a la normalidad, también sirve de metáfora frente al avance de ideologías cada vez más extremistas en nuestra sociedad, y que se nutre de la enorme polarización de nuestra sociedad, en la que ya no se debaten ideas sino que todo se mide en el «o estas conmigo o contra mi».

Pero Spencer consigue darnos la clave de toda su historia en el epílogo de esta serie, contado en el número Omega, excelentemente dibujado por Andrea Sorrentino y Joe Bennet. El malvado Rogers no realizó un golpe de estado ni usurpó el poder sino que fue el pueblo el que acudió a él para que les protegiera.  Y si Steve Rogers es un héroe no es sólo por sus valores morales y por enfrentarse a los villanos, sino porque sabe también los peligros de un líder mesiánico al que el pueblo otorga poderes absolutos, ya que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones.

Realizando un excelente análisis de la realidad de la sociedad americana, Imperio Secreto nos cuenta como el mal puede llegar a alcanzar el poder sin que la gente normal nos demos cuenta hasta que sea demasiado tarde. No es imposible que suceda, de hecho hay gente que opina con razón que ese golpe de estado ya se ha producido. Y en el mundo real, no va a aparecer un super-héroe que lo arregle todo con un puñetazo, sólo la unión de toda la sociedad puede vencer sus miedos y a los que intentar dividirla.

Hay sin embargo dos elementos negativos en Imperio Secreto que es necesario comentar.

En primer lugar, el guión de Spencer, aunque entretenido, ocupa una gran parte de la serie en la búsqueda de los trozos del Cubo Cósmico. Demasiada parte, en mi opinión. Una parte imprescindible para lo que luego leeremos, pero que durante su lectura daba la sensación de ser casi unos «minutos de la basura», por utilizar un símil de basket, que alargaba el momento que todos queríamos leer, el enfrentamiento de Steve Rogers con los héroes, y en concreto con Sam Wilson.

En este sentido, el final es lógico en función de todo lo leído durante esta larga etapa de Spencer, iniciada incluso antes del «Hail Hydra» en el evento Punto Muerto en el que conocimos por primera vez a Kobik. Sin embargo, realmente la clave de la historia es un deux-ex-machina de libro, que en función de tu suspensión de credulidad hará que el final te gusté más o menos. Yo disfruté del camino recorrido, pero puedo entender que haya gente que le haya podido parecer un bluff en toda regla.

El segundo elemento negativo es el baile de dibujantes, que hace imposible que la historia se sienta unitaria y compacta. A pesar de contar con dibujantes como Daniel Acuña o Andrea Sorrentino que me encantan, Imperio Secreto no consigue tener una personalidad definida con todos los cambios. Y es que a los dibujantes anteriores hay que sumar a Steve McNiven en el primer y último número, y a Rod Reis en los prólogos al comienzo de cada capítulo.

Este problema está totalmente provocado por la propia Marvel y su política de publicación. Siguiendo su tónica habitual, la editorial publicó estos 10 números en 5 meses, de Mayo a Septiembre, lo que hace imposible que un solo dibujante pueda realizar todo el encargo. A corto plazo les puede interesar para vender más comics y liderar las listas de ventas durante esos meses, pero creo que a la larga provoca que la serie no sea todo lo buena que hubiera podido ser. ¿Por qué recordamos Civil War o las últimas Secret Wars? Por supuesto por las historias de Mark Millar y Jonathan Hickman, pero también por que fueron excelentemente dibujadas por McNiven y Esad Ribic. Y pasados los años estas series se siguen vendiendo en formato tomo por ambos motivos. Una pena que Marvel esté establecida en el cortoplacismo y provoque que eventos bien escritos acaben en cierta forma en una tierra de nadie.

En todo caso, a pesar de estos aspectos menos buenos, la verdad es que la serie es muy entretenida, y si eres un marvelita, es obligatoria su lectura, ya que culmina casi dos años de historias de la Casa de las Ideas.

PUNTUACIÓN: 7/10

Las películas más esperadas de 2018

¡Feliz año 2018! Quiero aprovechar este primer artículo para comentar doce películas que espero con muchas ganas para este  nuevo año. Voy a colocarlas en función de su fecha de estreno, no de las ganas que tengo de verlas.

 

FEBRERO

LA FORMA DEL AGUA, de Guilermo del Toro

 

BLACK PANTHER, de Ryan Coogler

 

MARZO

READY PLAYER ONE, de Steven Spielberg

 

ABRIL

NEW MUTANTS, de Josh Boone

 

VENGADORES: INFINITY WAR, de los hermanos Russo

 

MAYO

SOLO: A STAR WARS STORY, de Ron Howard

 

JUNIO

DEADPOOL 2, de David Leitch

 

LOS INCREIBLES 2, de Brad Bird

 

AGOSTO

THE PREDATOR, de Shane Black

 

ANT-MAN Y LA AVISPA, de Peyton Reed

 

OCTUBRE

AQUAMAN, de James Wan

 

DICIEMBRE

SPIDERMAN: UN NUEVO UNIVERSO, de Bob Persichetti y Peter Ramsey

Y  vosotros, ¿teneis ganas de ver estas películas o hay otras más interesantes? Espero vuestros comentarios, saludos!!!

Lo mejor del año – Comic

Plantearme un artículo de los mejor del año en el mundo del comic es un trabajo complicado.  No solo por la enorme variedad disponible en la actualidad, sino por la dificultad en la comparación. Es más fácil valorar una serie limitada que cuenta una historia con principio y final que una serie abierta. No obstante, voy a intentar resumir lo más destacado que fui comentando durante el año.

MEDALLA DE ORO PARA LA VARIEDAD

Lo principal para mi de este año que se acaba es que en mi lista de lecturas hay cada vez mayor variedad. Sin duda, hoy más que nunca hay vida lejos de los super-héroes.

Un buen comic de ciencia-ficción que me ha sorprendido muy positivamente este 2017 es Letter 44 de Charles Soule y Alberto Alburquerque. Ciencia ficción con tintes políticos que nada tiene ver con Empress de Mark Millar y Stuart Immonem, o Prophet, de Brandon Graham y Simon Roy entre otros.

También el terror ha tenido su huevo este año con la estupenda Harrow County de Cullen Bunn y Tyler Cooke, o Rachel Rising de Terry Moore, que aunque comenzó muy bien su final fue super decepcionante. Por no hablar de Providence, la nueva obra maestra de Alan Moore junto a Jacen Burrows.

Si hablamos de historias de tinte criminal, he disfrutado el primer volumen de The Fix de Nick Spencer y Steve Lieber, una historia noir con toques de humor, o Kill or be killed, la nueva serie de Ed Brubaker y Sean Phillips que es noir con toques sobrenaturales, o el nuevo volumen de Revival, de Mike Seeley y Mike Norton.

Para 2018 solo espero poder descubrir nuevas series que me enganchen y me sorprendan, y que me permitan descubrir a autores nuevos que no conocía. Lo que me lleva al siguiente punto:

LOS AUTORES SIGUEN MANDANDO.

2017 siguió siendo el año de Tom King. El final de Vision, junto a Gabriel Hdez. Walta fue perfecto y no me extraña que esta obra haya ganado todo lo ganable. Pero también me ha gustado el final de Sheriff de Babylon, junto a Tom King, y su Batman, con varios autores. De cara al nuevo año, tengo su Mr. Miracle, de nuevo con Tom King, muy alto en mi lista de tebeos imprescindibles.

Otros autores importantes para mi son:

  • Rick Remender sigue con sus excelente Black Science junto a Matteo Escalera y Deadly Class, junto a Wes Craig. Low, con Greg Tocchini, y Seven to Eternity junto a Jerome Opeña, están resultando un poco cargantes en su repetición de varias de las obsesiones de Remender sobre la familia, el legado y la lucha frente a una sociedad que impone la sumisión al diferente.

  • Robert Kirkman, con su incombustible Walking dead, su excelente Invencible que está a punto de finalizar, y su entretenida serie de terror Outcast. Para 2018 tenemos nueva serie, Oblivion Song junto a Lorenzo de Filice, que servirá para ocupar el hueco que deja Invencible.

  • Si hablamos de «blockbuster» aplicado al mundo del comic, nadie puede superar a Mark Millar. En 2017 he leído bastantes obras del autor escocés: El segundo volumen de Jupiter´s Legacy con Frank Quitely, Reborn con Greg Capullo, Empress con Stuart Immonem, Huck, junto a Rafael Alburquerque. Además, la compra de su empresa por parte de Netflix invita a pensar no solo que su producción comiquera se va a mantener, sino que veremos en breve más adaptaciones suyas en la pequeña pantalla.

  •  Jeff Lemire sigue dándome alegrías con Descender, junto a Dustin Nguyen, a la vez que ha firmado su primera obra redonda en Marvel, Moon Knight, que ha conseguido quitarme el mal sabor de boca de series como Old Man Logan o Hawkeye.

  • Simon Spurrier sigue sorprendiendo con Cry Havoc, junto a Ryan Kelly, The Spire con Jeff Stokely, y recientemente terminé su excelente serie de Legion, junto a Tan Eng Huat, publicada en la serie X-Men Legacy de Marvel.

MARVEL CONTRAATACA

Las aguas bajan revuelas en el mundo del comic americano. En 2017 se rompe una racha de aumentos de ventas que se inició en 2011. En este contexto, Marvel se encuentra en una guerra abierta con un sector de los consumidores que rechazan las últimas propuestas de la editorial y exigen la vuelta de «sus» personajes clásicos. Aunque podría dar la sensación de que Marvel no pasa por su mejor momento, la verdad es que hay un buen puñado de series muy muy buenas.

Jason Aaron se sale mes a mes con Thor. Y durante este 2017 ha cerrado sus etapas en Doctor Extraño, con Chris Bachalo, y en Star Wars, con varios autores. Aunque también pudimos disfrutar su Marvel Legacy, no hay duda de que en breve conoceremos su nuevo encargo con La Casa de la Ideas. ¿Tal vez el evento de Marvel de las Joyas del Infinito o la nueva serie de Los Cuatro Fantásticos?  Ójala fuera esto último.

Otro autor muy polémico es Nick Spencer. Sin embargo, puedo ya decir que sus dos series de Capitán América y el evento Imperio Secreto han terminado de forma más que satisfactoria.

Mark Waid ha terminado este año su serie de Black Widow, junto a Chris Samnee, y continúa con sus volúmenes en Vengadores y Campeones, con Humberto Ramos.

Pero es que además, este año he podido leer series como Doctor Extraño y los Hechiceros Supremos de Robbie Thompson y Javier Rodríguez, o el final de la etapa de Gerry Duggan en Imposibles Vengadores, que han sido unos comics excelentes. O el final de la etapa de Silver Surfer de Dan Slott y Mike Allred.

No hay duda que la editorial sigue publicando buenos tebeos, lo que falta es buena predisposición por parte de algunos lectores para encontrarlos.

Esperemos que en 2018 el mundo del comic se deje de polémicas absurdas y todos nos centremos en apoyar y disfrutar los comics que nos gustan, y dejar de crear campañas contra lo que no se ajusta a nuestros gustos.

Quiero aprovechar para desearon un muy feliz año 2018, ¡nos vemos el año que viene!!

Marvel Legacy, ¿la vuelta a los orígenes?

Aunque llevo varios años leyendo los comics Marvel a ritmo español, no pude resistirme y compré en inglés Marvel Legacy, el comic publicado tras la conclusión de Imperio Secreto que sirve de presentación de la nueva etapa de La Casa de las Ideas.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Marvel está viviendo una etapa convulsa en los últimos años que ha culminado justo hace unos pocos días con el relevo de Axel Alonso de su puesto de Editor en Jefe, siendo sustituido por C.B. Cebulski, un editor veterano de la casa que ha realizado funciones de captación de nuevos talentos, y que dirigía la filial en China que lleva años consolidando la marca Marvel dentro del gigante asiático.

Alonso, un veterano editor curtido en el sello Vertigo de DC Comics responsable de éxitos como Preacher, Doom Patrol, Animal Man o 100 Bullets, empezó a trabajar en Marvel en 2000, alcanzando el puesto de Editor en Jefe en 2011. Frente a la revolución que supuso para el mercado americano el reinicio del Universo DC en Septiembre de 2011, Marvel optó con éxito por el camino contrario en lo que significó su iniciativa «Marvel Now».

Frente a las 52 series de DC, Marvel redujo su catálogo presentando a sus principales personajes con equipos creativos de gran calidad. En estos primeros años, las principales series publicaron 18 números al año, acercándolas al ritmo quincenal de Spider-man, el principal personaje de la editorial. El resultado fue claro, Marvel vendía mucho más que DC publicando muchos menos tebeos al mes, consiguiendo buenas críticas y una mayor rentabilidad.

En una segunda fase, Alonso marcó como prioridad editorial el presentar nuevos personajes protagonistas con mayor variedad en género, raza o inclinación sexual, que sirvieran para conectar con un público más diverso, de forma que pudieran sentirse identificados con los comics Marvel y se realizara el tan necesario relevo generacional. Durante esta etapa, los principales héroes de la editorial fueron sustituidos por nuevas versiones de forma casi simultánea. El primer y polémico cambio se produjo en Spider-Man, que durante 2013 y 2014 vio como la mente de Otto Octavius controlaba el cuerpo de Peter Parker, decidiendo convertirse en un Spider-Man Superior para demostrar que era mejor que él. Estaba claro que tarde o temprano el verdadero Peter Parker volvería, y lo cierto es que este arco del personaje fue super entretenido y totalmente diferente a cualquier historia previa del personaje.

Junto a esto, empezó a imponerse el concepto de temporadas que intentaba trasladar la realidad televisiva al mundo del comic. Un equipo creativo tendría libertad para contar su historia, y cuando finalizara, la serie se relanzaría con un nuevo número 1 que daría la bienvenida al nuevo equipo. Aunque la idea en si no es mala, Marvel se ha excedido con esta práctica, llegando a situaciones ridículas en 2015, coincidiendo con las Secret Wars, en las que varias series tuvieron dos y tres números unos en un mismo año manteniendo los mismos equipos creativos. Este hecho ha significado un primer síntoma de los problemas que estaban por llegar.

El otro gran problema que Marvel ha sufrido en esta Fase-2, haciendo el símil con el universo cinematográfico, ha sido que estos cambios de los protagonistas se produjeron casi simultáneamente. Aunque Spider-Man volvió a la normalidad, en estos últimos años hemos visto cambios en Thor (Jane Foster), Capitán América (Sam Wilson), Iron Man (Riri Williams) o Hulk (Amadeus Cho), además de la muerte de Logan (sustituido por Old Man Logan y Lobezna), o el cierre de la serie de los 4 Fantásticos tras las Secret Wars.

Personalmente, los comics de Thor de Jason Aaron y Russell Dauterman y Capitán América de Nick Spencer y varios autores, me parecen de lo mejor que ha publicado la editorial en los últimos años. Y creo que es algo habitual y cíclico que Marvel sustituya a sus protagonistas durante un periodo de tiempo más o menos largo. Ben Reilly, Eric Masterson, James Rhodes, la etapa de Hulka en los 4 Fantásticos en lugar de Ben Grimm, John Walker (U.S. agent) o Bucky han sido Capitán América en algún momento, Steve Rogers convertido en Nómada,… son solo algunos ejemplos de los cambios que los lectores hemos visto en el pasado. Por tanto, la actual etapa no cambia tanto respecto a épocas pasadas, y los lectores siempre hemos sabido que estos cambios eran temporales, y que tarde o temprano Marvel volvería al statu-quo.

Sí que considero un error por parte de Marvel el que durante varios años dos personajes diferentes estén compartiendo nombre, lo que creo que va totalmente en contra de la esencia de ese personaje. Ahora mismo, Peter Parker y Miles Morales son Spiderman a la vez. De igual forma, Sam Wilson y Steve Rogers (en su versión de agente de Hydra) han compartido título de Capitán América. Y hemos tenido 2 Iron Mans (Tony Stark y Riri Williams, a la que se unió posteriormente Victor Von Muerte), Ojo de Halcón (Clint Burton y Kate Bishop), Lobezno (Old Man Logan y Laura Kinney X-23), o incluso Thor (Jane Foster y Odinson).

Los héroes Marvel siempre han sido especiales entre otras cosas por su propia individualidad y diferencia respecto a otros personajes de la casa. Desde el momento en que la propia Marvel dice que varios personajes pueden compartir nombre y habilidades, en parte está diciendo que eso que les hace únicos no es tan importante después de todo.

DC Comics sí ha jugado durante años con la idea del legado. Hemos visto como la JSA de la 2ª Guerra Mundial era sustituida por la Liga de la Justicia. El manto de Flash pasaba de Jay Garrick a Barry Allen y de éste a Wally West tras Crisis en Tierras Infinitas, que mantuvo el protagonismo durante décadas hasta el retorno de Barry Allen hace unos pocos años. De igual manera, Dick Grayson fue Robin en su adolescencia, convirtiéndose en Nighwing al crecer e independizarse. Su hueco fue ocupado por Jason Todd, Tim Drake y en los últimos años, por Damian Wayne.

En Marvel, los personajes crecían y evolucionaban, pero no hasta el punto que se retiraran y fueran sustituidos por otros personajes. Tony Stark dejó paso a James Rhodes como Iron Man mientras se enfrentaba a su adicción al alcohol, volviendo a la primera línea cuando logró sobreponerse a su enfermedad. Bucky fue Capitán América durante el periodo en que se pensaba que Steve Rogers había muerto, para devolverle el puesto tras su renacimiento. Y tras Superior Spiderman, Peter Parker volvió a controlar su cuerpo y fue de nuevo nuestro «amigo y vecino». Nunca se había llegado, que yo recuerde, a la situación de que un héroe abandonara su identidad, por ejemplo por motivos de edad,  y tuviera que ser sustituido por otro personaje. En todos estos arcos, disfrutábamos de un único protagonista con una historia que contar, que culminaba con el retorno a la situación previa.

Me temo que esta decisión de duplicar héroes se tomó por motivos económicos más que creativos. Es más fácil para Marvel vender una serie de protagonizada por Kate Bishop si la llamamos Hawkeye que si tienen que empezar de cero presentando a un nuevo personaje. Y justo Hawkeye está justificado, ya que Kate Bishop tomó el nombre en un periodo de tiempo en que Clint Burton había muerto, tras el Avengers Disassembled. Y unido a esto, me resula curioso que el éxito de Ms. Marvel (Kamala Khan) no provocó una nueva hornada de nuevos héroes con poderes y personalidades propias, sino que hemos visto versiones juveniles de héroes como Nova (Sam Alexander) o Ghost Rider (Jaime Reyes), entre otros.

Aunque en estos últimos años sin duda han surgido historias estupendas, Marvel como marca, creo que ha estado tirando piedras contra su propio tejado.

Y esta situación ha provocado que poco a poco una parte de los compradores veteranos de Marvel han dejado de comprar estos comics al sentir que la editorial les estaba quitando a «sus» héroes. Se buscaba captar a un nuevo tipo de lector que no existe de momento en el canal de las librerías especializadas, pero debería haberse hecho sin que sus consumidores actuales se sintieran abandonados. Todo ello provocó que aunque Marvel siga siendo la principal editorial en los Estados Unidos, sí ha sufrido una bajada de ventas que se hizo evidente en octubre y noviembre de 2016. En ese momento, la caída en los ingresos provocó las quejas de los libreros, quejas que parece que  Marvel ha escuchado y ha tenido en cuenta. Independientemente de que no tengo duda que en el plan editorial ya tuviera previsto la vuelta de muchos de estos personajes al final de los actuales arcos.

Para ello había que cerrar las principales historias abiertas, que han culminado en Impero Secreto, saga que reseñaré en enero cuando Panini termine se publicación en España. La historia de Nick Spencer en la que el Capitán América de siempre ha sido sustituido por un servidor de Hydra que se ha hecho con el control de los Estados Unidos ha sido también super polémica. En mi opinión, a falta de leer el final de la historia, me está pareciendo un arco bastante interesante, y creo que la mayoría de gente que la critica ni siquiera la ha leído.

El mundo del comic de super-héroes es cíclico y (casi) siempre acaba por volverse al statu-quo inicial. Por esto en muchas ocasiones lo importante no es el final de la historia, sino el camino que ha recorrido el personaje y las sensaciones que ha transmitido a sus lectores durante ese periodo.

Bueno, y tras este extenso, igual te estás preguntando… ¿de que va este Marvel Legacy? ¿Merece la pena?

En Marvel Legacy veremos como todo empieza en el amanecer de la raza humana, y cómo terminará con la oración de un niño. Y entre medias, imperios caerán, se alzarán misterios, se revelarán secretos, se iniciarán búsquedas y las leyendas se forjarán. Lo que nos conducirá al retorno más esperado, y ¡uno que temeremos!

Marvel Legacy sirve de inicio de la llamada Fase 3 de la editorial, en la que los héroes clásicos volverán a brillar pero sin dejar de lado las series protagonizadas por personajes jóvenes. Es por esto que la idea de «legado» está muy presente en esta historia realizada por Jason Aaron, Esad Ribic (con Steve McNiven y numerosos autores invitados), y colores de Matthew Wilson.

Empezando por la presentación de los Vengadores de hace 1.000.000 de años, entre los que veremos a Odin, Fénix, Doctor Extraño, Puño de Hierro, Black Panther, Ghost Rider o Starbrand, y la existencia de una amenaza que permanecía dormida desde entonces, pero que sin duda despertará en 2018.

Aaron y Ribic es un equipo de total garantía y ofrecen un buen tebeo. En manos menos expertas, Legacy sería un .Point One con aspiraciones, pero Aaron consigue crear una historia entretenida que no busca romper moldes, sino dejar a los lectores con ganas de más presentando los nuevas líneas argumentales de 2018. Y creo que en ese aspecto, el éxito es monumental.

Ribic mantiene su calidad habitual, aunque quizá sus páginas tienen menos fondos de lo habitual, síntoma que debió ir al límite con los plazos de entrega. Junto a Ribic, Steve McNiven dibuja algunas páginas que forman una historia autocontenida dentro del tebeo. Es una pena lo desaprovechado que ha quedado el dibujante de Civil War, porque cada vez que le veo dibujando una historia peor le veo, como si simplemente se preocupara en cumplir el trabajo, pero se olvidara de transmitir nada al lector.  A ellos se les unen un grupo de los mejores dibujantes de Marvel, que dibujan una página cada uno de los personajes en los que ellos están trabajando en la actualidad, y que sirven de presentación de argumentos que serán desarrollados posteriormente en dichas series.

Decidí comprar este tebeo en inglés debido a los spoilers, ya que si me hubiera esperado hasta enero para leerlo, me hubieran chafado varias de las numerosas sorpresas de este tomo. Y lo cierto es que me alegro haberlo comprado en inglés, ya que pude llegar a leer este tebeo sin saber qué me iba a encontrar. ¡Menos mal! Sobre todo, teniendo en cuenta que a los pocos días de leerlo, internet explotó con una noticia sobre uno de los personajes que han retornado a la primera fila en este comic, y que hubiera sido el spoiler del año si me llego a enterar antes de leer Marvel Legacy.

Comparto las primeras páginas de este tomo en el que conoceremos a estos Vengadores de hace 1.000.000 de años:

Marvel Legacy es un buen tebeo que consigue su objetivo de contar el comienzo de la principal historia que veremos en el Universo Marvel en 2018, dejándonos con ganas de más. Además de tener uno de los retornos más esperados por los aficionados, que consiguió sorprenderme y que hizo que volviera a gritar el clásico, «Make Mine Marvel».

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Fuente previews: CBR